Venga, Paumadrid, pues toma nota.
Al pasar por Plaza Nueva, junto a la Iglesia de Sta. Ana, entra en la oficina de turismo y hazte con un mapa de autobuses y un listado de horarios actualizado.
El programa de un día para Maridolors lo podéis hacer más sosegado, así que, en la subida al Albaicín mira a ver si encuentras abiertas las Casas moriscas del Chapiz o la Casa Yanguas (pregunta en turismo). Es interesante ver como se funden el arte musulmán y el cristiano, con el encanto de la arquitectura doméstica.
De las Casas del Chapiz, a la derecha, parte el camino del Sacromonte. Los amigos suelen pedirme que les lleve allí. Creo, más que nada, por el renombre. Si os llama la atención pero no os sentís andariegas, algunos autobuses del Albaicín hacen entrada al Sacromonte. Allí os esperan las famosas cuevas y, ya al final, la Abadía. Estoy viendo que ahora incluso existe centro de interpretación:
www.sacromontegranada.com/ ...monte.html
Hay que ver lo que se aprende incluso informando a otros.
La visita al Sacromonte se puede hacer nocturna para conocer la zambra granadina en una cueva-tablao. De esto aún no tengo experiencia ni soy entendida por lo que lo dejo sencillamente como pista.
Volvemos a la Cuesta del Chapiz. En la Plaza Aliatar, frente a la iglesia del Salvador ya se puede ir tomando la primera tapa. Aquí tienen fama los caracoles. Un poco más arriba (Placeta de Fátima) está el restaurante “El Ladrillo”, famoso entre los estudiantes por ser económico. Bandejas de pescado frito con nombres de embarcaciones, según tamaño. La palma se la llevan los “transatlánticos”, claro.
Otra opción, más glamourosa pero no tan económica, para una comida o cena memorables en el Albaicín es un carmen con vistas a la Alhambra. Es algo 100 % recomendable. Por aquí ya se han mencionado el de Las Tomasas, el Agua, y Mirador de Moraima. No dejes de ver el hilo de “comer en Granada”.
En Plaza Larga hay cafetería y pastelería en oportuna simbiosis.
Si descendéis por la Cuesta Alhacaba tendréis a vuestra izquierda los restos de la muralla. En la Plaza del Triunfo queda una impresionante puerta árabe, la de Elvira. Aquí desemboca una calle con sabor que lleva el mismo nombre que la puerta. Ya volveré sobre ella a propósito de tapas y copas. Cerca tenemos ahora los jardines del Triunfo y el Hospital Real, fundado con esa función por los Reyes Católicos, actualmente es sede del Rectorado de la Universidad.
Con este notable edificio renacentista enlazamos con la Granada cristiana. Se entiende que joyas tan singulares como la Alhambra eclipsen al resto. Pero no me resisto a mencionar dos más de mi personalísima elección: La Cartuja y el Monasterio de San Jerónimo. En otra ciudad pienso que habrían tenido más suerte. Como contrapartida, la quietud habitual los realza.
El Realejo fue antiquísimo arrabal judío y eso deja huella. Si accedéis desde el centro, probablemente lo hagáis por la calle Pavaneras. Aquí tenéis la Casa de los Tiros con su curiosa fachada. Algo más adelante, desviando le ruta un poco a la derecha, está la recoleta Plaza de Sto. Domingo e iglesia del mismo nombre.
Tengo debilidad por el Campo del Príncipe y sus terrazas. A ver como os las componéis para llegar aquí a la hora del tapeo. El príncipe aquí recordado fue Juan, hijo de los Reyes Católicos., pues en este lugar hubo celebraciones de sus esponsales (aunque no los esponsales propiamente dichos). Desde aquí os pongo tarea: a ver si descubrís en la ladera del Realejo (Puerta del Sol) un antiguo lavadero. Es un rinconcillo lleno de encanto, donde el tiempo parece haberse detenido. Abajo quedan la ciudad y su ajetreo y resulta fácil imaginar los cotilleos y las risas de las lavanderas.
El Realejo es un barrio en ladera. Su parte alta resulta más accesible desde la Alhambra. El Hotel Granada Palace no tiene pérdida pues impone su un tanto extravagante presencia desde un lugar bien visible. Mis amigos se quedan encantados cuando les llevo a tomar un café, o lo que se tercie, a su terraza. Luego es una de las cosas que más recuerdan de su visita. Id temprano pues es pequeña. Las vistas son espectaculares.
Desde aquí el romántico Carmen de los Mártires está a un paso. Otro lugar donde el tiempo se detiene.
Ladera abajo está el Carmen de la Fundación Rodríguez-Acosta. Para visitarlo hay que pedir cita. Echad un vistazo en
www.fundacionrodriguezacosta.com por si es de vuestra elección. A mi me resulta un lugar “fotogénico” y le tengo ganas, pero es que no dan facilidades (Sábados, domingos y festivos cerrado).
Doy un salto y te comento otra cosa que observo que suele gustar a los amigos que vienen de fuera y es pasear por la zona comercial tradicional de las calles Puentezuelas, Alhóndiga, Mesones, Reyes Católicos, Plaza Bib-Rambla, Zacatín y, como no y esto ya es un pequeño mundo aparte, la Alcaicería. Desde C/ Reyes Católicos, no dejéis de asomaros al Corral del Carbón, una alhóndiga árabe semiescondida. La única que queda de las varias que hubo en Granada.
Y más cosas que visitar. En torno a la que fue casa familiar de veraneo de Federico García Lorca, la Huerta de San Vicente, existe hoy en día un extenso jardín público que en Mayo debe estar en su punto y cuajadito de rosas. Hay visitas guiadas a la casa-museo pero la reserva sólo está prevista para grupos. Se puede ver calendario de disponibilidad en
www.huertadesanvicente.com/ ...isitas.php Además del recuerdo del poeta, este lugar evoca lo que fue la Vega de Granada.
Ahora un paseo: desde Puerta Real me gusta seguir al Darro en busca del Genil por la Acera del Casino, (no busquéis al Darro. Está ahora oculto bajo vuestros pies), Carrera de la Virgen de las Angustias y luego acompañar al Genil aguas arriba por los Paseos del Salón y de la Bomba. Entre uno y otro, parada técnica en el quiosco de las Titas para tomar algo.
Me dicen mis informadores en Granada, que los tengo y buenos, que estos paseos están ahora en obras. Se puede transitar a la vera misma del río, pero me figuro que se verán algo deslucidos. No obstante los menciono porque permiten disfrutar de otra peculiaridad que hace de Granada una ciudad única: tener ese telón de fondo maravilloso que es Sierra Nevada.
No lejos de vuestro hotel existe algo poco conocido. Nada menos que un palacio nazarí, el Alcázar Genil, en otro tiempo residencia de campo de las reinas de Granada y ahora engullido literalmente por la ciudad. Milagrosamente ha llegado hasta nosotros pero se han perdido sus jardines, huertos y estanques. Edificios anodinos lo cercan y hay que emplear mucha imaginación para recrear mentalmente el entorno tranquilo que buscaban aquí las ilustres damas que lo disfrutaron.
Otra curiosidad muy cercana es la pequeña ermita de San Sebastián, en la ribera del Violón. Antiguamente fue un oratorio musulmán. A pesar de su sencillez posee el valor de ser el único que ha llegado hasta nosotros. Y otro valor histórico añadido: Dice la tradición que en este lugar el rey Boabdil hizo entrega de las llaves de Granada a los Reyes Católicos y aquí se celebró la primera misa después de casi ocho siglos de dominación musulmana.
No sé cuando tenéis programada la visita a la Alhambra ni tampoco vuestros intereses. Pero creo que os he dejado piezas variadas para que os compongáis un puzzle a vuestra medida.
Vamos con tapas, tes, copas y demás.
El tapeo es algo muy difundido en Granada. Desconozco bares concretos en la zona de Alhamar pero seguro que los hay. Las zonas más tradicionales están en torno a la Plaza de la Trinidad-Facultad de Derecho y C/ Navas que arranca de la Plaza del Carmen (la plaza del ayuntamiento). Se tapea bien por las zonas estudiantiles de Carril del Picón, Pedro Antonio de Alarcón, en torno a la Facultad de Ciencias, Glorieta de Arabial etc.
En la zona de Calle Elvira, hay un local muy querido por los granadinos que suele estar lleno hasta la bandera. Se trata de las Bodegas Castañeda y su especialidad: el calicasas.
Mención especial merecen también, las terrazas del Paseo de los Tristes, a la vera misma del Darro, la Alhambra a un lado y al otro el Albaicín. Imprescindible venir también por la noche. Por cierto que “Paseo de los tristes” es un nombre popular. El oficial es “Paseo del Padre Manjón”. Esto podría despistar. Por aquí siempre ha habido locales para la copa tranquila. A ver si los granadinos del foro aparecen y nos ponen al día en cuanto a nombres concretos. En el Albaicín debe haber maravillas. Pero es un tema cambiante y me pilla fuera de juego. Recuerdo haber tomado copas en la deliciosa terraza del Carmen de las Tomasas. Se podría preguntar. Dada la orientación del Albaicín, mirando hacia la Alhambra, cualquier local con terraza va a ser espectacular.
Otra copa especial, tranquila y aderezada quizás con música y poesía en La Tertulia, C/ Pintor López Mezquita, 3. Esto ya por el centro-zona estudiantil.
Salto a una zona diferente para comentaros que en los soportales de la Plaza de Toros, ha surgido últimamente una zona de tapas y copas curiosa por la ubicación y muy de moda.
Vamos con las teterías. Un referente lo constituyen las Calles Calderería Nueva y Vieja, cerca de Plaza Nueva y C/ Elvira. Mi debilidad es Alfaguara, en la Calderería Nueva. Termino dulcemente para mencionar que los batidos y la pastelería andalusí también son memorables.
Cuando estéis de nuevo en la Alhambra, acordaos de esta frase que escuché una vez: “En Roma el agua es para las fuentes. En Granada, las fuentes son para el agua”
Al sur hay que venir sin prisas, imitando la cadencia pausada de los granaínos en día de fiesta. Hay rincones que sencillamente son para pararse a sentir y dejar el tiempo correr. Os dejo con unos versos de Federico García Lorca
“Con qué trabajo tan grande
Deja la luz a Granada
Se enreda en los cipreses
O se esconde bajo el agua”