1- Primer contacto ✏️ Diarios de Viajes de Suecia

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28 Marzo 2010

Un domingo cualquiera. Me desperté algo tarde ya que la noche anterior fui a una cena de cumpleaños. Un poquito de sangría por aquí, un poquito de vodka por allá... en fin. Pero por suerte la maleta ya estaba hecha y no había posibilidad de dejarse en casa nada “vital”. Después de comer a un horario muy brit (12.30) me dirigí al aeropuerto de Girona (Barcelona). Era mi primera experiencia con Ryanair y no podía disimular el pánico por todo lo que la gente cuenta.

Pero nada, una vez se sabe lo de que sólo se permite un bulto durante el vuelo lo demás fue como la seda. Incluso el avión era bastante más espacioso que alguno de otras compañías supuestamente mejores con las que he viajado.

Primera parada: Vasteras (Stockholm)

Llego con la duda de si me voy a quedar corto con la ropa. Desde el avión puedo divisar todo nevado, no parece que haya llegado aún la primavera. Llevo un abrigo medio largo tipo tejano (que para Barcelona está muy bien pero para aquí...), un par de bambas (o zapatillas deportivas) poco impermeables y un polar del Decathlon que en los momentos gélidos ha sido mi salvación. Por suerte al salir del avión veo que no es un frío exagerado y seguidamente tomo el bus hacia la Stockholms centralstation (8,5 € con el plástico) donde aprovecho para cenar un bocata casero.

Una vez ahí con la ayuda de un mapa gratuito (recomendable coger varios ya que no lo dice pero se desmonta a las 4 horas de uso) llego al Citybackpackers hostel. Para el precio que tiene está muy bien ubicado ya que es la misma calle que la estación central y bajando por ahí uno se dirige a Gamla Stan o al ayuntamiento por ejemplo. Son 80 € por 4 noches y la verdad que es bastante mono por dentro. Tiene espacios comunes, sofás por ahí en medio, cuatro ordenadores con internet aunque siempre atestados, una cocina con bastantes neveras, muy pocas duchas pero curiosamente no se colapsa por las mañanas (yo abandonaba el hostal sobre las 9) y una cafetería en la recepción que invita a tomarse el desayuno para planear la ruta.

A todo esto ya son cerca de las 23h, preparo la cama con las sábanas, funda de edredón y funda de almohada (lo traje de casa porque durante toda la semana iba de hostel, tenía sitio en la maleta y eso que me ahorraba, si si, que soy catalán!). Leo un poco uno de los tres libros que llevo en la mochila ya que mañana espera un día ajetreante. Es la primera vez que viajo solo y voy con la duda de si me aburriré por lo que la lectura podría ser una escapatoria. No toqué más los libros en toda la semana...

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