...Día 15 podés ir a la mañana a Kutna Hora y recorrer el pueblo, regresás en la tarde y recorrés el Castillo de Praga y alrededores.
- Día 16 si te quedás en Praga podés redondear recorriendo algo que quieras profundizar o irte a Viena
Viena
- Día 16 Si llegás este día podés hacer un reconocimiento de Viena y recorrer la Karl Platz, con la Iglesia de San Carlos Borromeo, Parque Ressel. Luego la Zona del Palacio Schwazerber, allí hay un Parque, el cual con un gran monumento recuerda a los soldados soviéticos muertos en la II Guerra Mundial y una fuente. Cerca están los bellísimas construcciones sobre la Schwarzerberg Platz, una bonita avenida por la cual pasan tranvías y se aprecian edificios construídos sobre el formato de Palacios que deben datar del siglo XIX pero realmente muy bien cuidados. Stadtpark. Otro de los tantos pulmones verdes que posee Viena, con su canal, la Kursalon Hübner (un restaurante) y la vegetación. A unas cuadras está la curiosa Kundertwasserhaus, la cual está construída casi enteramente en vidrio.
La sede del Correo de Austria, Stephan Platz, la Catedral, el Museo que fuera Casa de Mozart, Teatro Wiener Straastoper (La Opera de Viena), el Burgarten, La Albertina y la Marie Therese Platz, con sus edificios gemelos del Museo de Historia de Ciencias Naturales y enfrente el Museo de Historia del Arte. A uinas cuadras está el Wolkstheater y caminando un rato el Pabellón de Secesión de Viena, un pequeño y bonito palacio construído a finales del Siglo XIX con una bola dorada en su parte superior, lugar que aloja una muestra de arte. En este lugar se concentraban los pintores que formaban esta sociedad de secesión, cuyo máximo exponente fué el afamado Gustav Klimt.
Sin olvidar el Museum Quartier el cual está dedicado a todos los campos de las artes.
- Día 17 Si es el primero en Viena lo de arriba si es el segundo, arrancá temprano para recorrer Palacio de Schonburn, Depósito de Muebles (no sé si te interesa pero lo incluía la entrada a Shonburn), los Apartamentos Imperiales, el Museo de la Catedral de San Esteban, el Ratthaus Park (Alcaldía de Viena), cercano al Khofburghtheater, el Parlamento y el Palacio de Justicia. Podés cerrar el día recorriendo El Pratter y subirte a su famosa rueda.
- Día 18 Vas a Bratislava. Castillo de Bratislava, Viejo Ayuntamiento (que contiene el Museo de la Ciudad que alberga un calabozo. Sus campanas se escuchas desde diversos rincones de Bratislava), Palacio Primacial, Plaza Principal, los Tribunales, El Mirón, la Iglesia, Fuente de Maximiliano, también conocida como la Fuente de Roland (1572), el Teatro Nacional Eslovaco el cual en estilo clasicista, fué construído entre 1884 y 1886 y cerca está el Museo de Historia, que en la práctica es un Museo de Ciencias Naturales, con una exposición muy bien presentada de todo el reino animal, con una sala dedicada a la Minería, en la cual hay muestras de todo tipo de minerales de todos los rincones del mundo. El museo está ambientado en los años '70 y su ambiente está detenido en el tiempo. En su primer piso, vemos una muestra dedicada al creador del mecano, en la cual uno tiene la posibilidad de armar, enfrente está la muestra dedicada el creador de los lentes de contacto.
Catedral de San Martín, se puede visitar su Sala en el piso superior donde hay un pequeño Museo y las Catacumbas con unas criptas donde están enterrados varios dignatarios de la Iglesia y... Leer más ...
Capital de la Ribera y Ciudad Europea del Vino 2022, es un destino ideal para un viaje
experiencial que aúna gastronomía, historia y patrimonio
Asentada en un subsuelo plagado de antiguas e históricas bodegas –las que daban cobijo a sus afamados vinos de la DO Ribera del Duero– Aranda de Duero conserva ese aire de villa medieval que atrapa al viajero. Porque, además de seducirle por el paladar con el lechazo asado, su plato estrella, la localidad castellana ofrece atractivos patrimoniales vinculados a su historia que proponen un emocional viaje al pasado… ¡A la Edad Media! Estas son 10 pistas imprescindibles para inhalar la más pura esencia arandina.
1– La Plaza Mayor. Auténtico corazón de Aranda de Duero, donde antaño se celebraban ferias y mercados. A sus edificios de la nobleza une los característicos soportales, un quiosco de música y –sobre el propio pavimento– una reproducción del plano de Aranda, el primer plano urbano en perspectiva realizado en España, que data de 1503 y cuyo original se encuentra en el Archivo General de Simancas (Valladolid). Esta plaza alberga también el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino (CIAVIN), en un edificio con restos del siglo XVIII. Forma parte de este Centro la Bodega de las Ánimas, que recrea diferentes escenas sobre la elaboración del vino.
2– Iglesia de Santa María la Real. Majestuoso templo gótico del siglo XV, construido sobre una anterior iglesia románica. A destacar en el exterior la espléndida portada-retablo de su fachada principal gótico-isabelina, dedicada a la Virgen María y atribuida a Simón de Colonia. Está enmarcada por dos bellos pináculos y en la parte inferior de los mismos, junto a los dos padres de la iglesia (San Ambrosio y San Agustín), ubicados a sus extremos, vemos las figuras de seis apóstoles. Y en el interior, destacan la capilla de los Salazar, la escalera del coro (de estilo mudéjar) y el púlpito plateresco, de estructura hexagonal.
3– Iglesia de San Juan. De estilo gótico purista (siglo XIV), llama la atención su portada de arquivoltas apuntadas con un capitel corrido, sostenidos por capiteles, y una imagen de San Juan Bautista en el parteluz. En su interior acoge la capilla de las Calderonas, con un bellísimo retablo renacentista. Este templo alberga el Museo de Arte Sacro, con esculturas romanistas, orfebrería religiosa y dos audiovisuales.
4– Bodegas subterráneas. El subsuelo arandino está horadado por 7 kms de galerías excavadas entre los siglos XII y XVIII. Se encuentran a una profundidad aproximada de 10/12 metros, desde la Edad Media, para almacenar el vino de los cosecheros de la localidad. En la actualidad se conservan 135 bodegas, algunas de las cuáles pueden visitarse. Entre ellas, la citada de Las Ánimas o la de Don Carlos, una bodega medieval con visitas teatralizadas los sábados y con degustación de vino al finalizar... Leer más ...
Olite (unos 3.500 habitantes) es ciudad de orden de Felipe IV desde 1630, y cabeza de una de las cinco merindades de Navarra (con Pamplona, Sangüesa, Tudela y Estella), rescoldos de un pasado mítico que los orgullosos habitantes de Olite llevan en su ADN.
Esa tozuda realidad nos dice que pasó de ser la niña de los ojos de la monarquía navarra entre los siglos XIV y XV a convertirse en la capital del vino de Navarra en pleno siglo XXI, sin dejar nunca de ser parada obligada al cruzar la región, desde la fértil Ribera del Ebro a la Vieja Iruña, o viceversa, en esta Zona Media con alma de Toscana Foral.
Aunque existen restos arqueológicos romanos del siglo I, la fundación de Olite se atribuye al rey godo Suintila hacia el año 621. El rey navarro García Ramírez dio a la ciudad su primer fuero y Teobaldo II le concedió ferias anuales en 1276, año a partir del cual se celebraron Cortes en Olite.
Fue sede real durante el medioevo y residencia predilecta de Carlos III el Noble (1337-1425), monarca que deseaba tener un palacio fastuoso y que en él albergó animales exóticos como jirafas, leones o búfalos, además de realizar auténticos jardines colgantes tropicales en sus muros.
Como ejemplo de aquel lejano esplendor cortesano quedó el Palacio Real, que ocupa un tercio del casco urbano medieval.
En realidad, se trata de dos palacios construidos uno junto a otro. Del palacio "viejo" (XII-XIII), actual Parador de Turismo, sólo quedan en pie los muros y las torres, mientras que el palacio "nuevo" (XIV-XV) es un magnífico representante del estilo gótico civil francés. Un amplio patio da acceso al interior que puede visitar acompañado de un guía.
El palacio es un complejo e irregular conjunto de torres, estancias, jardines, galerías y patios que sobresalen majestuosos sobre el caserío de Olite. Su esplendor fue tal que se decía que en él había “tantas habitaciones como días tenía el año”. Muchas son las torres: la del Homenaje, la de Ochavada o de las Tres Coronas, la de los Cuatro Vientos, la de Atalaya y la torre del Aljibe. Desde esta última, un curioso complejo hidráulico elevaba el agua desde el río Cidacos para alimentar a los jardines.
La portada de la iglesia de Santa María y la torre de la Iglesia de San Pedro completan la visita al casco histórico de Olite.
Olite conserva las murallas romanas más completas y en mejor estado de Navarra. Es una construcción del siglo I de la que podemos distinguir sus restos por los característicos sillares de labra almohadillada. En la Edad Media se ampliaría el recinto amurallado.
Paseando por el Casco Antiguo encontramos también casonas medievales y palacios renacentistas y barrocos, con sus escudos de piedra y amplios aleros decorados.
Fiestas
Las Fiestas Medievales se celebran en agosto. La ciudad se llena de mercaderes, artesanos, titiriteros, trovadores, clérigos, arqueros, halconeros y malabaristas que ofrecen sus productos y espectáculos a los visitantes, mientras desfilan reyes y princesas y se celebran torneos entre caballeros. También hay comidas y cenas medievales servidas en vasijas de barro por posaderos ataviados con ropajes de la época.
Durante el verano se celebra también el Festival de Teatro, con actuaciones en la calle y en escenarios al aire libre.
Cultura del vino
se puede completar la estancia con la visita a alguna de las muchas bodegas de la localidad.