
Hoy toca madrugar de nuevo, pero ya se sabe que, "sarna con gusto....". Me espera otro de los amaneceres más bonitos que he visto en mi vida, esta vez en Monument Valley. Increible!!! super bonito. Esos azules del cielo, con el Sol intentando aparecer detrás de las nubes, es algo único y muy bonito de ver. De nuevo, la misma sensación que ayer, un silencio rotundo. Tan solo algún pajarillo, sin palabras...


Desayunamos pronto en el hotel. El desayuno muy normal, pero está correcto, todo con cubertería de plástico. La verdad que para lo que vale una noche en este hotel ya se podrían esmerar un poco más....

Salimos hacia Page, tenemos la visita a Antelope Canyon a las 12:15 y queremos llegar a tiempo, ya sabes por si hay problemas por el cambio de hora y demás. Hacemos el recorrido en unas 2 hrs, llegamos una hora antes. Cuando te envían la confirmación de reserva, te piden que llegues 45 min antes, así que vamos bien de hora. Hablamos con la chica que hay en el puesto de las entradas y nos comenta que si queremos adelantar la visita, que va a salir un grupo ahora y hay hueco. Así que aceptamos el cambio.
OJO con lo de las horas, porque dependiendo de como esté el Sol (más alto o más bajo), la gama de colores que se ve en la excursión es distinta. En nuestro caso el día se ha levantado con algunas nubes por lo que no nos importa cambiar la hora.

Salimos para unirnos al grupo y esperar a nuestro guía. Es indio navajo y se llama Trade, un chico joven muy simpático. Nos explica un montón de cosas, incluso nos explica lo iguales que somos los españoles y los navajos. Además te dice como tienes que configurar las cámaras y móviles para sacar buenas fotos. Es una máquina!
Hay que andar unos minutos hasta llegar a la entrada del cañón, es muy curioso como se formó, aquí os pongo una foto de como se ve el cañón desde fuera. El acceso es a través de unas escaleras un tanto empinadas, pero eso es lo más difícil.


Una vez dentro el guía te lleva en grupo por los serpenteantes caminos que atraviesan el cañón. Es una visita muy interesante y chula, bajo mi opinión. El guía para en todos aquellos puntos donde hay formaciones raras que representan figuras reales de la vida cotidiana. Aquí os muestro una mínima parte de lo que se ve, es espectacular.






Y esta la salida del cañón, da miedo, eh?


Después de unas 2 hrs. de visita por el cañón, te llevan al punto de partida. Dentro del cañón la alta temperatura no se nota tanto, pero cuando sales al exterior todo te cae a plomo encima. El camino hasta el punto de partida se hace muy duro, por el calor. Nos refrigeramos un poco comprando agua y refresco en el hall del sitio y cogemos el coche para llegar a nuestra siguiente parada, Horseshoe Bend.
Se encuentra a pocos minutos en coche, la visita es gratuita pero tienes que pagar el parking que son 10$. Lo dicho, los indios navajos son muy pero que muy listos...
El sitio, la Curva de Herradura, es el nombre del sitio con dicha forma que tiene el río Colorado. Una vez aparcas, sigues a la multitud y, después de unos 20 - 30 min de caminata llegas el punto en cuestión. Aunque el calor asfixia un poco, merece mucho la pena la caminata para ver esa curiosa curva hecha por la naturaleza. Tiene unas proporciones descomunales, como todo en EEUU.



Una vez hemos pateado un poco por los alrededores, tomamos el camino de vuelta por donde hemos venido. Aquí cogemos el coche y nos dirigimos hasta nuestro destino final del día, Panguitch. Ciudad del condado de Garfield que tiene como unos 2000 habitantes. El motivo de alojarnos allí ha sido por casualidad, buscábamos un campamento base para poder ver los siguientes dos parques naturales Bryce Canyon y Zion, en el siguiente día.
A pocos kilómetros una vez dejamos Page, pasamos por la presa de Glen pero no nos paramos mucho. Una opción, si fuesemos con algo más de tiempo, hubiese sido el visitar el Lago Powell, pero la verdad es que queríamos ir más relajados y disfrutar más del viaje sin ir corriendo a todos los lados.


Durante el camino hacia el destino, vemos como el paisaje vuelve a cambiar, con montañas más rojizas y pinos. Después de unas 3 hrs de viaje, más o menos, llegamos a Panguitch, a nuetro alojamiento de las próximas dos noches, The Panguitch House, un B&B que ha sido de lo mejorcito en el viaje. Es una casa muy bien equipada que alquila habitaciones con desayuno (Excelente). En su zona de jardín, que te invita a quedarte allí las horas en el banco sentado leyendo un libro o contemplando sin más, puedes incluso hacer barbacoa. Es como las casas típicas de las películas. Sin duda, si volviesemos a estar por la zona, no dudaríamos en volver a quedarnos ahí.
El pueblo, es un pueblo de apariencia muy tranquilo donde parece que nunca pasa nada (como dirían en las películas jejejeje





Llegamos a la casa, el check-in lo haces tu mismo. Tiene en el hall un pequeño mostrador donde en un tablero, viene tu habitación con tu llave. Lo sabes porque tiene, el papel donde pides lo que quieres para desayunar y ellos lo preparan a la mañana siguiente, con tu nombre. Los dueños viven en la casa que hay justo pegada en lo que es el B&B. Para el desayuno, es tipo plato combinado con un montón de ricas y apetecibles variedades.
La habitación es una cucada, con una decoración muy cuidada. La nuestra tenía, en el baño, una bañera y una habitación a modo de ducha....DE DIEZ!!!


Aprovechamos para hacer algo de colada, tiene una habitación para los huéspedes habilitada para ello. Y nos fuimos a dar un paseo por el pueblo a modo relax. Como en casi todos los lugares de los EEUU, no ves mucha gente por la calle paseando, solo en coche.
Después del paseo, volvemos a la casa para ir a cenar. Nos adentramos en la calle principal y nos metemos en el restaurante Cowboy Smokehouse. Restaurante muy, pero que muy, americano. Allí estaba la gente con sus sombreros de cowboy a lo "Yellowstone"

Los camareros muy agradables, interesándose de dónde éramos y demás. Nos gustó mucho el sitio, tanto que decidimos volver a la noche siguiente de nuevo para cenar. Tomamos carne y costillas, con refresco ilimitado.... También ponían los típicos bollos de pan americanos con mantequilla, que estaban deliciosos. Todo nos costó 58 $.



De allí nos fuimos a descansar, mañana sería otro día...
