Nuestro segundo día en México lo pasaremos en la famosa Playa del Carmen. Desde la Terminal de buses de Cancún cogimos el bus de la compañia Mayab (es la segunda marca de ADO), nos costó 39 pesos el viaje (menos de 2 euros) y el bus está genial, cómodo y con aire acondicionado, en una hora más o menos estábamos en nuestro destino.
Dejamos nuestras mochilas en el Hotel, que estaba muy cerca de la terminal de buses y empezamos nuestro recorrido por esa zona, todo está bastante cerca así que la mejor manera de recorrerla es caminando.
El punto neurálgico de Playa es el Parque Fundadores lo primero que nos encontramos de frente fue el impresionante Portal Maya, es un símbolo de la ciudad. El arco está formado por la figura de un hombre y una mujer tomados de la mano. La parte masculina es empujada por una espiral de viento y la femenina es impulsada por una espiral de agua. En sus columnas se mezclan elementos del pasado maya en honor a esta cultura tan viva aún en esta zona.

Nos paramos a hacer las fotos de rigor con el Portal junto al mar turquesa de fondo y bajamos a la playa que está al lado para disfrutarla temprano con poca gente. Pese a estar en el mismo centro no estaba tan colapsada ese día y nos gustó mucho, hay muchos artistas callejeros, mariachis y vendedores de todo un poco en el parque y en la playa, pero a diferencia de otros países no son muy agobiantes y son muy respetuosos.
Cuando nos entró el hambre fuimos a comer alejandonos un poco del centro hay muchos restaurantes locales y sitios de tacos a buen precio.
Nos quedaba aún por recorrer la famosa Quinta Avenida aunque no es muy de mi estilo, varias calles abarrotadas de tiendas,
restaurantes y bares de copas bastante caros, con muchos turistas que no respetaban para nada las normas de seguridad ante el covid. Pese a esto, es bonita, tiene una decoración muy alegre, lleno de esculturas típicas mexicanas y grafitis que te encuentras en cada esquina, vale la pena recorrerla al menos una vez.

Cuando nos cansamos de la Avenida bajamos a una playa y aprovechamos lo que nos quedaba de sol por ahi.
Antes de volver al Hotel, en la esquina de la Plaza Fundadores probamos las "Marquesitas" es algo parecido a un crep pero la masa es crujiente, como si fuera un cucurucho, lo pedimos de nutella y plátano y estaba buenísimo, cuesta 40 pesos algo así, a partir de ese momento me enganché a probarlo en casi todas las diferentes ciudades por las que pasábamos.
Para cenar nos pedimos unos tacos para comer en el Hotel, que ya teníamos muchas ganas de probarlos, en un puesto callejero compramos tacos del pastor, que son de cerdo con cilantro y cebolla, en otro local nos pedimos unos tacos dorados de pollo, estos eran crujientes. Tenemos diferentes preferencias en esto, a mí me gustaron más los crujientes, mientras a mi amiga los del pastor. Pero sabemos que no es la última vez que los comeremos porque los venden por todos lados, son ricos y económicos, un taco cuesta más o menos 15 pesos, son pequeños pero con unos tres esta muy bien para cenar, si no tienes mucha hambre.