Nos levantamos y desayunamos al lado del hotel. Estaba nublado, pero no llovía, hoy todas las previsiones ponían que iba a diluviar, por lo que dejamos los chubasqueros a mano. Recogimos y pusimos rumbo a Piran.
De Koper a Piran hay solo 18km, pero se tarda unos 25 minutos. En Piran está prohibido entrar con el coche por lo que aparcamos en el Parking Fornace, que está a un kilómetro del centro. Es bastante caro 2,60€ la hora, 26€ el día entero. Hay algunos parkings algo más baratos, pero mucho más alejados. Lo bueno de este es que hay un autobús gratuito que te lleva al centro. Justo vimos cómo se iba el autobús y como tarda unos 15 min en pasar, decidimos ir andando ya que aunque estaba nublado hacía muy bueno. Se tarda unos 10 minutos en ir andando y el paseo es muy bonito.

Fuimos directos a la plaza Tartinijev, es preciosa, Piran merece la pena solo por esta plaza.

Después estuvimos callejeando y paseando junto al mar. Había mucha gente local bañándose. Fuimos hasta el faro y decidimos subir desde allí a la catedral.


Desde allí se puede bajar mucho más fácil hasta la plaza. Hacía muy bueno, aunque estaba nublado por lo que nos tomamos algo en una de las terrazas de la plaza. Después de eso buscamos un sitio para comer. Comimos muy bien, pero no lo recomiendo, porque tardaron mucho en atendernos. Tanto que nos complicó la tarde.
Habíamos comprado por internet las entradas para la cueva de Postojna a las 17:00h 29,50€ por persona. Desde Piran hasta Postojna hay 74 km, una hora de coche y queríamos pasar por el hotel. Eran más de las 14:15h por lo que nos fuimos deprisa para coger el autobús que nos llevara al parking. Se había puesto muy negro por lo que ni nos planteamos volver andando. Mientras esperábamos a que llegara empezó a llover, y justo cuando llego el autobús empezó a diluviar. De donde nos dejó el autobús hasta el coche fuimos corriendo con los chubasqueros, aun así, nos mojamos un poco los pies.
Reservamos el hotel Vila Lemic en las afueras de Postojna, 86€ una habitación triple con aparcamiento gratuito. Lo recomendamos 100% la habitación grande y bonita, y el trato fantástico, fue el mejor hotel del viaje y además el más barato. Nos pusimos pantalón largo, cogimos unas sudaderas (en las cuevas hace frio) y vuelta al coche en dirección a las cuevas.
En principio nuestra idea era ir a las cuevas de Skocjan, pero hay que andar bastante y hay escaleras por lo que al ir con el peque nos decidimos por las de Postojna, que son mucho más accesibles.


Volviendo para Postojna, vimos el restaurante Okrepčevalnica Prepih al lado de la carretera, pero en medio de la nada. Tenía una especia de construcción rural que a mi marido le encantó y paramos. Había columpios y el peque se puso a jugar con unas niñas así que decidimos cenar allí. Tenían una terraza grande, pero hacía fresco y yo preferí cenar dentro, además el interior está abierto a la terraza. Y menos mal porque mientras cenábamos se puso a llover muchísimo, por lo que toda la gente de la terraza tuvo que correr a dentro. Cuando amainó volvimos al hotel a descansar.