Este día nos levantamos bien tempranito, cargados con nuestras mochilas con lo básico para pasar la noche. Hoy acabaremos en Miyajima y al día siguiente volveremos a Kyoto. A las 7:20 am salía nuestro Shinkansen destino Himeji. Recomendamos ir muy temprano porque al haber sido abierto de nuevo al público después de años de obras de reparación la demanda para visitarlo es muy grande.
Desayunamos en el tren la tarta que habíamos comprado en Osaka y un café y llegamos a Himeji a las 8.04 de la mañana. Lo justo para dejar en consigna las mochilas y pedir información en la estación. Fijaos bien que en las consignas si metes el dinero y cierras la taquilla si la quieres volver a abrir para cerrarla tendréis que pagar otra vez!
Llegar al castillo no tiene pérdida porque se ve a lo lejos nada más salir a la calle y ya llegando casi a la entrada unos operarios iban repartiendo una especie de tickets de admisión que luego recogían otros al entrar, así controlan el máximo de visitantes al día, si unimos eso a la pedazo cola que había cuando salimos insistimos en llegar antes de que abran para evitar esperar (al menos en agosto que es cuando nosotros fuimos)
El castillo por dentro no tiene mucho que ver, salvo la curiosidad de ver la estructura de madera por dentro y las vistas de la ciudad, así que si vais justos de tiempo podéis hacer una parada y dar una vuelta por los alrededores desde donde las vistas del castillo son muy chulas.
A nosotros nos pareció una pasada el castillo y en un par de horas está visto. Al salir una niña vino con dos profes a hacernos una entrevista para aprender inglés, muy majas y nos regalaron un abanico, aunque empezó a llover y nos calamos pero bien!! Jaja.
Vuelta a la estación con próximo destino Miyajima, donde íbamos a dormir esa noche. Para llegar teníamos que llegar a Miyajimaguchi y allí coger el ferry que nos dejaba en Miyajima.
www.japan-guide.com/e/e3450.html
Ya desde la otra orilla si os fijáis se aprecia el Torii del templo Itsukushima. Una pasada. Este sitio es mágico, es verdad que la cantidad de turistas le quita encanto por eso si podéis os recomendamos que paséis allí una noche porque merece la pena disfrutar del silencio, de los cambios de marea para poder ver el Tori con y sin agua, de los paseos casi sin luz por las calles (donde quitan la luz a las 23.00 jaja)
Nada más llegar vemos los primeros ciervos, al principio todo el mundo es como ohhhh…. Bambi que cuqui… y luego es como quita bicho!!! Se comen todo!! Algunos te pueden morder (aunque no hace daño) y es imposible comer algo a su alrededor porque son acoso y derribo. De hecho compramos un okonomiyaki para llevar antes de coger el ferry con la idea de comerlo en Miyajima y tuvimos que irnos a un sitio alejado huyendo de ellos porque si no ese día no comemos jaja.
Fuimos a buscar nuestro hotel estilo japonés y de camino cogimos unas ostras bien ricas. El hotel estaba realmente bien. La habitación era estilo japonés idealísima y tenían dos onsen geniales y que disfrutamos. Muy muy recomendable ryoso-kawaguchi.jp/E.index.htm
Ya libres de mochilas fuimos como no a ver más de cerca el maravilloso Torii. Fue buenísimo porque por el camino compramos el helado y nos sentamos a contemplar el Torii cuando llegaron nuestros amigos los ciervos, que susto!! Jajaja!! Ellos también querían comer helado, o mapas o lo que le pusieras delante... jaja! Después nos acercamos para pasar por debajo del Tori… o al menos intentar estar lo más cerca posible sin calarnos los pies.
De allí fuimos a ver el templo (no merece mucho la pena) y subimos un poquito al templo Daisho-in, que por cierto nos cayó una buena lluvia que nos obligó a esperar refugiados a que amainara.
Después de dar otra vueltecita por el Torii volvimos al hotel a probar el Onsen y a cenar. Llegamos a la habitación y flipamos! Jaja! Todo era súper japonés, nos pusimos las Yukatas y nos tomamos un té antes del baño. Relax total! Genial!!
Para la cena nos bajamos con la yukata puesta y fue un puntazo, porque había una pareja y un grupo de españoles y nos hicieron un comentario en plan: joe como os habéis flipado con la yukata y todo…. Y luego después de cenar estaban todos con la Yukata puesta!!!jajajaja, muy bueno.
La cena japonesa pero no fue la verdad de las mejores, quizá muchos sabores nuevos o no sé, pero aun así recomendable.
Después salimos a ver el Torii de noche con nuestra vestimenta japonesa jaja, y fue genial. Todos los turistas se habían ido ya y no cantaba el cuco… muy muy agradable y mágico el paseo y ver el Torii ahora con agua, fue muy chulo.
Al llegar al hotel una cervecita en la terraza acompañada de varias sesiones de sillón de masajes. No entendíamos nada del mando del sillón, así que le dábamos a las teclas según nos daba el viento. Quizá estuvimos todo el rato en modo “ablandar pulpos” porque acabamos baldados! Ahora ya a dormir, por primera vez en futón. Punto final a un día fantástico!!