Está claro que Ammán no es el principal reclamo de Jordania, me atrevería a decir que muchos itinerarios la omiten por falta de tiempo. Personalmente la ciudad me gustó, era justo lo que esperaba, ni más ni menos. Una ciudad viva, bulliciosa, con un downtown repleto de mercados y una serie de atracciones dignas de visita. Ya sea solo por visitar la Ciudadela y el Anfiteatro, Ammán merece medio día y si se puede dar un día completo mucho mejor.
Nosotros solo pudimos dedicar medio día y un par de noches cuando llegábamos de las excursiones diarias. Aún así y de disponer de todo el tiempo del mundo, no creo que le hubiese dedicado más de un día o un día y medio a lo sumo.
Salvando las distancias me recordó a lo que nos ocurrió en Yangon en nuestro viaje a Myanmar. No me la perdería en un viaje por el país, pero tampoco dedicaría mucho tiempo.
El despertador sonó muy pronto, demasiado. No tenía ni idea de la odisea que iba a ser cada mañana el ponerme en marcha con un brazo inútil. Desde ducharme con el protector para que no se mojase la escayola, hasta afeitarme, vestirme o atarme los cordones. Ponerme una camiseta era un triunfo y el cinturón era subir al Everest, en fin, un cuadro. Menos mal que estábamos de vacaciones y era abrir la cortina de la habitación y que se nos olvidasen las penas...
Nosotros solo pudimos dedicar medio día y un par de noches cuando llegábamos de las excursiones diarias. Aún así y de disponer de todo el tiempo del mundo, no creo que le hubiese dedicado más de un día o un día y medio a lo sumo.
Salvando las distancias me recordó a lo que nos ocurrió en Yangon en nuestro viaje a Myanmar. No me la perdería en un viaje por el país, pero tampoco dedicaría mucho tiempo.
El despertador sonó muy pronto, demasiado. No tenía ni idea de la odisea que iba a ser cada mañana el ponerme en marcha con un brazo inútil. Desde ducharme con el protector para que no se mojase la escayola, hasta afeitarme, vestirme o atarme los cordones. Ponerme una camiseta era un triunfo y el cinturón era subir al Everest, en fin, un cuadro. Menos mal que estábamos de vacaciones y era abrir la cortina de la habitación y que se nos olvidasen las penas...
¡Buenos días Ammán!
El desayuno fue espectacular, de los mejores que hemos probado en nuestros viajes. Como teníamos hasta la hora de comer que queríamos estar en Jerash, decidimos comenzar el día visitando el centro de la ciudad, su famoso downtown y además aprovechamos que era sábado y había mercados bulliciosos y toda la gente estaba en la calle. Al pasear por sus calles llenas de gente, no tuvimos inseguridad en ningún momento.
La ruta que seguimos esa mañana fue más o menos la siguiente:
La ruta que seguimos esa mañana fue más o menos la siguiente:
Itinerario Ammán
:?: La historia de la actual Ammán se remonta al 8.500 a.c., fecha desde la que se tiene constancia de los primeros asentamientos en la zona. Muchas civilizaciones han pasado y se han asentado en la zona, como los asirios, persas, omeyas, griegos, bajo cuyo dominio se conocía como Filadelfia y posteriormente pasó a formar parte del Imperio Romano, pasando la ciudad a formar parte de la Decápolis, que consistía en un grupo de diez ciudades en la frontera oriental del Imperio. Junto a Filadelfia, Gerasa también formaba parte de estas ciudades que eran las más importantes de la época en Oriente Medio. En esta época la ciudad se desarrolla y vive un periodo de esplendor. En este momento la ciudad es cristiana, para pasar a ser musulmana bajo diferentes dinastías como los Omeyas o los Abasís.
Aunque actualmente la ciudad cuenta con más de 4 millones de habitantes, lo que representa más del 40% de la población total de Jordania, esta expansión no se produjo hasta mediados del Siglo XX, provocada principalmente por la inmigración de refugiados palestinos, censados algo menos de 2 millones en el país.
Al igual que Roma la ciudad se fundó sobre siete colinas, aunque su expansión ha hecho que actualmente abarque unas 19. Es importante que tengáis esta circunstancia en cuenta porque la ciudad no es llana y llegar a sitios como la ciudadela andando es costoso. Nosotros preferimos coger un Uber, que funciona muy bien en Ammán.
Ammán también es conocida como la ciudad blanca y en ella todas las casas son muy similares debido a un decreto que obliga a construirlas en piedra o mármol.
Aunque actualmente la ciudad cuenta con más de 4 millones de habitantes, lo que representa más del 40% de la población total de Jordania, esta expansión no se produjo hasta mediados del Siglo XX, provocada principalmente por la inmigración de refugiados palestinos, censados algo menos de 2 millones en el país.
Al igual que Roma la ciudad se fundó sobre siete colinas, aunque su expansión ha hecho que actualmente abarque unas 19. Es importante que tengáis esta circunstancia en cuenta porque la ciudad no es llana y llegar a sitios como la ciudadela andando es costoso. Nosotros preferimos coger un Uber, que funciona muy bien en Ammán.
Ammán también es conocida como la ciudad blanca y en ella todas las casas son muy similares debido a un decreto que obliga a construirlas en piedra o mármol.
Desde nuestro hotel cogimos un Uber hasta la Mezquita Al-Hussein, en pleno downtown de Ammán. A esta mezquita no pueden acceder los turistas. Si queréis visitar una mezquita en Ammán, debéis ir a la Mezquita del Rey Abdalá I o Mezquita Azul, más modera que la primera. La Mezquita Al-Hussein se construyó en el S. VII, aunque lo que vemos hoy en día es una reconstrucción del S. XX. La mezquita se erigió sobre la antigua catedral de Filadelfia.
Mezquita Al-Hussein
La zona contigua a la mezquita es un hervidero de vida. Cerca de ésta se encuentran dos famosos bazares, Souq Bukharia (bueno para encontrar souvenirs) y el Souq Al-Sukar (frutas, verduras y especias). Perderse por estos bazares es una experiencia para los sentidos y merece mucho la pena. Es un paseo muy agradable en las inmediaciones de la mezquita.[/align]
Souq Al-Sukar
Desde los bazares llegamos al Ninfeo, antiguas fuentes públicas romanas. Este Ninfeo fue construido en el siglo II d.c., en el mismo periodo que el teatro y el odeón. En 2015 comenzaron unas labores de restauración del mismo, promovidas por estudiantes de la Universidad de Jordania, la Universidad de Petra y la Universidad Hachemita. Se creé que el Ninfeo llegó a albergar una piscina de 600 metros cuadrados y tres metros de profundidad. La entrada es libre.
Ninfeo
Después del agradable paseo por los zocos contiguos a la mezquita Al Husseini, nos dimos un agradable paseo por Rainbow Street y más tarde por King Faisal Street (Al Malek Faisal Street) que la podréis distinguir fácilmente porque es una avenida con palmares en el centro.
King Faisal Street
Esta calle rebosa actividad. A uno y otro lado se puede visitar el zoco del oro y el zoco de las mujeres, con gran cantidad de tiendas de lencería. Nuestro paseo terminó cuando llegamos a los famosos y muy visitados restaurante Hashem y la tienda de dulces Habibah.. Los dulces de esta tienda son deliciosos y aunque siempre hay cola, va muy rápida. En el caso del primero, se hizo famoso por una visita de la familia real jordana. Tenía buena pinta y aunque lo teníamos planificado, no llegamos a visitarlo.
Desde ahí fuimos a visitar la Ciudadela de Ammán. Habíamos pensado ir andando, pero debido a lo justos que íbamos de tiempo y la buena caminata cuesta arriba que nos esperaba, decidimos coger un Uber. La ciudad en esta parte es complicada para conducir y subimos y bajamos varias colinas. No quiero pensar que hubiese pasado de ir andando.
Tanto el desplazamiento desde nuestro hotel como este hasta la ciudadela rondaron los 2 dinares jordanos, aproximadamente 2,5€.
La Ciudadela se sitúa en lo alto de la colina más alta de Ammán, a 850 metros sobre el nivel del mar. Esta visita está incluida en el Jordan Pass. Si no lo tenéis su coste es de 3 dinares. En la entrada te ofrecen el servicio de guías, aunque no creo que sea necesario.
La Ciudadela está rodeada por más de un kilómetro y medio de murallas y ha servido como asentamiento de diversas civilizaciones, lo que se puede observar en los monumentos a visitar. Desde los impresionantes restos del Templo romano de Hércules, hasta el Palacio Omeya, pasando por la Iglesia bizantina.
La Ciudadela no solo es un lugar que no os debéis perder por sus puntos de interés, sino por las impresionantes vistas que desde la misma se obtienen de la ciudad de Ammán. Si nada más entrar os dirigís a la izquierda, podréis tener unas visitas increíbles de la zona del Teatro de Ammán.
Tanto el desplazamiento desde nuestro hotel como este hasta la ciudadela rondaron los 2 dinares jordanos, aproximadamente 2,5€.
La Ciudadela se sitúa en lo alto de la colina más alta de Ammán, a 850 metros sobre el nivel del mar. Esta visita está incluida en el Jordan Pass. Si no lo tenéis su coste es de 3 dinares. En la entrada te ofrecen el servicio de guías, aunque no creo que sea necesario.
La Ciudadela está rodeada por más de un kilómetro y medio de murallas y ha servido como asentamiento de diversas civilizaciones, lo que se puede observar en los monumentos a visitar. Desde los impresionantes restos del Templo romano de Hércules, hasta el Palacio Omeya, pasando por la Iglesia bizantina.
La Ciudadela no solo es un lugar que no os debéis perder por sus puntos de interés, sino por las impresionantes vistas que desde la misma se obtienen de la ciudad de Ammán. Si nada más entrar os dirigís a la izquierda, podréis tener unas visitas increíbles de la zona del Teatro de Ammán.
Las dos imponentes columnas del Templo de Hércules, son una de las imágenes más reconocibles, no solo de la Ciudadela, sino de Ammán.
Estas columnas son parte del templo que se erigió en el siglo II d.c. por el emperador Marco Aurelio. Anteriormente este templo comunicaba con el foro, pero en la actualidad solo se pueden observar algunos restos. En la parte trasera del templo se puede ver la mano de un coloso que decoró el templo en su momento de esplendor.
Junto al templo se puede visitar el Museo Arqueológico. Es un modesto museo que se ve rápidamente mientras descansáis un poco del sol. Lo más destacado del museo son una serie de figuras humanas de más de 9.000 años de antigüedad, conocidas como figuras Ain Ghazal.
De lo más destacado de la Ciudadela es el Palacio Omeya del siglo VIII d.c. El edificio mejor conservado de todo el complejo es la sala de audiencias. Un edificio con cúpula de bronce y planta en forma de cruz.
Junto al templo se puede visitar el Museo Arqueológico. Es un modesto museo que se ve rápidamente mientras descansáis un poco del sol. Lo más destacado del museo son una serie de figuras humanas de más de 9.000 años de antigüedad, conocidas como figuras Ain Ghazal.
De lo más destacado de la Ciudadela es el Palacio Omeya del siglo VIII d.c. El edificio mejor conservado de todo el complejo es la sala de audiencias. Un edificio con cúpula de bronce y planta en forma de cruz.
Palacio Omeya
En resumen, una visita muy agradable que en 1-2 horas se puede hacer tranquilamente.
Desde la Ciudadela se puede bajar caminando al Teatro Romano, por unas calles bastante empinadas, aunque nosotros decidimos coger otro Uber.
El Teatro Romano es otra de las joyas de Ammán y uno de los monumentos mejor conservados de la época romana, cuando la ciudad era la antigua Filadelfia. Al igual que la entrada a la Ciudadela, está incluido en la Jordan Pass.
El teatro se construyó en el siglo II d.c. y tiene capacidad para unas 6.000 personas. Consta de tres gradas, la primera estaba dirigida a la clase gobernante, la sección central a los militares y la última sección estaba destinada al público general.
El Teatro Romano es otra de las joyas de Ammán y uno de los monumentos mejor conservados de la época romana, cuando la ciudad era la antigua Filadelfia. Al igual que la entrada a la Ciudadela, está incluido en la Jordan Pass.
El teatro se construyó en el siglo II d.c. y tiene capacidad para unas 6.000 personas. Consta de tres gradas, la primera estaba dirigida a la clase gobernante, la sección central a los militares y la última sección estaba destinada al público general.
Teatro Romano
El teatro se restauró a mediados del siglo pasado. Actualmente el teatro se sigue utilizando para la celebración de conciertos.
Junto al teatro y desde las gradas orientales superiores, se tienen magníficas vistas del Odeón. Éste estaba destinado a la celebración de eventos musicales y muy probablemente estaba cubierto con alguna techumbre o toldo. También alberga en la actualidad espectáculos musicales.
Junto al teatro y desde las gradas orientales superiores, se tienen magníficas vistas del Odeón. Éste estaba destinado a la celebración de eventos musicales y muy probablemente estaba cubierto con alguna techumbre o toldo. También alberga en la actualidad espectáculos musicales.
Odeón
Por último a la salida del teatro, decidimos entrar en el Museo del Folclore. En este museo se puede ver la vida tradicional jordana, entre otras cosas, una tienda beduina, instrumentos típicos, telares, etc.
En el, momento de nuestra visita algunas de las estancias estaban cerradas y lo cierto es que las que vimos tampoco nos llamaron la atención. Como está incluida en la Jordan Pass no perdéis nada por dedicar 5 minutos a la visita.
En el, momento de nuestra visita algunas de las estancias estaban cerradas y lo cierto es que las que vimos tampoco nos llamaron la atención. Como está incluida en la Jordan Pass no perdéis nada por dedicar 5 minutos a la visita.
Museo del Folclore
Cruzamos de nuevo la Plaza Hachemita frente al teatro Romano lleno de gente y niños jugando al fútbol y pecamos de pardillos dejándonos captar por un taxista. Pudimos comprobar que son más caros que los Uber, los coches más destartalados, tuvieron que empujarlo entre varios para arrancarlo y el viaje en definitiva mucho más incómodo.
Volvimos al hotel para refrescarnos y recoger el coche que teníamos en el aparcamiento y pusimos rumbo a nuestro siguiente destino del día, Gerasa.
Volvimos al hotel para refrescarnos y recoger el coche que teníamos en el aparcamiento y pusimos rumbo a nuestro siguiente destino del día, Gerasa.