Ruta del día 3.
Después de un desayuno completo en el hotel, nos pusimos rumbo al corazón del parque Landmannalaugar, de imposible pronunciación los islandeses la decían acortandola muy fácilmente, uno de los platos fuerte del viaje. Amaneció soleado y ventoso pero ya anunciaban lluvia y no se equivocó. Cuando eran algo más de las 9 hrs. pusimos rumbo al norte por la 26, íbamos solos por la carretera muy bien asfaltada aunque estrecha, pero poco duraría la alegría porque a partir de la central eléctrica de Sigalda, el asfalto desaparece y la pista de tierra se impone, un letrero te recuerda que sólo es para 4x4, aunque como se verá rodamos por sitios peores sin ser F. Aquí la 26 se transforma en la 208 y 25 km. después de interminable carretera pero a la vez de paisajes espectaculares nos desviamos a la derecha por la 224 que nos deja en 3’ en el aparcamiento.
Recordad lo que os comentaba en el capítulo 1 que hago un resumen de las excursiones clásicas en Islandia que para llegar aquí hay que hacerlo con un coche que pise las carreteras con denominación F y eso supone un 4x4, aunque en verano y con buen tiempo la carretera está relativamente bien no hacen excepciones, también lo hacen porque al final hay que vadear un rio aunque no hace falta pues hay un parking antes de él.
Delante de este pasa un río que aquí se ensancha y el cual hay que vadear para alcanzar el centro de visitantes, albergue y camping. La empresa de alquiler del coche no hacía más que enviarme correos advirtiendo del peligro de vadear cauces debido al aumento del caudal de estos ahora en verano y porque el cambio climático hacia bajar más agua de lo normal. Aunque vi coches pasar con bastante tranquilidad y Dacia como el nuestro no me arriesgué y seguimos a pie el tramo que nos separaba del centro que son 5’. Empezó a llover y la lluvia nos acompañaría toda la mañana, aun así nos pertrechamos de chaqueta y pantalón impermeable y a caminar.
Optamos por la ruta corta llamada Laugahraum que significa campo de lava y es que vas todo el tiempo literalmente por lava solidificada. Se puede hacer en 1'5 a 2 hrs. y es la más corta de todas las que proponen, a nosotros nos costo poca de 2 hrs. y es que no es posible hacer 10 pasos sin hacer fotos. La caminata por una senda balizada sin complicaciones excepto por un corto paso entre lava volcánica solidificada que había que sortear escalones pero sin problemas. Un silencio especial y vistas espectaculares, nos quedamos con las ganas de subir a aquellas montañas que otros si hacían viéndose desde abajo como hormiguitas, como la ascensión al Brennisteinsalda que no tiene una gran altitud pero si un desnivel importante.
Mapa parcial del P.N. en el que se ven los principales itinerarios para caminar, desde 2 hrs. a 9 hrs. de duración.
La caminata acaba como podéis ver en el plano en la explanada donde empezamos. Lo primero que vemos son unas Food track al estilo campamento hecho con autobuses llamados Mountain Mail que se han adaptado a bar/comedor y donde se puede comer unos bocadillos tipo sandwiches o perritos calientes regentado por un par de jóvenes que uno de ellos hablaba perfectamente español. Comimos uno de esos a base de, cómo no, de trucha ártica, que estaba bueno y esa fue la comida del día.
Vuelta al coche vimos las famosas charcas de agua caliente y mucha gente a remojo y entraban ganas de meterse por lo a gusto que se veia, pero con el frio y lloviendo un poco y que no hay a cubierto para secarse nos dio pereza y seguimos la marcha porque teniamos kilometros por delante.
Detalle a la vuelta . Di por hecho que volvía por el mismo sitio que fuimos, también con la idea de a la vuelta de ver Sigöldugljúfur y Sigoldufoss que se encuentran un poco más arriba de la presa de Sigalda, si bien la tenía anotada en el google maps, no acerté a entrar por el camino, creo o bien había que caminar y no tenía muy claro por donde, la buena cuestión es que si nos detuvimos un poco a estudiar la zona pero al final no fuimos, estas cascadas se descuelgan porque conectan dos lagos separados por un rio que también es aprovechado para generar electricidad en un canal contiguo. Pero ya digo, vi coches subir por una empinada cuesta que llevaba a este mirador .
Lo del detalle lo digo porque google maps me ponía la vuelta por la F225 que sale hacia el oeste a mitad camino de la 208, pero no leí de nadie que tomara esta carretera y los coches que se veían ir y venir iban todos por la 208. Parece que la 225 es la que van los autobuses y que hay que vadear varios ríos por lo que los turismos las evitan, esto lo supe después pues se me olvidó preguntar en el centro de visitante, por si acaso alguien piensa en utilizar este camino que se asesore antes.
Mirad en el tema hoteles que os comento en la sección primera porque creo muy interesante quedarse una noche en el albergue si no os importa compartir habitación.
Vista del campamento desde la primera ascensión a Laugahraun, a la derecha centro de visitantes y zona de acampada en el centro pasarela que os lleva al primer aparcamiento si no queréis vadear el río.
Las combinaciones de colores que vemos en estas montañas no las encontraremos en ningún otro lugar de la isla.
Como si fuera imágenes de otro planeta la ruta está salpicada de fumarolas y emanaciones de vapor de agua con olor a azufre lo cual nos indica que la tierra bajo nuestros pies está viva.
Uno de los increíbles paisajes que nos da el camino hacia Landmannalaugar.
La vuelta se hizo realmente larga, a parte de la hora y pico de la F208, al poco de desviarse por la 26 dirección Hella, circulamos cerca de 20 km por una carretera sin asfaltar y en obras que se hizo bien largo. Esta desemboca en la 1 poco antes de Hella, el maps te invita no se porque a desviarte hacia el este por 271 que también desemboca en la 1 y hay prácticamente los mismos kms. pero un tramo sin asfaltar, o sea que ni caso.
Llegamos a nuestra próxima parada Seljalandsfoss cuando eran las 18 hrs. Esta espectacular cascada que ya es un referente en muchas fotos de Islandia pues la típica que pasas por detrás de ella y prueba de ello la cola que se forman. Es de las que te vas a mojar sí o sí, impresionante. De aquí por un camino bien indicado hacia el norte a 5’ andando se encuentra Gljufrafoss, no tiene el caudal de la primera pero para acceder a ella entras como por una ranura en la montaña pisando el mismo torrente de agua que sale saltando entre las piedras. El interior que es casi como una cueva se ve el agua caer desde lo alto haciendo un ruido ensordecedor debido a las dimensiones del mismo, no os la perdáis porque está muy cerca de la primera. Ah importante llevad calzado adecuado porque hay que pisar el agua.
Cascada Seljalandsfoss una de las más fotografiadas de Islandia.
Gljufrafoss muy cerca de la anterior impresiona por caer en esta mini cueva creada en la fisura de la montaña.
La siguiente parada y también muy cerca de la 1 es Skógafoss, última cascada del río y del poblado de Skogar, donde hay un camping en un entorno muy bonito al pie de este gran salto de agua, que impresiona más por su amplitud que por su altura. Múltiples cascadas se pueden ver remontando este río hacia el norte y todas deben ser muy chulas y de paisajes impresionantes conforme te acerques al glaciar Myrdajokull excursión que necesita de tiempo y ganas. Visita que requiere de poco tiempo por su cercanía al parking, no hace falta dedicarle más de 30'.
Skógafoss visible desde la carretera, una de las muchas cascadas que nos brinda el deshielo del glaciar Sólheimajökulll.
Nosotros seguimos nuestro recorrido hacia el este por la 1 con la idea de desviarnos a Dyrhólaey para ver la playa negra desde el sur y los acantilados donde dicen que mejor se ven los frailecillos. Nos pareció que se hacía tarde y no nos desviamos, así llegamos a nuestra casa rural poco antes de las 21 hrs. La casa a un paso de la playa de Reynisfjara tiene una ubicación inmejorable para ver la playa negra y también es la zona de precios más elevados en cuanto a los alojamientos.








