Llegamos al último tramo del viaje: de Londres a Madrid!
El último día de Londres lo aprovechamos todo cuanto pudimos, ya que el vuelo a Madrid por Easyjet salía recién a las 20 hs. Finalmente, como íbamos muy cargados con el equipaje, decidimos tomar un servicio de transfer que ofrecía el hotel a Gatwick por 50 libras puerta a puerta. El viaje en auto duró casi 2 horas, así que nos habían pedido que a las 16 hs estuviéramos puntales en el hotel. Así lo hicimos, recogimos el equipaje que habíamos dejado en consigna en el Best Western Mostyn Hotel y nos marchamos.
Llegamos en horario a Gatwick , pero la salida del vuelo se retrasó 3 horas, así que nos lo tomamos con calma. Hicimos los trámites , tuvimos que pagar 30 libras por 3 kilos que llevabámos de sobrepeso y peso a los rezongos, no hubo caso a pagar y a tomarlo con calma, no estábamos dispuestos a que nada arruinara la hermosa sensación que nos llevábamos de esa ciudad.Llegamos pasada la media noche a Madrid y de Barajas T1 otra ez otro taxi hasta el hotel Siete Islas ubicado en pleno centro, a media cuadra de la Gran Vía y a 3 cuadras de Callao.
El hotel es de 4 estrellas y las habitaciones estaban muy bien calefaccionadas, nos resultaron cómodas y confortables.
Allí nos reunimos con mis padres que habían viajado desde Buenos Aires, para que pasáramos unos días juntos y ellos luego se irían a recorrer Andalucía, mientras nosotros voleríamos a Buenos Aires.
Ya son mayores y estaban muy conformes con las comodidades del hotel.
AL día siguiente salimos a caminar y recorrer la Madrid de la Gran Vía, de la Plaza Mayor hasta Lavapies, donde se encuentra un mesón de comida gallega llamado Portomarín, de comida deliciosa y camareros muy amables, que ya habiamos conocido en nuetro viaje anterior.
El día nos acompañaba con un clima frío pero un cielo luminoso y claro. De Lavapiés nos fuimos para Atocha ya que teníamos planeado ir a Segovia a comer el famoso cochinillo de de Cándido que nosotros ya conocíamos , pero mis padres no.
En Atocha compramos los pasajes a Segovia en el Ave y otros a Valencia ya que mi esposo tenía que reunirse con una gente.
Ambos viajes se dieron con total eficacia por parte de Renfe: puntualidad, comodidad y excelente servicio. Los pasajes a Valencia constaron 40 euros por tramo, mientras que los de Segovia costaron 9 euros por tramo y por persona.
El viaje a Segovia tarda media hora, mientras que el que va a Valencia, tarda 3 hs.
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Segovia siempre nos resulta un pueblo hermoso, a mí en lo personal me gusta mucho más que Toledo.
Salimos de Chamartín hacia Segovia y salimos en horario.
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AL llegar tomamos el bus que espera a la salida de la estación del tren para acercar a los pasajeros al epicentro del pueblo, donde está el acueducto.
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Al llegar allí, después de unos 25 minutos de bus caminamos por el pueblo.
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Teníamos una reserva para comer en lo de Cándido a las 14 y 30 hs, así que aprovechamos la mañana recorriendo el pueblo.
La comida en el afamado restaurante estuvo muy buena, pero excesivamente costosa, si bien íbamos prevenidos de ello, esta vez nos pareció más salado de la cuenta. Por 4 porciones de cochinillo, más papas fritas y una entrada de pimientos y chopitos rellenos, deliciosos por cierto. Una botella de vino y 3 gasesoas, más cuatro postres diferentes, pagamos 210 euros.
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Después de comer tan rico, seguimos recorriendo el pueblo hasta que fue la hora de regresar a Mardrid.
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ALlí nos encontramos a la salida del metro con el festejo y el desfile de carnaval por la Gran Vía, justo delante de nuestro hotel.
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Nos lo pasamos bien ese rato y de ahí a comer unas pizzas individuales riquísimas y muy económicas a una pizzería pequeñita de la calle Fuencarral, que quedaba a la vuelta del Siete Islas.
Luego de un buen descanso de toda una noche muy fría, amaneció nevando y el día bastante desapasible, así que era complicado organizarnos. Recorrimos algunas tiendas como para protejernos de la intemperie, visitamos algunos museos y almorzamos en Gino's a buen precio ( 13 euros cada uno) entrada, plato principal y postre con bebida, en la Gran Vía.
El domingo, recorrimos el Rastro que estaba llenísimo de gente.
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Luego a almorzamos opíparamente en Portomarían nuevamente, justo frente a la estación de metro de Lavapiés.
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AL salir de allí, caminamos por el paseo de la Castellana y de los Recoletos.Unos cafecitos por allí y al hotel.
AL otro día el vasco marchaba hacia Valencia, así que nosotros nos anduvimos por ahí.Y antes de marcharnos, nos fuimos al mercado de San Miguel que nos pareció muy bonito, pero demasiado preparado para el turismo.También nos dejamos caer en la chocolatería de San Ginés y a la tardecita fuimos a probar las croquetas de Bacalao en la casa de Preciados y tetuán que me había recomendado Pipi: geniales!!!!!!!!!
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En Madrid siempre nos movimos en metro, con total comodidad, sacábamos siempre el pase de 10 tickets por 9 euros.
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Último dia de este viaje! Reencuentro con el vasco y a hacer las maletas para despedirnos de Europa y de las bellas ciudades que pudimos visitar esta vez: Atenas, París, Niza, Mónaco, Londres, Madrid y Segovia.AL anochecer nos tomamos un taxi desde el hotel para ir a Barajas que nos costó 28 euros en total desde plena Gran Vía hasta la terminal 1 de Barajas.
En el aeropuerto hicimos embalar las valijas por 6 euros cada una y esperamos allí por nuestro vuelo de Aireuropa que saldría con un retraso de 3 horas. El vuelo se dio perfectamente, salvo por el retraso.
Nos hacemos más que agradecer a la vida por tanto goce y capacidad de disfrute, de asombro y por nuestras ALMAS_DE_VALIJAS!!!!!!!!!!