La verdad que elegimos como destino de escapada Roma de casualidad, puesto que mi primera idea fue irnos a un combinado Berlin-Praga, pero a mi amigo no le convenció la idea. Incluso saltó la posibilidad de ir a Polonia a ver el Eurobasket, pero por unas cosas o por otras, al final no se pudo, así que comencé a planear nuestra escapada a Roma.
Salimos el Jueves día 15 de Octubre muy temprano en autobús desde Valladolid.El vuelo nos salía a las 10:05 de la mañana, en principio íbamos bien de tiempo, pero el típico atasco en Madrid de todas las mañanas complicó el asunto hasta tal punto que llegamos a la T4 a las 9:15 de la mañana, carrera hasta las lanzaderas y estábamos en la T1 a las 9:30. Corrimos por toda la terminal hasta llegar a la cola de Ciampino, bastante grande por cierto, como ya teníamos el checking on-line no tuvimos mayor problema.
A las 12:35 ya estábamos en el mini aeropuerto de Roma, a la salida, cogimos los billetes en el stand de terravisión, ida y vuelta 8 euros y te deja en Termini.
El autobús está según sales del aeropuerto, a la izquierda, a unos 50 metros.Se ve bien.
50 minutos después, estábamos en la estación de Roma. Nosotros aprovechamos y ya sacamos los billetes para el metro-bus validos para un día.4€. Se sacan fuera de la estación en una maquinita roja al lado de donde paran los autobuses. También sacamos los billetes para ir a Pompeya al día siguiente.
Una vez situados, ya nos fuimos a nuestra pensión. Estaba a 10 minutos de la estación. Stella’s house. Nos salía por 50 euros habitación doble con desayuno.
Yo no soy nada exigente para estas cosas,solo necesito un colchón donde caer rendido, pero he de reconocer que esta pensión era bastante cutre. Todo el mobiliario era bastante antiguo y los dos baños daban sensación de suciedad en lo que a las bañeras se refiere. El desayuno se correspondía de un café y/o zumo y un par de croissant y unas galletas. Ahora a toro pasado, pagaría algo mas y me iría a otro hotel mejor, pero bueno, también he de decir que siempre fueron muy amables en todo.
Una vez echo el checking en el hotel, nos fuimos a patear Roma, nunca mejor dicho!
De nuevo, a Termini donde compramos unos bocatas y comimos. Una vez terminados, cogimos el bus 64 y nos bajamos en Monumento Vittorio Emmanuele.

Según te bajas, es impresionante lo grande que es, llama muchísimo la atención. Desde lo alto se divisa el Foro de Trajano, su columna y también se puede ver algo del Foro Romano y al fondo el siempre presente Anfiteatro Flavio, conocido comúnmente como coliseo.
Vimos mas de cerca el foro trajano y su columna,

según caminabamos, nos encontramos con la iglesia del Gesú, muy recomendable su visita por los frescos de los techos, son muy bonitos.

Una vez visitada esta iglesia, nos fuimos hasta el Panteón de Agripa, es impresionante. Me encantó su cúpula con el oculo, una pasada.


Entramos en la iglesia de Sta.Mª Sopra Minerva, que está a pocos metros del Panteon. A la puerta tiene un obelisco encima de un elefante, muy curioso,jeje.

Esta iglesia fue la primera que visitamos, y nos sorprendió mucho, pero a cada iglesia que descubríamos, nos quedábamos maravillados… En esta iglesia lo que mas me llamó la atención es una grandiosa escultura de Miguel Angel. Un cristo!

Es totalmente diferente a cualquier escultura de un cristo que hayamos visto, mucho mas robusto y perfeccionado. A mi parecer, impresionante.
Seguimos con nuestro paseo por Roma, piazza Navona, con su fontana quattro fiumi y su ambiente.

Después nos acercamos hasta la Fontana de Trevi, que estaba petada de gente, aun así, nos conseguimos acercar y hacer la típica foto arrojando la moneda.

A un pasito, subiendo la calle está la fontana del tritonne,y un poquito mas arriba,s.carlo alla quattro fontane.

Después de este empacho de fuentes, seguimos caminando hacia república y de ahí a casa.

Después de cenar, aprovechamos y nos fuimos hasta el vaticano, para ver cuanto tardaba el metro, hicimos unas fotos y nos acercamos hasta el castillo san angelo, que de noche es precioso como está iluminado, totalmente recomendable!

Finalmente, cogimos el metro de vuelta, no sin antes parar en Piazza Spagna, que obviamente estaba sin gente, pero por verlo de noche como estaba iluminado y tal.

Antes de irnos a la cama, fuimos hasta el coliseo, no podíamos pasar un día en roma sin ver su mas famoso símbolo,no?
Al salir y verlo uno se transporta en el tiempo ipso facto! Es grandioso, lastima que esté tan mal conservado… como vendría siendo la tonica habitual con los monumentos romanos…

Ahora ya si, podíamos ir a descansar después de este largo día, pues al dia siguiente, nos esperaba una bonita excursión a Pompei