Y todo un fin tiene un comienzo....
Este año 2025, tras el crucero por el Mediterráneo realizado en el mes de mayo, me quedaban unos días de vacaciones por lo que le estuve dando vueltas al tema y decidir qué hacer. En esta ocasión y tras haber viajado siempre acompañado en diversas modalidades (amigos o pareja), si quería pasar unos días de asueto conociendo otros lares, tendría que ser en solitario y era algo que me daba cierto respeto.
Tras sopesar pros y contras pudo más el instinto viajero que la opción de permanecer en casa rumiando tiempos pretéritos. La decisión no fue fácil porque toda primera vez en la vida conlleva un esfuerzo mental adicional y porque sería la primera ocasión que no podría compartir la experiencia con alguien cercano.
Quien de siempre ha viajado solo quizá con el tiempo se ha amoldado a esta manera de proceder pero los que nos planteamos pasar a ser viajeros en solitario de forma sobrevenida y ya con unos cuantos años en la mochila el dar ese paso supone una barrera emocional que es complicada de traspasar. Se unen los miedos a lo desconocido, si me pasará algo, si no disfrutaré plenamente de la experiencia, si echaré de menos esa compañía tan añorada…. Y ello, créeme, estimado lector que comienzas la lectura de este diario, no es moco de pavo en absoluto.
Por tanto, mi idea es intentar enfocar también este diario desde un punto de vista de un viajero primerizo en la experiencia de viajar solo, con todo lo que ello rodea y conlleva. Por ello haré por adoptar una perspectiva que también pueda servir de utilidad y ayuda para otras personas que se puedan hallar en estas tribulaciones. Espero que sea así y que resulte de gusto para también todo tipo de lectores.
Por último, para elegir destino, mis miras se dirigieron a un país cercano y también conocido, la Francia de Carlomagno, de Alejandro Dumas, de Juana de Arco, de Victor Hugo, de Marie Curie, de Napoleón o de Edith Piaf. Un entorno amable aunque peculiar donde pasar unos días de evasión, cultura y buena gastronomía que hiciera más fácil la experiencia en ciernes.
Tomada la decisión, ¡¡¡¡adelante con los faroles!!!!
Este año 2025, tras el crucero por el Mediterráneo realizado en el mes de mayo, me quedaban unos días de vacaciones por lo que le estuve dando vueltas al tema y decidir qué hacer. En esta ocasión y tras haber viajado siempre acompañado en diversas modalidades (amigos o pareja), si quería pasar unos días de asueto conociendo otros lares, tendría que ser en solitario y era algo que me daba cierto respeto.
Tras sopesar pros y contras pudo más el instinto viajero que la opción de permanecer en casa rumiando tiempos pretéritos. La decisión no fue fácil porque toda primera vez en la vida conlleva un esfuerzo mental adicional y porque sería la primera ocasión que no podría compartir la experiencia con alguien cercano.
Quien de siempre ha viajado solo quizá con el tiempo se ha amoldado a esta manera de proceder pero los que nos planteamos pasar a ser viajeros en solitario de forma sobrevenida y ya con unos cuantos años en la mochila el dar ese paso supone una barrera emocional que es complicada de traspasar. Se unen los miedos a lo desconocido, si me pasará algo, si no disfrutaré plenamente de la experiencia, si echaré de menos esa compañía tan añorada…. Y ello, créeme, estimado lector que comienzas la lectura de este diario, no es moco de pavo en absoluto.
Por tanto, mi idea es intentar enfocar también este diario desde un punto de vista de un viajero primerizo en la experiencia de viajar solo, con todo lo que ello rodea y conlleva. Por ello haré por adoptar una perspectiva que también pueda servir de utilidad y ayuda para otras personas que se puedan hallar en estas tribulaciones. Espero que sea así y que resulte de gusto para también todo tipo de lectores.
Por último, para elegir destino, mis miras se dirigieron a un país cercano y también conocido, la Francia de Carlomagno, de Alejandro Dumas, de Juana de Arco, de Victor Hugo, de Marie Curie, de Napoleón o de Edith Piaf. Un entorno amable aunque peculiar donde pasar unos días de evasión, cultura y buena gastronomía que hiciera más fácil la experiencia en ciernes.
Tomada la decisión, ¡¡¡¡adelante con los faroles!!!!