Sábado 22 de Agosto
Hoy toca regresar a Guatemala, por una ruta un tanto peculiar. De hecho, al final sólo la hemos elegido una pareja de italianos y yo mismo.
A las 6:00 nos vienen a buscar al hostal para trasladarnos en una furgoneta hasta la frontera de Corazal. Son unas cuatro horas de trayecto, incluido un desayuno buffet de 45'.
En Corazal pasas por inmigración de México. CUIDADO. Cuando entráis en México os dan un papel cutre (bueno, es la visa, pero para mí un papel para reciclar). Pues tenéis que presentarlo cuando salgáis. Si no estáis indocumentados (como yo). Menos mal que en México todo se resuelve con pasta. En definitiva, 20 euritos y el tío ha puesto, la mar de contento, el sello de salida del país. Tan contento estaba el cabrón, que a los italianos le ha intentado cobrar la misma tasa, a pesar de que ellos sí tenían el papelito (vinieron en avión a México y les avisaron que había que guardarlo). La tía le ha dicho que de qué va, que en el consulado les han dicho que no se paga nada... en definitiva, se han librado de la extorsión.
Pasamos el río que separa ambos países (incluido en el paquete de 350 Q) en menos de cinco minutos. Según mi reloj son las 10:50 y el bus hacia Flores sale a las once.
Pues va a ser que aplaudo demasiado pronto. Porque no me acordaba que en Guatemala es una hora menos y nos ha tocado esperar más de una horita.
El bus de Guate, como era de esperar, una mierda. Sin más. Una cancarra. Además nos lleva durante unos 51 kilómetros por un camino de tierra y piedras... que hemos tardado en superar más de tres eteeeeeernas horas.
Además, el susto mayúsculo ha sido cuando el tío se baja del bus y empieza a dar mamporros a algo del chasis. No sé qué de que entraba aire en los frenos o algo similar
Ya desde allí (las cruces) hay carretera normalita y en otras dos horas hemos llegado a Flores (16:00)
Flores es una pequeñita isla que se accede desde Santa Elena, donde se encuentran los principales servicios, incluida la terminal de autobuses. Aviso: pese a lo que diga la lonely o la Rough, los buses ya no entran en Flores, salen de la nueva terminal. Existe la opción de que os acerquen hasta la misma, que está a 1'5 km del puente de Flores.
He reservado una habitación privada por 100 Q, pero cuando llego al hostel me cuentan no sé qué de una cañería y me mandan a otro que está muy cerquita (enfrente del puente). Salgo ganando, pues además de mejor ubicación, tengo el baño dentro de la habitación doble.
Me entero, como tengo costumbre, de la forma de llegar el día siguiente a Río Dulce. Se puede ir en un shuttle por 175 - 200Q. Pero tiene trampa, pues lo que hacen es acercarte a la terminal, donde te montan en el bus que va a Guatemala, con parada en Río Dulce. He consultado por mi cuenta en la terminal y el trayecto cuesta entre 65 y 100Q, dependiendo del tipo de autobús que se tome (muy cutre o cutre). No se puede elegir, sólo depende de la hora en que quieras salir.
Aprovechando que estoy en la zona de la terminal, me quedo a merendar por allí (no había comido). Hay los típicos puestos de barbacoa donde asan pollo, chorizo y costilla. Me pido uno de cada, qué hostias. Jodé que bueno que está. Como cuando termino cae un chaparrón de aúpa, tengo excusa y repito la costilla con una cocacola de medio litro. 50Q muy bien invertidos.
En realidad no he venido a Flores por la ciudad en sí misma, sino porque es el punto de acceso habitual a las ruinas mayas de Tikal. Así, he reservado un transporte con guía en la ruinas que me viene a buscar a las 3:00 am (jodé, vaya racha que llevo de madrugones). La idea es llegar a Tikal (precio entrada 250Q) antes del amanecer, para poder contemplarlo allí. Asimismo, esto me permitiría estar de regreso a Flores para el medio día y agarrar el bus de las 14:00 a Río Dulce.
Como consejo. Si andáis por aquí acercaros al malecón, donde se ponen unos puestos ambulantes muy baratos con comida riquísima, incluidos unos postres deliciosos. Por supuesto, también tenéis decenas de restaurantes chulos, con vistas al mar y un precio bastante elevado para ser Guatemala.
Domingo 23 de Agosto
Pues se ha cumplido la amenaza y a las 3:00 ya estaba esperando en la puerta del hotel. Ni me he duchado.
Hemos tardado en llegar a Tikal una hora escasa. Por lo que contábamos con tiempo de sobra de tomar un cafecito antes de dirigirnos al palacio IV, que tiene las mejores vistas del amanecer. Pero mal hemos empezado, pues los chicos que preparan el café anduvieron ayer de juerga y se han dormido. No podemos esperar, así que nos dirigimos hacia el mirador.
Ha amanecido un poco nublado, aunque enseguida ha despejado. Las vistas desde el palacio IV son magníficas. No obstante, he visto mucho mejores amaneceres. Aún recuerdo el de Santorini, cuando dormí en la playa junto al aeropuerto, esperando que comenzaran los servicios de autobús.
Había reservado el traslado de ida/vuelta y la asistencia de un guía (imprescindible en mi opinión) por 150Q. La entrada habitual para los extranjero es también de 150Q. Pero si vas antes para ver el amanecer, el precio asciende a 250 Q. Es caro, muy caro,... pero no me arrepiento.
Las ruinas son la leche, sin más. Lo de Palenque, una broma en comparación. Tikal está dentro de una selva enorme, de hecho, había pasado desapercibido por estar oculto por la vegetación. De hecho, aún se puede apreciar esto en algunos templos.
Esto es lo que se ve del temlo IV, el más alto de todos. Se puede acceder a la parte alta (mirador) por una escalera de madera en la parte trasera
Otro ejemplo, el templo V antes y después de quitar la maleza que lo cubría.
Por no aburrir, hemos estado hasta las 11:00 y porque tenía que volver para coger el bus a Río Dulce. En efecto, ha habido gente que ha decidido quedarse más tiempo.
Hoy toca regresar a Guatemala, por una ruta un tanto peculiar. De hecho, al final sólo la hemos elegido una pareja de italianos y yo mismo.
A las 6:00 nos vienen a buscar al hostal para trasladarnos en una furgoneta hasta la frontera de Corazal. Son unas cuatro horas de trayecto, incluido un desayuno buffet de 45'.
En Corazal pasas por inmigración de México. CUIDADO. Cuando entráis en México os dan un papel cutre (bueno, es la visa, pero para mí un papel para reciclar). Pues tenéis que presentarlo cuando salgáis. Si no estáis indocumentados (como yo). Menos mal que en México todo se resuelve con pasta. En definitiva, 20 euritos y el tío ha puesto, la mar de contento, el sello de salida del país. Tan contento estaba el cabrón, que a los italianos le ha intentado cobrar la misma tasa, a pesar de que ellos sí tenían el papelito (vinieron en avión a México y les avisaron que había que guardarlo). La tía le ha dicho que de qué va, que en el consulado les han dicho que no se paga nada... en definitiva, se han librado de la extorsión.
Pasamos el río que separa ambos países (incluido en el paquete de 350 Q) en menos de cinco minutos. Según mi reloj son las 10:50 y el bus hacia Flores sale a las once.
Pues va a ser que aplaudo demasiado pronto. Porque no me acordaba que en Guatemala es una hora menos y nos ha tocado esperar más de una horita.
El bus de Guate, como era de esperar, una mierda. Sin más. Una cancarra. Además nos lleva durante unos 51 kilómetros por un camino de tierra y piedras... que hemos tardado en superar más de tres eteeeeeernas horas.
Además, el susto mayúsculo ha sido cuando el tío se baja del bus y empieza a dar mamporros a algo del chasis. No sé qué de que entraba aire en los frenos o algo similar
Ya desde allí (las cruces) hay carretera normalita y en otras dos horas hemos llegado a Flores (16:00)
Flores es una pequeñita isla que se accede desde Santa Elena, donde se encuentran los principales servicios, incluida la terminal de autobuses. Aviso: pese a lo que diga la lonely o la Rough, los buses ya no entran en Flores, salen de la nueva terminal. Existe la opción de que os acerquen hasta la misma, que está a 1'5 km del puente de Flores.
He reservado una habitación privada por 100 Q, pero cuando llego al hostel me cuentan no sé qué de una cañería y me mandan a otro que está muy cerquita (enfrente del puente). Salgo ganando, pues además de mejor ubicación, tengo el baño dentro de la habitación doble.
Me entero, como tengo costumbre, de la forma de llegar el día siguiente a Río Dulce. Se puede ir en un shuttle por 175 - 200Q. Pero tiene trampa, pues lo que hacen es acercarte a la terminal, donde te montan en el bus que va a Guatemala, con parada en Río Dulce. He consultado por mi cuenta en la terminal y el trayecto cuesta entre 65 y 100Q, dependiendo del tipo de autobús que se tome (muy cutre o cutre). No se puede elegir, sólo depende de la hora en que quieras salir.
Aprovechando que estoy en la zona de la terminal, me quedo a merendar por allí (no había comido). Hay los típicos puestos de barbacoa donde asan pollo, chorizo y costilla. Me pido uno de cada, qué hostias. Jodé que bueno que está. Como cuando termino cae un chaparrón de aúpa, tengo excusa y repito la costilla con una cocacola de medio litro. 50Q muy bien invertidos.
En realidad no he venido a Flores por la ciudad en sí misma, sino porque es el punto de acceso habitual a las ruinas mayas de Tikal. Así, he reservado un transporte con guía en la ruinas que me viene a buscar a las 3:00 am (jodé, vaya racha que llevo de madrugones). La idea es llegar a Tikal (precio entrada 250Q) antes del amanecer, para poder contemplarlo allí. Asimismo, esto me permitiría estar de regreso a Flores para el medio día y agarrar el bus de las 14:00 a Río Dulce.
Como consejo. Si andáis por aquí acercaros al malecón, donde se ponen unos puestos ambulantes muy baratos con comida riquísima, incluidos unos postres deliciosos. Por supuesto, también tenéis decenas de restaurantes chulos, con vistas al mar y un precio bastante elevado para ser Guatemala.
Domingo 23 de Agosto
Pues se ha cumplido la amenaza y a las 3:00 ya estaba esperando en la puerta del hotel. Ni me he duchado.
Hemos tardado en llegar a Tikal una hora escasa. Por lo que contábamos con tiempo de sobra de tomar un cafecito antes de dirigirnos al palacio IV, que tiene las mejores vistas del amanecer. Pero mal hemos empezado, pues los chicos que preparan el café anduvieron ayer de juerga y se han dormido. No podemos esperar, así que nos dirigimos hacia el mirador.
Ha amanecido un poco nublado, aunque enseguida ha despejado. Las vistas desde el palacio IV son magníficas. No obstante, he visto mucho mejores amaneceres. Aún recuerdo el de Santorini, cuando dormí en la playa junto al aeropuerto, esperando que comenzaran los servicios de autobús.
Había reservado el traslado de ida/vuelta y la asistencia de un guía (imprescindible en mi opinión) por 150Q. La entrada habitual para los extranjero es también de 150Q. Pero si vas antes para ver el amanecer, el precio asciende a 250 Q. Es caro, muy caro,... pero no me arrepiento.
Las ruinas son la leche, sin más. Lo de Palenque, una broma en comparación. Tikal está dentro de una selva enorme, de hecho, había pasado desapercibido por estar oculto por la vegetación. De hecho, aún se puede apreciar esto en algunos templos.
Esto es lo que se ve del temlo IV, el más alto de todos. Se puede acceder a la parte alta (mirador) por una escalera de madera en la parte trasera
Otro ejemplo, el templo V antes y después de quitar la maleza que lo cubría.
Por no aburrir, hemos estado hasta las 11:00 y porque tenía que volver para coger el bus a Río Dulce. En efecto, ha habido gente que ha decidido quedarse más tiempo.