Estuvimos allí casi dos días y aprovechamos para hacer algunos trails que teníamos ganas y que no hicimos en nuestra visita anterior en 2017 (en aquella época la verdad es que tampoco los conocíamos).
Antes de nada decir que para las fechas en las que estuvimos, un jueves y un viernes de enero, había bastante gente. No petadísimo, pero sí la suficiente como para que nos sorprendiera. Y también avisar que la ciudad de Sedona ha puesto en funcionamiento un servicio de shuttle gratuito y obligatorio de jueves a domingo precisamente para gestionar los problemas derivados de la gran afluencia de gente:
sedonashuttle.com/
Los trails que hicimos en esta ocasión:
Seven Sacred Pools
En realidad esto no es un trail en sí, sino sólo una parte de otro, el Soldier Pass. Por tanto, el camino comienza en el Soldier Pass Trailhead (obligatorio shuttle). No hay gran cosa que contar sobre el camino, es bastante obvio, lo único a destacar es que al poco de empezar encontramos el Devil’s Kitchen Sinkhole, un enorme agujero en el suelo con un bloque gigante de roca rojiza que ha caído sobre él.
A aprox 1km desde el inicio del trail llegamos a las Seven Sacred Pools, que son una serie de hoyos en una explanada de roca rojiza, normalmente con algo de agua en ellos (más o menos según lo reciente de las últimas lluvias). Son uno de los sitios más fotografiados de Sedona por los reflejos que ofrece el agua acumulada en los agujeros, con las torres de piedra de la Coffee Pot Rock de fondo.
Nosotros nos dimos la vuelta aquí, pero si seguís llegáis a un punto donde hay un desvío hacia Soldier Pass Cave, una cueva con un arco dentro que por las fotos parece una pasada. Nosotros no nos aventuramos porque al parecer hay que andar trepando en algunos puntos y nosotros íbamos con la niña.
Birthing Cave
De nuevo, no es un trail en sí mismo sino parte del trail de Long Canyon. Empieza en el Long Canyon Trailhead; aquí no es necesario shuttle pero sí suerte, porque el parking es bastante pequeño y sólo caben un puñado de coches, de hecho había coches aparcados también a lo largo de la carretera en algunos pequeños apeaderos. Y esto un jueves de enero por la mañana, no quiero saber en temporada alta o fin de semana.
En principio seguimos el trail de Long Canyon, no tiene mucha pérdida, hasta que llegados a un punto nos tenemos que desviar a la derecha para dirigirnos hacia un cortado de piedra donde se esconde la cueva. Para subir hasta la cueva hay que medio trepar un poco en algún punto, pero nada complicado. En total serían unos 3km i/v.
Ahora, lo complicado es moverse por dentro de la cueva. Tiene forma de media gota de agua (imaginadla en 3D), con lo que trepar por las paredes para colocarse y sobre todo para sacar la foto tiene su aquel. Especialmente si cuando vas caen hilillos de agua del techo que hacen que la roca esté mojada y escurra más.
La cueva en sí es preciosa, como digo con forma de gota de agua, y al parecer está considerada sagrada. La verdad que es uno de esos sitios que transmiten calma y además las paredes naranjas enmarcan el paisaje haciendo que resulte también muy fotogénica. Eso sí, gran angular o foto panorámica.
Reflecting Pools
A esto no sé ni si llamarlo trail, es un paseíto de 5 minutos. El coche se deja en el Secret Slickrock Trailhead y desde allí cogemos un pequeño sendero entre cactus y arbustos que en unos minutos se abre a una explanada de roca roja con unas vistas preciosas de Cathedral Rock, una de las formaciones más icónicas de Sedona. Esta explanada tiene varios agujeros que recogen agua de la lluvia formando charcos que ofrecen reflejos muy fotogénicos de Cathedral Rock. Y además en el borde de estos agujeros crecen pequeños cactus que contrastan con el rojo de la roca.
En resumen, un lugar (de nuevo) súper fotogénico, especialmente a última hora de la tarde, y donde además estuvimos solos, cosa que siempre se agradece.
Cathedral Rock
Este fue sin duda nuestro favorito, a pesar de que también fue con diferencia el más concurrido y el más exigente. Es uno de los trails más populares, ya que sube hasta la cima de Cathedral Rock, que como comentaba justo arriba es la formación más característica de Sedona, y desde allí además tenemos unas vistas espectaculares. Son poco más de 2km i/v pero es todo subida, y buena parte de esa subida es trepando cual cabras montesas. Eso sí, totalmente factible prácticamente para cualquiera con un mínimo de movilidad (no para llevarte a la abuela, claro), lo hicimos con una niña (10 años) y yo con una rodilla y un tobillo tocados.
Para llegar al trailhead tuvimos que coger el shuttle (por ser viernes por la mañana). Al inicio del camino hay unas letrinas que os recomiendo usar, porque luego evidentemente no hay más baños... Ni mucho sitio donde esconderse (entre que es todo slickrock y la inclinación).
Empiezas subiendo por un trail normal, pero a los 10 minutos el trail desaparece al llegar a la base de Cathedral Rock, que es todo slickrock; al principio es sencillo, simplemente ir subiendo por la ladera de slickrock buscando el paso que te resulte más cómodo, hasta que llegas al punto crítico (una grieta con forma de V a aprox 1m del suelo) donde verás que hay atasco para subir y para bajar, y la gente se va turnando porque sólo hay paso para uno. Aquí fueron varios los que dudaron si seguir adelante, pero todos los que bajaban animaban con la misma frase: esta parte es la peor, luego es más fácil. Y ciertamente, esa es la peor parte, y además no es tan mala como parece, una vez encuentras el apoyo correcto para el pie y subes, ya lo tienes todo hecho.
El resto del camino sigue más o menos la misma tónica de trepar por donde puedas a veces, otras subir laderas de slickrock sin escurrirte para abajo. Es exigente pero lo justo para hacerlo divertido, la niña se lo pasó pipa. Eso sí, como recomendación ropa oscura o vieja, porque os vais a manchar del rojo de la roca sí o sí (ciertos tramos de la bajada lo más cómodo es hacerlos en modo tobogán...).
Una vez llegas arriba las vistas son una pasada, y más cuando encima estás rodeado de las torres de piedra que forman los pináculos de Cathedral Rock. Pero al llegar arriba aún no se acaba, todavía se puede explorar más. Yendo hacia la derecha y siguiendo un pequeño repecho de piedra llegáis hasta el mismo borde y desde allí tenéis el valle rojo y verde a vuestros pies (si tenéis vértigo no os lo recomiendo, mi marido lo pasó mal sólo de verme a mí). Además queda una foto muy chula con uno en el borde de la pared y el fotógrafo en el centro (donde llegas al subir).
Si vais hacia la izquierda, y trepando un poquito más, vais a dar a una abertura entre las rocas con vistas hacia el otro lado y con una espira gigante de roca justo delante de vosotros. La verdad es que resulta impresionante.
La bajada fue mucho más rápida y sencilla que la subida, calculo que en subir tardamos como una hora y en bajar unos 40min (contando que en el punto crítico había atasco). A esto hay que sumarle el tiempo que nos pasamos arriba explorando la zona, disfrutando las vistas y haciendo fotos.
Como decía antes, un viernes por la mañana en enero estaba hasta la bandera de gente. Además, aunque no hacía muchísimo calor, acabamos quitándonos la sudadera porque el sol caía a plomo, no hay ninguna sombra, y bebimos muchísima agua. Así que si vais en meses más cálidos (y no digamos ya en verano) mi consejo es que empecéis a primerísima hora, gorra, crema y mucha agua.
Tomo nota, llegaremos a primera hora de la mañana desde Williams/Flagstff (tenemos varios hoteles y de aquí a entonces nos quedaremos con el que mejor se adapte al presupuesto). La idea es pasear un poco por la zona céntrica, pasar la mañana y salir nada más comer hacia Cathedral Rock, ya que nos gustaría ver el atardecer desde arriba. Hacemos noche en Wildflower Inn, por lo que podemos permitirnos bajar 'tarde'.
Hace años tuve la suerte ya que en septiembre apenas éramos 6-7 personas en lo alto de Cathedral Rock y había una pareja de nativos realizando cantos. Al descender, un grupo de 15-20 personas se encontraba en el inicio del sendero realizando ecstatic dance. Una pasada.