Hoy tenemos previsto visitar: la plaza vieja a primera hora para intentar verla sin mucha gente, subir a la torre del reloj, ir al barrio judío y visitar alguna de sus sinagogas y el cementerio judío y después lo que vaya surgiendo.
Como nos sentimos frescos y con fuerzas y además no se pierde tiempo



Poco después, llegamos a la Plaza Vieja, (Staromestské námestí) uno de las plazas más impresionantes que yo he visto




Merece la pena sin duda, madrugar un poco y disfrutar paseando, tirando fotos.


A las nueve, abren las taquillas para comprar las entradas de visita a la torre del Reloj, durante la primera hora desde la apertura, las entradas tienen el 50% de descuento, así que es un ahorro a tener en cuenta. Nos dicen que no se puede hacer la visita a los halls hasta el lunes, pero sí a la torre, que es lo que más nos interesa, así que pagamos dos entradas a mitad de precio y a subir las escaleras, que en realidad son rampas hasta el último tramo.
Tenemos la torre para nosotros solos durante un ratito, que aprovechamos para tomar fotos de la plaza desde otra perspectiva, tienes una visión de 360 grados.




Satisfechos con las vistas panorámicas, bajamos a presenciar otra vez el desfile de los apóstoles que tiene lugar a las horas en punto (de 09:00 a 21:00) del reloj astronómico, con la vanidad, la avaricia, muerte y lujuria, el desfile de apóstoles y el baile del gallo.


Ahora la plaza bulle, ya está empezando a llenarse, así que nosotros nos abrimos paso para ir al barrio judío de Praga o Josefov. A nosotros este barrio nos decepcionó un poco, nos esperábamos otra cosa y no es un barrio “identificable” más allá de las sinagogas y algún que otro detalle medio escondido.
Hay dos tipos de entradas, una que sirve para visitar las sinagogas Pinkas (en sus paredes se encuentran los nombres de los casi 80.000 judios checoslovacos asesinados por los nazis), Maisel, Alta, Klausen (es en realidad una exposición de textos hebreos) y Española y acceder al cementerio judío y otra entrada exclusiva para visitar la sinagoga Vieja-Nueva. Nosotros compramos la primera entrada y sin duda la más bonita de todas es la española, llamada así por su similitud con la Alhambra de Granada.

Por último, visitamos el cementerio judío, que no nos impresionó tanto como pensábamos.


Hace calor, así que vamos al hotel a descansar un rato, de camino entramos a ver la oficina de correos central de Praga, en la calle Jindrisska, no es que sea la bomba, pero si estás cerca, puedes pasar a ver este bonito edificio renacentista.


Reponemos fuerzas y decidimos ir a hacer una ruta de las estatuas más famosas de Praga que nos quedan relativamente cerca. La cabeza de Kafka es la primera, también llamada metamorfosis o metalmorfosis y la obra es de David Cerny.


Muy cerquita de la plaza de San Wenceslao se encuentra el pasaje Lucerna, que cuenta con otra original escultura del mismo autor, “Caballo al revés”,


Y ahora nos acercamos a la estación de tren de Praga de Art Nouveau, aunque nosotros lo que queremos es ver la estatua de Nicholas Winton.


Cenamos en un vietnamita (no tenemos el estómago preparado para cenar en plan checo todos los días
