El avión salía de Bilbao a las 7:00 de la mañana, así que, para llegar a tiempo de aparcar, facturar y "porsiacasos" decidimos salir de casa a las 4:00 de la amañana, ya que vivimos a 1,15 horas del aeropuerto.
Osea, madrugón a las 3:30 de la mañana!!!!



Todo fue bien y, tras 3 horas de vuelo, en las que intentamos dormir con poco éxito, a las 9:00, hora canaria, ya estábamos recogiendo maletas.
Salimos a las 10:00 del aeropuerto, tras coger el coche de alquiler, donde tuvimos que esperar un ratito de cola en el mostrador de CABRERA MEDINA.
Nos dieron un FORD CMAX, aunque habíamos pedido una furgoneta FIAT QUBO. Personalmente, no le vi problema al cambio. Eso sí, nadie revisa contigo si el coche tiene daños previos, parece que les da exactamente igual cómo te lo entregan y cómo te lo recogen (al devolverlo tampoco miraron nada). Nosotros, por si acaso, revisamos el coche, sacamos fotos de alguna abolladura, raya y de la cantidad de gasolina en el momento de recogerlo. Os lo recomiendo, que nunca se sabe.
Nos dirigimos hacia las Salinas de Janubio, ya alucinando desde el principio con lo diferente del lugar, pero paramos de camino en YAIZA, en el BAR STOP, porque el cansancio y, sobre todo, el hambre, estaba haciendo estragos en los ánimos (en esta familia el hambre puede hacer que alguien te muerda un ojo sólo por decirle hola...

Qué maravilla de primera parada!!
Nos vimos comiendo a las 10:30 de la mañana, en una tasca típica un plato de garbanzas, otro de pollo en salsa y una tortilla de patata... acompañado de refrescos... 12,80€!!!! oyoyoyoy!!

Ya contentos tras la zampada canaria, que me río yo del brunch, fuimos para las salinas.
-Las salinas de Janubio me parecieron bonitas, pero la verdad es que no sé si es la mejor visita para que sea lo primero que ves al llegar. No quisimos comprar nada en la tiendita, ya que no sabíamos si estaba caro o si no era muy auténtico.
-Playa Janubio, primera playa de arena negra en la que ya empezó la admiración de las piedras por parte del niño (piedras que obligábamos a dejar en cada sitio, puesto que en el aeropurto vimos que se decomisaban, y husmeando en internet vimos que en el año 2012 se habían decomisado 6 toneladas de piedras que se intentaban sacar de Lanzarote!!



-Los Hervideros. Empieza el festival del alucine!!! Pero qué maravilla es esta?? La recorrimos gozando del lugar, del viento, de la fuerza del mar... Nos pareció que el recorrido está muy bien preparado, no tiene peligro y se disfruta de los rincones desde los que te puedes asomar a ver el mar rugiendo en los huecos de la lava.
-La carretera entre los hervideros y la charca de los clicos estaba cortada, por lo que nos tocó dar una vuelta un poco más grande, pero como por el cámino vas disfrutando del paisaje tan diferente, no importa. Llegamos a El Golfo y visitamos lo primero la Charca de los Clicos. No había mucha gente, una pena que no se pudiera acceder, por protección de la charca, hasta un lugar más cercano.
Vimos por el camino que existe una versión en pequeño que se llama La charca verde, a esta la gente sí se acercaba hasta la orilla, pero no paramos y luego ya decidimos no volver a dar toda la vuelta.
-El Golfo, es un pueblo con la típica arquitectura de la isla, pequeños volúmenes blancos, de 1 o 2 pisos a lo sumo, de carpinterías verdes o azules. Toda la primera fila de costa del pueblo la ocupan restaurantes.
-FAMARA. Decidimos que, siendo ya mediodía, y con el tute de madrugar tanto, era el momento de ir hacia Famara, para comer allí y poder entrar en el apartamento a las 15:30, tal y como nos habían indicado.
Teníamos un recorrido de 40 minutos en coche hasta allí. Eso sí, el momento final de enfilar Famara por la carretera, y ver ese paisaje, con ese espacio abierto, el imponente risco de Famara a un lado, el pequeño pueblecito blanco al otro y la maravillosa isla de la graciosa al fondo... será un recuerdo que me llevaré siempre.

Cuando llegamos a Famara eran ya las 15:00 así que elegimos para comer el restaurante Sol. Comimos bien, pero después del almuerzo canario, pudo más el ojo que el papo y acabamos estomagados. No fué precisamente suave lo que pedimos. Quisimos probar las lapas, pero, personalmente, no nos gustaron, no es por el sabor, si no la textura un poco harinosa y la pesadez. Pero había que probarlas. Igualmente con un par de pescados típicos como la vieja o el cherne. En total una cuenta de 30€ por persona, pero sin privarnos de nada, y con un servicio muy atento.
Después fuimos al apartemento EL PESCADOR menudo acierto!!! desde la terraza de arriba se observa el risco, el mar, la isla de la graciosa y las dunas. Es un apartemento cómodo, bastante bien equipado, y con una ubicación excelente, que te deja ver lo que es una casa típica y conocer una Lanzarote más auténtica.
Sí es verdad que en Famara el viento es constante, lo es en toda la isla, pero hablando de una playa abierta al norte, zona de disfrute continuo de surfistas, lo es más. Pero la tranquilidad de este pueblo, el ambientillo surfero, lo salvaje del entorno, lo sobrecogedor del risco de Famara... nos ha encantado. Un gran acierto en nuestro viaje.
Esa tarde la tomamos con calma: siesta, tranquilidad, organizarnos y paseo al atardecer por el paseo y vuelta entre calles, para acabar tomando algo en el teleclub de Famara.
Hay un pequeño supermercado (un ultramarinos si se pueden seguir llamando así), justo al lado de la casa, así que cenita en casa y a descansar pronto.