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Habíamos intentado reiteradas veces hacer las bocas de kotor en Montenegro, primero con la pandemia no fue posible hacerlo y despues Vueling siempre nos hizo la puñeta, cambiando los horarios y dias de los vuelos.
Así que esta vez para evitar problemas de conexiones decidimos hacer una ruta previa en coche hasta llegar a Barcelona y desde allí tomar el vuelo y volver para hacer la orrespondiente ruta de regreso.
Reservamos los vuelos desde Barcelona a Dubrovnik: 220 euros los dos, un coche que por 340 nos serviría para los cuatro o cinco días de recorrido y los hoteles de la ruta. Iniciamos la ruta tres días antes del vuelo para tener la ocasión de, pasando por Albacete , parar a pasar la noche en Casas Ibáñez y probar la croqueta premiada de Cañitas Maite. Al día siguiente seguimos ruta para llegar a medio día y tomar "un arrosito en Castellón".
La noche la pasamos en un desierto Benicasim.
El tercer día de ruta vamos a visitar el Delta del Ebro en el que estuvimos ya hace unos cuantos años.
Tras un amplio recorrido por el mismo paramos a mediodía en l'Ampolla para en "la taberneta" tomar un par de platos de anguila que nos gustaron mucho. La noche la pasaremos en la cercanía del aeropuerto en Castelldefels en un Ibis.
Dejamos el coche en un parking cercano y a las 10 y media estamos volando rumbo a un Dubrovnik que nos recibe con lluvia.
Retiramos el coche en el rent a car e iniciamos camino. Llegamos a la frontera y tras un ratito de espera entramos en Montenegro.
A pocos kilómetros de la misma, antes de llegar al pueblo de Herceg Novi, tenemos un apartamento para pasar la noche.
En las cercanías encontramos el restaurante Babic donde haremos un almuerzo tardío con una parrillada de carnes de 1 kg , tomate al pesto y vino montenegrino.
Toda la tarde se la pasa lloviendo con lo cual solo salimos para la hora de la cena en el mismo restaurante.
Salimos hacia Herceg Novi donde damos un montón de vueltas intentando aparcar. Damos un paseo por la ciudad vieja llegando desde la puerta del reloj hasta las murallas. Su símbolo principal es una fortaleza que deja constancia que este pueblo de infinitas escaleras, fue de dominio español.
Recuperamos el coche para ir hasta el monasterio Sabina y desdpues seguir hacia las Bocas.
El derrumbamiento del cráter de un volcán y la desaparición del río Bokelj han configurado esta especie de fiordo que en realidad es una ría, perfilada por escarpadas montañas abiertas hacia cuatro ensenadas, dos interiores y dos exteriores, y comunicadas a través del estrecho de Verige. El agua penetra en tierra casio 30 kilómetros definiendo una accidentada costa de 107 kilómetros denominada Bola Kotorska o Bocas de Kotor.
Vamos a Perast para ver si hay barco hasta la isla del monasterio de nuestra señora de las rocas, pero en el acceso al pueblo han montado un negocio con un aparcamiento y no te dejan ni siquiera parar a preguntar si no pagas previamente 7 Euros.
Volvemos a la carretera que circunvala el pueblo y en uno de los huecos cercano a uno de los miradores aparcamos gratuitamente.Desde allí hay una escaleras que bajan hasta el pueblo, con gran cantidad de antiguos palacios y de iglesias, que acompañados por las diez torres de vigilancia y por el muro defensivo de las dos islas fortificadas constituía el núcleo medieval que protegía a la población local de las incursiones otomanas.
Está lloviendo y no hay barco a la isla. Paseamos un rato y volvemos al coche. Seguimos hacia kotor circunvalando todo el fiordo. Paseamos buscando un sitio donde comer cuando se pone a diluviar.
Kotor está resguardada por los 4,5 kilómetros de muralla que serpentean por el monte de San Juan mimetizándose con las rocas.
La ciudad fue fortificada durante la República de Venecia para defenderla de ataques otomanos.De este periodo son también muchos de los edificios e iglesias del casco antiguo repartidos por callejuelas bautizadas con números en lugar de con nombres.
Entre los monumentos destacan la iglesia ortodoxa de San Nicolás, el museo en honor a los gatos, presentes en todos los rincones de Kotor; el Museo Marítimo, situado en un palacio del siglo XVIII o la antiquísima catedral de San Trifón, dedicada al patrón de la ciudad.
En la Plaza de Armas se levanta el Palacio Ducal, herencia veneciana, y la Torre del Reloj, en funcionamiento desde 1602. Ante ella se alza la Puerta Del Mar . Tras del almuerzo seguimos hacia nuestro alojamiento que está a unos pocos kilómetros en un caseron histórico.
Así que esta vez para evitar problemas de conexiones decidimos hacer una ruta previa en coche hasta llegar a Barcelona y desde allí tomar el vuelo y volver para hacer la orrespondiente ruta de regreso.
Reservamos los vuelos desde Barcelona a Dubrovnik: 220 euros los dos, un coche que por 340 nos serviría para los cuatro o cinco días de recorrido y los hoteles de la ruta. Iniciamos la ruta tres días antes del vuelo para tener la ocasión de, pasando por Albacete , parar a pasar la noche en Casas Ibáñez y probar la croqueta premiada de Cañitas Maite. Al día siguiente seguimos ruta para llegar a medio día y tomar "un arrosito en Castellón".
La noche la pasamos en un desierto Benicasim.
El tercer día de ruta vamos a visitar el Delta del Ebro en el que estuvimos ya hace unos cuantos años.
Tras un amplio recorrido por el mismo paramos a mediodía en l'Ampolla para en "la taberneta" tomar un par de platos de anguila que nos gustaron mucho. La noche la pasaremos en la cercanía del aeropuerto en Castelldefels en un Ibis.
Dejamos el coche en un parking cercano y a las 10 y media estamos volando rumbo a un Dubrovnik que nos recibe con lluvia.
Retiramos el coche en el rent a car e iniciamos camino. Llegamos a la frontera y tras un ratito de espera entramos en Montenegro.
A pocos kilómetros de la misma, antes de llegar al pueblo de Herceg Novi, tenemos un apartamento para pasar la noche.
En las cercanías encontramos el restaurante Babic donde haremos un almuerzo tardío con una parrillada de carnes de 1 kg , tomate al pesto y vino montenegrino.
Toda la tarde se la pasa lloviendo con lo cual solo salimos para la hora de la cena en el mismo restaurante.
Salimos hacia Herceg Novi donde damos un montón de vueltas intentando aparcar. Damos un paseo por la ciudad vieja llegando desde la puerta del reloj hasta las murallas. Su símbolo principal es una fortaleza que deja constancia que este pueblo de infinitas escaleras, fue de dominio español.
Recuperamos el coche para ir hasta el monasterio Sabina y desdpues seguir hacia las Bocas.
El derrumbamiento del cráter de un volcán y la desaparición del río Bokelj han configurado esta especie de fiordo que en realidad es una ría, perfilada por escarpadas montañas abiertas hacia cuatro ensenadas, dos interiores y dos exteriores, y comunicadas a través del estrecho de Verige. El agua penetra en tierra casio 30 kilómetros definiendo una accidentada costa de 107 kilómetros denominada Bola Kotorska o Bocas de Kotor.
Vamos a Perast para ver si hay barco hasta la isla del monasterio de nuestra señora de las rocas, pero en el acceso al pueblo han montado un negocio con un aparcamiento y no te dejan ni siquiera parar a preguntar si no pagas previamente 7 Euros.
Volvemos a la carretera que circunvala el pueblo y en uno de los huecos cercano a uno de los miradores aparcamos gratuitamente.Desde allí hay una escaleras que bajan hasta el pueblo, con gran cantidad de antiguos palacios y de iglesias, que acompañados por las diez torres de vigilancia y por el muro defensivo de las dos islas fortificadas constituía el núcleo medieval que protegía a la población local de las incursiones otomanas.
Está lloviendo y no hay barco a la isla. Paseamos un rato y volvemos al coche. Seguimos hacia kotor circunvalando todo el fiordo. Paseamos buscando un sitio donde comer cuando se pone a diluviar.
Kotor está resguardada por los 4,5 kilómetros de muralla que serpentean por el monte de San Juan mimetizándose con las rocas.
La ciudad fue fortificada durante la República de Venecia para defenderla de ataques otomanos.De este periodo son también muchos de los edificios e iglesias del casco antiguo repartidos por callejuelas bautizadas con números en lugar de con nombres.
Entre los monumentos destacan la iglesia ortodoxa de San Nicolás, el museo en honor a los gatos, presentes en todos los rincones de Kotor; el Museo Marítimo, situado en un palacio del siglo XVIII o la antiquísima catedral de San Trifón, dedicada al patrón de la ciudad.
En la Plaza de Armas se levanta el Palacio Ducal, herencia veneciana, y la Torre del Reloj, en funcionamiento desde 1602. Ante ella se alza la Puerta Del Mar . Tras del almuerzo seguimos hacia nuestro alojamiento que está a unos pocos kilómetros en un caseron histórico.
Amanece un dia totalmente tapado por la niebla. Seguimos hacia Budva: Junto a la iglesia de la Santa Trinidad se ubica la Ciudadela, cuyas excavaciones sacaron a la luz restos de la necrópolis griega. Aparcamos en un parking cercano por 1,30 euros y recorremos sus callejuelas llenas de iglesias (S Sabba, S Ivan, sta Maria, St Trinidad) antes de reanuda ruta havia Bar Alli visitaremos la zona histórica construida en la época medieval, conocida como Stari Bar, que se ubica a 5 kilómetros de la costa: un conjunto de ruinas .
Volvemos para por un tunel de peaje llegar hasta el lago Skadar camino de la capital montenegrina : Podgorica.
No cuesta encontrar donde aparcar, ya que nuestro alojamiento está al lado de la Plaza de la Republica.
El almuerzo lo hacemos a base de pescado en "Lupo di Mare".
Paseamos por la zona a la hora de la cena que hacemos en Pod Volat, un restaurante tipico situado junto a la historica Torre del Reloj.
Despues de desayunar, atravesamos en coche el puente del Milenio, sobre el río Moraca, que parte en dos la ciudad formando un ancho cañón, llegamos a la catedral de la Resurección de Cristo en medio de una gran explanada.
Es de amplias dimensiones, de color blanco y tejados grises. Aunque no pudimos recorrerlo a nuestro gusto ya que estaban de misa, vimos que esta pintado y decorado hasta el último cm de pared, techo y bóveda con impresionantes lámparas.
Marchamos a continuacion hacia el río Cievna, que se origina en las montañas Prokletie en la frontera con Albania. Su cañón fue la frontera entre Montenegro y el Imperio Otomano hasta 1912, para visitar las cataratas Niagara cuya altura máxima de las aguas descendentes alcanzan los 10 m.
Desde la capital vamos a la historica Cetinje, fundada en 1482 y sede del gobierno de Montenegro. La encontramos llena de grupos de turistas.
Ademas de una gran variedad de edificios de estilo neobarroco, neorrománico, cubista y Art Nouveau ejecutados a finales del siglo XIX, Cetinje cuenta con varios lugares de interés.
En la zona de Malo Guvno se encuentra el Monasterio de Cetinje, una reconstrucción de 1701, y el Palacio de Biljarda.
La antigua corte del rey Nicolás Petrovic, edificada en 1867 acoge hoy el Museo Nacional de Montenegro que reúne el Museo Histórico, el Museo Etnográfico, el Museo Artístico, el Museo del Rey Nikola.
Vamos hacia Tivat para tomar el ferry a Kamenari y desde alli seguir hacia la frontera, con parada previa en el restaurante del primer dia para almorzar.
La noche la pasaremos en Catav, un pueblo turistico cercano a Dubrovnik y al lado del aeropuerto, en un apartamento muy comodo.
Bajamos al pueblo para dar un paseo antes de cenar en el restaurante "Ciparis".
Hacemos un desayuno tardio antes de devolver el coche y esperar un rato en el aeropuerto.
A las tres sale nuestro vuelo de regreso a Barcelona a la que llegamos a algo mas de las seis, con algo de retraso por una huelga de controladores franceses. Recuperamos nuestro coche y cogemos autopista para llegar a pasar la noche en el parador de Tortosa.
Bajamos por la empinada calle hasta llegar a un centro histórico repleto de magrebíes y encontrar finalmente un lugar donde cenar cerca de la plaza del ayuntamiento. Al día siguiente hacemos unos cuantos kilómetros con parada en Benidorm en el que sorprendentemente nunca jamás habíamos estado.
Paseamos un poco por la playa de Levante repleta de ingleses achicharrados y de jubilados.
Tras la breve visita proseguimos hacia Alicante donde hemos reservado para almorzar en el restaurante Alba. Tomamos un menú degustación que nos satisfizo mucho. Un sitio muy recomendable.
Seguimos haciendo kilómetros hasta Lorca donde pasaremos la noche en su moderno Parador.
Al día siguiente nos hacemos de un tirón Lorca- Málaga para almorzar ya en casa.
Volvemos para por un tunel de peaje llegar hasta el lago Skadar camino de la capital montenegrina : Podgorica.
No cuesta encontrar donde aparcar, ya que nuestro alojamiento está al lado de la Plaza de la Republica.
El almuerzo lo hacemos a base de pescado en "Lupo di Mare".
Paseamos por la zona a la hora de la cena que hacemos en Pod Volat, un restaurante tipico situado junto a la historica Torre del Reloj.
Despues de desayunar, atravesamos en coche el puente del Milenio, sobre el río Moraca, que parte en dos la ciudad formando un ancho cañón, llegamos a la catedral de la Resurección de Cristo en medio de una gran explanada.
Es de amplias dimensiones, de color blanco y tejados grises. Aunque no pudimos recorrerlo a nuestro gusto ya que estaban de misa, vimos que esta pintado y decorado hasta el último cm de pared, techo y bóveda con impresionantes lámparas.
Marchamos a continuacion hacia el río Cievna, que se origina en las montañas Prokletie en la frontera con Albania. Su cañón fue la frontera entre Montenegro y el Imperio Otomano hasta 1912, para visitar las cataratas Niagara cuya altura máxima de las aguas descendentes alcanzan los 10 m.
Desde la capital vamos a la historica Cetinje, fundada en 1482 y sede del gobierno de Montenegro. La encontramos llena de grupos de turistas.
Ademas de una gran variedad de edificios de estilo neobarroco, neorrománico, cubista y Art Nouveau ejecutados a finales del siglo XIX, Cetinje cuenta con varios lugares de interés.
En la zona de Malo Guvno se encuentra el Monasterio de Cetinje, una reconstrucción de 1701, y el Palacio de Biljarda.
La antigua corte del rey Nicolás Petrovic, edificada en 1867 acoge hoy el Museo Nacional de Montenegro que reúne el Museo Histórico, el Museo Etnográfico, el Museo Artístico, el Museo del Rey Nikola.
Vamos hacia Tivat para tomar el ferry a Kamenari y desde alli seguir hacia la frontera, con parada previa en el restaurante del primer dia para almorzar.
La noche la pasaremos en Catav, un pueblo turistico cercano a Dubrovnik y al lado del aeropuerto, en un apartamento muy comodo.
Bajamos al pueblo para dar un paseo antes de cenar en el restaurante "Ciparis".
Hacemos un desayuno tardio antes de devolver el coche y esperar un rato en el aeropuerto.
A las tres sale nuestro vuelo de regreso a Barcelona a la que llegamos a algo mas de las seis, con algo de retraso por una huelga de controladores franceses. Recuperamos nuestro coche y cogemos autopista para llegar a pasar la noche en el parador de Tortosa.
Bajamos por la empinada calle hasta llegar a un centro histórico repleto de magrebíes y encontrar finalmente un lugar donde cenar cerca de la plaza del ayuntamiento. Al día siguiente hacemos unos cuantos kilómetros con parada en Benidorm en el que sorprendentemente nunca jamás habíamos estado.
Paseamos un poco por la playa de Levante repleta de ingleses achicharrados y de jubilados.
Tras la breve visita proseguimos hacia Alicante donde hemos reservado para almorzar en el restaurante Alba. Tomamos un menú degustación que nos satisfizo mucho. Un sitio muy recomendable.
Seguimos haciendo kilómetros hasta Lorca donde pasaremos la noche en su moderno Parador.
Al día siguiente nos hacemos de un tirón Lorca- Málaga para almorzar ya en casa.
septiembre 2022
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