Al igual que en otras ocasiones, nos gusta combinar un día de descanso en el hotel con uno de salidas.
Por supuesto para este año dejamos todas las excursiones a Leandro (telef: +5219841410020), que bajo las premisas de poca gente y accesible para Hugo, nos organiza las jornadas fuera.
Para el primer día nos prepara CHICHEN ITZÁ, un año llevaba esperando este momento!!!anularla el año pasado me partió el corazón.
Madrugón de los buenos, paramos en una gasolinera a coger algo de desayuno, y Leandro nos sorprende con unos chapulines. Hugo alucina, claro, jajaja.
El camino discurre con bromas y videos probándolos, y llegamos a las ruinas a primerísima hora. Así que conseguimos hacer fotos sin apenas gente.
No os voy a contar nada sobre esta maravilla del mundo, porque internet y este foro rebosan de información, y porque hay que dejar a los guías que os sorprendan cuando lo visitéis. En nuestro caso, Leandro nos hizo de chófer, de guía, de consejero...es

Recorrimos las ruinas, compramos recuerdos, nos hicimos fotos...y cuando empezaron a llegar los autobuses nosotros ya estábamos de camino al siguiente punto del día.



Toca cenote, y el elegido por Leandro es YOKDZONOT, de todas las opciones cercanas a Chichen Itzá este es de los que menos turismo recibe y conseguimos estar a solas durante la mayor parte del tiempo.
Accesible no es, de hecho Hugo decidió no bajar a bañarse y se quedó con Leandro arriba, pero la bajada tampoco es algo escandaloso como en otros cenotes.
Tiene baños, duchas, vestuarios, zona de picnic y restaurante.
Y lo mejor eso, apenas gente.


Desde allí nos fuimos a comer, Leandro eligió el restaurante "La tía Panchita", con un ambiente típico mexicano donde probamos delicias como estas que nos recomendaron:
El siguiente punto del día era la ciudad colonial de VALLADOLID.
Comenzamos visitando el convento de San Bernardino:

Y después Leandro nos llevó al Parque Principal Francisco Cantón Rosado, desde el que se puede apreciar la Catedral de Valladolid. Paseamos por las Arcadas de la Calle 40, por el parque, visitamos el Mercado Central, y decidimos terminar la visita porque hacía un calor importante, estaba llena de gente, y después de las maravillas que habíamos visto durante todo el día, caminar por una ciudad (con todos mis respetos) era lo que menos nos apetecía.

Casi 2h tuvimos hasta nuestro hotel, al que llegamos ya de noche, con el tiempo justo para ducharnos e irnos a cenar y descansar, el día había sido fabuloso pero agotador.