Hoy toca uno de los tours que más ganas tenía: el tour al volcán de Fuego. El Volcán de Fuego es un coloso en constante actividad eruptiva, arrojando lava y cenizas a intervalos regulares. Su majestuosidad contrasta con su peligrosidad, siendo uno de los volcanes más activos y peligrosos del mundo. Su historia está marcada por erupciones que han causado pérdidas humanas y materiales, como la erupción de 2018 que dejó 200 muertos. A pesar del riesgo que representa, el Volcán de Fuego es una visita obligada en Guatemala.
El tour lo he reservado con el alojamiento y a las 9 me han pasado a recoger. Somos 8: una pareja de holandeses, dos chicas de Bélgica, un colombiano y una pareja de costarricenses. Ya en el autobús, el idioma nos ha unido: los que hablan holandés por un lado y los hispanos por otro, sobre todo gracias al colombiano. Un chaval que trabaja en el Ministerio de Educación de Colombia y está en Guatemala haciendo una formación, aprovechando unos días libres para venirse. El chaval es majísimo y muy gracioso. Habla exactamente igual que Diana Uribe, la periodista colombiana de historia. La chica tica (como se hacen llamar los de Costa Rica) también es muy simpática, el novio un tío serio.
Después de darnos los almuerzos, guantes y gorros, vamos al punto de inicio. La ruta hasta el campamento son unos 7 kilómetros y 1300 metros de desnivel. Se hace entretenida, pero el tiempo no ha acompañado. La mitad de la ruta la hemos hecho literalmente dentro de una nube con un frio escandaloso. Se hace una parda a medio camino para almorzar pero entre el sudor y el frio tampoco hemos esperado mucho para continuar. Hemos llegado al campamento a las 17 y, entre el viento y las nubes, no había nada que ver. Los hispanos nos hemos metido en una cabaña y los holandeses en otra. El paisaje era como si se acercara el fin del mundo.
Si bien el volcán no se ha visto nada, el rato ha estado muy bien. Hemos estado de cháchara junto con el guía, hablando de costumbres de cada país, de expresiones diferentes, cantantes famosos, youtubers... Es increíble la cantidad de cosas que tenemos en común siendo de países diferentes. Evidentemente, con el que más choque hay es con el guía, ya que el chaval es de un ambiente rural. Nos ha contado sobre su boda (tiene 22 años), cómo le regalaron un caballo y tres vacas, y luego historias del narcotráfico en Guatemala que él ha llegado a vivir. Uno de sus trabajos era hacer huecos en tocones de madera que luego rellenaban de droga; él se suponía que no sabía para qué eran los huecos en la madera. Su trabajo terminó cuando a su jefe lo mataron al lado suyo dos chavales de 14 años en una moto. Entre el colombiano, el de Guatemala y los ticos, tienen historias de narcos para aburrir. Como decía el colombiano, por culpa de la droga nos matamos en Latinoamérica mientras ustedes festejan en Europa con nuestra droga.
El guía nos ha dicho a eso de las 21 que durmamos un poco, que a las 2 intentaríamos salir a ver el volcán. Un poco más de charleta y hemos podido dormir algo mientras afuera el viento soplaba como si fuera un huracán.