Palazzino di Corina cuida todos los detalles en su alojamiento y no podía ser menos en el desayuno. Se sirve en la planta baja, en una sala muy bonita con varias zonas con productos para servirse: zumos de frutas varias, bollería, gofres y tortitas para hacerse al momento, bizcocho, panes de todos los tipos, mermeladas caseras de diferentes sabores, huevos duros, tomate, jamón, queso, hojaldres salados, dulces turcos… Es maravilloso desayunar en este antiguo palacio.
Tras hacer el check-out, dejamos las maletas en el coche y nos dirigimos a ver la Fortezza de Rethymno. Esta enorme fortaleza, con su turbulenta historia, fue construida en el siglo XVI en la cima de una colina baja por la potencia marítima veneciana como baluarte contra los piratas turcos. Después de muchos trastornos durante los siguientes tres siglos, solo las fortificaciones exteriores de la Fortezza permanecen intactas. El cerro es conocido como Paleokastro, que significa antiguo castillo en griego.
Es fácil llegar a ella subiendo por las callejuelas, ya que se ve desde todos los puntos de la ciudad. Se entra por la puerta del Este a través de un arco enorme y la entrada cuesta 4€ adultos, niños gratis. Algunos de los muchos lugares de interés que vemos dentro de la Fortezza son la Mezquita Ibraham Han, el Bastión de Santa María y la iglesia de Agios Theodoros Trichinas. Igual que la Fortezza es visible desde todas las partes de la ciudad, desde ella se puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad de Rethymno. La verdad que ha merecido la pena llegar hasta allí y entrar a visitarla.
Nos dirigimos al coche y dejamos Rethymno para continuar rumbo al Este de la isla de Creta. Aunque existía la posibilidad de parar a visitar el monasterio de Arkadi, vemos que no nos va a dar tiempo a todo y decidimos que tenemos priorizar. Por lo tanto, continuamos rumbo al palacio de Knosos, pues este sí que lo consideramos una visita fundamental. Este palacio se encuentra cerca de Heraklion, capital de la isla y una zona mucho más concurrida y caótica que el resto. Llegar es sencillo pues está muy bien señalizado y, como imaginamos, hay mucho turismo. No es para menos pues se trata de la mayor de todas las estructuras palaciegas minoicas, con sus más de 20.000 metros cuadrados.
Como tardamos en aparcar, ubicarnos, comprar las entradas y la audio guía (15€ en total), es casi la hora de comer. Vemos allí un restaurante que nos da buena impresión, especialmente por los zumos de fruta que preparan al momento en un mostrador en plena calle con muchas frutas a elegir. Hay una mesita para dos monísima y decidimos quedarnos. La carta no es muy variada así que pedimos básicos griegos que no están nada mal.
- Restaurante Palacio de Knosos: ensalada griega, mousaka y zumos de frutas. 23€.
Hemos comido muy a gusto en ese jardincito y ya estamos listas para visitar el palacio. La organización arquitectónica forma un espectacular laberinto de callejuelas y pasajes en zigzag. En el recinto podemos admirar el patio central, el salón del trono, el propileo sur, el corredor procesional, el muro del príncipe de los lirios, el baño de la reina... Nos parece increíble estar allí, viendo en vivo esas imágenes que tantas veces hemos visto en libros de historia. Y es que el Palacio minoico de Knossos es sin duda el símbolo que representa a la isla de Creta en todo el mundo.
Al finalizar la visita nos dirigimos a Agios Nikolaos, donde tenemos reservada la siguiente noche en el Naiades Marina hotel. Hoy el día ha estado nublado y finalmente cae una tormenta, así que decidimos esperar a que se calme para salir a cenar. Es ya de noche cuando salimos por lo que no podemos apreciar este pueblito en todo su esplendor, pero lo solucionaremos. De momento nos quedamos en un restaurante junto al lago, un lugar muy agradable con sillas de colores y mucho movimiento.
- Karnagio Pita Tou Riga: queso saganaki, souvlaki de pollo, vino y refresco, además de un plato de entrantes cortesía de la casa. 24€.
La noche se ha quedado desapacible tras la lluvia y lo que más nos apetece es ir al hotel a descansar. Día de palacios, otro día estupendo.
