A las 9:00 am tengo el vuelo interno hacia Mestia con la compañía Vanilla Sky. Es un vuelo difícil de conseguir, vas en una avioneta con 17 plazas, y estás en Mestia en 50 minutos, sobrevolando las fantásticas montañas del norte de Georgia. El vuelo cuesta solo 30 euros y lo pillé con algo menos de un mes de antelación, jugando con las fechas.
A las 7:15 tengo que estar en el punto de recogida, que me pilla a un par de kms andado, mientras voy viendo como comienza la vida en la ciudad. Llego el primero, a menos cuarto y al momento ya me quedo tranquilo pq llega una chica holandesa que va donde yo, no tenía claro el punto exacto de la recogida.
A y cuarto en punto sale la shuttle bus dirección al aeropuerto más pequeño que he estado, minúsculo, si no el más pequeño, estará entre los tres más pequeños que he utilizado.Y va y nos dicen, que por motivos de nubes, hay 50% de posibilidades de que se cancele el vuelo, menuda faena!! Empezamos a hacer cábalas de como ir a Mestia por medio terrestre, muy complicado y más a esas horas. Pero gracias a Dios, después de una hora de retraso, nos dicen que para arriba.
El vuelo es una pasada, aunque hay bastantes nubes y no se disfruta totalmente. En menos de una hora, estamos en el mínimo aeropuerto de Mestia, desde el cual, empiezo mi trekking. Craso error, pues para enlazar con el camino principal, me manda subir una montaña que me deja fino. Para más Inri, tengo que cruzar dos ríos quitándome las botas y el agua está congelada. Al fin, consigo enlazar con el camino principal, que va indicado con postes.

Las vistas son una pasada, con un montón de vacas sueltas pastando a su aire en la montaña. Sigo caminando más feliz que una perdiz , gilipolleando con las diferentes aplicaciones de rutas, hasta que me hago un lío y me meto en una ganadería, que casi me da un infarto del perraco/oso que se me encaró gruñendo de forma bestial. Good boy, good boy, le digo mientras voy retrocediendo muy despacio, sin mirarle hasta que consigo marcar una buena distancia. Vaya ratito!! Y perdí más de media hora hasta que volví a encontrar el camino principal, es que puedes ir por varios lados en diferentes tramos del camino.
Cruzo la aldea de Lakhiri, muy pequeña y auténtica y me tomo algo en la habitación/bar de una pareja de ancianos. Ya empieza a llover con más insistencia, así que tiro de mi paraguas plegable que lo traje para esto. Y aunque llevo los trekking calados, voy pasando por sitios que me van flipando, cementerios muy diferentes a los de aquí, torres Svan, ríos, todo muy diferente a aquí.
Sobre las 18:30 llego a mí destino, Zhabeshi, primera parada oficial del trekking. El trekking de Mestia a Usghuli, se divide en cuatro etapas, aunque yo lo haré en tres. Totalmente calado, llego al Guesthouse que he reservado una hora antes, una abuela de 80 años y su amiga de 90 son las únicas que están allí, bueno, y yo.
La pinta de la casa y la habitación, solitaria en mitad del campo, me hace retroceder 100 años, pero a mí me da igual, la cama tiene una pinta cojonuda de ser de las de muelles de mi abuela en paz descanse.
Hacemos el apaño de lo que me va a cobrar por la cena y la estancia, un poco de regateo con el traductor del móvil, ducha, cena, y a dormir, que eso está más frío que el corazón de mi ex novia.