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No me lo puedo creer...Un mes después de romperme el radio de los dos brazos y contra todo pronóstico, nos encontramos por segunda vez en el aeropuerto de Keflavik a la 01 horas del día 26 de junio, después de 4 horas de vuelo con Iberia Express desde Madrid (precio de los billetes comprados 1 semana antes 600 € dos personas con maleta de 23 kilos facturada y maleta de cabina)
Como la veteranía es un grado, antes de salir del aeropuerto hacemos nuestra ya familiar visita a la tienda dutyfree que hay junto a las cintas donde se recogen los equipajes facturados para hacer acopio de cervezas, los botes de 500ml salen a 2´50 €, precio casi irrisorio para Isladia.
Salimos del aeropuerto con una lluvia fina y nos dirigimos a recoger el coche que hemos alquilado este año, el famoso Dacia Duster 4x4 (indispensable ya que queremos hacer varias incursiones en las highlands). Nos decidimos por la empresa ZERO CAR, y lo pongo en mayúscula con conocimiento de causa por diversos motivos, dándola un 10 sobre 10 como iré relatando.
El precio del vehículo, reservado solo unos días antes, (por mi fractura de ambos radios hasta una semana antes no sabíamos si íbamos a poder viajar) fue de 2460€ los 21 días. Para quien aun no lo sepa, Zero Car y Blue Car son la misma compañía y los mismos coches, la diferencia es que en Blue Car puedes elegir el tipo de seguro que quieres para el vehículo y Zero Car es si o si con TODOS los seguros y vuelvo a escribir TODOS en mayúscula por algo...
Recoger el vehículo con Zero Car es facilísimo, andando está a unos 5/7 minutos, se ven las oficinas desde la salida del aeropuerto, te mandan un sms con un código y recoges la llave en un cajetín aunque también hay personal para informarte.
Primera sorpresa al retirar el vehículo, está IMPECABLE, tiene 6000 kms, totalmente nuevo, gasolina e híbrido, el último modelo (nuestra experiencia cuando vinimos en 2022 fue horrible con Icerental 4x4).
Con el subidón de que las cosas empiezan bien nos vamos a dormir unas horitas a un hotel que ya conocimos el año anterior y nos dejó muy buen sabor de boca, y tampoco nos ha defraudo este año, aunque el desayuno si nos pareció mas flojo.
- Lighthouse- Inn, precio 2 noches con desayuno 385 € reservado a traves de Booking
En este hotel estaremos dos noches, nos gusta mucho la península de Reykjanes, que suele pasar bastante desapercibida por el turismo y tiene bastante que ver.
El día "amanece" muy gris, nuestro recorrido de hoy es bastante exigente y nos ponemos en marcha como es habitual muy pronto, después de un buen desayuno ya que nuestra tónica en los viajes es no parar hasta que volvemos a cenar al alojamiento.
El primer destino será el Parque Nacional de Reykjanesfólkvangur. Se trata de una zona volcánica muy activa y la región más joven de la isla. Para ello cogemos la crta. 42, que no la hicimos el viaje anterior, y atravesamos la península de norte a sur.
El camino va cambiando entre paisajes de espeso musgo de un verde increíble, conos volcánicos cuyo interior de algunos son lagos cristalinos, fumarolas, playas de arena negra y lagos. También pasamos por algún secadero de bacalao.
Llegamos a la zona Geotermal Seltun, que no es mas que una parte de un área geotérmica mucho mayor, Krysuvik, situada en la península de Reykjanes. Si es la primera zona geotermal que ves, impacta (aunque las hay mas impresionantes en la isla) ya que parece un paisaje lunar con sus fumarolas humeantes. El lugar está salpicado de burbujeantes pozas de barro, fumarolas y fuentes termales. Alrededor de los manantiales hay pasarelas de madera desde las que se puede observar, con varios carteles educativos sobre los efectos geotérmicos que aquí se producen. Aquí empezamos a oler el característico «perfume» a huevos podridos que tanto nos gusta y echábamos de menos
. Tiene una visita interesante, rápida y gratuita, con parking también gratuito, aseos, carteles informativos y una pasarela de madera, que permite recorrer cómodamente parte de la zona. También se puede ampliar la visita siguiendo la senda que lleva a la cima Hverafjall, a 308 metros de altura ya sin pasarela y advirtiéndote de la complejidad del terreno al estar muy resbaladizo.
Continuamos ruta pasando por Gígvatnsvatn (el lago verde) y llegamos al final de la 42 cogiendo la crta. 427 direcion Grindavik, parando en Krýsuvíkurberg Cliffs, acantilados con bonitas vistas y una gran colonia de aves, fruto de sucesivas coladas de lava que se extienden unos 7 kms por la costa meridional de Reykjanes con una altura de 40/70 metros.
El día está bastante inestable y comienza a llover con ganas, nuestra intención ahora es hacer alguna ruta por la zona de las erupciones para ver las últimas coladas, pero a ver si el tiempo nos lo permite.
Continuamos por la crta. 427 que es todo un espectáculo, alucinamos con las coladas llenas de musgo que al estar mojadas tienen un color espectacular. En el viaje anterior no pudimos disfrutarla ya que habia una niebla que no se veía nada. Llegamos a Geldingadalir Parking P1 (de pago, 1000 ISK) lloviendo pero haciendo caso del lema islandes, "si no te gusta el tiempo espera 5 minutos" decidimos hacer la ruta para ver el volcán y las coladas de la erupción de 2023. Espectacular, nos respetó bastante el tiempo mereciendo la pena las 4 horas de caminata.
Eran cerca de las 20 horas, llevábamos 10 horas sin parar en nuestro primer día después de solo dormir unas 3 horas, esto promete...
Aún nos quedaba antes de volver al Lighthouse-Inn, ir al Hópsnes Lighthouse y pasar por la ciudad prácticamente deshabitada de Grindavik, donde nos impactó las obras que han hecho y están realizando construyendo diques de contención para futuras coladas y como retuvieron las de la ultima erupción evitando que Grindavik no quedara sumergido bajo la lava. La verdad es que es triste verlo sin vida y todas las casas cerradas.
Desde Grindavik emprendemos camino de regreso al hotel atravesando la península esta vez de sur a norte por la crta 43, donde se encuentra el famoso balneario geotérmico Blue Lagoon que tenemos previsto visitar el último día de nuestro viaje para despedirnos antes de ir al aeropuerto. Carretera también espectacular llena de coladas de lava que pasan de un lado a otro de la misma.
No ha estado nada mal el día, nos vamos al hotel felices de haber podido ver la zona del volcán ya que en 2022 subimos por otra ruta bastante mas complicada y la lluvia y la niebla que nos acompañó todo el camino no nos permitió ver prácticamente nada.
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