Sábado 20 de julio de 2024
Nos levantamos temprano y bajamos a desayunar. El buffet es súper variado, con
mucha comida asiática y también bastante dulce.
Hoy tenemos la visita del templo de Borobudur y hemos quedado con el conductor a las 10.
Las entradas de Borobudur se pusieron a la venta la semana anterior y me avisó Sebastian de que estuviera atenta porque se agotaban rápido. Teniendo en cuenta la diferencia horaria, creo que las compré a las 20:00 hora de aquí y ya no había entradas para las primeras horas y la tuve que coger a las 11:30. Me dijo Sebastián que no había problema y que podíamos llegar más tarde, que haría menos calor.
Paramos en una cafetería donde probamos el café del Kopi Luwak. Una turistada, pero bueno, te explican el proceso, te ofrecen una taza de café y luego llega el momento de la venta.... que si te llevas dos paquetes te regalo el café que te has bebido, jeje. En fín, la verdad es que venía muy bien presentado y nos salió más barato de lo que después vimos. Compramos dos paquetes por 34,85€.

Antes de llegar a Borobudur el guía nos pregunta si queremos visitar primero el templo o vemos la Iglesia de la Paloma, y decidimos ir primero a la iglesia. La verdad es que no es tampoco nada del otro mundo, tan sólo el exterior es curioso. Al comprar la entrada te preguntan si quieres subir en coche porque hay una cuesta y el calor aprieta. Son sólo 0,50€ así que en coche.

Después toca la visita a Borobudur, que llegamos para entrar en el turno de las 13:30, aunque nuestras entradas eran para las 11:30.
Nada más entrar vimos en los mostradores que todas las entradas estaban vendidas, menos mal que ya las llevábamos.
Nos regalan unas sandalias especiales llamadas Upanat y nos dan un número que es el que corresponde al guía de nuestro grupo, que se encargará de enseñarnos el templo. El guia nos explica un poco de historia y nos comenta que llegaremos a la entrada del templo a las 14:00 y estaremos hasta las 15:00.


Te escanean la pulsera al entrar y al salir. Una vez sales te puedes quedar en el recinto.
Este templo sí que me gustó mucho más que Prambanan. El guía era muy simpático y se esforzaba en que la visita fuera divertida y lo fué. Ibamos subiendo por los distintos niveles hasta llegar al último, donde nos dejó tiempo para fotos.


Al salir, pues más montones de fotos y llega lo peor de la visita... Habíamos quedado con el conductor en que nos recogería justo en la salida, y para salir tenemos que atravesar un laberinto de puestos de venta.... parecía que caminábamos en círculo y todas los puestecillos eran exactamente iguales.... que horror. Creo que no exagero si digo que tardamos una media hora en salir. Llegamos al restaurante a comer a las 16:00, muertos ya de hambre.

Llegamos al hotel aproximadamente a las 18:30. Descansamos un poco y a las 19:45 bajamos a hall del hotel y tomamos un café.
Después nos vamos caminando hacia la calle de Malioboro. No me gustó nada el montón de gente que había... no se podía cruzar la calle y como siempre el tráfico un horror. Era tan agobiante que simplemente nos damos una vuelta y regresamos de nuevo caminando.

Por cierto, de regreso pasamos por una calle donde las especialidad eran los ataudes... que mal rollo.