
Hoy nos levantamos, pronto (también), pero no tanto como los últimos dos días, queremos aprovechar bien el día. Son como las 7:30 cuando bajamos a desayunar. El desayuno de lujo. Tomamos por un lado unas tostadas con huevo y otra con aguacate y tomate natural, ensalada de frutas, zumo y café; y por otro lado, dos tostadas con jamón y huevos benedictine, ensalada de frutas, zumo y café. Vamos, si con esto no recargas pilas... tu me dirás.


La verdad es que este alojamiento ha sido todo un acierto.
Después de desayunar y hablar un poco con la dueña de la casa, salimos hacia Bryce Canyon, este sí entra con el Anual Pass. El camino es muy agradable, es pronto por lo que todavía no hay mucho coche. Según vas llegando al parque, el paisaje se va transformando, dándote pistas, de lo que allí vas a ver. Todas las colinas se empiezan a llenar de esos montículos rojizos con forma de chimeneas. Es un paisaje increíble, que nunca habíamos visto.
Entramos en el parque y vamos hasta el Visitor Center. Aparcamos allí mismo, es pronto y no hay mucha gente todavía en el parque por lo que nos atienden rápido. Echamos un vistazo a la tienda y empezamos a localizar futuros souvenirs para comprar después. Allí cogemos mapas, hablamos con los ranger para que nos aconsejen posibles rutas. Salimos en busca del parking más cercano a unos metros del Visitor Center, allí solo lo puedes dejar unos minutos para coger información nada más. Tomamos el bus en la parada del Visitor Center que nos lleva hasta la última parada, Bryce Point, donde comenzará nuestra ruta del día.
Al igual en el Gran Cañón, también puedes descargarte los mapas necesarios en la web del parque para organizar tu visita. La web es: www.nps.gov/brca/index.htm
La idea es recorrer desde allí, todo el Rim Trail, pasar el Inspiration Point, y llegar hasta el Sunset Point. Nosotros tardamos como unas 2 hrs, eso sí, nos paramos un montón para sacar muchas fotos. Esto es lo que tiene, lo puedes hacer más rápido ya depende de lo que tu te quieras entretener.




El camino es muy interesante, el paisaje es increíble (nunca me cansaré de decirlo). La gente muy agradable, te cruzas con grupos pequeños y te cruzas saludos. Nos paramos a hablar varias veces, una de ellas con una pareja de jubilados de Ohio que estaban de turismo también. Hablamos de todo un poco, incluso nos recomendaron sitios de Las Vegas nuestra próxima parada. Nos dieron un dato muy curioso.


Una vez llegamos a la parada, Sunset Point, hicimos un poco de avituallamiento. Tomamos unos snacks que habíamos comprado el día anterior. Allí vimos también al ranger al que preguntamos en el Visitor Center con un grupo haciendo de guía.

Como nos encontrábamos bien, aunque el calor apretaba, decidimos unirla con la ruta de Navajo Loop Trail, un poquitín más dura que la anterior.
Se compone de una bajada hacia el valle batante imponente. Se hace en zig-zag por lo que no impresiona tanto, el tema es la vuelta que hay que subirlo, pero por otro lado. La bajada es de unos 51 plantas de altura. Según vas bajando, la temperatura va subiendo y te va cayendo a plomo.... pero es muy chula de hacer.


Una vez que llegas abajo tienes varias opciones. Una volver a subir por donde has bajado, error ya que hay que seguir para ver más cosas. Dos, seguir la ruta y subir terminando el loop. O tres, que es la que hicimos nosotros, enlazarla con la ruta Queen´s Graden Trail, unos kilómetros más que te llevan hasta la cima de nuevo, en el Sunrise Point. Nosotros, como nos sentíamos fuertes, decidimos hacer esta tercera opción, de lo cual no nos arrepentimos.
Es verdad que la subida es un poco fuerte porque hay tramos muy empinados, pero si no vas con prisa se puede hacer sin problemas; además que disfrutas de unas vistas increíbles.


Ya, en el último tramo justo en la subida (el más duro), empezamos a acelerar ya que se avecinaba una tormenta. El cielo se estaba poniendo muy oscuro y, por lo visto en otras ocasiones, iba a caer de lo lindo y no queríamos que nos pillase en el valle.

Finalmente llegamos a la cima sin problemas, todavía no llovía. Tomamos el shuttle bus hasta el Centro de Visitantes, empezó a llover con fuerza, el pavimento lleno de regueros de agua y los canalones no daban a basto. Aprovechamos para hacer alguna compra de algún souvenir que ya habíamos echado el ojo esta mañana y esperamos a que escampase.
Terminó de llover, como era pronto en la tarde, decidimos visitar el segundo parque del día, Zion National Park. Tomamos la carretera, en 2 horas llegamos al parque.
Nuevamente, según te vas aproximando al parque la orografía del terreno vuelve a cambiar. En esta ocasión vamos dejando atrás los montículos rojizos de Bryce para cambiarse por enormes rocas rojizas rayadas, a modo de montaña, indicando que te vas adentrando en Zion. Aparcamos nuestro vehículo no sin mucho problema, ya que hay grandes parking a la entrada, y tomamos el bus que nos va a llevar hasta la última parada de la ruta, Temple of Sinawava.



Este parque, aparentemente es más sencillo de seguir. Solo hay una línea de bus. Nosotros no tenemos mucho tiempo, por lo que no podemos explorarlo en profundidad, pero bien merece la pena. De camino nos quedamos impresionados de las gigantes montañas, que son en realidad, gigantes rocas. Allí se encuentra uno de los senderos más peligrosos del mundo, el Angels Landing, reservado para los más intrépidos.... jejejeje. Os invito a ver imágenes en internet.... no tiene desperdicio.
Llegamos hasta Temple of Sinawaya, y tomamos una caminata a pie hasta el río, una hora más o menos, donde comienza su famosa ruta The Narrows. Nosotros no lo hacemos por el tiempo, aunque ganas no nos faltan, aunque nada más sea unos metros. Esta ruta se hace a través del río, por lo que debes ir preparado de calzado adecuado, aunque en el parque puedes alquilarlo si estás muy interesado en hacerlo. El paísaje es espectacular.


Retrocedemos en nuestros pasos, tomamos el bus que nos deja en el parking en Centro de Visitantes. Estamos ya muy cansados, por lo que decidimos volver a Panguitch.

Llegamos al atardecer y decidimos recorrer el pueblo con el coche, tenemos los pies reventados. Por casualidad pasamos por la zona escolar, el instituto, y vemos que en sus instalaciones deportivas se está celebrando un partido de softball entre institutos. El softball es un deporte de equipo, muy parecido al beisbol. Allí que vamos, nos acercamos hasta la red, es como en las películas, las familias en sillas con sus mantitas y sus bebidas, muy auténtico... jejejeje


Empieza a refrescar y después de un rato mirando, como tampoco entendemos mucho como va, nos vamos para la casa y buscar un sitio para cenar. Decidimos volver al mismo sitio que ayer, Cowboy Smokehouse. En esta ocasión pedimos unos jalapeños, una hamburguesa para compartir y un postre típico de la zona que estaba delicioso, refresco y agua. Todo sale por 42 $. Durante la cena, la tormenta llega al pueblo, se va la luz un par de veces (nos persigue la tormenta y los apagones, jejejeje)



De allí, nos vamos a casa para descansar.
