Amanecemos muy temprano viendo como el sol se levanta en Monument Valley, las vistas desde la habitación son espectaculares, merece mucho la pena el madrugón por verlo.


Bien temprano volvemos a poner el gps rumbo a Bryce Canyon, por delante tenemos una cuatro horas y media de viaje, al poco de salir de Monument Valley, más o menos a la hora, paramos a ver el Navajo National Monument. Dejamos el coche en el aparcamiento, somos los únicos visitantes que hay, es tan temprano que no está abierto todavía el visitor center, y nos dirigimos por el camino que hay hasta el mirador para observar en la montaña de enfrente las viviendas excavadas en la roca, gracias que llevábamos el teleobjetivo porque sino resulta difícil distinguirlas ya que están a bastante distancia. Me pareció una visita totalmente prescindible, no me llamaron nada la atención y si vas sin teleobjetivo/prismáticos te quedas con las ganas de verlas de forma decente.
Seguimos la ruta que nos marcaba el tomtom y en buena hora lo hicimos, no sé porque extraña razón a pocos kilómetros de llegar a nuestro destino nos desvió de la maravillosa autopista por la que íbamos para meternos primero por una carretera general y luego por una pista sin asfaltar que creímos que sería cosa de pocos kilómetros pero cuando nos dimos cuenta ya llevábamos casi tantos como los que nos quedaban por delante y descartamos dar la vuelta, así que empezamos nuestra aventura off road, pista sin asfaltar, arena y hasta ¡¡cruzamos un riachuelo!! He de confesar que lo pasé bastante mal viendo la pista como era, y más porque no nos estábamos cruzando con ningún otro coche, casi al final ya nos cruzamos con un par de todoterrenos y yo respiré un poco, nada más, porque al menos si nos quedábamos atascados había alguien a quien pedir ayuda, jeje. Pero afortunadamente el Impala es casi mejor que un todoterreno y salimos otra vez a la general sin problema ninguno salvo que parecía que nuestro coche estaba llenito llenito de polvo. Aprendimos que al tomtom hay que hacerle el caso justo y nunca más atajos y siempre por la autopista, jeje. Más tarde nos enteramos que Utah es famoso por sus carreteras Off road, pero claro la gente va sabiéndolo y con el coche adecuado.
Por fin llegamos a nuestro motel, Grand Staircase Inn, se trata de un motel correcto de carretera, dejamos las cosas en nuestra habitación y nos fuimos derechos al parque Nacional de Bryce que se encuentra a 20 minutos en coche. Bryce Canyon para mí fue la sorpresa con mayúsculas del viaje, me pareció una maravilla, un sitio totalmente diferente al resto, que yo no sabía que existía hasta que me puse a mirar foros y diarios, y que es muy guapo, digno de conocer.

Llegamos al primer mirador y Bryce se muestra en todo su esplendor, es una pasada ver todas esas rocas, que son estructuras geológicas únicas formadas por la erosión, que forman una especie de anfiteatro, de diferentes tonos. Es impresionante como la erosión fue esculpiendo estas rocas, incluso algunas me llaman la atención que sigan en pie y no se hayan desmoronado.


Primero fuimos de mirador en mirador viendo las diferentes formaciones, admirando estructuras diferentes en todos ellos. Desde el mirador Sunset Point empezamos el Navajo Loop trail, un trail circular sencillo, hay bastante que bajar con lo cual al final nos toca subir un buen rato pero se lleva bien. Además es una pasada ir adentrándote entre las rocas e ir observando su inmensidad, no parecen tan sumamente altas desde los miradores. El trail nos llevó más o menos una hora y media de caminata.


Con esto dimos por concluida la visita a Bryce, es un parque bastante pequeño en comparación con otros, además nos resultó muy sencillo de ver al poder ir de mirador en mirador con el coche. Desde luego es un “must” para mí en cualquier viaje a la costa oeste, seguro que no defraudará.
