La verdad es que este año me rompí poco la cabeza. Las navidades pasadas me habían dejado un sabor agridulce de México, no terminaba de sentir que había visitado Riviera Maya; no sé si por dejarnos Chichen Itzá pendiente, si por haber estado Hugo malo...el caso es que lo tenía bastante claro, estas navidades tocaba repetir.
Necesitaba sentir que la vida se había parado durante un año y la retomaba de nuevo este 30 de Diciembre, que volvía a reanudar la aventura maya.
Me encanta darle oportunidades a destinos ya visitados, no suelo volver al pasado pero sí a destinos donde he sido feliz, porque cuando vuelvo donde ya he estado, no soy la misma persona, y lo disfruto de otra manera, más despacio, con otro placer, el placer de caminar sobre suelo conocido.