Himeji con buen sabor...
Hoy dejamos Kyoto. El país funciona con relativa normalidad, pero yo no hago más que recibir alertas en el móvil: alerta de calor, cancelaciones de líneas de shinkansen por el tifón, que ya ha tocado tierra más al norte de nuestra posición... Me llegan vídeos del Obon de Tokyo y es espectacular la que está cayendo. Pero ellos ahí, de festival. Más adelante os explicaré qué Apps me descargué para recibir todo este tipo de alertas y demás...
Hacemos el checkout y vamos a Kyoto station. El tramo afectado con cancelaciones y retrasos es de Tokyo a Nagoya, eso sí, nuestro shinkansen llega con 10 minutos de retraso. Sin problema, no tenemos prisa.
Llegamos a Himeji y, nada más salir de la estación, a lo lejos, divisamos el imponente castillo. Empezamos la marcha, de unos 15 minutos, hasta el castillo. La toalla, el paraguas y el agua han sido inseparables compañeros de viaje. Llegamos a la explanada del castillo, que se levanta impresionante.
Es una de las estructuras más antiguas del Japón medieval que aún sobrevive en buenas condiciones, siendo 1 de los 12 castillos originales que quedan en Japón, por lo que es indispensable para aquellos interesados en la historia del país. Junto con el castillo de Matsumoto y el castillo de Kumamoto, es uno de los "Tres Famosos Castillos" de Japón, siendo el más visitado del país. Se le conoce con el nombre de Hakuro-jō o Shirasagi-jō, La Garza Blanca, debido al color blanco brillante de su exterior.




Este es el cuarto castillo que visitamos entre todos nuestros viajes: Nagoya, Kanazawa, Osaka e Himeji. Si bien el de Osaka es espectacular, el interior está muy modernizado. Algo precioso que alberga el castillo de Himeji es que da la sensación que entramos de lleno en el periodo Edo, ya que el castillo parece conservado tal cual hace más de 400 años.


Llegamos a la última planta, la séptima si no recuerdo mal, y las vistas de la fortaleza, de la muralla y de la ciudad son espectaculares. Hay muchísima gente, llegando incluso a colapsar el recorrido. Tanto es así que deben cambiar el sentido de las escaleras de subida y así disponer de 2 vías de bajada. Así, empezamos a bajar de nuevo hasta la planta baja.
No tenemos nada más planificado en Himeji. Nos recomendaron visitar el Mt. Shohsa, pero nos quedaba bastante retirado y debíamos invertir bastante tiempo, cosa que nos privaba de poder ir a Kobe a comer... carne de Kobe.
Volvemos a la estación de Himeji dirección a Kobe. Último shinkansen de nuestro viaje. Una vez en la estación JR de Kobe cogemos el metro hasta la estación Sannomiya. Es la zona de Kobe que concentra más restaurantes por metro cuadrado ofreciendo carne de Kobe. Nuestra primera elección fue el restaurante Oi Niku-Ten Restaurant, uno de los más famosos, pero una vez hecha la reserva nos indicaron que no podían asegurar que la comida no tuviera contaminación cruzada, así que anulamos la reserva. Personalmente, me parece decepcionante que un restaurante en el que vas a pagar más de 100€ por cabeza no sean capaces de modificar ligeramente el menú para hacerlo apto para celíacos.
Dicho esto, nos aventuramos a los varios restaurantes que encontramos por la zona. Miro opiniones, fotos y nos decidimos. Por el nombre parece un restaurante típico para captar turistas, Kobe Gyu Takakura, pero cuando entramos vemos que hay una pequeña plancha con sitio para 6 u 8 comensales. Sólo hay 1 pareja comiendo y nos reciben muy amablemente. Lo primero que hacemos es entregar la carta plastificada de mi mujer dando información sobre su enfermedad, qué puede y qué no puede comer. El chef, muy amablemente, nos informa que no nos preocupemos, que adecuará el menú para ella. Le agradecemos enormemente.
El menú consta únicamente de carnes de Kobe de diferente calidad, corte y presentación. Al ser mediodía, nos incluye unos pequeños aperitivos por el mismo precio. Un precio que hay que estar dispuesto a pagar. Si no recuerdo mal, pedimos 3 filetes de 120gr cada uno y el precio rondó los 400€.

En casa somos muy carnívoros y, aunque suene muy típico y muy de turista, estando en Kobe no vamos a perder la oportunidad de probar la carne de Kobe.
El chef que nos atendió fue el chef E. Otsuka y, pese a no hablar mucho inglés, estuvo interesado en explicarnos cómo comer los entrantes, qué salsas y acompañamientos utilizar, estuvo hablando con Kenzo y haciéndole bromas... El precio es elevado, sí, pero la carne y la experiencia de tener un chef para ti solo, cocinándote delante tuyo y, sobre todo, adaptando 1 de los menús para una persona celíaca, nos merece la pena.

Una vez saciado nuestro apetito y, por que no decirlo, nuestro capricho, desde la estación Sannomiya cogemos el Line Rapid de JR dirección Osaka. Hacemos transfer en la estación Kyobashi y, desde ahí, hasta la estación Kitahama, justo al lado del hotel. Llegamos al hotel, hacemos el checkin y recogemos las maletas que habíamos enviado desde Nagoya. Esta tarde es tarde de colada, que tenemos, literalmente, toda la ropa sucia.
Here we go!