
No se si muchos de vosotros sin tirar de Google Maps ubicareis Cleveland en el mapa....no es mi caso. Como os he dicho varias veces ya me alucina EEUU, y sin embargo yo descubrí su ubicación exacta cuando me planteé que contenido darle al viaje en la etapa que tenía entre Chicago y las Catarátas del Niágara. En principio pensábamos ir más hacia el Sur, por Millersburg, para conocer territorio Amish. Pero en estas escapadas de temporada baja a USA, aunque obviamente son viajes turísticos, trato en algunos momentos de imbuirme del dia a dia autóctono y aunque no es sencillo puesto que llevas puesto el cartel de turista en la frente, la mejor forma de hacerlo es asistir a cualquiera de las miles de alternativas de partidos de algún deporte tradicional americano.
El ocio en EEUU gira alrededor de los espectáculos deportivos y no necesariamente del deporte profesional. Cada ciudad, pueblo o pequeña aldea, tiene equipos de innumerables deportes a nivel profesional, universitario, de instituto o de colegio y en todos ellos tienen unas infraestructuras increibles y un ambientazo en los partidos espectacular. Cuando nos planteamos como alternativa al territorio Amish, visitar Cleveland no fue por el atractivo de la propia ciudad sino porque identificamos un plan que podía hacernos disfrutar de "Un Domingo cualquiera". Cleveland es una ciudad bastante pequeña para ser la capital del Estado de Ohio. Como es habitual en casi todas las ciudades importantes de EEUU, integrada perfectamente con el agua, sea dulce o salada. En este caso se encuentra en la orilla sur del Lago Erie. La ciudad no es espectacular pero si da para dar un paseo razonable por su Downtown. Si os digo que no es un sitio que me haría cambiar mis planes por visitarlo. Como principales "reclamos" turísticos son el USS COD, un submarino de la segunda guerra mundial que se puede visitar y el Museo y Paseo de la Fama del Rock&Roll. Pero para nosotros lo más importante era que sin ser muy grande tiene un equipo profesional en 3 de los 4 deportes considerados "majors" en USA: Football (el suyo, el nuestro alli se llama soccer), Basket y Baseball. El único en el que no tienen ahora mismo equipo es en Hockey.
En nuestro caso llegamos a Cleveland a las 10-10:30 de la mañana, con un gran dia que solo nos fastidiaba un vendaval infernal. Nuestra idea era no solo ir al partido de la NFL (National Football League) que enfrentaba al equipo local, los Cleveland Browns con los Cincinatti Bengals, sino hacerlo en la medida de lo posible como lo hacen ellos. La configuración de las ciudades americanas y su modo de vida hace que las ciudades no tengan demasiado ambiente en los fines de semana y los partidos son la excusa para que los ciudadanos echen el dia. Todos los deportes están diseñados para que sean un auténtico espectáculo, aunque eso signifique que el ritmo sea bajo para el espectador europeo, su duración sea especialmente larga, y haya multitud de parones para que puedas levantarte a comprar todo tipo de alimentos que aunque no sean muy saludables a mi me entusiasman. Pero no contentos con eso en el caso del Fútbol Americano, imagino que por la dureza fisica, la liga dura muy poco, y cada equipo juega en casa normalmente solo 8 partidos, por lo que cada dia de partido es especialmente importante para los aficionados. De hecho sea a la hora que sea el partido, es costumbre en yankilandia que desde las 8.30-9 de la mañana monten una especie de macrobotellon legal en los alrededores del estadio. Se podría llamar perfectamente Big Bottle, pero lo llaman hacer "tailgating". Aunque me está quedando largo por si a alguno os interesa os diré que el nombre es porque el sarao consiste en que hay numerosos parkings descubiertos alrededor de los estadios donde alquilan la plaza todo el dia, la gente lleva su pedazo de furgo (pick up), abren la puerta de atrás de la furgo (tailgate) y en algunos casos lo acompañan de una infraestructura de lo mas friki para empezar a hacer barbacoas multitudinarias desde primera hora de la mañana. Os pongo fotos para que os hagais una idea.



Nos habría gustado ponernos al nivel pero hay que ponerse a primera hora de la mañana a un ritmo importante a meterse birras y hamburguesas y echarle un poco de morro para interactuar con los lugareños que te miran con cara un poco rara porque ven que no eres de los suyos en cuanto no vas vestido con la indumentaria del equipo. Pero no porque seas del equipo rival ni nada porque alli conviven sin problemas aficionados de equipos rivales, mas alla de algun abucheo, pero cero tensiones.
Después de alucinar con el nivel de cachondeo y frikismo entramos un rato antes del partido al estadio. Los estadios allí tienen mucha más vidilla, están llenos de tiendas y bares, y las galerías de dentro del Estadio están plagadas de gente constantemente.
Esta foto es una hora antes del principio del partido.

Después de toda la parfernalia tipica yankee, en la que un partidillo de Liga normal y corriente, montan un tinglao de narices antes del partido, con todo el estadio super respetuoso con el himno, y unos cazas sobrevolando el estadio. La verdad es que impresiona bastante ver como todos absolutamente todos sin importar origen, raza, clase o partido politico tienen ese sentimiento de orgullo de ser americano. Pero mejor no me meto en temas polémicos, y continuo. Del partido en si no voy a explicar mucho porque probablemente no os interese. El caso es que el equipo local llevaba 5 partidos de liga y todos perdidos. Este lo empezaron perdiendo y remontaron, por lo que hubo un ambientazo brutal, y nosotros nos pusimos a chocar pala con los yankees como si fuésemos de los Cleveland Browns desde que nacimos, cada vez que había alguna jugada minimamente interesante. La verdad es que lo pasamos de coña, aunque entiendo que si no se tiene una mínima idea de las normas se puede hacer un poco pesado aunque sea una autentica experiencia. En mi caso sigo la NFL desde España así que no tuve problema en seguir el partido y por supuesto lo disfrute una barbaridad.


Casi al final de repente vino una tormenta de impresión, pero había que aguantar el tirón.

Después de una jornada puramente americana, y con el subidón del partido cogimos carretera y manta de nuevo en una de esas rutas de poco valor añadido que fijabamos cuando empezaba a anochecer, para que los que estuviesen fundidos bajaran el ritmo y pudiésemos avanzar kilómetros hasta nuestro nuevo destino. En esta ocasión fueron 350 km. hasta llegar a Niagara Falls. La verdad es que pensaba que nos iba a dar más pereza la excursión después de un día tan completo, pero nos apetecía ver las Catarátas tanto de noche iluminadas como de día así que había que tirar millas sin dar lugar a la pereza.
Había leído algunas cosas sobre el Niagara en los foros y en varios Diarios, pero para ser sincero como íbamos muy poco tiempo y suponía que no había fallo posible, no me informe demasiado. Lo único que me daba cierto miedo era que cruzar la frontera fuera un tostón así que como íbamos a estar muy poco tiempo, no nos complicamos y buscamos una buena oferta de hotel en el lado americano. La elección resultó ser el Holiday Inn Niagara Falls. Check-in rápido y a dar una vuelta. Dejamos el coche en el hotel y nos fuimos dando un paseo.
Sensaciones encontradas con las Cataratas. Lo que son las Cataratas en si mismas son acojonantes, tuve la misma sensación que tuve al enfrentarme al Gran Cañon. Las fotos que puedas ver antes de ir no hacer honor en absoluto a la realidad. Las dimensiones que tienen ambas bestias de la naturaleza son de una magnitud superior. Según llegas a las inmediaciones tanto de uno como otro se te queda cara de tonto. Desde antes de llegar a ver realmente las Cataratas ya te quedas completamente alucinado con el estruendo que provoca el caudal de agua brutal del Rio Niagara. El primer contacto con las Cataratas fue en las inmediaciones de las Cataratas americanas, desde donde se ve de forma lateral tanto las americanas como el velo de novia (Bridal Veil). Estaba lloviendo bastante en ese momento pero daba igual. La combinación de la belleza propia de las cataratas con la iluminación que viene desde el lado contrario es un espectáculo para la vista.


No teníamos pensado seguir avanzando porque parece que está todo muy cerca pero al final tiene una tiradita andando y era ya tarde, pero tienes la sensación de estar viendo algo tan especial que quieres continuar. Cruzamos la frontera andando, pagando creo que fue un cuarto de dólar y respondimos unas sencillas preguntas que una amable policía canadiense nos hizo antes de ponernos el sello. Una vez en terreno canadiense, resulta que el espectáculo de luces ya se había acabado y la iluminación era más tenue por lo que la vista frontal de las cataratas americanas y de Bridal Veil era muy buena pero menos espectacular.

Y para llegar a ver la espectacular herradura que forman las cataratas canadienses de cerca había que andar demasiado y deshacerlo para volver al hotel, así que nos conformamos con verlas desde lejos. Volvimos al Hotel y atravesamos la zona que rodea a las cataratas en terreno americano.
Y aquí viene la de arena, y lo que me dejó más frío de está etapa. Los canadienses tienen mejores vistas de las cataratas y lo han aprovechado para hacer un despliegue hotelero y de ocio exagerado, y los americanos siendo conscientes de que su lado tiene menos tirón han hecho una zona hotelera más austera. Más allá de que te de una pena tremenda que algo tan sobrecogedor y natural esté completamente desvirtuado por una masificación tan artificial, el problema es que fuimos en temporada baja y aunque se supone que es una ventaja porque podíamos ver aquello más tranquilos, el problema es que ver zonas completamente turísticas como si fuese un pueblo fantasma transmite una sensación de decadencia tremenda que hizo que nos dejase un poso un poco extraño. Además y aunque fuese lo de menos, si a eso le añades los horarios americanos, al final por disfrutar un rato más de las vistas nos fuimos a la cama sin cenar porque fue imposible encontrar nada abierto para tomar algo.
Después de una larguísima y productiva jornada tocaba preparar la del dia siguiente, donde atravesamos el Estado de Nueva York, para viajar desde las cataratas hacia Finger Lakes, previo paso por los Outlets de Waterloo, luego Ithaca, y viaje al Norte para intentar llegar lo más cerca posible de las Mils Islas.