Hoy toca día Otaku.
Nos levantamos temprano, a las 7.00, pero parecen ya las 10.00 de la mañana. Nos aseamos, desayunamos y encaramos el segundo día.
El hotel está cerca de la Tokyo Tower, así que empezamos el día con un paseo de 15 o 20 minutos. Es curioso, ya que en los otros 3 viajes ni nos habíamos acercado a este símbolo de Tokyo. Esta vez sí, nos acercamos pero no subimos. De camino vemos una tapa de alcantarilla curiosa. En Japón hay un montón de diseños y algunos lo consideran un arte.


La verdad que, una de las cosas por las que me siento afortunado de ser catalán es de haber podido disfrutar durante mi niñez de muuucho anime. TV3, y en especial el canal 33, apostaba mucho por el anime japonés cuando no se veía en el resto del país. Dragon Ball, Ranma, Kinnikuman, Arale, Dome Shinjo, Ginger, Sushi, Conan el nen del futur y muuuchas más. Entre los 80 y los 90 fuimos unos afortunados en Catalunya. Luego ya llegaron Transformers, Captain Tsubasa, Saint Seiya,... a nivel nacional, cosa que también se agradeció.
Después de haber contemplado la Torre de Tokyo un buen rato, desde abajo, nos vamos de centro comercial. Pero no a uno cualquiera, si no uno en el que puedes estar todo el día haciendo cosas diferentes sin aburrirte ni un pelo: Sunshine City.
Algunos transbordos después, llegamos a la parada de metro de Higashi-Ikebukuro. Sunshine City tiene parada propia de metro, así que cuando llegamos entramos directamente al complejo.
En Sunshine City tienes actividades para pasar varios días. Desde un acuario donde ver los cangrejos gigantes de Japón, un planetario o, lo que nos interesa a nosotros, el Pokemon MegaCenter. Hay varios Pokemon Center en el país, pero este ubicado en Sunshine City es el más grande. Mi hijo lo flipa y, de nuevo, se compraría la tienda entera. Miraidon nos recibe en la entrada, ya que promocionan los 2 últimos juegos sacados por Nintendo, Pokemon Escarlata y Púrpura.

Nos quedamos un buen rato, mirando y remirando que es lo que vamos a comprar, tanto para nosotros como algunos encargos que habíamos recibido. De paso también le echamos un vistazo al Pokemon Go Lab que hay justo al lado y al Pikachu Sweet que hay en la misma planta. También damos un paseo por una tienda enorme de One Piece y otra de Snoopy.
Se nos pasa el tiempo y nos entra hambre. Otra peculiaridad que tiene este centro es NamjaTown, un parque temático, dentro del centro comercial, donde se pueden comer todo tipo de gyozas, y mi hijo es megafan de las gyozas. Hay donde elegir por la variedad de restaurantes o puestos que hay dentro, pero es que a parte también tiene atracciones. Es algo surrealista, porque puedes pasar de un ambiente del Japón feudal al salvaje Oeste...


Después de comer y reposar un poco volvemos al metro hacia nuestro siguiente destino: Yotsuya Station.
Somos muy fan de Kimi no na wa, Your name, y no dejamos escapar la oportunidad de ir a algunos 'spots' reales de la película. Por si os interesa, la estación es Yotsuya y, de ahí, hay que caminar el santuario Shuga, donde encontraremos la rampa y las escaleras.


De paso, aprovechamos y visitamos el santuario Shuga, que se encuentra una vez subidas las escaleras.

No andamos muy lejos de Shinjuku, así que arrancamos y vamos a ver uno de los distritos más característicos de Tokyo. Parece otra ciudad, más dejada, con diferente ambiente. En algún momento pensé que no era el mejor sitio para ir con un niño de 9 años, ya que el distrito está orientado a otro tipo de turismo, y eso que era media tarde, las 17.00 más o menos. No me sentí muy cómo con el niño visitando Shinjuku, así que limitamos la visita a algunos puntos de interés en vez de ir callejeando como era nuestra intención.
Empezamos con la cabeza de Godzilla en el edificio Toho, uno de los iconos de Shinjuku.

Y, a 2 minutos de la cabeza de Godzilla visitamos nuestro primer Don Quijote. Que tienda tan curiosa! Qué es lo que no venden ahí??? Entras y parece una tienda caótica, pero conforme vas paseando ves que, más o menos, lo tienen todo distribuido con cierta lógica. Y en varias plantas. Incluso Bruno Mars ha hecho un anuncio recientemente...

Despues de Don Quijote nos acercamos a una calle peculiar: Omoide Yokocho. No hay mejor que calle que represente el Japón de la posguerra que esta. Es una calle estrecha llena de pequeñas tabernas, en su mayoría especializadas en yakitori. El encanto radica en que está conservada (reformada) como lo estaba en los años 40 y 50, después de la WW II. No es ni una calle limpia, ni las tabernas parecen las más aconsejables de la ciudad, pero si te gustan los yakitori y, sobre todo, la casquería, es tu sitio.

Pese a que a nosotros sí nos gustan los yakitori, decidimos ir a cenar a otro sitio. Para eso, nos acercamos a Shimbashi, al lado de nuestro hotel, a un restaurante teppan en la última planta de un edificio de 46 plantas. Antes, de casualidad, nos encontramos con un reloj del que me habían hablado pero al que no le había echado muchas cuentas. El reloj de Studio Ghibli! El reloj fue diseñado por Hayao Miyazaki para una colaboración con la cadena de tv japonesa NTV. Si ya es bonito de por sí, mejor es verlo por la noche encendido y, si tienes paciencia, verlo en movimiento a ciertas horas del día.

Y, ahora sí, camino al restaurante con vistas.

Cena deliciosa, en un restaurante chill muy tranquilo y con unos camareros super atentos. Y así, nos dirijimos al combini para los desayunos y el agua y al hotel.