Se terminaba nuestro tiempo en Wadi Musa y por lo tanto en la maravillosa Petra. Hoy poníamos rumbo al desierto del Wadi Rum con una parada por la mañana en la Pequeña Petra.
Me costó despedirme de la ciudad donde tanto había disfrutado visitando la ciudad rosa, aunque en mi interior tengo claro que volveremos. La ruta del día de hoy es muy sencilla y casi todos los visitantes a Jordania la hacemos en un momento ya que une dos de los lugares imprescindibles, Petra y el desierto. Este trayecto entre Wadi Musa y Wadi Rum village donde todos solemos quedar con los representantes de los campamentos reservados, es de poco más de 100 kilómetros que nosotros los hicimos en poco más de 1:30 con alguna breve parada en el camino.
Ruta del día:
Me costó despedirme de la ciudad donde tanto había disfrutado visitando la ciudad rosa, aunque en mi interior tengo claro que volveremos. La ruta del día de hoy es muy sencilla y casi todos los visitantes a Jordania la hacemos en un momento ya que une dos de los lugares imprescindibles, Petra y el desierto. Este trayecto entre Wadi Musa y Wadi Rum village donde todos solemos quedar con los representantes de los campamentos reservados, es de poco más de 100 kilómetros que nosotros los hicimos en poco más de 1:30 con alguna breve parada en el camino.
Ruta del día:
Antes de poner rumbo a Wadi Rum hicimos una breve visita a Siq Al Barid o la Pequeña Petra como la conocemos todos popularmente. En este punto me gustaría recomendar lo que muchos antes que yo han hecho, que no es otra cosa que dejar esta visita para el día que lleguéis a Petra. Tiene mucho más sentido y el efecto que os cree será mucho más fuerte. Si lo dejáis, como hicimos nosotros, para un momento posterior a vuestra visita a Petra, tiene menos sentido ya que el lugar es mucho más reducido y menos impactante que lo que ya habréis visto. Si ya habéis visto Petra y vais con el tiempo justo, por ejemplo para llegar a Wadi Rum, yo me saltaría esta visita.
Despedida de Petra
Siq Al Barid es un sendero de algo menos de medio kilómetro que se cree sirvió como puesto de suministros para todas las caravanas que se dirigían a Petra. El acceso es gratuito.
En la Pequeña Petra se puede ver algún pequeño templo, así como triclinios que seguramente fueron usados como comedores para mercaderes y viajeros.
Triclinios
Un punto destacado de la visita a la Pequeña Petra es la conocida como casa pintada. Esta casa que probablemente fue usada también como zona común o comedor es conocida por una serie de frescos que se pueden observar en el techo, aunque su estado es bastante malo.
Casa pintada
Murales de la Casa pintada
Al final del sendero se puede subir por un camino con escaleras en el que hay que trepar un poco para llegar a una tienda beduina desde la cual se obtienen buenas vistas del valle montañoso.
Para llegar hasta Wadi Rum Village tomamos el último tramo de la Carretera del Rey (35) hasta llegar a la Carretera del Desierto (15), esta de doble carril al contrario que la mayoría que habíamos tomado hasta ese momento. Notamos ya un tráfico más considerable en esta parte. Hicimos una parada anterior en Wadi Rum Station, donde se pueden observar las históricas vías del ferrocarril del Hiyaz, que unen Aqaba con Damasco en Siria.
Antes de llegar a Wadi Rum Village se debe parar en el Centro de Visitantes de Wadi Rum donde deberéis pagar la tasa de entrada que es de 5 dinares. Si lleváis el Jordan Pass el acceso es gratuito.
Centro de Visitantes Wadi Rum
Pasado el bullicioso Centro de Visitantes con multitud de coches y autobuses de turistas, en apenas 10 minutos llegas al pueblo de Wadi Rum. En este pueblo hay un aparcamiento muy grande donde todos los visitantes llegamos a dejar nuestro vehículo y están los beduinos de los distintos campamentos que organizan los traslados hasta estos y las distintas excursiones. En este lugar también se pueden contratar las excursiones en el caso de que por ejemplo no vayáis a pasar la noche en el desierto.
En nuestro caso rápidamente nos abordaron varios beduinos, y en cuanto le dijimos el nombre de nuestro campamento vino el representante del mismo. Nos dijo que podíamos ir nuestro vehículo hasta el propio campamento ya que era 4x4, así que nuestro amigo disfruto de lo lindo con la experiencia de conducir un rato por el desierto.
Nuestro campamento era el Memories Aicha Luxury Camp. Es un muy buen campamento, en una ubicación tranquila y relativamente aislada y con unas instalaciones magníficas. Para alojarte tienes la opción de una tienda normal o de una de tipo burbuja. Nosotros elegimos la tienda normal con todo tipo de comodidades y menos mal que no pagamos más por la tienda de tipo burbuja, porque la noche que estuvimos ahí el cielo no se vio bien debido a una tormenta de arena.
En nuestro caso rápidamente nos abordaron varios beduinos, y en cuanto le dijimos el nombre de nuestro campamento vino el representante del mismo. Nos dijo que podíamos ir nuestro vehículo hasta el propio campamento ya que era 4x4, así que nuestro amigo disfruto de lo lindo con la experiencia de conducir un rato por el desierto.
Nuestro campamento era el Memories Aicha Luxury Camp. Es un muy buen campamento, en una ubicación tranquila y relativamente aislada y con unas instalaciones magníficas. Para alojarte tienes la opción de una tienda normal o de una de tipo burbuja. Nosotros elegimos la tienda normal con todo tipo de comodidades y menos mal que no pagamos más por la tienda de tipo burbuja, porque la noche que estuvimos ahí el cielo no se vio bien debido a una tormenta de arena.
El restaurante para desayuno y cena era la gran burbuja que se puede ver en las fotos. La verdad es que la burbuja no estaba muy bien climatizada o aún no habían puesto el aire acondicionado, pero se notaba calor. Otra pega para un sitio como este fue el caos que tienen con todas las excursiones que organizan. Tuvieron un fallo con una excursión en camellos que habíamos reservado y nos lo resolvieron muy bien, regalando a nuestros amigos una excursión gratuita en camellos y a nosotros nos llevaron hasta el puente de roca de Um Fruth, uno de los más populares, todo ello sin ningún coste. Una muy buena gestión por su parte.
Después de tomar algo fugazmente en el bar del campamento nos fuimos directos a nuestra excursión por el desierto. No teníamos mucho tiempo así que cogimos un recorrido de 4 horas que no nos permitía ir a los puentes de roca más alejados, por lo que esto lo dejamos para la mañana siguiente-
Después de tomar algo fugazmente en el bar del campamento nos fuimos directos a nuestra excursión por el desierto. No teníamos mucho tiempo así que cogimos un recorrido de 4 horas que no nos permitía ir a los puentes de roca más alejados, por lo que esto lo dejamos para la mañana siguiente-
Bar del campamento
Las rutas de casi todos los campamentos, así como las que se puedan contratar en el Centro de Visitantes o en Wadi Rum Village, son muy similares. El precio depende del tiempo de estas, en nuestro caso por el tour de 4 horas fueron 75 dinares entre los cuatro. El tour se hace en coches muy similares, viejos Toyota o Mitsubishi 4x4 tipo pick up en el que te montas en la parte trasera cubierta por un toldo.
Desde el campamento la primera parada atravesando parte del desierto fue el Manantial de Lawrence. Este sitio que en mi opinión desde abajo tiene poca cosa se hizo famoso porque T.E. Lawrence el archiconocido Lawrence de Arabia nombra este lugar en su libro "Los Siete Pilares de la Sabiduría". El manantial está canalizado con tuberías desde la parte alta del mismo y lo realmente impactante son las vistas que hay desde lo alto, aunque la subida a través de las rocas os llevará tiempo y es costosa.
Como comentaba si llegáis hasta arriba seréis premiados con unas vistas increíbles, pero no esperéis un manantial espléndido de agua cristalina. Solo un árbol revela la presencia de agua en la zona.
Manantial de Lawrence
En la parte de abajo donde se pueden encontrar camellos en el abrevadero, se pueden ver algunas inscripciones nabateas.
Volvimos a ponernos en marcha a través del desierto. Lo que se dice de Wadi Rum es completamente cierto, parece que estés en un planeta distinto y es normal que creáis que os encontráis en Marte ya que muchas películas ambientadas en el Planet Rojo se han filmado en esta ubicación. Es un desierto salvaje con sus abruptos acantilados y sus kilómetros a la redonda de arena roja.
Wadi Rum
Rezo en Wadi Rum
Paseo por el desierto
Nuestra segunda parada y la que no puede faltar en vuestro recorrido, fueron las Dunas de Al Hassany. En la zona hay varios grupos de dunas y seguro que vuestro conductor os acerca a una de ellas para que podáis experimentar el subir por una de ellas y sobre todo bajar a toda velocidad, incluso con tablas de snowboard si tenéis la oportunidad.
Siguiente parada el Cañón Khazali. Este pequeño Siq es el más accesible de todos los que se pueden visitar en Wadi Rum. Son apenas 150 metros y se agradece por la sombra y el refugio del sol durante un rato, aunque no haya mucho que ver, puede ser un buen alto en el camino.
Después de la visita al Siq nos esperaba uno de los platos fuertes de la excursión por el desierto, la visita a uno de los puentes de piedra. Hoy visitaríamos el puente de Little Rock, el más accesible de los tres puentes de roca de Wadi Rum, mañana visitaríamos uno más alto.
Desde aquí nos llevaron a la Casa de Lawrence, otra de las paradas clásicas en cualquier tour por el desierto, aunque ciertamente se ve poco, algunas ruinas de la que dicen fue su casa durante la Revolución Árabe junto a una antigua cisterna Nabatea. De lo mejor, las vistas que tenía Lawrence desde su casa.
Casa de Lawrence
Junto a la casa hay alguna duda que nuestro conductor utilizó para subir y bajar varias veces a gran velocidad. Es entretenido, aunque no nos dio mucha impresión, tampoco se le veía muy motivado a nuestro conductor. Comenzaba a atardecer así que nos dirigimos a Jebel Qattar para contemplar el maravilloso atardecer, junto a una pareja de sevillanos con mucha guasa.
Hasta aquí llegó nuestro día en el desierto de Wadi Rum, otro lugar infinito en Jordania y visita imprescindible. Cenamos en la gran sala común de nuestro campamento con forma de burbuja, una cena tipo buffet y tranquilamente nos tomamos algo acompañado de una shisha junto al fuego.
Nos quedamos con ganas de hacer una excursión nocturna desde el campamento para observar el cielo del desierto que dicen que es maravilloso, pero una tormenta de arena nos impidió hacerla. También me quedé con ganas de pasar un día más y hacer una excursión no tan marcada, a sitios algo más remotos y no tan turísticos como los que habíamos visitado ese día. A pesar de todo, el desierto de Wadi Rum es maravilloso, pero me gustaría haberlo vivido con algo más de "soledad", sentirme como un verdadero beduino y eso en el tour que hicimos no lo logré.