Este viaje lo empezamos a planificar cuando nuestra hija nos contó que quería ir a Costa Rica. Esto hizo que empezáramos a informarnos sobre un destino, que en principio, era para nosotros un perfecto desconocido.
Luego, circunstancias personales hicieron que mi hija pospusiera el viaje para mejor ocasión y nosotros, a su vez, nos fuimos entusiasmando cada vez mas. Sobre todo, a medida que íbamos leyendo los diarios e hilos de este foro.
Tengo que añadir que buena parte del éxito del viaje se debe a la información recopilada aquí.
Mas adelante nos encontramos otros amigos que también querían hacer el viaje y eso nos hizo tratar de cuadrar el calendario con el de la otra pareja.
Tras varios meses de información y preparación llegó el momento de salir, muy documentados por cierto, lo que hizo que muchos de los sitios visitados, sin dejar de impresionarme, me resultaran familiares, en cierta forma.
Empezamos la aventura y nunca mejor dicho, el sábado 24/7/10. intentando volar, desde Barcelona, con unos billetes sujetos a espacio. (Con este tipo de billete, si hay sitio vuelas, si no te quedas en tierra).
Nos levantamos a las cinco de la mañana, para ir de casa al aeropuerto, (75 km) y estar al menos con tres horas de antelación.
Hacemos tres intentos, uno a las 10h. con Delta, otro a las 10,45 con Continental y el tercero a las 11, creo recordar, con Delta.
En las vuelos de Delta nos quedamos fuera unos 20 pasajeros y en el de Continental, solamente cinco. Así que, vuelta para casa.
Día 25, repetimos.
La cosa va aproximadamente por los mismos derroteros, por lo que nos replantemos la jugada y decidimos intentarlo desde Madrid por la tarde.
A las 12 ½ h. cogemos un vuelo con Spanair y nos vamos a Madrid y desde aquí, a las 18h, nos aceptan y embarcamos en un vuelo de Air Europa con destino a New York, JFK.
Llegamos a las 2 de la madrugada, hora española.
El vuelo de Air Europa bien. Gente muy amable y servicial. Dado el tipo de billetes que empleamos, estábamos uno en fila 15 y otro en la 29 y no éramos los únicos. Pero el personal de abordo hizo los cambios necesarios para recolocarnos juntos a todos. Y eso se agradece.
Como nota gris solo tengo que reseñar que el menú es el mismo, tanto si viajas a Egipto ( el mes pasado) como si vas a USA: Macarrones y ensalada. Es lo que hay.
Una vez en el JFK ( hay que decir que no hablo nada de inglés) nos fuimos en bus a la estación central y allí cambio de bus hacia Newark Airport, ya que desde aquí saldrá el vuelo para S. José que queremos coger.
Una vez en Newark, nos listamos en el primer vuelo para el dia siguiente, con Continental y nos vamos a un hotel próximo a dormir. Cuando llegamos al hotelito son las seis de la mañana, hora española y llevamos 25 horas levantados. Las doce de la noche hora local.
Nos levantamos antes de las 4 de la mañana y nos vamos al aeropuerto. Al primer intento tenemos suerte. Así que cogemos el vuelo que sale a las 7 ½. Por cierto, nos colocan en primera...un lujo.
Durante el vuelo hubo algun tipo de emergencia médica con algún pasajero y la tripulación estuvo nerviosísima, así que casi no les vimos el pelo. No supimos de que se trataba.
Dadas mis limitaciones lingüísticas, no deja de tener su morbo el moverse entre los americanos. En general, no hacen nada por entenderte, salvo que sean de origen latino.
Y aún así, hay muchos que les cuesta un montón hablar castellano.
Se sienten el ombligo del mundo.
Pero al final entre español y francés se puede capear el temporal.
Llegamos a Costa Rica el lunes, a las 10 hora local, después de 5 horas y media de viaje y tras los trámites de aduanas y maletas, nos vamos a ver a los de Auto Europe y recogemos el coche.
En un principio, al llegar un día antes de lo previsto, en vez del Dahiatsu que teníamos contratado, nos dan un Suzuky Jinmy que nos cambiarán al día siguiente.
A continuación programamos el GPS y nos vamos a buscar nuestro hotelito, que no está lejos: El Villa Pacandé.
Al llegar al villa Pacandé se te caen los palos del sombrajo. Ya de por si Alajuela tienen aspecto deprimente, muy lejos de lo que había imaginado. Tiene mas pinta de ser un suburbio de Guayaquil, que de la segunda ciudad de la Suiza de Centroamérica que esperaba encontrar.
Y la entrada al hotel está situada en una especie de callejón con unos agujeros en el pavimento enormes y en tal cantidad que son imposibles de evitar.
Este siniestro lugar está flanqueado por “ negocios” de malísima presencia. Vamos, talleres y cosas por el estilo absolutamente sucios y destartalados.
en el Villa Pacandé
[/url]
Afortunadamente este recorrido solo dura 50 ó 60 metros. Una vez dentro de la finca las sensaciones cambian por completo. Se trata de un hotelito sencillo pero muy acogedor. Un jardincito pequeño y lleno de flores, como el resto del país, que nos sorprende con la presencia del primer colibrí. Nunca imaginé que vería tantos en Costa Rica.
Luego viene el trato de la gente que trabaja en el establecimiento: Elvira, Andrés, ect.
Son encantadores.
En el resto del país también, pero como ellos son los primeros, dejan huella.
Por la tarde nos cae una tormenta, de las de CR, agua a discreción.
[img]http://[/img]
Pasamos la tarde relajándonos y descansando hasta la hora de cenar. Claro que aquí las tardes son muy cortas.
Teniendo en cuenta que terminamos de comer a las 3h., entre instalarnos etc, nos dieron las cuatro. Y aquí a las seis empieza a oscurecer.
Luego, circunstancias personales hicieron que mi hija pospusiera el viaje para mejor ocasión y nosotros, a su vez, nos fuimos entusiasmando cada vez mas. Sobre todo, a medida que íbamos leyendo los diarios e hilos de este foro.
Tengo que añadir que buena parte del éxito del viaje se debe a la información recopilada aquí.
Mas adelante nos encontramos otros amigos que también querían hacer el viaje y eso nos hizo tratar de cuadrar el calendario con el de la otra pareja.
Tras varios meses de información y preparación llegó el momento de salir, muy documentados por cierto, lo que hizo que muchos de los sitios visitados, sin dejar de impresionarme, me resultaran familiares, en cierta forma.
Empezamos la aventura y nunca mejor dicho, el sábado 24/7/10. intentando volar, desde Barcelona, con unos billetes sujetos a espacio. (Con este tipo de billete, si hay sitio vuelas, si no te quedas en tierra).
Nos levantamos a las cinco de la mañana, para ir de casa al aeropuerto, (75 km) y estar al menos con tres horas de antelación.
Hacemos tres intentos, uno a las 10h. con Delta, otro a las 10,45 con Continental y el tercero a las 11, creo recordar, con Delta.
En las vuelos de Delta nos quedamos fuera unos 20 pasajeros y en el de Continental, solamente cinco. Así que, vuelta para casa.
Día 25, repetimos.
La cosa va aproximadamente por los mismos derroteros, por lo que nos replantemos la jugada y decidimos intentarlo desde Madrid por la tarde.
A las 12 ½ h. cogemos un vuelo con Spanair y nos vamos a Madrid y desde aquí, a las 18h, nos aceptan y embarcamos en un vuelo de Air Europa con destino a New York, JFK.
Llegamos a las 2 de la madrugada, hora española.
El vuelo de Air Europa bien. Gente muy amable y servicial. Dado el tipo de billetes que empleamos, estábamos uno en fila 15 y otro en la 29 y no éramos los únicos. Pero el personal de abordo hizo los cambios necesarios para recolocarnos juntos a todos. Y eso se agradece.
Como nota gris solo tengo que reseñar que el menú es el mismo, tanto si viajas a Egipto ( el mes pasado) como si vas a USA: Macarrones y ensalada. Es lo que hay.
Una vez en el JFK ( hay que decir que no hablo nada de inglés) nos fuimos en bus a la estación central y allí cambio de bus hacia Newark Airport, ya que desde aquí saldrá el vuelo para S. José que queremos coger.
Una vez en Newark, nos listamos en el primer vuelo para el dia siguiente, con Continental y nos vamos a un hotel próximo a dormir. Cuando llegamos al hotelito son las seis de la mañana, hora española y llevamos 25 horas levantados. Las doce de la noche hora local.
Nos levantamos antes de las 4 de la mañana y nos vamos al aeropuerto. Al primer intento tenemos suerte. Así que cogemos el vuelo que sale a las 7 ½. Por cierto, nos colocan en primera...un lujo.
Durante el vuelo hubo algun tipo de emergencia médica con algún pasajero y la tripulación estuvo nerviosísima, así que casi no les vimos el pelo. No supimos de que se trataba.
Dadas mis limitaciones lingüísticas, no deja de tener su morbo el moverse entre los americanos. En general, no hacen nada por entenderte, salvo que sean de origen latino.
Y aún así, hay muchos que les cuesta un montón hablar castellano.
Se sienten el ombligo del mundo.
Pero al final entre español y francés se puede capear el temporal.
Llegamos a Costa Rica el lunes, a las 10 hora local, después de 5 horas y media de viaje y tras los trámites de aduanas y maletas, nos vamos a ver a los de Auto Europe y recogemos el coche.
En un principio, al llegar un día antes de lo previsto, en vez del Dahiatsu que teníamos contratado, nos dan un Suzuky Jinmy que nos cambiarán al día siguiente.
A continuación programamos el GPS y nos vamos a buscar nuestro hotelito, que no está lejos: El Villa Pacandé.
Al llegar al villa Pacandé se te caen los palos del sombrajo. Ya de por si Alajuela tienen aspecto deprimente, muy lejos de lo que había imaginado. Tiene mas pinta de ser un suburbio de Guayaquil, que de la segunda ciudad de la Suiza de Centroamérica que esperaba encontrar.
Y la entrada al hotel está situada en una especie de callejón con unos agujeros en el pavimento enormes y en tal cantidad que son imposibles de evitar.
Este siniestro lugar está flanqueado por “ negocios” de malísima presencia. Vamos, talleres y cosas por el estilo absolutamente sucios y destartalados.
en el Villa Pacandé
[/url]
Afortunadamente este recorrido solo dura 50 ó 60 metros. Una vez dentro de la finca las sensaciones cambian por completo. Se trata de un hotelito sencillo pero muy acogedor. Un jardincito pequeño y lleno de flores, como el resto del país, que nos sorprende con la presencia del primer colibrí. Nunca imaginé que vería tantos en Costa Rica.
Luego viene el trato de la gente que trabaja en el establecimiento: Elvira, Andrés, ect.
Son encantadores.
En el resto del país también, pero como ellos son los primeros, dejan huella.
Por la tarde nos cae una tormenta, de las de CR, agua a discreción.
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Pasamos la tarde relajándonos y descansando hasta la hora de cenar. Claro que aquí las tardes son muy cortas.
Teniendo en cuenta que terminamos de comer a las 3h., entre instalarnos etc, nos dieron las cuatro. Y aquí a las seis empieza a oscurecer.