Nos levantamos y tras 2 horas de viaje llegamos a Pienza, pero está lleno de gente porque es viernes santo y nos cuesta aparcar. Tras varias vueltas los conseguimos un poco lejos del centro histórico, pero da igual porque el pueblo no es muy grande. Entramos al centro histórico por la puerta de Murello donde hay un baño público, útil tras más de dos horas en el coche. Paseamos por el Corso il Rosselino hasta el Palazzo Piccolomini. Solo queríamos visitar su terraza con unas maravillosas vistas a la Toscana, pero hay un descuento para la visita guiada, con audioguía, y terminamos visitando el palacio y sus diferentes estancias.

Salimos directamente a la Plaza Pío XII donde se encuentra el Duomo de Santa María Asunta, una de las catedrales más importantes del Renacimiento italiano. Tiene planta de cruz latina y tres naves.
Salimos de la catedral y en el lado derecho del ábside comienza la Vía del Casello que te permite pasear por la antigua muralla y desde allí se ven unas hermosas vistas del paisaje de la Toscana.

Paseamos un poco por la parte antigua de la ciudad y decidimos comer allí, elegimos el restaurante Sperone Nudo, en la Plaza de España, Todo riquísimo y platos abundantes. La Bistecca alla Fiorentina se deshacía en la boca, un sabor espectacular. La fondue de queso pecorino con trufa increíble (la comida de las vacaciones).
Terminamos de comer y cogemos el coche para dirigirnos a Montepulciano, son 20 minutos de viaje.
Conseguimos aparcar en un aparcamiento gratuito cerca de la estación de autobuses y nos dirigimos andando a la Porta al Prato, la entrada monumental a Montepulciano. Cuesta arriba por la Vía Graciano del Corso recorremos la calle principal y comercial de la ciudad hasta la iglesia de San Agostino, en el interior hoy en día presenta una sola nave con planta basilical.,
Seguimos rectos por la calle principal y llegamos a la iglesia de Santa Maria del Servi, pero estaba cerrada y continuamos subiendo una gran cuesta hasta llegar a la Plazza Grande, donde está la Catedral de Santa María Asunta, que también estaba cerrada, y la Comuna de Montepulciano, su ayuntamiento, que mantiene la estructura de la Signoria, pero de menor tamaño.
En esta plaza se rodó la escena de la película Luna Nueva en que Bella llega corriendo para evitar que Eduard se suicide provocando a los Vulturis al mostrarse a la luz del sol. La narración la localiza en Volterra pero se rodó en esta plaza. Y mis hijos y mi mujer jugaron un rato a grabarse vídeos acelerados y lentos corriendo por ella como Bella.

Paseando por la ciudad encontramos un espacio público, no me acuerdo como se llama, donde te puedes asomar a una terraza panorámica y hacerte fotos admirando el paisaje de la Toscana.
Solo nos queda por visitar el Templo de San Biagio, vamos andando y es la ida cuesta abajo, bastante pronunciada, luego nos tocará subirla y costará más. El camino nos lleva 15 minutos pues el templo está a las afueras. La iglesia de San Blás tiene una planta de cruz griega, con cuatro brazos rectangulares simétricos que salen del crucero, que está cubierto por una cúpula de 13 metros de diámetro que descansa sobre cuatro pechinas. Es obra de Antonio da Sangallo el Viejo. Cada uno de los cuatro brazos de la iglesia está cubierto con una bóveda de cañón parcialmente casetonada e iluminada por una ventana rectangular que se abre hacia la pared posterior.

Terminamos la visita, volvemos al coche y regresamos a Florencia.
Preparamos nuestro equipaje amanece el dia siguiente lloviendo a cántaros, así que mientras yo devuelvo el coche en la sede de Europcar que no está justo en el aeropuerto, mi mujer y mi hija van con una maleta en tranvía al aeropuerto ya que no cabía todo el equipaje en el maletero del coche. Después de dejar las llaves en el cajetín de Europcar nos toca a mi hijo y a mí esperar bajo la lluvia 15 minutos a que llegue el autocar de servicio gratuito entre la sede donde están los coches de alquiler y la terminal del aeropuerto. El aeropuerto es pequeño y con una sola sala de facturación donde están todas las aerolíneas, es un caos, y tardamos más de una hora en facturar, menos mal que tenemos los billetes electrónicos sacados hace tiempo.
Hasta pronto Florencia.