Llegábamos al final del viaje, y la verdad es que no nos apetecía estar dos días en Yakarta. Hubiésemos preferido pasar otro día en Java central, pero con lo impredecibles que eran los vuelos, mejor ir a lo seguro que perder un vuelo de vuelta a España.
Llegamos por la tarde a la capital, y fuimos al hotel Stanley Wahid Hasyim Yakarta (61€ dos noches), que se encontraba en el barrio financiero y de las embajadas (a escasos 300m de la embajada de España). Dejamos las cosas y nos fuimos a cenar andando a un restaurante llamado Pison, al lado de la torre Kempeski, una de las más altas de la capital donde iríamos al día siguiente a tomar una cerveza al rooftop. Por desconocimiento y mala organización no lo hicimos ese día pero nos hubiese venido bastante mejor.
Volvimos a cenar comida europea, no podíamos más con el arroz ni con el pollo.
Tras esto nos fuimos al hotel. Queríamos hacer varias cosas a la mañana siguiente.
Amanecimos el día 11 y fuimos al mercadillo de artesanías más conocido de Yakarta, el Flea Market ubicado en la calle Surabaya.
Este mercado es impresionante. Aparte de tener todo tipo de objetos de artesanía (habíamos venido a buscar una máscara tradicional de allí), vimos tortugas, serpientes, cocodrilos y pangolines disecados y a la venta.
Estuvimos un buen rato viendo todos los puestos, y tras ver varias máscaras y regatear por ellas, me decidí a comprar una.
Después volvimos al barrio chino en taxi, donde habíamos estado al comienzo del viaje. Pasamos primero por las tiendas de ropa y acabamos llegando a los puestos de comida.
Allí nos paramos a ver cómo preparaban las ancas de ranas.

Un hombre me hizo gestos con la mano para que entrase en uno de los pasillos donde no había compradores para enseñarme unas jaulas.
Me acerqué y levantó un trapo de una de ellas. Dentro había una pitón que tendría unos 3/4 metros esperando a que algún cliente la comprase para comérsela.
Luego me hizo gestos para que me girase y siguió levantando telas. Me enseñó jaulas con tortugas y otra que fue la que más me impresionó con unos 20 ejemplares de varano, completamente hacinados y quietos, con palomas cagándoles encima y en condiciones pésimas, esperando también a que alguien tuviese ganas de llevárselos.
Fue bastante desagradable pero ver cosas como estas es por lo que a mi me gusta viajar.
Nos acercamos a la hora de comer al café Batavia y comimos algo allí, no podía faltar la turistada del viaje. Era bastante caro lógicamente para lo que era
Volvimos al hotel a descansar y por la tarde fuimos al rascacielos Kempeski. La cerveza rondaba los 6€, y era lo más barato de la carta así que nos pedimos una y solo una cada uno de nosotros. Las vistas no eran todo lo impresionante que podrían ser desde esa altura debido a la gran contaminación que había.
Finalmente, tras hacer tiempo y cuando se aproximó la hora de cenar, fuimos a una hamburguesería llamada Lawless Burguer Bar, bastante buena en comparación con un local europeo. Estaba nuevamente al lado de la embajada española y al lado de nuestro hotel.
Así pusimos fin al viaje de tres semanas, con otra comida occidental.
Teníamos el vuelo al día siguiente e hicimos tiempo en un centro comercial comprando recuerdos para la familia. No teníamos tiempo de visitar nada porque teníamos que ir al aeropuerto.
Como conclusiones finales y repasando cada una de las partes del viaje, cambiaría alguna de las cosas o daría consejos a aquellos que quieran hacerlo similar.
La parte de Borneo fue genial, esos 3D/2N no cambiaría nada de ellos.
De la parte de Papua, si se viaja dos semanas a Indonesia, ni intentaría ir, porque son demasiados transportes. Eso sí, es uno de los sitios más espectaculares que he visto. También la duración de la estancia. Estuvimos una semana, por miedo a no poder hacer cosas algún día por los monzones, pero como siempre caen por la noche, creo que con %/6 día como mucho hubiese sido suficente. Si no se bucea, no recomiendo ir, porque como bine dije todos los tours son pagando y se puede ir muchísimo el prespuesto.
Finalmente, de la parte de Java Central, hubiese quitado un día en Yogyakarta y la transición de Borobudur a Semarang la hubiese hecho en tan solo un día.
Eso si, los dos últimos días en Yakarta, aunque no haya nada que hacer los hubiese mantenido por lo que he comentado de los vuelos, que ya tuvimos bastantes sustos y cambios como para perder un vuelo nacional que haga que no lleguemos al vuelo de vuelta.