No ha llovido en toda la noche apenas y eso que las predicciones eran malas malas. A las 6:00, despertamos pues el parque abre a las 7:00, es sábado y los chinos vienen en masa los fines de semana.
Pillamos un par de ponchos de plástico no tan malo por un euro en el mismo hotel y a las 6:50, estamos en la explanada de la entrada. No me lo puedo creer, somos los segundos, tras una rusa que ya estuvo el día anterior, y no había visto nada por culpa de la niebla espesa. De momento, no hay apenas niebla y la lluvia aguanta.
Los tickets los teníamos reservados con el hotel al que íbamos al día siguiente en Zhangjiajie para hacer la excursión de la Montaña de Tianmen. Todos ellos los pagué desde España y me ha ido perfecto. Pagas mediante Alipay, te mandan la confirmación online, y cuando llegas a los tornos de la entrada, entras mostrando el pasaporte y el careto ( no necesitas ir a taquillas a por el ticket físico).
Y a pesar de mis miedos, todo va sobre ruedas y pasamos sin el mínimo problema (este hotel nos cobró bastante menos por las entradas y no iba muy fiao, ya pondré el nombre más adelante). La rusa, Rosana y yo, una familia de cuatro chinos y una madre e hija china y los trabajadores del parque, ese era el primer autobús que se adentraba al corazón del parque.
Debéis elegir entre dos rutas a seguir, la A y la B, siendo esta última la más popular ya que te lleva directamente a ver la estrella de la corona, la montaña Aleluya, el pilar en el que se inspiró James Cameron para hacer su famosísima película Avatar.
Y después de subir al Bailong, el ascensor exterior más alto del mundo, que te lleva de la zona baja a la zona alta en diez segundos, ya estábamos contemplando esa maravilla de la naturaleza totalmente solos!! El parque se divide en cinco zonas principales, que son las que se suelen visitar en dos días dentro del parque. Esa zona es la denominada Yuanjiajie, donde están los pilares más impresionantes y el Puente de Piedra.
De ahí, en uno de las decenas de buses que hay dentro del parque, te vas a la zona de Yangjiajie, también en la zona alta, que a nosotros nos gustó aún más, ya que allí se hacen unas rutas increíbles a distintos miradores a cada cual más impresionante. Lo único malo es que ahí, sobre las 14 horas, se puso a llover, y ya no paró.
Y por último, nos fuimos a la zona de Tianzi, para bajar por su teleférico hasta de nuevo la puerta de entrada Este. El parque tiene 3 teleféricos y el ascensor Bailong. Los puedes pagar allí dentro de una forma individual (sobre 8 o 9 euros el viaje) o pillar un bono de cuatro viajes o ilimitado, nosotros lo pillamos ilimitado y subimos y bajamos varias veces, ya que se ve que los chinos habían mirado el tiempo, y no había apenas nadie dentro del parque, y en los teleféricos, no esperábamos nada de cola, cuando lo normal hubiese sido esperar más de una hora para subir o bajar en cada estación de los diferentes teleféricos.

Donde ya si había más gente era para salir del parque, eran casi las 17:00 cuando lo hicimos nosotros, y a esa hora, ya sale todo el mundo en masa, cierran a las 17:30. Tampoco tuvimos que esperar apenas nada. Había sido un día fantástico aunque ya no paraba de llover, así que nos duchamos en el hotel, llevamos ropa a la lavandería y nos fuimos a cenar a un restaurante cercano, al día siguiente, tocaba de nuevo entrar al parque por otra puerta y zona y visitar el famoso puente de cristal que está en el Gran Cañón.