Nos levantamos con intención de pasear por la ciudad, visitar algunos miradores y entrar en la catedral (5€) para admirarla por dentro y para disfrutar de la Librería Piccolomini.

Pero antes, mientras pasábamos, entramos en el museo e iglesia de la Contrada de la Selva, donde un señor de la contrada nos explicó muchas cosas sobre su contrada y sobre el palio, nos encantó la experiencia y se pagaba la voluntad.
Posteriormente ya si entramos en el Duomo y Libreria Piccolomini, y al salir, como ya teníamos hambre comimos en La Taverna del Capitano, pedimos un plato cada uno, agua y postre y pagamos 70€ entre 3 personas. La comida estaba rica, el servicio fue muy bueno y lo recomendaríamos. La mesa de al lado pidió un bistecca alla fiorentina que tenía tremenda pinta (60€kg mínimos 1.8kg).
Después de llenar el estómago, pasamos por el alojamiento a recoger las mochilas y volvimos al coche para emprender el camino hacia el Valle de Orcia.
Aquí nos quedamos dos noches en el Agriturismo Selvoli, que lo recomiendo muchísimo, Claudia fue maravillosa con nosotros, no falta de nada, cada año van mejorando las instalaciones y este año habían puesto el baño nuevo, que de hecho lo estrenamos nosotros.
Despues de hacer el checkin y dejar las cosas fuimos a recorrer carreteras para disfrutar del paisaje y acabamos en la tipiquísima vista del Agroturismo Baccoleno.
De aquí, nos fuimos hacia Pienza, donde compramos quesos, embutidos y vino para prepararnos una cena en casa, y aprovechamos para tomarnos un vino y un aperitivo en el Bar Il Castello, donde nos trataron de maravilla.
Finalmente llegamos a casa, preparamos la cena y a dormir que mañana nos levantamos tempranito.