Como siempre, nos despertamos, nos vestimos y a desayunar. Hoy ya sabíamos que íbamos a hacer, nos íbamos a las cascadas de Ouzoud. Estas cascadas son una de las paradas obligatorias si tienes tiempo para ir, ya que son preciosas y te puedes bañar. Una vez desayunados, nuestro amigo de allí nos vino a recoger y nos fuimos con nuestro coche alquilado. Al llegar, aparcamos y nos pusimos a andar para acceder a las cascadas. La ruta que nosotros hicimos para acceder a las cascadas fue un camino poco accesible, donde algunas veces tenías que saltar porque había un agujero o por cualquier otra razón posible... Cuando llegamos, nos impresionó. Es una de las cascadas más bonitas que hemos visto:

Bajamos aún más y mientras mi hijo y yo nos bañábamos en la cascadas como cualquier otro turista y gente local, también nos tomamos algo con nuestro amigo. Había gente saltando de las rocas (unas horas más tarde en el hotel, nos enteramos que un joven local se mató porque se golpeó con una roca, que descanse en paz...) pero os podéis tirar lo que queráis moderadamente, ya que este joven saltó desde unos 6-7 metros al agua, con razón se golpeó.... Pero es una pasada poder bañarse. Entrar al agua tampoco es nada accesible, pero merece 100 por cien la pena bañarse. También hay unas balsas para que te des una vuelta por las cascadas, no nos montamos, asique no sé cuánto cuestan... Eso sí, tened cuidado de no tragar agua, en la foto que vais a ver el agua es marrón, y mi hijo trago un poco de agua y a los 2-3 días se puso malo, pero no sabemos muy bien si fue de eso o de otra cosa...

Una vez bañados, comimos un Tajín y nos fuimos al hotel. La tarde la aprovechamos para ir a la piscina y descansar.