Dia 7. Isla de Eysturoy. 7B El Norte ✏️ Diarios de Viajes de Dinamarca

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Dia 7. Norte de la isla de Eysturoy.


Todo nos parece precioso y en una de esas carreteras secundarias de camino a Fuglafjordur paramos para comer con unas vistas preciosas. Aunque hay una corta ruta a pie, los pocos kilometros que unen Fuglafjordur con Hellumar los hacemos en el coche.




Además, en la radio del coche suena una emisora local con música con aires nórdicos y se convierte en una banda sonora ideal ideal del viaje.



En Elduvik hay también ambientillo. La antigua escuela de 1886 es una tienda bar con encanto y hay unas cuantas famílias paseando y charlando en la “placita”, aunque viven todo el año 30 personas. Cuenta la leyenda que Marmennill era un ser que vivía en el fondo del mar y le gustaba romper las redes de los pescadores hasta que un día fue capturado y desde entonces, ayudó a los hombres a tener buena pesca. Hasta que un día huyó… Y nunca más lo han vuelto a ver. Un monumento de Elduvik explica esta historia..


Gjogv es para muchos el pueblo más bonito de las Islas Feroe y tienen razón. Es muy bonito, aunque lo mejor es el emplazamiento. Unas vistas maravillosas. Aquí es el único lugar en que vamos a encontrar mucha mucha gente ( y eso que no hay restaurantes). Muchas familias están jugando un partido en el minúsculo campo de futbol o relajados viendo como los niños se bañan en el pequeño estanque.



Desde aquí sale una excursión hacia los acantilados y son apenas un par de horas. El primer tramo está arreglado y han puesto una cuerda como barandilla y unos escalones de madera que son mucho mejores que las marcas dejadas por los visitantes, tal y como habíamos visto en las fotos. Empezamos a caminar, bueno, a subir y… Oh, sorpresa. Hay que pagar pero aquí no aceptan tarjetas. Te piden que hagas una transferencia a una cuenta corriente feroesa (o que dejes el dinero ( creo recordar que son 100 KR por persona) en el buzón. Y no llevamos ni un duro ( ni llevaremos en todo el viaje moneda local ) ni se puede hacer un bizum. Total, que igual pecamos de prudentes y no nos colamos. Nos quedamos sin caminata para ver los acantilados pero las vistas de Gjogv son igualmente preciosas!

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