DE HELLESYLT A GEIRANGER PASANDO POR EL GLACIAR BRIKSDAL
Marejada
Después de abandonar Ålesund, el Empress navegó durante varias horas por mar abierto. No lo había esperado, pues la pequeña ciudad jugendstil está muy próxima a la embocadura del Storfjord (Fiordo Grande) que había de conducirnos a nuestra próxima escala. Cuestiones de navegación que a mí se me escapan. El caso es que el mar estaba agitado y los propensos a marearse pasaron el peor rato de todo el crucero. No es mi caso (bastante tengo con mi especialidad en ser blanco de los mosquitos de todas las latitudes

Si hay un día para madrugar es este
A las cinco de la mañana asomé a la cubierta 10 y si esperaba ser la más madrugadora me equivoqué. Algunas decenas de personas ya pululaban en silencio y cámara en mano por allí. Hoy tendríamos una buena ración de lo que a todos se nos viene a la cabeza al pensar en los fiordos: altas paredes de piedra, cascadas, cascadas, cascadas, casitas en ubicaciones imposibles sin que alcancemos a vislumbrar las carreteras que las enlazan con el resto del mundo, rebaños de cabras lanudas moteando de blanco las laderas, un espejo de aguas mansas duplicando la belleza del paisaje y quebrado solo por la estela del barco...Sí, el recorrido se repetirá esta tarde a la salida, con todo el pasaje en cubierta pero...¡el silencio le sienta tan bien a estas imágenes!

A veces el fiordo se abre en dos y otras parece haber llegado a su fin cuando un recodo oculto se muestra de improviso. Me gusta contemplar todo esto a 360º y con una jarrita de té oloroso entre las manos. ¡Aquella madrugada agotamos las reservas de agua caliente de la estación de bebidas 24 h!

Una escala peculiar
¡Hellesylt a la vista! A muchos nos ha costado hacernos con esta escala en un principio pero no te preocupes. Llegará un momento en que dirás "Hellesylt-Geiranger" con soltura. Con el mapa a la vista está chupado: El Empress se interna por el Storfjord (Fiordo Grande) y sus ramificaciones hasta el pequeño caserío litoral de Hellesylt. Allí se detiene un par de horas y continúa a través del Fiordo Geiranger (una rama de una rama del principal) hasta la población de Geiranger. Es decir, el recorrido Hellesylt-Geiranger se repetirá a vuelta.

¿Desembarcar o no desembarcar? He ahí el dilema. (Solución: desembarcar

La primera cuestión al planear esta escala es: ¿Desembarcar en Hellesylt y seguir por carretera hasta Geiranger (a través de bellos y variados paisajes interiores) o continuar con el Empress?
Yo esto siempre lo tuve claro: Me inclino por el recorrido terrestre algunos de cuyos hitos he señalado en rojo en el mapa. La naviera y alguna agencia independiente lo ofrecen, con pequeñas diferencias de recorrido y una sustancial variación de precio. Otros viajeros han contratado un recorrido más personalizado con una empresa de taxis de Geiranger. Hellesylt es una población pequeña de unos pocos cientos habitantes que va a recibir de golpe a más de mil visitantes por lo que es aconsejable tener previsto de antemano el medio de transporte.
Los defensores de permanecer en el barco aducen que se está muy tranquilo y se almuerza muy a gusto ese día, con buena parte del pasaje ausente. Yo pienso que ya estoy muy tranquila y almuerzo muy a gusto cada día en casa. Aquí quiero sacar partido de cada minuto. El recorrido náutico por el fiordo de Geiranger es muy bonito pero los paisajes de naturaleza interior no le van a la zaga ¿Por qué renunciar a algo cuando se puede disfrutar de todo? Algún futuro viajero de agosto ha expresado su temor a que, a la salida de Geiranger, la luz sea insuficiente para apreciar bien el paisaje (Con las célebres cascadas de las Siete Hermanas, el Pretendiente y el Velo de la Novia). No lo parece a la vista del calendario solar pero es una duda razonable. Ya nos contaréis los que viajáis próximamente.
¿Quieres más argumentos? Argumentos:

Casitas junto al Lago Reinunga.

Una cascada parece brotar de las nubes, camino del Briksdalbreen

El Briksdalbreen

Un lago de alta montaña camino del Monte Dalsnibba

Mirador Flydal sobre Geiranger. El Empress en el puerto, abarloado a una pasarela flotante.
Bruji-detalle: Si se ha decidido desembarcar en Hellesylt y reencontrar al buque en Geiranger haciendo el recorrido por cuenta propia, es conveniente avisar antes en la recepción de la cubierta 5. No cuesta nada y es lógico que precisen saber por donde anda el pasaje.
Un glaciar es un glaciar
La siguiente cuestión que se ha planteado esta temporada es ¿Con glaciar o sin glaciar (Briksdal)? Básicamente, Naviera y agencia se diferenciaban en esto: La una lo ofrecía y la otra no. Algunos compañeros plantearon a la agencia la posibilidad de incluirlo en el recorrido y la propuesta tuvo buena acogida. Un glaciar es algo que llama mucho la atención y la iniciativa cundió por los hilos. Por nuestra parte, iniciamos conversaciones con la agencia y pudimos culminarlas con éxito gracias al buen oficio de Crisgel. En mi opinión, harían bien en plantearse ofrecer esta excursión en las próximas temporadas en vista del éxito.
Una mención a nuestro simpático guía Nuno. Nos lo explicó todo en un gracioso portiñol que dio juego para el resto del crucero

¿Qué aconsejo yo a posteriori? De cabeza al glaciar. A mí me encantó. Ya el camino de subida es una preciosidad y luego allí... esos reflejos azulados que surgen de la profundidad del hielo, ese sonido sobrecogedor que se fue propagando por las paredes de piedra (el Briksdal nos obsequió con un pequeño desprendimiento), esa apariencia poderosa y a la vez frágil, ese whisky con Briks-cubitos que se tomaron algunos...Dicho esto, todo tiene su contrapartida. El recorrido por carretera es mayor y los tiempos, de algún lado tienen que salir. Cabe esperar menos paradas y/o más breves.
Un poco de ayuda para que los futuros viajeros hagan sus propias elecciones:
Unos mapas -cortesía de racsO1977- que ayudan a comparar trayectos.
Con glaciar:

Sin glaciar:
Y las descripciones de los recorridos, tal como nos los ofrecieron a nosotros:
Con glaciar:
"Comenzamos nuestra excursión en Hellesylt y casi de inmediato, observamos la magnífica cascada de Hellesylt antes de continuar hacia el lago más profundo de Europa, el Hornindalsvatnet, de unos 514 metros de profundidad. No muy lejos de allí, se descubre el fiordo de Nordfjord con sus aldeas de Stryn, Loen y Olden, esta última, situada a los pies del fiordo que da nombre al valle que la rodea.
Proseguimos a través del majestuoso paisaje del valle Olden hasta alcanzar la montaña de Briksdal y un poco más adelante el glaciar de Briksdal, es uno de brazos que forman el glaciar Jostedal, el más largo de Europa continental. Tras disfrutar y apreciar la belleza del paisaje, tendremos tiempo libre para comer algo (no incluido en el precio) y descansar.
Después de la pausa regresaremos a Stryn para desviarnos un poco hacia el interior a través del valle de Stryn y por el hermoso Lago Stryn antes de subir la famosa carretera montaña, que en su día conectaba la parte occidental y oriental Noruega. De camino a Geiranger haremos una última parada en el mirador de Flydal uno de los puntos más famosos de Noruega y, sin duda, uno de los más fotografiados, desde donde se observan unas vistas espectaculares. En ruta se efectuará una parada para hacer fotografías en Dalsnibba o en la carretera de las águilas. En Geiranger nos esperan las lanchas que nos llevaran de vuelta al barco".
Sin glaciar:
"Descubriremos uno de los paisajes naturales más impresionantes del mundo, saliendo del puerto de Hellesylt hacia el puerto de Geiranger pasando por Stryn, Flydalsjuvet y el Monte Dalnisbba. Recogida en el puerto por guías de habla hispana. detallamos los puntos de interés que descubriremos durante este magnífico viaje por el corazón de Noruega. El orden de las visitas puede ser modificado.
EL VALLE Y EL LAGO HORNIDAL: el lago Hornindalsvaten es el más profundo de Europa (514 m).
EL PUEBLO DE STRYN: Pueblo típico de las montañas, descubriremos uno de los mejores ríos de Noruega para la pesca del salmón.
LA ANTIGUA CARRETERA DE LA MONTAÑA STRYNEFJELL: La antigua carretera es una obra maestra de la ingeniería construida en 1894.
Haremos una breve parada para tomar fotos en el centro de esquí de verano Tystigen.
Durante el recorrido habrá tiempo para descansar o almorzar por libre.
MONTE DALSNIBBA: Un pico de 1500 m, rodeado de montañas donde la vista puede alcanzar el fiordo a la distancia. Es, sin lugar a dudas, una de las visitas obligadas. Desde allí tendremos las mejores panorámicas del deslumbrante fiordo, con las cumbres escarpadas y el terreno de alta montaña. Encontraremos varias cabañas en las cuales podremos hacer una pausa y reconfortarnos con alguna bebida caliente. De aquí, podemos admirar el glaciar Djupvasshytta.
FLYDAL GORGE: Uno de los puntos más fotografiados de Noruega. Desde lo alto de un desfiladero de 80 m de profundidad, una vista impresionante.
Luego de nuevo a Geirangerfjord y al barco de crucero. Estaremos de vuelta al puerto de Geiranger para la despedida"
Enlace a un blog que describe el recorrido terrestre (sin glaciar) con detalle y ayuda mucho a hacerse idea de la belleza y variedad de los paisajes interiores de la comarca. Así yo me permito centrarme en cuestiones estratégicas (Que como me vaya por los derroteros de la lírica tengo mucho peligro

elmirlodepapel.blogspot.com.es/ ...inger.html
Para saber más sobre el Briksdalbreen y enamorarse también del camino que lleva hasta él:
tectonicadeplacas.wordpress.com/ ...l-noruega/
Bruji-consejo: Si has decidido formar un grupo y plantear el recorrido con glaciar a una agencia, compañía de taxis etc. hazlo con tiempo para que se ellos se encarguen de reservar los trollscars necesarios. (En nuestro caso, a tres semanas de salir de crucero, estaban agotados) Los trollscars son unos vehículos que acercan a los excursionistas al glaciar. Parten desde el punto donde se quedan los autobuses y los dejan a unos 700 m de las orillas de la laguna que hay a los pies del frente de hielo.

Solo los aconsejo para personas con dificultad para caminar o viajando con niños pequeños pues el ahorro de tiempo no es significativo (Los trollscars circulan despacio) y es una subida a pie de 45 minutos suave, con piso cómodo y bonita en sí misma. Puesto que en los tiempos se incluye media hora para comer en la anodina cafetería que queda junto a los autobuses, aconsejo tomar un socorrido Empress-bocata en ruta y aplicar el tiempo ganado a la vida contemplativa allí arriba o bien a realizar el ascenso/descenso con más calma.
Por el camino verás los hitos que marcan el alcance de la lengua de hielo en tiempos no precisamente remotos


Para mí, lo más delicado de montar esta excursión vino dado por el hecho de que la agencia nos exigía reunir a 45 personas para completar un autobús. Ni una más ni una menos. Completamos con mucha facilidad el primer autobús (Ya estábamos agrupados para la excursión sin glaciar y el 100 % estuvo de acuerdo con el cambio) pero quedó gente fuera y no parecía claro que se pudiera llenar un segundo autobús. Afortunadamente la agencia cambió de criterio y se ocupó de completar las plazas sobrantes. Fue una gran satisfacción que nadie se quedara sin excursión.
Seguimos con las dificultades -quiero que tengas todos los elementos para tus decisiones-. El desembarco fue el más desorganizado de todos, con una espera superior a las dos horas desde la llegada a puerto y una cola esperpéntica por los pasillos que ni siquiera se respetó. Entre esto y otra media hora de retraso adicional por parte de la agencia, eso que sale perdiendo el cliente. Apenas se efectuaron paradas, no subimos al monte Dalsnibba, el mirador Flydal (Clásica foto de viaje a los fiordos) a la carrera...Así y todo me compensó y la variante Briksdal no tuvo la culpa de unos déficits de organización que se pueden dar en cualquier momento.
Y la guinda del pastel (nupcial)
Llegamos puntualmente a Geiranger. El embarque fue sencillo, a través de la pasarela flotante (Los famosos "tenders" no llegaríamos a conocerlos). Ahora ya sabrás lo que toca ¿No? Volando a las cubiertas superiores y, diez minutos después de dejar puerto, estampa clásica de crucero por los fiordos con todas esas cascadas de temática nupcial.
Ahí están ellas, las hermanas desdeñosas:

Y nos despide, melancólico, el fracasado pretendiente (Con esa estrategia en serie , no me extraña


No por clásico deja de ser una preciosidad.