Martes 30 de julio de 2024
Nos levantamos a las 6:10 y bajamos a desayunar a las 6:45. Hoy por fín volamos a Singapur. Me apetecía muchísimo visitarlo y en cuanto empecé a planificar este viaje, tuve claro que si o si tenía que ver Singapur.
Dejamos la habitación, eso sí, antes de irnos revisan las habitaciones, por lo que se demoran unos minutos. Nos preguntan por unas bebidas que hemos dejado en la nevera, o sea que muy serviciales.
A las 7:45 pedimos un coche para el aeropuerto, con Gojek que nos sale más barato. Íbamos con bastante tiempo, ya que el vuelo a Singapur salía a las 10:50 con Scoot, comprado a través de Booking. Había hecho el checkin online sin problemas y tan sólo era pasar el control de inmigración, pero por si acaso, cuando tenemos que volar preferimos llegar con tiempo. Había solicitado por la app el trayecto normal, pero el conductor nos pregunta si cogemos la autopista de peaje, que es un puente que va por el agua y le digo que si, total son 1,5€ de diferencia y así en 10 minutos prácticamente estamos en el aeropuerto. Nos cuesta 139.500 IDR, 7,94€.
A las 8:44 ya hemos pasado todos los controles de inmigración y de seguridad y estamos en la puerta 2. Es una maravilla volar por los aeropuertos asiáticos, todo tan rápido que se echa de menos cuando viajas por Europa, en fin...

Compramos algunas cosillas con el poquito dinero que nos queda y embarcamos sin problema.
Al llegar a Singapur, con toda la ilusión que me hacía, resulta que no me funciona la tarjeta ESIM que había comprado con Holafly y tras volver a apagar y reiniciar varias veces, nada, me tengo que conectar al wifi del aeropuerto para coger un coche que nos traslade al hotel.
El conductor es súper agradable y ha ido explicando todo el trayecto cosas interesantes de la ciudad. Eso sí, con un inglés muy rápido que yo iba pillando cosas sueltas, pero mi hijo que iba de copiloto sí que se iba enterando. Nos hizo un tour de la ciudad en el coche, jeje. El trayecto con Grab nos cuesta 34,61SGD, unos 23,88€.
Llegamos al Hotel Bencoolen @ Hong Kong Street aproximadamente a las 14:00, el checkin se supone que era a partir de las 15:00, y aunque solo tenían preparada una habitación, dejamos las cosas y aprovecho para enviar un whatsapp a Holafly contando la incidencia y después de esperar y no obtener respuesta, nos acercamos a un Seven Eleven para comprar una tarjeta SIM. Y aquí es donde nos damos cuenta de la gran diferencia del trato de la gente en Indonesia y en Singapur. En Indonesia le colocaron la SIM a mi hija y se lo dejaron todo perfectamente configurado. En el Seven Eleven ni me miraron a la cara. Me pusieron un folleto diciendo la que tenía que comprar para los días que iba a estar y otro papel con las instrucciones para instalarla. Cabreada más que una mona, nos vamos sin tener acceso a google maps a buscar algún sitio donde comer. Y además un calor humedo horroroso...
Y aqui nos encontramos con otra gran diferencia. Cerca del hotel hay varios sitios para comer, pero son los típicos Hawkers, puestos locales donde cada puesto sirve un tipo de comida y después tienes sitio para sentarte. Por desgracia, somos una familia en la que tanto mi hija como yo, somos más especiales para comer y lo que a unos les gustaba a otros no... Total, que nos agobiamos mucho porque se nos acercaban para preguntarnos qué queríamos, aunque lo hacen de manera amable, no nos enterábamos de lo que ofrecían y a mi me gusta mirar con calma y aunque me apetecía probar la comida local, decidimos buscar otra opción.
Así que haciendo uso de un mapa que había cogido en el hotel, nos acercamos a un centro comercial cercano, el Clarke Quay y comemos en un Burguer King. Aquí también hay una parada de metro y de bus.

Volvemos al hotel, aprovecho para instalar la SIM, que me da algunos problemillas con la identificación del pasaporte y sobre las 18:30 nos vamos caminando para la zona de Gardens by the Bay.
Primera toma de contacto por fin con los edificios que tanto había deseado ver.... me parece un sueño y se ha cumplido !!

y llegamos para ver el espectáculo de luces Garden Rhapsody, en Gardens by the Bay a las 19:45.

Estar allí, sentados en el suelo, rodeados de gente y viendo ese espectáculo, ufff, fué alucinante. Es verdad que parece el mundo de Avatar.
Una vez acaba el espectáculo, ves que la gente sale en avalancha hacia unas escaleras donde aparecía la señal de metro... no sabíamos a donde iba la gente, porque parecía que era una parada de metro, así que decidimos seguir a otro grupo de gente que iba caminando dirección Marina Sands. Después descubriríamos que eso era una pasarela que cruza por el hotel y acorta el camino, no era una parada de metro. De todas formas, es agradable el paseo y así llegamos hasta la zona de Marina Sands y entramos en el centro comercial que hay allí, y se agradece el fresquito del aire acondicionado. Está lleno de tiendas de lujo.

Al salir son las 20:30 y nos sentamos en las escaleras que hay delante del lago para ver el espectáculo de luces en las fuentes. Nos encantó!!. Además el sonido era espectacular.

Y la ciudad por la noche tiene una magia especial.

Regresamos de nuevo caminando al hotel porque no encontramos una zona para pedir un coche. Aquí nos damos cuenta de que no es tan sencillo pedir un Grab en cualquier momento como estábamos acostumbrados, porque a veces hay que ir a puntos de encuentro que no están tan cerca y también que entre ir caminando o coger transporte público, tardábamos lo mismo. Llegamos súper cansados al hotel sobre las 22:00, pero muy contentos y en mi caso, con uno de mis sueños cumplido.