3 días por los Picos de Europa ✏️ Blogs de España

Toca madrugar, aprovechamos que el viernes 17 de mayo es festivo en Galicia para hacer una pequeña escapada de 3 días, hay que exprimir los días al máximo.

A las 9:30 nos reunimos todo el grupo (7 personas) para salir en un sólo vehículo hacia Riaño, tenemos previsto llegar sobre las 2 pm, instalarnos, comer y aprovechar la tarde para una pequeña ruta de senderismo en el Parque Nacional de los Picos de Europa.

Todo sale según lo previsto, a las 2 llegamos a Riaño y tras recoger las llaves de nuestro apartamento en el Hotel La Presa, cuidado con el dueño, que mala uva tiene el individuo.

El apartamento (Apartamentos Pico LLerenes) está muy bien, lo reservamos por Booking, nos sale a 180 $ por dos días para 7 personas. Totalmente reformados, amplios, dos habitaciones grandes una con cama de matrimonio, otra con dos camas y sofá cama en el comedor, el comedor, la cocina y el baño grandes. No nos faltó de nada y con unas vistas preciosas al embalse de Riaño.

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Después de comer y de instalarnos rápidamente nos preparamos para iniciar la ruta del Refugio de Vegabaño, el día promete lluvia pero tenemos que aprovechar al máximo, siendo gallegos el agua no nos va a amilanar. Pese a estar a 17 de Mayo la temperatura no supera los 5 graditos en Riaño, veamos que nos depara la jornada .

La ruta comienza en el precioso pueblo de Soto de Sajambre, se trata de una ruta que bien puede ser lineal o circular, se puede empezar en dos puntos del pueblo, en la parte baja a través de una pista forestal o en la parte más alta por el conocido como camino viejo, optamos por comenzar en este segundo punto, mas corta y con mayor desnivel pero preciosa, a través de un espectacular hayedo.

Para llegar al pueblo debemos de superar el puerto del Pontón, con una subida muy tendida desde Riaño pero con un descenso plagado de curvas, pasado Oseja de Sajambre por la N-625 tomamos el desvio de 4 kms hacia Soto de Sajambre, carretera muy estrecha pero poco transitada en el día de hoy.

Aparcamos en lo alto del bonito pueblo, llueve con ganas y esperamos un par de minutos a que baje la intensidad de la lluvia, decidimos comenzar la caminata bien pertrechados con ropa de abrigo y chubasqueros que vamos a necesitar seguro.

La ruta comienza por un camino en pendiente con bastantes piedras que poco a poco va atravesando praderías e internándose en un precioso hayedo.


Ya en el interior del hayedo, la senda gana pendiente y supera el desnivel con algunas zetas, poco a poco seguimos camino, sigue lloviendo, con poca intensidad, además el hayedo nos proteje de la lluvia.


Tras un rato de subida llegamos al encuentro del camino viejo con la pista forestal, tomamos a la izquierda para continuar la subida, mucho mas suave ahora, por la pista forestal y alcanzar tras una hora y cuarto de camino la majada de Vegabaño, el tiempo da una tregua y hasta el sol se filtra entre las hayas.


La majada es una preciosa pradería salpicada de antiguas cabañas en donde se recoge el ganado, una de ellas, la primera, está habilitada como zona de descanso, aprovechamos la mesa y los bancos para tomar un tentempié.


La belleza del lugar parece que llena el espíritu de paz, aprovechamos la tregua que nos da el tiempo para disfrutar del entorno en el que todavía quedan restos de la nevada de la noche anterior.


Seguimos ahora el camino indicado hasta el Refugio de montaña de Vegabaño, desde donde debería de haber unas preciosas vistas de las montañas que nos rodean, pero la niebla no nos deja ver. Comienza a llover, ahora mas fuerte y decidimos tomarnos un café en el refugio. Nos encontramos una nota del guarda diciendo que ha salido a comprar al pueblo y que pronto regresará. Esperamos un rato y cuando llega el guarda y su familia comienza a caer aguanieve.


Despues de hablar con el guarda, decidimos regresar por donde habíamos venido, en principio la ruta se hace circular bajando por la pista forestal hasta el mirador de los Porros, pero como nieva con ganas y en el mirador las vistas serían nulas, volvemos por el camino viejo. Buena decisión, aún así llegamos en menos de una hora hasta el coche unos mas mojados que otros. Toca vuelta hasta Riaño, hace todavía más frio cuando llegamos, nada que un baño y unos buenos espaguetis a la boloñesa no solucionen. Toca descansar, mañana dan todo el día lluvias, veremos que pasa.

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El día amenaza lluvia y frío. Hoy tocaba la ruta del Cares, pero viendo las previsiones metereológicas decidimos dejarlo para el domingo, aunque después tengamos que hacer el camino de vuelta hasta A Coruña.

Después de desayunar con calma, decidimos el plan del día, tenemos varias opciones, nos decantamos por visitar el Desfiladero de los Beyos, excavado por el Sella, no nos arrepentiremos.

Volvemos a tomar la N 625, como el día anterior, las montañas que rodean el embalse presentan una capa de nieve que el día anterior no existía, un par de kilómetros antes de llegar al puerto del Pontón comienza a caer aguanieve, al llegar a la cima del puerto nieva con alegría, no hay problema, llevamos las cadenas en el maletero pero no nos hacen falta porque la carretera todavía está limpia. Paramos el coche junto al cartel del alto y disfrutamos un rato con la nieve polvo.


Después de un ratito de lucha de bolas de nieve descendemos el puerto hasta Oseja de Sajambre, pasamos el pueblo y poco despues del desvio del día anterior hacia Soto de Sajambre, llegamos al pequeño pueblo de Cobarcil en donde la carretera se estrecha comenzando en este punto el Desfiladero de los Beyos, se trata de 12 kms en los que carretera sinuosa sigue el cauce del Sella, que forma un increible desfiladero con paredes que alcanzan los 1500 de desnivel sobre el río. La carretera es estrecha y llena de curvas, pero se hace muy bien porque encontramos poco tráfico. De vez en cuando aparecen apartaderos que nos dejan parar y tirar unas fotos del paisaje impresionante, para mi gusto mas espectacular que el archifamoso Desfiladero de la Hermida.


Como podeis ver el día seguía lluvioso, a veces con una ligera llovizna que en ocasiones aumentaba de intensidad. Hacemos una parada en el Hotel Puente Vidosa, ubicado en un paraje espectacular, en un profundo barranco. El hotel ofrece un circuito multiaventura muy completo, con multiples tirolinas, puentes tibetanos, vias ferratas y la posiblidad de hacer puenting.

www.puentevidosa.com/ ...aventura/-


Además se puede subir hasta la cascada del Aguasaliu, a cuya base nos podemos aproximar. Arroyo que desciende encajonado entre musgosas y frondosas paredes para tributar sus aguas al Sella. Si no fuese por la temperatura la frondosidad del entorno nos hace pensar que estamos en plena selva tropical.


Aprovechamos para que los niños disfruten de un par de bajadas en tirolina, los precios podeis verlos en el enlace, el personal muy profesional y simpático.

Después de un cafetito, seguimos nuestra ruta por el desfiladero hasta la localidad asturiana de Ceneya en el que el desfiladero termina en forma de valle que se abre poco a poco ante nuestros ojos. Toca parada para comer, lo hacemos en el Restaurante Camin de los Beyos, muy recomendable tanto por las instalaciones y el trato como por la relación calidad - precio.

www.tripadvisor.es/ ...urias.html

Una vez bien comidos seguimos ruta con la idea de hacer una pequeña ruta de senderismo que comienza en Santillán, a apenas 5 kms del restaurante, la ruta del Beyu Pen. Cuando llegamos a Santillán comienza a llover con ganas, decidimos dejar la ruta para otra ocasión, nos conformamos con bajar del coche y tirar un par de fotos en el comienzo de la ruta.


No nos dejamos llevar por la decepción y decidimos regresar a Riaño visto que la metereología no es propicia, damos la vuelta pues para hacer el desfiladero de los Beyos en el sentido contraria pero a la altura del lugar de Precendi vemos un cartel que nos indica a la izquierda la dirección del mirador de la Collada. Vamos pues a ver que tal está el mirador.

La carretera es estrecha con multitud de curvas y zonas de desnivel mas que considerable, que obligan a poner la primera en mas de una ocasión. Despues de unos minutos de ascensión llegamos al mirador, el tiempo nos da una tregua y disfrutamos un buen rato de las imponentes vistas que el mirador ofrece de los Picos de Europa y del valle de Amieva, con la capital del concejo en el medio de las praderas.


Toca bajar lo que hemos subido hasta enlazar de nuevo con la N 625, en lugar de dar marcha atras bajamos cruzando el pueblo de Amieva, no lo recomiendo para vehículos muy grandes o autocaravanas porque el paso por algunas callles del pueblo, que debemos de atravesar es muy estrecho. Tardamos 15 minutos en recorrer los 6 kms que nos separan de Ceneya, pero el camino es precioso . Toca volver a atravesar los Beyos y el puerto del Pontón para volver a Riaño.

Ya en el apartamento, mientras el resto del grupo decide quedarse a descansar, mi mujer y yo decidimos dar una caminata por los alrrededores del pueblo. Primero vamos hacia la antigua iglesia románica que está cerrada. En ella se conservan pinturas medievales pero para poder verlas debemos de llamar al teléfono que nos indica en la misma puerta de la iglesia. Tomamos el sendero a la izquierda que nos lleva hasta el embarcadero del embalse, durante el recorrido varios paneles nos muestran la historia del pantano y de los pueblos que quedaron inundados con su construcción, con fotos del antiguo valle de Riaño.

El sendero finaliza y decidimos dar la vuelta y cruzar el puente para recorrer una pista forestal que bordea el pantano. El paseo apenas tiene desnivel y vale la pena por las preciosas vistas y la tranquilidad, el silencio.


Durante la caminata una bandada de buitres leonados se situa sobre nosotros y comienzan a planear en sus típicos círculos. Le digo a mi mujer que se tire al suelo para ver si bajan, pero no cuela . Después de una buena caminata nos volvemos al apartamento para cenar y animar a nuestro representante en Eurovisión . Mañana toca el objetivo principal del viaje; La Ruta del Cares.

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Hoy toca madrugar para cumplir con el objetivo principal de nuestra escapada, la Ruta del Cares, por cuestiones climatológicas hemos dejado la ruta para el último día, debido a esto despues de la caminata nos quedan 5 horas de viaje en coche hasta A Coruña, el día se presenta ilusionante y agotador, pero no nos ha quedado otra opción.

Despues de desayunar, recoger nuestras pertenencias y cargar el coche con el equipaje, compramos pan para los bocatas (panadería Tomás, la recomiendo, buen pan y rica repostería) y vamos hasta el hotel a pagar el alojamiento y devolver las llaves. Aquí voy a hacer un pequeño inciso, ya había comentado que el apartamento cumplía las 3 B, bueno, bonito y barato, pero el responsable de los mismos es para "darle de comer aparte", a la hora de pagarle ni siquiera una pregunta acerca de como habíamos estado en el apartamento, ni siquiera nos miró a la cara, se limitó a cobrarse con la misma gratitud que como estuviesemos pagando un café. Ni un adios, ni unas gracias, ni un buen viaje, sin duda lo peor de la escapada.

Después de repostar, tomamos de nuevo la N 625 para recorrer los 42 kms que nos separan de Caín (54 minutos), antes de llegar al puerto del Portón debemos de tomar a la derecha, para coger la LE 2711 que nos llevará hasta el valle de Valdeón a través del puerto de Panderrueda. La subida es muy tendida y corta, apenas te das cuenta de que subes un puerto de montaña, el paisaje precioso y solitario.

Debido a la falta de tiempo decidimos no parar en el mirador de Piedrashitas al que se debe de llegar aparcando en el lugar habilitado y tras unos 15 minutos de caminata. Mas adelante está el mirador de Panderrueda, paramos pero la niebla no nos deja ver las vistas.

El descenso es muy bonito por una carretera que serpentea entre las montañas tapizadas de hayedos de un verde brillante en esta época del año, el cielo comienza a despejarse y nos permite disfrutar desde el mirador de Valdeón de unas preciosas vistas del valle, con Posada de Valdeón en el fondo y las cumbres del Macizo Central a nuesta derecha.


La carretera nos conduce hasta Posada de Valdeón, capital del valle de Valdeón, un pueblo bonito y con buenas infraestructuras turísticas. Cruzamos el pueblo y nos desviamos hacia Caín. Hacemos una pequeña parada en el Mirador del Tombo, las vistas de Picos desde el son una maravilla.


Nos separan poco mas de 5 kms desde el mirador hasta el inicio de la ruta, por una carretera muy estrecha, con algunos desniveles del 20%, pero ya sólo el circular por esta carretera vale la pena, llegamos a Caín a traves de preciosas majadas, rodeados de las cumbres impresionantes de Picos. El último tramo discurre por la garganta del Cares, es un espectáculo.


Nada mas llegar a Caín nos hacemos una pregunta que seguramente cualquiera que llegue hasta allí se hará en su cabeza ¿Que llevó a los fundadores del pueblo a instalarse en un lugar tan inaccesible?.

El pueblo es pequeñito, muy bonito, totalmente integrado en el paisaje, apenas unas decenas de casas a los pies de las moles calcáreas de Picos. Allí, además de con varios establecimientos de hosteleria y alojamientos hay un par de pequeñas tiendas en las que podemos encontrar casi de todo. Llama la atención la pequeña iglesia y, sobre todo, el minúsculo cementerio a ver si va a ser cierto el dicho popular que dice que "Los de Caín no mueren, se despeñan".

Encontrar el inicio de la Ruta del Cares es sencillo, basta con seguir el río hasta el final del pueblo.


Por fin, despues de varios años en mente, podemos iniciar la Ruta del Cares, ¿Porque hemos elegido Caín como punto de partida en lugar de Poncebos?. Pues por varias razones:

- En primer lugar por economía, los alojamientos del lado asturiano nos salían bastante más caros que el alojamiento en Riaño, que se adaptaba mejor a nuestras necesidades.

- En segundo lugar por la ruta en sí. No vamos a realizar la ruta completa 24 kms ida y vuelta, nos parece mucho y mas yendo con niños. Nuestra intención es llegar a la zona de Culiembru, hasta el km 6,5 empezando en Caín, es la parte mas espectacular de la ruta, con la salida de Caín, los múltiples túneles excavados en la roca y la zona mas encajonada y fotogénica. Además, estos 6,5 kms son prácticamente llanos al contrario que los 2 primeros kilómetros desde Poncebos que son de ascenso contínuo.

- En tercer lugar por la facilidad de aparcamiento ya que al empezar mucha menos gente desde Caín es más facil aparcar al comienzo mismo de la ruta. Pudimos aparcar a 150 metros del inicio de la senda y vimos que las fincas particulares que los vecinos tienen habilitadas para el aparcamiento (previo pago de 3 €) estaban vacías pese a ser domingo. En Poncebos hay pocas plazas de aparcamiento y, o se llega muy temprano o hay que aparcar en el parking del funicular o aún mas atras en el parking habilitado a 1,5 kms de Poncebos, con lo que añades 2 kms mas de ida y otros 2 de vuelta a la ruta.

- Y además, el trayecto desde Posada de Valdeón hasta Caín ya vale la pena de por sí.

Después de este rollo que he soltado paso a contar la experiencia que nos deparó la caminata por la Garganta Divina. Después de unos cafés y unos sobados en uno de los bares del pueblo y poco antes de las 11 de la mañana comienza lo bueno, como creo que sobran los comentarios me voy a limitar a poner unas cuantas fotillos y que cada uno saque sus conclusiones, al final os comentaré mis impresiones sobre este increible sendero.









Mis puntualizaciones sobre la ruta:

1. El tramo que hemos hechos, algo mas de media ruta completa, hasta Culiembros, el mas bonito y recomendable por su variedad, puentes, tuneles, es el mas encajonado y espectacular, además no presenta desnivel.

2. Un acierto empezar desde Caín, tanto el camino hasta el pueblo como el pueblo mismo es precioso. No hay aglomeraciones de caminantes ni problema para aparcar al inicio de la ruta.

3. La ruta se puede hacer con niños que estén acostumbrados a caminar y sean obedientes. Deben de ir de la mano, de esa forma no hay problema. No la vi peligrosa si se realiza con calma y las debidas precauciones. Si te cruzas con otros caminantes la anchura del sendero es mas que suficiente para hacerlo con tranquilidad.

4. Un problema es que no hay donde hacer nuestras necesidades, además, al no poder apartarse en casi toda la ruta, los "regalitos" quedan a la vista de todos, no es muy agradable. Puedes encontrarte con gente haciendo sus necesidades como nos paso a nosotros un par de veces.

5. Al haber llovido los días anteriores, el Cares bajaba con agua y se veia mas bonito que en pleno verano. A lo largo de la ruta habia bastantes charcos, sobre todo en los túneles. En los túneles no hay luz por lo que es recomendable llevar una linterna para no tropezar o empapar los pies en los charcos que se forman en ellos.

6. Llevar una bolsa plástica para los residuos porque sólo se pueden dejar en Caín o en Poncebos.

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