Nápoles y algo más y algo menos. Agosto 2022 ✏️ Blogs of ItalyViaje previsto a Nápoles, costa Amalfitana y Pompeya de 7 días que se quedó en 5 días gracias a la compañía aéreaAuthor: Elulo Input Date: ⭐ Points: 5 (6 Votes) Index for Blog: Nápoles y algo más y algo menos. Agosto 2022
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Después de tanto tiempo con restricciones de viaje y, aunque con cautela, al enterarme de que Italia ya no exigía ningún requisito para entrar relacionado con el Covid19, la idea de una escapada a Nápoles y sus alrededores volvió a tomar forma. (Si ya sé que no es el mejor destino para verano, ya sé que nos encontraríamos mucha gente, precios altos, etc; pero las ganas pudieron más) Así que me puse a buscar vuelos, hoteles y planificar el recorrido en los pocos días libres previos que teníamos. El recorrido inicialmente previsto era el siguiente: * 18/8: BCN- Nápoles a las 07:25h, con llegada prevista a las 09:30h. Traslado al B&B y visita de la ciudad (noche en Nápoles) * 19/8: Nápoles (noche en Nápoles) * 20/8: Nápoles - Procida - Nápoles (noche en Nápoles) * 21/8: Nápoles - Sorrento (noche Sorrento) * 22/8: Sorrento - Costa - Sorrento (noche en Sorrento) * 23/8: Sorrento - Pompeya (Vesubio) (noche en Pompeya) * 24/8: Pompeya y traslado a Nápoles (noche en Nápoles) * 25/8: Nápoles, visita y regreso a BCN en el vuelo de las 22:00h. Bueno pues la compañía aérea Vueling se encargó de que no fuera así. El día 18/8 salimos de casa antes de las 06.00h ilusionados con el viaje, nos recogió el Cabify reservado y llegamos a la T1 del aeropuerto de BCN con tiempo suficiente para pasar el control de seguridad sin agobios; pero no llegamos a pasar ese control. Nuestros billetes electrónicos en el escáner daban ¡error! Probamos con los billetes impresos y ¡error! Nos dirigimos al mostrador de facturación de Vueling y allí nos dicen que el vuelo a Nápoles había sido cancelado y que fuéramos al mostrador de atención al cliente de la compañía y allá nos darían alguna solución. El mostrador de atención al cliente de Vueling en la T1 de BCN está casi escondido y cuando lo encontramos no éramos los únicos. He de decir que ese mostrador estaba atendido, de forma muy correcta, por dos únicos empleados por lo que la espera fue larga y, en determinados momentos, tensa. La compañía había cancelado varios vuelos ese y otros días incluidos viajes de conexión con otros trayectos. Después de casi 4 horas haciendo cola nos atendieron. Según creo cuando la compañía aérea cancela tu vuelo tienes derecho al reembolso (que no nos planteamos) o a la recolocación en otro vuelo. Estábamos dispuestos a que nos enviaran a Roma, Florencia, Bolonia, Milán o Turín y desde allí, y por cuenta nuestra, llegar a Nápoles en tren. Pues, según el personal de Vueling lo mejor que nos podían ofrecer era a Venecia el día 19/8 por la tarde (con un trayecto en tren de casi 6h) o a Nápoles el día 20/8 a las 07:25h. Finalmente y, muy a nuestro pesar, nos quedamos con el vuelo a Nápoles del día 20/8. De regreso a casa intenté presentar telemáticamente la reclamación de cantidad por los daños ocasionados por la cancelación del vuelo (según creo y, dependiendo de la distancia, se tiene derecho a una compensación económica, entre otros derechos reconocidos en la normativa sectorial), pero me fue imposible. Constantemente la web me daba el mensaje de que no podía presentar la reclamación al no estar en el plazo determinado para ello .Intenté contactar telefónicamente con Vueling por lo anterior y al ver que el vuelo a Nápoles del día 19/8 de las 07:25h estaba programado y no tenía incidencia alguna intentando que nos recolocaran en ese vuelo del día 19/8 y no esperar al día 20/8. Después de muchos intentos, por fin hablé con un agente. Le expliqué el caso y me dio un número de reclamación que serviría para el seguimiento del caso y, en relación con la recolocación, me contestó que al tener asignado ya un vuelo para el día 20/8 si queríamos volar el día 19/8 deberíamos pagar por el cambio y la diferencia de precio entre pasajes de uno y otro día. O sea que nada de nada Ese mismo día, por la noche, recibimos un correo electrónico de Vueling en el que se nos participa que no tenemos derecho a la compensación porque la cancelación se había debido a causas meteorológicas imprevistas. Ante esa resolución y, siguiendo sus propias indicaciones, contesté a Vueling haciendo alegaciones y aportando los gastos ocasionados. A fecha de hoy no hemos recibido respuesta alguna. Al día siguiente presenté mi reclamación ante la AESA y, a día de hoy, está pendiente de validación. Así que por cuestiones ajenas a nuestra voluntad, el itinerario se veía modificado por esa reducción; por lo que hicimos lo que pudimos de ese plan inicial y la primera decisión fue descartar la visita a la isla de Procida que se queda pendiente, como tantas otras cosas. Dicho todo esto lo que voy a "colgar" es la información que recopilé atendiendo al plan inicial de 7 días, por si os puede interesar, diferenciado en etapas según los destinos que sí visitamos. Journeys 1 to 3, Total 9
Nápoles o te gusta o la detestas. Yo nunca viviría en esta ciudad, pero me encantó, me sorprendió y volvería con más calma.
Al llegar al aeropuerto de Nápoles, Capodichino, desciendes del avión y caminando por la pista entras en la terminal. Para el traslado a la ciudad tienes, básicamente, dos posibilidades: * Bus www.anm.it/ ...mp;id=1314 Cada 15’ desde las 06.00h hasta las 23.20h. Tipos de tickets válidos: 1.-Ticket ALIBUS recorrido único: €5,00 (valido para una solo trayecto) que se puede comprar al conductor del bus o en las máquinas automáticas a la salida de la terminal de llegadas 2.- Ticket UNICO ALIBUS integrado tiempo: €5,00 (valido 90' desde la primera validación) Recorrido: FERMATE ALIBUS Desde Aeroporto di Capodichino - Piazza Garibaldi (Stazione Centrale) - Immacolatella/Porta di Massa (interno Porto) - Molo Angioino/Beverello (terminal Stazione Marittima). Equipaje: 1 maleta y 1 equipaje de mano gratis. El billete se ha de validar y conservar hasta el final de tu trayecto. Hasta Piazza Garibaldi tarda unos 15' y hasta el Puerto unos 35'. * Taxi Nosotros, al ser 4 y debiendo intentar recuperar todo el tiempo que nos ha desaparecido, es la opción que escogemos. A la salida de la terminal, a la derecha, se encuentra la parada de taxis. El servicio se puede utilizar pagando lo que indique el taxímetro o solicitar la aplicación de la tarifa predeterminada. El Ayuntamiento de Nápoles establece que: "La tarifa predeterminada incluye cualquier suplemento extra (desde/hasta aeropuerto, noche, vacaciones, equipaje, animales). La tarifa es válida para todo el día (24h en días laborables y festivos). La aplicación de la tarifa predeterminada se debe solicitar por el usuario al inicio del viaje y el taxista no se puede negar. Para este servicio, se muestra "F0.00" en la pantalla del taxímetro. La tarifa predeterminada se aplica al número total de pasajeros a bordo del taxi. La tarifa actualmente en italiano e inglés debe estar claramente expuesta en el respaldo del asiento delantero del automóvil para permitir que el usuario elija libremente, antes del inicio del viaje, uno de los dos sistemas de tarifas" Nosotros no tuvimos ningún problema cuando la solicitamos y, así, el taxi nos costó 21€, 1€ más que el bus y mucho más rápido, cómodo, divertido y excitante al comprobar cómo se conduce en Nápoles. El taxi nos dejó a las puertas de nuestro B&B en el que habíamos pagado 3 noches aunque fuéramos a utilizar solamente una. El período de cancelación gratuita ya había expirado y no nos rebajaron el precio. La jugada les salió redonda; ya que nos cobraron 3 noches manteniéndonos la reserva, pero la utilizaron con otros huéspedes durante las 2 primeras noches Factory Design Via Ferdinando del Carretto, 26. Aunque el edificio en el que se encuentra es un poco tétrico, el B&B está muy bien: la habitación que reservamos, la junior suite, amplia y limpia; el desayuno suficiente y con productos sin gluten; la atención del personal, excelente. Además su situación es perfecta para en dos minutos andando estar en Vía Toledo. Una peculiaridad es que cada vez que usabas el ascensor había que echar una moneda de 20 cts; pero el portero nos facilitó la primera y en recepción nos dieron unas cuantas monedas por si las necesitábamos. Una vez instalados empezamos nuestro recorrido por la ciudad siguiendo, más o menos, lo planeado. Los recorridos que había previsto eran los siguientes: (Si seguís leyendo desaparecerá esa idea que Nápoles tiene poco que ver, excepto callejear) (PRECIOS Y HORARIOS VIGENTES AGOSTO 2022) ¡Ojo con los horarios: hay iglesias o capillas que cierran a mediodía y algunos no abren por la tarde y otros que cierran por vacaciones durante semanas enteras! Recorrido por Centro Histórico Desde nuestro alojamiento comenzamos el recorrido saliendo del hotel a la izq. hasta la primera calle a la derecha, Via dei Fiorentini, hasta Via Medina a la izquierda hasta desembocar en via Monteoliveto y todo recto hasta girar a la derecha hacia Calata Trinità Maggiore, giramos a la derecha hacia Piazza del Gesù Nuovo y girar a la izquierda para continuar por Piazza del Gesù Nuovo En el centro de la plaza está la Guglia dell’Immacolata de 1747 al que cada 8 de dic.un bombero se sube a colocar una corona a la Vírgen Chiesa del Gesù Nuovo (en agosto de 2022 toda su fachada se encuentra cubierta con una andamio) Horario: 09.30h a 12.30h y 17.00h a 19.15h Gratis Originalmente en la parcela estaba el Palazzo Sanseverino, finalizado en 1470 por voluntad expresa de Roberto Sanseverino, Príncipe de Salerno. Una placa colocada en la fachada por el propio Novello reza así: Novello da San Lucano, arquitecto egregio, más por obsequio que por recompensa, elevó este palacio al Príncipe de Salerno, su señor y principal benefactor, el año de 1470 A continuación, el palacio pasó a su hijo Antonello que, por diferencias con la corte aragonesa (encabezó la Conspiración de los Barones en 1485), sufrió la confiscación de sus bienes y fue obligado a huir de Nápoles. Posteriormente, su hijo Roberto II obtuvo el perdón del rey de España y la familia volvió al palacio. En los tiempos de Ferrante Sanseverino, hijo de Roberto II, el palacio era célebre por la belleza de sus interiores y su espléndido jardín. Cuando en 1536 Carlos V visitó Nápoles a su regreso de la conquista de Túnez, Ferrante lo acogió en su palacio. Durante el virreinato de Pedro de Toledo, en 1547, se intentó introduir la inquisición, el pueblo se rebeló y Ferrante Sanseverino apoyó la rebelión. Pese a que consiguió impedir su instauración se le confiscaron todos sus bienes y se exilió en 1552. Los bienes de los Sanseverino fueron puestos a la venta por Felipe II. En 1584 el Palacio fue vendido a los jesuitas que readaptaron el edificio civil a una Iglesia. Iglesia Los jesuitas encargaron la remodelación de todo el complejo que se vació completamente, no conservando ni las salas ni los jardines. Las únicas que se salvaron fueron la fachada almohadillada y el portal de mármol renacentista. Las obras fueron financiadas por Isabella Feltria Della Rovere, princesa de Bisignano. El nombre de la princesa y el de Roberto I Sanseverino son recordados en la inscripción encerrada en un cartucho de mármol presente en el arquitrabe del portal principal. El cartucho fue colocado en 1597 que corresponde al año en el que la iglesia abrió al culto. La consagración se produjo el 7 de octubre de 1601. Aunque estaba dedicada a la Inmaculada, la nueva iglesia de los jesuitas fue llamada inmediatamente «del Gesù Nuovo» para distinguirla de la del Gesù Vecchio. Entre 1629 y 1634 se erigió la primera cúpula y entre 1635 y 1636 Giovanni Lanfranco pintó los frescos de la cúpula. En 1639 la iglesia, a causa de un incendio, fue sometida a obras de restauración y en 1652 se encargó a Aniello Falcone que decorara con frescos la bóveda de la gran sacristía. En 1688 un terremoto hizo que se derrumbara la cúpula y se dañaran los interiores. Entre 1693 y 1695 la cúpula fue reconstruida por Arcangelo Guglielmelli. En 1695, el portal original de mármol renacentista fue enriquecido con dos columnas, un frontón quebrado, cuatro ángeles y el escudo de la Compañía de Jesús. En 1717 se reforzó todo el complejo, según el proyecto de Ferdinando Fuga, con la erección de contrafuertes y arbotantes. Paolo De Matteis pintó además en la cúpula reconstruida una Gloria de la Virgen, fresco que sin embargo hizo lamentar el perdido Paraíso de Lanfranco. En 1725 las obras del Gesù Nuovo se podían considerar concluidas. En 1767, después de que los jesuitas fueran expulsados del Reino de Nápoles, la iglesia pasó a los franciscanos que dieron a la iglesia el nombre de Trinità Maggiore. Los franciscanos permanecieron poco tiempo. En 1774, a causa de un derrumbe parcial de la cúpula, esta fue demolida totalmente, mientras que la iglesia permaneció cerrada durante unos treinta años. En 1786 se reconstruye la cubierta de la iglesia: la cúpula fue sustituida con una falsa cúpula aplastada (llamada scodella o «escudilla») que actualmente se presenta pintada con un casetonado en perspectiva; por su parte, la cubierta de la nave de la iglesia se hizo con un techo a cerchas. En 1804 los jesuitas fueron readmitidos en Nápoles, pero nuevamente expulsados durante la época francesa, entre 1806 y 1814. Tras la vuelta de los Borbones, en 1821 la iglesia volvió a las posesiones de la Compañía de Jesús que fueron nuevamente expulsados posteriormente. El 8 de diciembre de 1857 se terminó el altar mayor diseñado por el jesuita Ercole Giuseppe Grossi y la iglesia se dedicó a la Inmaculada Concepción. En 1900 la orden de los jesuitas pudo volver definitivamente. Sufrió graves daños durante la II Guerra Mundial. Cayó una bomba sobre el techo de la nave central, milagrosamente sin explotar. Actualmente la bomba está expuesta en los locales contiguos a la nave derecha de la iglesia, dedicados a san Giuseppe Moscati. En 1975 la iglesia fue restaurada de nuevo y se procedió a la enésima reparación de la pseudocúpula. La fachada se caracteriza por su almohadillado, compuesto por una especie de pequeñas pirámides que sobresalen hacia el exterior. Estas pirámides presentan extrañas marcas grabadas por los cortadores de piedra napolitanos que dieron forma a la durísima piedra de piperno. La interpretación tradicional era que estas marcas caracterizaban a los diferentes equipos de trabajo en los que se dividían. El portal de mármol es del Palazzo Sanseverino y data de principios del siglo XVI. Sin embargo, en 1695 los jesuitas realizaron algunas modificaciones en los finos bajorrelieves, en las ménsulas sobre las que se apoya el friso superior y en la cornisa: prolongando la cornisa del portal, añadieron a los lados dos columnas corintias de granito rojo, un frontón quebrado coronado por el escudo de la Compañía de Jesús (con dos querubines en el acto de sostener el escudo) y otros dos ángeles más grandes, uno a cada lado del frontón. El emblema de los jesuitas, colocado en el interior de un escudo oval, consiste en la cruz con el famoso monograma IHS del nombre de Jesús y, debajo de él, los tres clavos de la crucifixión de Cristo. Sobre las dos jambas del portal, al lado de los capiteles de las dos columnas, se colocaron los escudos de los Sanseverino y los Della Rovere que, en dimensiones mayores, están reproducidos también en la parte más alta del margen extremo derecho e izquierdo de la fachada, en las partes sin almohadillado, mientras que sobre el arquitrabe se añadió otro friso con cinco cabezas que sostienen cuatro guirnaldas de fruta. Desde cada cabeza se bifurcan cintas que forman curvas y volutas, mientras que las cuatro guirnaldas están coronadas por otros tantos emblemas, correspondientes también a los escudos de los Della Rovere y de los Sanseverino, alternados por dos coronas (la cabeza central se ha perdido completamente). En el Renacimiento había en Nápoles algunos maestros de la piedra que se creía que eran capaces de cargarla de energía positiva para mantener alejadas las energías negativas. Las extrañas marcas que se reconocen en la fachada a los lados de las pirámides del almohadillado «a punta de diamante» (dispuestas de manera que pareciera que se repiten siguiendo un ritmo particular que dejara intuir una «clave» de lectura oculta) han dado lugar a una curiosa leyenda. La leyenda afirma que quien hizo construir el palacio (se debe suponer Roberto Sanseverino), quiso servirse durante su construcción de maestros del piperno que tenían conocimiento de secretos esotéricos, secretos transmitidos solo oralmente y bajo juramento de los maestros a los aprendices, capaces de cargar la piedra con energía positiva. Según la leyenda, las marcas misteriosas realizadas sobre las pirámides de la fachada tenían que ver con estos artes mágicos o conocimientos de alquimia: debían transmitir todas las fuerzas positivas y benévolas desde el exterior hacia el interior del palacio. Por impericia o malicia de los constructores, estas piedras marcadas no fueron colocadas correctamente, por lo que el efecto fue exactamente el opuesto: todo el magnetismo positivo era transmitido del interior hacia el exterior del edificio, atrayendo así todo tipo de desastres al lugar. Esta sería la razón por la que en el curso de los siglos se han producido tantas desgracias en esta zona: las confiscaciones de los bienes de los Sanseverino, la destrucción del palacio, el incendio de la iglesia, los repetidos derrumbes de la cúpula, las varias expulsiones de los jesuitas… Sin embargo, en 2010 el historiador Vincenzo De Pasquale y los musicólogos Csar Dors y Lòrànt Réz identificaron en las letras arameas grabadas en las pirámides las notas de una partitura que estaría constituida por la fachada de la iglesia, que debe leerse de derecha a izquierda y de abajo a arriba. Se trata de un concierto para instrumentos a plectro de una duración de casi tres cuartos de hora, al que los estudiosos que lo han descifrado han dado el nombre de Enigma. Esta interpretación ha sido puesta en duda por el estudioso de simbología esotérica Stanislao Scognamiglio, que ha sostenido que las marcas no son caracteres del alfabeto arameo, sino que pueden ser asimilables a los símbolos operativos de los laboratorios de alquimia en uso hasta el siglo XVIII. Interior 1. Capilla de los Santos Mártires 2. Capilla de la Natividad 3. Capilla de san Ignacio de Loyola 4. Sacristía 5. Capilla del Crucifijo y de san Ciro 6. Capilla de san Francisco de Jerónimo 7. Ábside 8. Capilla del Sagrado Corazón 9. Capilla de san Francisco de Borja 10. Oratorio de san Giuseppe Moscati 11. Capilla de san Francisco Javier 12. Cúpula 13. Capilla de la Visitación (o de san Giuseppe Moscati) 14. Capilla de san Carlos Borromeo El interior es a cruz griega con el brazo longitudinal ligeramente alargado. Presenta una cúpula en correspondencia con el centro del transepto y diez capillas laterales, cinco por lado, de las cuales dos están colocadas al lado del ábside, a lo largo de la pared presbiterial. En la contrafachada hay frescos de 1725 sobre la Expulsión de Eliodoro del templo (en la nave central) y de su escuela (en las naves laterales). Las bóvedas de cañón fueron pintadas entre 1636 y 1638, y algunas de ellas repintadas posteriormente por Paolo De Matteis unos cincuenta años después a causa de los daños producidos por el terremoto del 1688, y representan a lo largo de la nave escenas sobre el Nombre de Jesús. La cúpula, reconstruida por Ignazio di Nardo y consolidada por una estructura de hormigón armado, presenta un casquete esférico con ventanas de luneta; las decoraciones de estuco retoman el motivo del casetonado mientras que en las pechinas de la falsa cúpula hay frescos de los cuatro evangelistas, restos del ciclo de principios del siglo XVII de Giovanni Lanfranco. En la iglesia hay dos órganos, elevados respecto a la nave central, en la zona del ábside. Uno data de en torno a 1640, pero no es utilizable. El otro, restaurado por en 1989 reutilizando la caja barroca y parte del material fónico del precedente instrumento del siglo XVII, es obra de Pompeo de Franco. El instrumento, de transmisión mixta, mecánica para los teclados y electrónica para los registros y las combinaciones, tiene dos teclados de 61 notas cada uno y un pedalero de 32. La tribuna está decorada con frescos de Massimo Stanzione, mientras que, realizada entre los siglos XVII y XVIII por Cosimo Fanzago, en la pared principal hay una estructura de mármoles policromos con seis columnas de alabastro en cuyo centro hay una hornacina que alberga la Virgen de 1859 de Antonio Busciolano con dos altorrelieves en los lados de la escuela de Domenico Antonio Vaccaro que representan a San Ignacio de Loyola y a San Francisco Javier, y debajo de ellos dos esculturas Busciolano que representan a San Pedro y a San Pablo. El grupo de ángeles que sostiene el globo sobre el que está colocada la Virgen es del siglo XVIII. Finalmente, el altar mayor es una obra de mediados del siglo XIX. Capillas de la nave izquierda En la nave izquierda se abren en total cinco capillas: tres grandes capillas están a lo largo de la nave, una aún más grande corresponde a la parte terminal del transepto (después de la segunda capilla) y una última actúa como «ábside de la nave». Capillas de la nave derecha La nave derecha tiene el mismo esquema de la izquierda, con dos capillas laterales, la capilla del transepto y posteriormente las dos presbiteriales, una sobre la pared de fondo y otra al lado del ábside de la nave. Capilla de San Ignacio de Loyola Capilla de San Francisco Javier
La segunda capilla de la derecha (llamada también de la Visitación) está dedicada a san Giuseppe Moscati y conserva un cuadro sobre el altar de Massimo Stanzione sobre la Visitación, mientras que las decoraciones en mármoles policromos son de Fanzago. En la cúpula de la crujía delantera hay restos de frescos de Luca Giordano, mientras que los Ángeles en las hornacinas son de Andrea Falcone.Y a la izquierda del altar de la capilla de San Francisco Javier una puerta da acceso al oratorio de san Giuseppe Moscati, donde se exponen algunos manuscritos del santo, fotografías históricas suyas, algunos rosarios y los antiguos muebles de las habitaciones del santo (dormitorio y estudio), donadas por la hermana del médico a la congregación de los jesuitas de Nápoles y reproducidas posteriormente en la iglesia. El doctor José Moscati nació en Benevento (Italia), el 25 de julio de 1880. Ingresó a la universidad para estudiar medicina y a los veintidós años de edad se graduó con las mejores calificaciones de su generación. Se levantaba diariamente muy temprano para ir a misa y recibir la comunión. Después se dirigía a las colonias pobres para ver algunos enfermos y a las ocho treinta de la mañana iniciaba el trabajo en el hospital. Sus pacientes predilectos eran los pobres. Cuando sucedió la erupción del Vesubio en 1906, fue de voluntario a Torre del Greco donde había un gran hospital, con la orden de desalojarlo. Durante más de veinte horas ayudó a trasladar enfermos a un lugar seguro. Cuando todos estaban a salvo, el techo del edificio se derrumbó por el peso de las cenizas. Durante la epidemia de cólera de 1911 en Nápoles, se mantuvo en su puesto a pesar de que los demás médicos se ausentaban, sosteniendo con abnegación heroica las tareas más difíciles en las zonas más afectadas de la ciudad. En 1911 fue nombrado director del Hospital de Incurables y se le encomendó la formación de los estudiantes de medicina. Durante la I Guerra Mundial intentó alistarse en el ejército, pero fue rechazado y terminó organizando un hospital para los heridos, donde trató personalmente a cerca de 3.000 soldados. El 12 de abril de 1927, y a la espera de la visita de los enfermos en su estudio privado, ya enfermo como últimamente trabajaba, falleció en su sillón. Tenía solo 46 años y 8 meses. La noticia de su muerte se difundió rápidamente, se resume en las palabras "ha muerto el médico santo". En el funeral, hubo una participación popular significativa. Especialmente los pobres lloraron sinceramente la pérdida de su más querido benefactor. El 16 de noviembre de 1930 sus restos mortales fueron trasladados al Cementerio de Poggioreale en la Iglesia del Gesù Nuovo de Nápoles, centro principal de veneración, en una urna de bronce, creada por el escultor Amedeo Garufi. Su festividad en la Iglesia católica se celebra el 12 de abril, día de su fallecimiento, mientras que el 16 de noviembre se celebra el traslado de sus reliquias. El papa Pablo VI lo proclamó beato el 16 de noviembre de 1975. Fue proclamado santo el 25 de octubre de 1987 por Juan Pablo II. A escasos 150 m desde la entrada principal de la Chiesa del Gesù Nuovo se llega a la siguiente parada: El Complesso Monumentale de Santa Chiara. Horario: L – S: 9:30 – 17:30; D: 10:00 a 14:30h Ultimo ingreso 30 min. antes del cierre. Horario Basilica: L-S 8:00 – 12:45 / 16:30 – 20:00; D 9:00 – 12:45 / 16:30 – 20:00 Precio: Tariffa Intera 6,00€; Tariffa Ridotta 4,50€ (Insegnanti – Studenti Universitari under 30.) Via Sta.Chiara, 49c La Basílica y el Convento de Santa Clara se construyeron entre 1310 y 1340, sobre unos baños romanos del siglo I d. C., cerca de la muralla occidental de la ciudad. Es la mayor iglesia gótica de la ciudad. El complejo monástico de la basílica incluye un monasterio con cuatro claustros monumentales, excavaciones arqueológicas, un museo donde se pueden ver los restos de frescos de Giotto en las salas que ocupaban las monjas. Cada primer sábado del mes de mayo las cápsulas que contienen la sangre de San Gennaro (patrono de la ciudad de Nápoles) son trasladadas en solemne procesión desde la Catedral de Nápoles hasta esta basílica, para celebrar en ella el fenómeno de la licuación de la sangre del santo mártir. Detrás del altar mayor se encuentra el sepulcro del rey Roberto I de Nápoles, esculpido en 1343. En las capillas laterales, los sepulcros del rey Borbón de Nápoles, Francisco II y su consorte María Sofía de Baviera y los de la reina María Cristina de Saboya y del héroe nacional Salvo D'Acquisto (un carabinero que sacrificó su vida para salvar la vida de 22 rehenes civiles durante la ocupación nazi). La visita es completa y hay mucho para ver y hacer en esta basílica Plano del complejo Iglesia: Tiene una gran fachada con forma de aguja con un precioso rosetón calado que se conserva de la iglesia original. La iglesia es importante no solo por su arquitectura, sino también por su contenido histórico: en el presbiterio están los monumentos funerarios de la familia Angevina y una de las 20 capillas que rodean la nave principal conserva restos de la familia Borbón. Claustro de las clarisas Lugar muy bello. Está perfectamente restaurado y tiene las paredes llenas de frescos. Pero lo que más te sorprenderá son las columnatas revestidas en mayólica. Entre las columnas también hay asientos decorados con escenas en mayólicas diseñadas por Donato y Giuseppe Massa, ceramistas expertos. Termas romanas El área arqueológica muestra los restos de unas antiguas termas romanas de finales del siglo I. Son las termas más completas que se hallaron de la antigua Neápolis. Se pueden ver el frigidarium, la cisterna, el vestuario, el laconicum y el natatio. Museo franciscano Está dividido en cuatro salas y propone un recorrido por la historia de Nápoles desde la antigüedad hasta el siglo XX: a) Sala arqueológica. Muestra los hallazgos realizados durante las obras de restauración después de la Segunda Guerra Mundial y conecta con el área arqueológica de los baños romanos. b) Sala histórica. Cuenta la historia del complejo monumental a través de objetos e imágenes. Están los bustos de los creados del lugar, imágenes de la iglesia antes y después del bombardeo y las distintas etapas de la reconstrucción. c) Salón de los mármoles. Reúne algunas de las piezas que se recuperaron después del bombardeo: los frisos que adornaban las celdas de las clarisas, estatuas de mármol, etc. d) Salón de relicarios. Tiene objetos litúrgicos, vestimentas sagradas y otras reliquias. Piazzeta Nilo[/align] Después vamos hasta la Piazzetta Nilo Plaza ubicada en el centro histórico de la ciudad, concretamente en el Decumano inferior, entre Piazza San Domenico Maggiore y Largo Corpo di Napoli, creando un único ensanche formado por las tres plazas. Recibe su nombre de la estatua del dios Nilo, emplazada en el adyacente Largo Corpo di Napoli y venerada, en la antigüedad, por la comunidad egipcia de origen alejandrino establecida en la próspera Nápoles grecorromana (Neápolis) por motivos comerciales. En la misma zona, los alejandrinos tenían su propio cardo nombrado vicus Alexandrinus, correspondiente a la actual Via Nilo o, según otros, a Via Mezzocannone. Desde agosto de 2011, el área es una zona peatonal. En esta pequeña plaza se encuentran: La Iglesia de Sant'Angelo a Nilo; Palazzo Pignatelli di Toritto; Palazzo De Sangro di Vietri. También estaba el Bar Nilo, en la calle Pio Monte della Misericordia donde se veneraba a Diego Armando Maradona que ahora está cerrado y tapiado. (Pero por altares y murales dedicados a Maradona no será, los hay por muchas otras paredes) Desde allí a la Capella de Sansevero (Via Francesco di Sanctis, 19) Horario: X-L: 9.00 – 19.00 Tarifas: ordinario: € 8,00; Rjóvenes de 10 a 25 años: € 5,00. Audioguida: € 3,50 ¡Recomendación importante: RESERVAR CON ANTELACIÓN y no se pueden hacer fotos y tomaros vuestro tiempo para contemplar todas las maravillas que alberga en poco espacio. BRUTAL! La capilla Sansevero (también llamada iglesia de Santa María de la Piedad o Pietatella) es uno de los principales museos de Nápoles. Situada en los alrededores de la piazza San Domenico Maggiore, esta iglesia desacralizada es adyacente al palacio de Sangro, casa de los príncipes de Sansevero, del que estaba separada por un callejón atravesado por un puente que permitía a la familia acceder directamente a la capilla. La capilla alberga obras de arte como el Cristo Velado de Giuseppe Sanmartino, célebre por las transparencias del velo de mármol que envuelve la figura de Cristo muerto, la Modestia de Antonio Corradini y el Desengaño de Francesco Queirolo, que forman un conjunto rico en simbología. También guarda otros objetos de factura inusual, como las máquinas anatómicas, dos cuerpos humanos totalmente descarnados en los que es posible observar de forma detallada en sistema circulatorio interno. Además de haber sido concebido como lugar de culto, es un templo masónico cargado de simbología, que refleja el carisma de Raimondo di Sangro, VII príncipe de Sansevero, quien ideó y encargó las obras de arte que decoran la capilla. Según uno de los muchos mitos que rodean a la capilla, la iglesia fue construida sobre un antiguo templo dedicado a la diosa Isis, aunque otra leyenda cuenta que un hombre injustamente arrestado iba camino de la cárcel cuando al pasar por el palacio Sansevero se encomendó a la Virgen. De pronto, parte del muro se derrumbó, revelando una pintura de la Virgen invocada, una Pietà, que se encuentra en la parte superior del altar principal de la capilla y que dio nombre a la iglesia, dedicada a Santa María de la Piedad. La devoción del detenido no cayó en saco roto y poco después se reconoció su inocencia. Tras ser liberado, restauró la Piedad y dispuso que siempre hubiera una lámpara de plata encendida ante la imagen. El lugar se convirtió en destino de peregrinaciones populares y objeto de invocaciones. El duque de Torremaggiore, Giovan Francesco di Sangro se encomendó a la Virgen estando gravemente enfermo, y al sanar milagrosamente hizo construir una capilla que los fieles llamaron la Pietatella. Según estudios recientes, el origen de la capilla estaría en un crimen perpetrado en la noche del 16 al 17 de octubre de 1590. El compositor Carlo Gesualdo da Venosa apuñaló a su esposa, Maria D'Avalos, y al amante de esta, Fabrizio Carafa, hijo de Adriana Carafa della Spina, segunda esposa a su vez de Giovan Francesco di Sangro y primera princesa de Sansevero. Tras el homicidio, Adriana habría mandado edificar la capilla como templo expiatorio dedicado a la Virgen por la salvación eterna de su hijo, según probaría la inscripción «Mater Pietatis» que puede leerse en la bóveda de la Pietatella dentro de un sol radiante, que representa la dedicación del edificio a María. Sea cual fuere el origen de la iglesia, se sabe que las obras de su construcción comenzaron en 1593, según documentos. Veinte años más tarde, Alessandro di Sansevero, hijo de Giovan Francesco, Patriarca de Alejandría y arzobispo de Benevento, mandó ampliarla para convertirla en mausoleo de la familia di Sangro, como atestigua la lápida de mármol colocada en 1613 sobre la puerta principal del edificio: Alessandro di Sangro, patriarca de Alejandría, dedicó este templo, levantado desde los cimientos a la Santísima Virgen, a mausoleo para él y su familia en el año del Señor 1613 El elemento más notable de la capilla Sansevero son, sin duda, las estatuas, que obedecen a un proyecto iconográfico ideado y diseñado por Raimondo di Sangro, en el que los artistas fueron a menudo simples ejecutores. El componente principal de este proyecto son las diez estatuas denominadas «Virtudes», colocadas sobre otros tantos pilares, de las cuales nueve están dedicadas a consortes de miembros de la familia Sansevero, y una ─el Desengaño─ a Antonio di Sangro, padre del príncipe Raimondo. En el interior de las hornacinas laterales, intercaladas con las estatuas de las virtudes se hallan los monumentos funerarios de distintos príncipes y miembros destacados de la familia, entre ellos el propio Raimondo di Sangro y su hijo Vincenzo, en vida de los cuales se reformó la capilla. Raimondo concibió el templo como mausoleo de la familia de Sangro, con la intención de honrar a sus miembros y exaltar sus virtudes y logros. En el conjunto de estatuas, y en concreto en las representaciones de las virtudes, también es posible advertir mensajes alegóricos, a menudo relacionados con la masonería, puesto que Raimondo di Sangro era gran maestre. En el proyecto del príncipe, las virtudes representan las etapas de un camino espiritual, comparable al del iniciado en la masonería, que conduce a un mayor conocimiento y al perfeccionamiento de la persona. De este viaje forma parte el laberinto dibujado en el suelo, que representa las dificultades del proceso que lleva a la sabiduría. Casi todas las virtudes fueron esculpidas según las normas iconográficas establecidas por Cesare Ripa en su obra Iconología. Por ejemplo, en la representación de la Modestia ─obra dedicada a Cecilia Gaetani, madre de Raimondo di Sangro─ la figura femenina velada se ve como referencia a la diosa egipcia Isis, que desempeña un importante papel en la ciencia iniciática. En esta estatua, la placa rota representa la muerte prematura de la mujer, mientras que el incensario a los pies de la figura rememora los utilizados en las ceremonias masónicas. Según las distintas interpretaciones, la rama de roble que parece salir del pedestal sería una referencia al árbol de la ciencia o al de la vida. Las pirámides que se observan en las esculturas de la Liberalidad, la Suavidad del Yugo Conyugal, la Sinceridad y la Educación son un elemento común en las representaciones funerarias de la época, y simbolizan la gloria de los príncipes. En el monumento a Cecco di Sangro, ubicado sobre la puerta de entrada a la capilla, otro símbolo vinculado a la masonería es la curiosa representación del guerrero armado que sale del sarcófago, y que se interpreta como el guardián del templo masónico. El tema de la resurrección también es recurrente: puede verse en el Cristo Velado, en el Descendimiento del altar mayor y en el bajorrelieve de la Modestia. Según la intención del príncipe Raimondo, el Cristo Velado, elemento central de la última gran reforma, debía colocarse en la cámara subterránea junto a los futuros sepulcros de los Sansevero, iluminado por las lámparas perpetuas ideadas por el propio príncipe. Sin embargo, lo más probable es que la escultura nunca haya llegado a ubicarse en dicha cámara. La capilla Sansevero es un compendio de obras escultóricas y pictóricas, siendo una de las más remarcables el fresco que decora el techo, conocido como la Gloria del Paraíso o el Paraíso de los Sangro, obra del pintor Francesco Maria Russo, que lo terminó en 1749. La buena conservación de los colores no deja de sorprender en un fresco de más de dos siglos, y también se debe al talento del príncipe Raimondo, que ideó una pintura especialmente resistente a base de aceite y agua. El fresco queda rematado entre las ventanas por seis medallones monocromos en tonos verdes que representan a los santos patronos de la casa: Bernardo da Pagliara, Berardo de Mársica, Felippa Mareri, Oderisio de Marsi, Randisio y Rosalía de Palermo. Bajo ellos, a la altura de los arcos de las seis capillas más cercanas al altar, hay seis medallones de mámol que representan a otros tantos cardenales miembros de la familia Sangro. Plano Obras sobresalientes de la capilla 1. Cristo Velado de Giuseppe Sanmartino 27. Máquinas anatómicas de Giuseppe Salerno Estatuas de las Virtudes 3. Decoro, de Antonio Corradini 5. Generosidad, de Francesco Queirolo 7. Celo de la Religión, de Fortunato Onelli. 9. Suavidad del yugo conyugal, de Paolo Persico 11. Modestia, de Antonio Corradini 14. Desengaño, de Francesco Queirolo 16. Sinceridad, de Francesco Queirolo 17. Dominio de sí mismo, de Francesco Celebrano 19. Educación, de Francesco Queirolo 21. Amor divino, de autor desconocido Otras esculturas 2. Monumento a Giovan Francesco di Sangro, III príncipe, de Antonio Corradini 4. Monumento a Paolo di Sangro, IV príncipe, de Bernardo Landini y Giulio Mencaglia 6. Monumento a Giovan Francesco di Sangro, I príncipe, de Giacomo Lazzari 10. Altar de Santa Rosalía, de Francesco Queirolo 12. Monumento a Alessandro di Sangro, patriarca de Alejandría, de autor desconocido 15. Altar de San Oderisio, de Francesco Queirolo 18. Monumento a Paolo di Sangro, VI príncipe, de Antonio Corradini 20. Monumento a Paolo di Sangro, II príncipe, quizás de Giacomo Lazzari 22. Monumento a Giovan Francesco di Sangro, V príncipe, de Francesco Celebrano 23. Monumento a Cecco de Sangro, de Francesco Celebrano Otras obras 8. Retrato de Vincenzo di Sangro, de Carlo Amalfi 13. Altar mayor. Angeli de Paolo Persico, Descendimiento de Francesco Celebrano, Piedad de autor desconocido 24. Bóveda: La gloria del Paraíso, de Francesco Maria Russo 25. Tumba de Raimondo di Sangro, de Francesco Maria Russo 26. Pavimento laberíntico, de Francesco Celebrano 28. Sacristía Ya sea desde la Capilla San Severo retrocediendo por Via Tribunali o desde el complejo de Santa Clara por Via San Sebastiano se puede llegar a la Piazza Bellini, que preside una estatua del genial compositor. De forma rectangular, flanqueada por palacios renacentistas y barrocos de los siglos XVI y XVII, como el Palazzo Castriota Scanderbeg o el Palazzo Firrao. En el lado sur, se puede admirar el Complejo de Sant'Antonio delle Monache a Port'Alba, hoy biblioteca de la Facultad de Letras y Filosofía de la Universidad Federico II, mientras que en el lado opuesto está el Palazzo De Rossi di Castelpetroso (conocido como Palazzo Mastellone). En el oeste se encuentra el el Palazzo dei Principi di Conca, de finales del siglo XV cuya fachada presenta algunos elementos originales. La plaza alberga restos de las murallas de la Nápoles griega (Neapolis), descubiertos en 1954 y luego en 1984. Una de las plazas más frecuentadas, debido a los cafés literarios y bares. Siempre ha sido lugar de encuentro de los intelectuales, ya que está rodeada por sedes universitarias y está cerca de la Academia de Bellas Artes y del Conservatorio de San Pietro a Maiella, donde estudiaron importantes compositores como Vincenzo Bellini, que da el nombre a la plaza y cuya estatua, esculpida por Alfonso Balzico en 1886, se eleva en el centro de ella. Es el cruce de tres importantes calles del casco antiguo: Via Port'Alba (detrás de Port'Alba), Via San Sebastiano (conocida como "la calle de la música", debido a las numerosas tiendas de instrumentos musicales) y Via Santa Maria di Costantinopoli (la calle que conduce al Museo Arqueológico Nacional). Saliendo de la Capilla de San Severo y girando a la derecha por Via Tribunali, en el núm.39, se encuentra Santa Maria delle Anime del Purgatorio ad Arco Lugar muy recomendable, pero con un horario poco accesible. Horario: Iglesia superior (sacristía, oratorio y altar) e hipogeo: L - S de 10.00 a 14.00. La entrada a la iglesia superior es libre y gratuita. Se paga entrada para la visita a todo el conjunto museístico: iglesia superior (sacristía, oratorio y altar) e hipogeo. Hay la posibilidad de realizar visitas guiada todos los viernes y sábados a las 12.00 horas, también puedes aprovechar la visita guiada, incluida en la entrada de la visita museística a la Iglesia Alta e Hipogea. La visita guiada comienza con un mínimo de 15 participantes y dura unos 30'. Para participar en la visita guiada es necesario reservar enviando un correo electrónico. La iglesia de las almas penitentes pezzentelle, en italiano, se encuentra en el corazón del antiguo centro de Nápoles y es conocida como la iglesia "de '' e cape 'e morte". Al cruzar el umbral comienza un verdadero viaje a la cultura napolitana entre el arte, la fe, la vida y la muerte. Desde la pequeña iglesia del siglo XVII, que alberga los mármoles preciosos y el cráneo alado de Dionisio Lazzari, junto con las obras maestras de Massimo Stanzione, Luca Giordano y Andrea Vaccaro, se desciende al antiguo y grandioso hipogeo que aún alberga el fascinante culto destinado a restos humanos anónimos que se convierten en intermediarios especiales de invocaciones, oraciones, peticiones de intercesión. Un pequeño museo instalado en los espacios de la elegante sacristía completa el itinerario. La Iglesia Una joya del siglo XVII, encargada en 1616, por la congregación laica Opera Pia Purgatorio in Arco y consagrada en 1638. Fue concebida en dos niveles, una iglesia superior que hacía referencia a lo terrenal y un hipogeo, cementerio, que representaba el Purgatorio. El cuidado de las ánimas del Purgatorio fue uno de los puntos principales de la nueva iglesia contrarreforma y todo el aparato decorativo del conjunto fue diseñado para recordar a los transeúntes y fieles que las almas esperaban una oración en sufragio para poder liberarse del fuego del Purgatorio y ascender al Paraíso. La fachada, la decoración de la iglesia y de la Sacristía, el mobiliario litúrgico, todo remite al tema del Purgatorio, y también todo el programa iconográfico está dedicado al tema de los testimonios de paso del siglo XVII: el Tránsito de S. Joseph (1650-51) de Andrea Vaccaro, en la tercera capilla a la izquierda, la Muerte o Éxtasis de Sant'Alessio, una obra maestra temprana (1661) de Luca Giordano, en la tercera capilla a la derecha. Espléndido es el lienzo de la pared del fondo, que representa a la Virgen de las almas del purgatorio (1638-1642), de Massimo Stanzione, que domina el cráneo alado, una valiosa escultura de mármol de Dionysus Lazzari, ahora oculta por el altar; arriba, sobre el arco triunfal, la secuencia está coronada por la escena de composición clásica de Santa Ana ofreciendo a la Virgen niña al Padre Eterno (1670) de Giacomo Farelli, y brillando por los tonos cromáticos, en la primera capilla a la izquierda, San Miguel Arcángel derribando al diablo (1650) de Girolamo De Magistro. En 1616, la Congregación encargó la construcción de una iglesia en la estrecha calle del Tribunal donde había un antiguo arco y así asegurar una sede definitiva para la noble asociación. Se adquirió una taberna con las antiguas bodegas para dedicar la parte superior a ser un testimonio de la decoración barroca, y una parte inferior, pensada para hacer referencia simbólica al concepto del Purgatorio donde se encuentra un pequeño cementerio destinado a albergar los cuerpos de los cohermanos (cófrade) La iglesia del Purgatorio en Arco, por su parte, fue concebida según las indicaciones del Concilio de Trento con una sola nave con capillas laterales, y con una cúpula luminosa que se insertaba en el espacio entre la nave y la zona del presbiterio. La novedad en cuanto a la estructura de la iglesia misma, fue la creación de una iglesia menor concebida no como un simple hipogeo sino como una iglesia real destinada a rendir culto, en su descarnada y austera sencillez, a ese otro mundo que albergaba las almas que debían ser salvadas con la ayuda de misas y oraciones. La iglesia fue consagrada el 2 de noviembre de 1638 pero las obras continuaron a lo largo del siglo XVII. La iglesia después del terremoto de 1980 ha disfrutado de una serie de trabajos de restauración y hoy se encuentra en excelentes condiciones. El hipogeo A través de una abertura en el piso de la iglesia superior, bajando altos escalones, se ingresa a una sala grande y demacrada, una verdadera iglesia inferior, que alberga un culto intenso a las almas del Purgatorio. En el centro hay una gran tumba anónima rodeada de cadenas negras y tenuemente iluminada por unas pocas bombillas. A lo largo de las paredes laterales, escarabajos, nichos, pequeños altares documentan el culto que surgió el siglo XVII, mientras que en la pared del fondo el antiguo altar del siglo XVII muestra una decoración austera con grandes cruces negras. Una abertura lateral conduce a través de un corredor a la sala dedicada a Tierra Santa, donde, entre otras calaveras, se encuentra la de Lucía, el alma muy querida a quien la tradición popular ha dedicado un conjunto de altares. Impresiona la amplitud del entorno concebido como una iglesia baja, con capillas laterales y altar central, y es evidente la voluntad de contrastar la riqueza decorativa de la iglesia alta con la austeridad del hipogeo. De hecho, a principios del 1600 se compraron una serie de tabernas para ofrecer materialización concreta al Purgatorio y también para dar cabida a Tierra Santa donde se enterraba a los miembros de la Congregación, mientras que se pretendía un osario para albergar a los municipios difuntos. La iglesia baja es de una sola nave con vanos laterales. A mediados de la década de 1700, el área fue ampliada y cubierta con una rica decoración de mayólica con motivos decorativos hechos con calaveras y huesos y pequeños insertos florales. Casi enfrente de la entrada de esta Iglesia está Vico del Fico al Purgatorio (paralela a la famosa Via Armeno) y bajando por ella se llega a Via San Biagio dei Librai, pasado la intersección con via San Gregorio Armeno, encontramos el Ospedale delle Bambole, donde reparan muñecas y peluches desde 1800). Se ha montado un museo alrededor de todas las figuradas reparadas de muñecas y sigue funcionando como taller de reparación. El taller está abierto todos los días y el museo abre de J-L Luego recorremos San Gregorio Armeno en dirección hacia San Gaetano pasando por la calle repleta de figuras de belenes . La tradición de belenes tiene origen en la época clásica: había en la calle un templo dedicado a Ceres, a quien ofrecían los ciudadanos como exvoto pequeñas estatuillas de terracota, fabricadas en las tiendas cercanas. El nacimiento del pesebre napolitano es naturalmente mucho más tardío y se remonta a finales del siglo XVIII. Actualmente la Via es conocida por ser el centro expositivo de las tiendas artesanales situadas en ella, que todo el año realizan estatuillas para los belenes, tanto canónicas como originales. En el núm 8 de la calle está el taller de Ferrigno, el más famoso y reconocido de todos. Subiendo por la misma Via San Gregorio Armeno, llegamos al Complesso monumentale di San Lorenzo Maggiore Horario: de 9:30h a 17:30h, todos los días. (Las visitas guiadas son opcionales) Precio: 9€ y menores de 18 años, 6€ La Basílica se encuentra entre las más antiguas de Nápoles en la plaza de San Gaetano, en el Foro de la época romana. La basílica que fue encargada por el obispo Juan II (533-555), y dedicada a San Lorenzo diácono, estaba compuesta de un atrio, una gran sala dividida en tres naves y de un ábside semicircular con los pastofoni a sus dos lados, su suelo es todavía visible desde el Transetto. Con la llegada de los Anjou, la Basílica de San Lorenzo fue reconstruida al estilo gótico francés entre 1270 y 1300. La iglesia y el monasterio se pueden considerar uno de los primeros asentamientos franciscanos en Nápoles. El monasterio era un centro de vida espiritual y de santidad en el que han vivido difrentes Santos y Beatos. En el 1302 se fundó el Colegio Teológico que recibió numerosos estudiosos, entre los cuales se incluyen: Fra Landolfo Caracciolo (profesor en la Sorbona de París y fundador de Scotismo en Nápoles), Fra Luca Pacioli (autor del primer tratado de aritmética y álgebra), Fra Felice Peretti (elegido Papa con el nombre de Sisto V), escritores y artistas como Petrarca, Boccaccio, Giambattista de la Porta y el músico Francesco Durante. Sala Sixto V Al final del claustro, en la esquina derecha, se puede admirar el pequeño claustro del período de Suabia, a través del cual se introduce la majestuosa sala de Sisto V, que en el pasado fue la sede del refectorio de los frailes. Los arcos en el techo están totalmente pintados y crean un atmósfera austera e intensa. Los frescos fueron realizados por Rodríguez y son de los primeros años del siglo XVII. Los frescos en los arcos representan las Siete Virtudes Reales, rodeados de 4 virtudes menores; eso significaba que era digno de gobernar el reino sólo quién tenía estas virtudes. Más abajo hay frescos que representan las provincias del reino. La sala Sisto V en el 1442 se convirtió en la sede del parlamento napolitano; fue el escenario de acontecimientos históricos importantes. Sala Capitular Entre dos quadrifore, a través de un portal del siglo XIV, se entra en un entorno encantador con los arcos ricamente decorados con frescos: es la sala Capitular, donde los frailes se reúnen para asignar tareas. La sala Capitular ha sido realizada en el momento de la dominación de Suabia (1234-1266). Las preciosas decoraciones de este salón se atribuyen a Luis Rodríguez y fueron construidas en el 1608. Estos representan, con estilo decorativo grotesco, los frailes de la orden Menores Conventuales que se han distinguido por sus méritos religiosos y culturales. El árbol de la familia de la gloria que representa frailes misioneros y escritores franciscanos, así como aquellos que se han convertido en cardenales, papas y santos. Neapolis Sotterrata El complejo arqueológico, ahora visitable, es de la edad imperial, aunque existen unas pocas piezas relacionadas con el tiempo de la ciudad griega. La visita comienza en el claustro, coronado por una estatua de San Lorenzo de Cosimo Fanzago, uno de los escultores más famosos de Nápoles. En sus arcadas tuvieron lugar algunos de los eventos religiosos y civiles de la ciudad. El claustro fue reconstruido en 1771 encima de la zona ocupada por una estructura del siglo XIV. En su interior, en la parte inferior, podemos ver los restos de los tholos (estructura circular). Bajando unos 10 metros la ruta subterránea se prolonga encima de una pequeña carretera (cardine), donde se observan varios ambientes. Primero, el erario, donde se guardaba el tesoro público de la ciudad. Después siguen 9 tiendas de dos habitaciones cada una, donde se ven elementos de las actividades comerciales y artesanales realizadas en el mercado: un horno y tanques para el teñido de telas. Al final del cardine, a la derecha, se llega al criptoportico (mercado cubierto) dividido en pequeñas salas contiguas, cada una de los cuales, con bancos de piedra, utilizados para la exhibición de los productos. La última sala de las arcadas, comunica con un nuevo sector de la zona arqueológica: un gran ambiente en el que se ve obras hidráulicas que provienen del alojamiento tardo-helenístico del mercado, que dirige el flujo de agua en una situación de fuerte pendiente. A lado de las obras hidráulicas hay una zona compartida en tres grandes salas también comunicantes, con el suelo de mosaico y un impluvium en la habitación central. En el refinado complejo se reconoce una schola, que es una oficina para las reuniones de las asociaciones religiosas o de comerciantes. En esta área se ve la reconstrucción de los muros de la Baja Edad antigua y medieval. A pocos minutos hacia la derecha por Via dei Tribunali llegamos a la Piazza Gerolomini, donde se encuentra la “Madonna” del artista callejero británico Banksy Y unos metros más allá, por la misma Via dei Tribunali se llega al Obelisco de San Gennaro o más propiamente la aguja de San Gennaro es un obelisco barroco, ubicado en Piazza Riario Sforza, entre la capilla real del Tesoro de San Gennaro y el Pio Monte della Misericordia. De las tres grandes torres de Nápoles, la de San Gennaro es la más antigua de la ciudad. El obelisco fue erigido en 1636 por los patrocinadores de la Diputación del Tesoro en agradecimiento por el escape durante la erupción del Vesubio en 1631. El proyecto fue encomendado a Cosimo Fanzago quien terminó la construcción nueve años después, si bien, sólo se puede decir que la obra estuvo terminada en 1660. La estructura está compuesta por una especie de columna cuadrangular sobre la que se sitúan las grandes volutas que rematan en un capitel jónico ricamente decorado. En la parte superior del monumento se encuentra la estatua de bronce de San Gennaro, en la base, en cambio, la escultura de la Sirena Parthenope sostiene un escudo con las palabras de agradecimiento de la ciudad al santo. Y después, retrocedemos por Via dei Tribunali, giramos a la derecha por Via Duomo para llegar a la Catedral de Nápoles o Duomo Horario: Todos los días de 8:00 a 12:30 y de 16:30 a 19:00 horas. Precio: Entrada gratuita. Baptisterio: 2 € Continúa en la siguiente etapa>>>> Journeys 1 to 3, Total 9
Continuación recorrido Centro Histórico
La Catedral de Nápoles, Catedral Metropolitana de Santa María de la Asunción (Duomo di Napoli), se trata del principal edificio religioso de la ciudad. La catedral destaca en el corazón de la ciudad grecorromana entre el decumanus superior, via Anticaglia, y el decumanus mayor, via Tribunali. En la Alta Edad Media toda esta zona se denominaba Platea Summae y se caracterizaba por la gran cantidad de construcciones fortificadas tanto dedicadas al culto como a la aristocracia. La construcción, levantada a instancias del emperador Constantino I, tuvo lugar tras el Cisma de Oriente, en la zona de un templo dedicado a Apolo. Las obras para la construcción de la catedral comenzaron durante el reinado del fundador de la dinastía angevina Carlos I, mientras que las partes más antiguas de la iglesia, la tribuna y las capillas cercanas, datan de alrededor de 1270. El trabajo de construcción continuó durante el reinado de Carlos II y Robert de Anjou, bajo el cual se completó la estructura. En 1314 la Catedral fue dedicada a la Asunción. El área donde se erige la Catedral ha albergado varios edificios sagrados desde la antigüedad, como los templos paganos primero y luego el oratorio de Santa Maria del Principio, el baptisterio de San Giovanni in Fonte y varias capillas. Si bien parte de estas estructuras aún existen y están incorporadas a la actual catedral y el palacio del obispo, otros monumentos se perdieron en las renovaciones del área. La estructura del Duomo ha sufrido muchas restauraciones también debidas a las diversas erupciones del Vesubio y los terremotos. En 1349 un fuerte terremoto provocó el derrumbe de la fachada original de la catedral de la época angevina, junto con el campanario. En el interior de la catedral se encuentra el baptisterio más antiguo de Occidente: El Baptisterio de San Giovanni in Fonte es un baptisterio cristiano temprano. Se encuentra a la derecha del ábside de la Basílica de Santa Restituta. Es una pequeña habitación a la que se accede a través de una puerta a lo largo del pasillo lateral derecho de la Basílica. Se atribuye su construcción al emperador Constantino, al mismo tiempo que la Basílica de Santa Restituta. La edificación data del siglo IV, con alteraciones en el V. El edificio bautismal consta de dos partes: la sala bautismal propiamente dicha, de planta cuadrada (7,60 m de lado) y conectada con la Basílica de Santa Restituta en el lado sur, y un pórtico rectangular (4,80 x 6,25 m) en el lado norte, separado de la sala por cuatro delgadas columnas y cubierto por una bóveda baja. El pórtico tiene dos aberturas, una da a la sala bautismal y conduce al Palacio Episcopal, la otra conduce a una sala de la curia diocesana. La puerta, frente a la entrada actual, corresponde a la entrada en uso antes de la era angevina. El piso del porche es de ladrillo. Las cuatro columnas idénticas que marcan el paso entre las dos habitaciones no son equidistantes entre sí y tienen tallos sin base, coronados por cuatro capiteles cubo simples adornados con cruces monogramáticas con el alfa y omega. La sala bautismal se apoya en el lado oeste al ábside de la Basílica de Santa Restituta, mientras que en la pared Este se abre una ventana. En el lado sur una puerta abierta en 1647 permite el acceso a la sala desde la nave derecha de la Basílica. La habitación está cubierta por una cúpula con una concha extradoxada, rodeadas de arcos con marco moldeado de doble. Originalmente, la sala bautismal debía constituir un edificio propio, no conectado a la Basílica. La bóveda y el tambor del Baptisterio fueron cubiertos con mosaicos fechados en el siglo V. El fondo presenta un tono predominante de azul turquesa y verde, con partes doradas. Quedan algunas escenas, en parte fragmentarias, que todavía recuerdan gran parte de la tradición clásica, aunque están dedicadas a varias historias testamentarias relacionadas con el rito del bautismo. La tapa de la bóveda está decorada con un cielo salpicado de estrellas doradas, blancas y azules, con ocho rayos, de tamaño desigual, y en el que se encuentra el monograma de Cristo (crismón) entre las letras alfa y omega. Sobre la cruz aparece la mano de Dios sosteniendo una corona de laurel anudada por dos cintas cuyos extremos revolotean a derecha e izquierda. El marco de fondo dorado que rodea el sombrero está decorado con ramas, palmeras, cestas de frutas en las que se colocan aves de diversos tipos, incluidos pavos reales, faisanes, perdices, loros. En una pequeña colina entre dos palmeras se alza el Nimbata Phoenix. De este borde cae una cortina azul con filetes dorados y ocho guirnaldas de follaje, frutas y pájaros, que se elevan desde Canari ansati, de los cuales solo uno permanece en su totalidad. Estas guirnaldas albergan escenas bíblicas que representan: la Traditio legis, la mujer samaritana y las bodas de Caná, la pesca milagrosa o Pedro caminando sobre las aguas y las mujeres piadosas en la tumba. De pie sobre un globo azul, El Cristo barbudo y nimbado entrega a Pedro con su mano derecha un pergamino en el que se lee "Dominus legem dat". A la derecha, Pedro avanza hacia Cristo y tiende a recibir el don, con las manos cubiertas por las solapas del Palio por respeto y lleva sobre el hombro derecho una cruz monogramática. Detrás de él se puede ver una palmera. El otro lado de la escena está prácticamente destruido: solo queda el pie y la parte inferior del vestido de Pablo, así como la base de la segunda palma. En otro compartimento se yuxtaponen dos escenas de la vida de Cristo: el encuentro con la Samaritana en el pozo y el milagro de Caná. A la izquierda del pozo se sienta el Cristo. La cabeza y los hombros se han ido, pero el brazo derecho permanece extendido por encima del pozo hacia el cubo en poder de la mujer samaritana. La mujer samaritana está de pie, de frente, el peso del cuerpo apoyado por la pierna derecha, la pierna izquierda se flexiona y la rodilla izquierda sobresale del vestido. En su mano derecha levanta un balde pequeño como para ofrecer un trago a Cristo. El brazo izquierdo cae a lo largo del cuerpo. Detrás de ella se disponen en dos filas seis frascos. En el avión trasero, dos sirvientes llevan en su hombro derecho cada uno un ánfora, cuyo contenido vierten en un frasco. A la derecha de la Traditio legis queda una escena incompleta, con un hombre de pie, nimbado, girado a la derecha. Frente a él, un mar donde se pueden ver peces. Arriba, un hombre en un barco se destaca. Los arqueólogos creen que es la pesca milagrosa, o Pedro salvado de las aguas por Jesús o una combinación de las dos escenas. Se puede formular una tercera hipótesis, y es la que el artista quiso representar la llamada de Pedro y Andrés, como en Sant'Apollinare Nuovo. Un personaje en sandalias, túnica clavata y Palio está sentado sobre una piedra y sostiene en su mano izquierda un volumen. Detrás de él, se puede ver el sótano de un edificio. Los arqueólogos están de acuerdo en reconocer en este personaje al ángel sentado en la tumba. Las mujeres piadosas que se le acercaron han desaparecido casi por completo, solo queda la cara de una y parte de la cabeza cubierta con un velo de otra. En los nichos cóncavos angulares del tambor están representados los cuatro símbolos de los evangelistas. El águila se ha ido, el buey apenas se destaca, pero el ángel y el león están intactos. Ambos están equipados con tres pares de alas de acuerdo con el texto de la revelación de Juan. No tienen el nimbo, pero a los lados de su cabeza están dispuestas cinco estrellas. El león es visto con su cara, sus ojos brillando, su garganta abierta como para rugir. El ángel de tres cuartos de edad, su rostro ligeramente girado hacia la derecha, pero su mirada dirigida hacia la izquierda, tiene una expresión dura, al igual que el buey, que mira fijamente al visitante. En los arcos de los nichos se pueden ver dos pequeños pastores, sentados con sesgo. Dos ovejas van a la una, dos ciervos van a la otra a beber en la fuente de la vida. Palomas y palmeras completan la escena. Otros dos pastores enfrente, llevan animales de su rebaño sobre sus hombros. En los paneles del medio se pueden ver cuatro personajes de pie, en túnica y Palio, sosteniendo coronas. Sus poses difieren notablemente entre sí: uno de ellos levanta su corona con su mano derecha y al mismo tiempo también una solapa de su Palio. La fachada de la Catedral de Nápoles: de unos 50 m de altura, tiene tres portales: dos laterales y uno central. Los portales están alineados con las naves laterales y las capillas del ábside dedicadas a los santos. La puerta de la derecha se abría sólo para las fiestas de San Gennaro y en algunos casos extraordinarios. La fachada de la catedral ha sufrido muchos cambios radicales a lo largo de los años. La auténtica fachada de la Catedral, del siglo XIV, se perdió casi por completo, muy probablemente a causa del terremoto de 1349. Sólo quedan algunos ornamentos de la fachada original, como los leones de la portada principal y la Virgen con el Niño de mármol en el luneto central. Antonio Baboccio creó todas las partes que componen el portal principal: los grupos de ángeles en relieve, la cúspide, el clípeo superior con la Coronación de la Virgen, las figuras de San Pietro y San Gennaro con el cardenal Enrico Capece Minutolo. La parte superior no se pudo completar debido a la muerte de Baboccio y también fue severamente dañada por el terremoto de 1456. Las pinturas de Luca Giordano adornan la parte superior de las paredes de la nave y el crucero y que acarician las ventanas que representan a los Apóstoles, los Padres y los Doctores de la Iglesia. Luca Giordano también pintó los lienzos circulares que representan a los santos patronos de Nápoles, colocados en las pechinas entre los grandes arcos apuntados. Diferentes estilos arquitectónicos tienen presencia en la catedral. Originalmente fue de estilo gótico, pero con la remodelación a cargo de Luca Giordano se le sumó el estilo barroco. Para el s. XIX Errico Alvino reconstruyó la fachada manteniendo el estilo gótico originario. Actualmente, la fachada es neogótica, con puertas góticas del s. XIV y su sala principal es barroca. La contrafachada: En el portal principal interior de la fachada, en la parte superior se encuentra el monumento sepulcral de Carlos I de Anjou, en el centenar de la derecha el de Carlo Martello, rey de Hungría. Interior: Está compuesta por tres naves divididas por 8 pilares consecutivos ubicados a cada lado. Las dimensiones de cada nave son de 100 m de largo y 48 m de alto. La nave central, de 15 m de ancho, ha sido visiblemente restaurada. El interior tiene planta de cruz latina de tres naves con una profundidad de unos 100 m. Las naves están divididas por 16 pilares, ocho a cada lado, sobre los que descansan los arcos apuntados. Incluidos en los pilares hay 110 columnas de granito oriental y africano. El techo era originalmente de cerchas de madera, pero en 1621 el cardenal Decio Carafa lo mandó construir en artesonado. Tras el terremoto de 1732, el cardenal Giuseppe Spinelli reorganizó la zona del ábside y más tarde el cardenal Sersale cubrió con mármol las bases de los pilares góticos. La reforma más sustancial se llevó a cabo en el siglo XIX con el objetivo de devolver a la Catedral su belleza gótica original. Al comienzo de la nave izquierda, partiendo de la contrafachada, se abre el acceso a la escalera de la torre que conduce al Tesoro Viejo. Esta zona albergaba la Compañía de la Muerte, también conocida como Cofradía de Santa Restituta dei Neri. Los hermanos que vestían el "saco" negro tenían la tarea de dar sepultura a los napolitanos que morían repentinamente, quienes por lo tanto no podían proveer su propia sepultura. Cuando parte de la Catedral y la torre se derrumbaron a causa del terremoto de 1456, las ampollas de la sangre de San Gennaro se guardaron en el Tesoro Viejo y se consideró que el hecho de que permanecieran intactas era un verdadero milagro. Las ampollas también corrieron peligro en 1557 cuando el tesorero Mariano Catalano, que tenía la reliquia de sangre en sus manos, se deslizó por la antigua escalera de caracol de madera sin dañar las botellas. En el interior de la nave se encuentran la capilla de Santa María Francesca de las Cinco Llagas y la de Teodoro, dedicada a Santo Tomás. La Catedral contiene pinturas de gran valor como son: La adoración de los pastores, obra de G. Balducci; la Adoración de los Reyes, obra de G. Vincenzo de Forlì; La circuncisión, obra de F. Allegrini; La Anunciación y la Presentación en el templo de G. Imparato. Capilla del tesoro: es una valiosa capilla barroca. En esta sala se encuentra el busto de San Genaro, estatua de plata en donde se guarda la cabeza del santo. El tesoro se ha formado gracias a diversas donaciones que hicieron ricos devotos. Si hay una pieza que resalta de este tesoro es la mitra de plata con piedras preciosas que donó Matteo Treglia. Esta grandiosa mitra con sus 21 mil joyas compite con el Tesoro de la Corona británica. En la capilla se hallan unas cápsulas con la sangre del santo. En septiembre, en el aniversario de su muerte, se licúa la sangre y luego se realiza la procesión por Nápoles. A la procesión se llevan las cápsulas con la sangre y el busto de San Genaro. En esta capilla se conserva una importante pieza de José de Ribera, la pintura de San Genaro cuando sale ileso del horno. Esta atípica obra es de un vistoso colorido, el cobre sobre la cual se pintó la hace especial y diferente, puesto que usualmente se usaba este material para cuadros pequeños. La capilla es una joya mundial del arte y la arquitectura barroca. Es la síntesis de la profunda relación de fe entre el pueblo de Nápoles y el joven mártir cristiano. Se confió el diseño de la capilla a Francesco Grimaldi, un famoso arquitecto de entre los siglos XVI y XVII. El proyecto siguió los cánones y criterios más actuales, especialmente en lo que se refiere a la cúpula, que, como las de la catedral de Florencia y la basílica de San Pietro, es una cúpula con doble casquete. La decisión de invitar a pintores de otras ciudades no fue compartida por los pintores napolitanos. Estos, ofendidos por su exclusión recurrieron a la vía dura. El pintor Giuseppe Cesari, por ejemplo, a pesar de haber sido contratado, nunca comenzó su trabajo y lo mismo le sucedió a Emiliano Guido Reni que tras amenazas recibidas y el apuñalamiento de su ayudante, abandonó Nápoles. En 1630 la Diputación contactó con Domenico Zampieri, conocido como “il Domenichino”, amigo de Guido Reni. En 1631 se firmó finalmente el contrato, hoy conservado en el archivo de la diputación. Domenichino, sin embargo, fue amenazado e intimidado, tanto que decidió huir de Nápoles y regresó solo debido a la insistencia de sus amigos y al encarcelamiento de su esposa e hija que fueron rehenes de los napolitanos. Así fue como Domenichino completó su obra: pintó al fresco los lunetos de los altares, los arcos y las pechinas en la base de la cúpula. También completó cinco de las seis pinturas de cobre que decoran los altares laterales. Sus pinturas despertaron la aprobación y el entusiasmo unánimes, tanto de la Diputación como de la Ciudad, pero el 6 de abril de 1641 la muerte se lo llevó repentinamente, quizás por envenenamiento. Giovanni Lanfranco completó la cúpula, en la que representó el paraíso, y José de Ribera, “el Spagnoletto”, recibió el encargo de pintar el San Gennaro ileso en el horno de fuego. La cripta de San Genaro: El cardenal Oliviero Carafa el 10 de diciembre de 1497 inició la construcción de una cripta, debajo del altar mayor de la catedral, que tendría la tarea de custodiar las sagradas reliquias de San Gennaro. El trabajo fue asignado a Tommaso Malvisto que tuvo que excavar profundamente. Esta técnica favoreció la construcción de un ambiente con armoniosas formas renacentistas. Esta estructura, con sus acabados de mármol y la concordancia de proporciones, despertó grandes elogios y admiración desde su inauguración. La basílica paleocristiana de Santa Restituta: Una puerta en la nave lateral izquierda de la catedral conduce a la basílica, un interesante testimonio del arte paleocristiano en Nápoles. Esta basílica conduce no sólo al área arqueológica situada debajo de la Catedral, donde se encuentran importantes restos de la ciudad greco-romana y paleocristiana, sino también al baptisterio de San Giovanni in Fonte. En la nave lateral derecha está la capilla de Nicola di Mira y el Crucifijo donde hay un pequeño cuadro de la Virgen de los Dolores. Cuadro que fue llevado a la catedral en 1809 y que perteneció a una mujer piadosa que vio el sudor goteando del lienzo. Además, están la capilla de San Gennaro, de Pentecostés y de la familia Carbone. Luego saliendo de la Catedral por Corso Umberto I y la primera a la izquierda, via San Arcangelo a Baiano hasta Via Tribunali, donde está Pio Monte della Misericordia Horario: L – S: 10.00 – 18.00 / D 9.00 – 14.30 Intero: € 8,00; Ridotto: € 6,00 Minori di 25 anni La iglesia del siglo XVII, de planta octogonal, exhibe en el altar mayor la obra maestra de Caravaggio, "Las Siete Obras de Misericordia", que concentra en un solo gran lienzo lo que el Monte se comprometió a hacer desde su fundación. El enigmático cuadro, uno de los más importantes del turbulento pintor, huido de Roma tras la condena por asesinato, retrata con gran realismo, en un entrecruzamiento de personajes sacados de la calle, las actividades benéficas de la Entidad. Es el primer encargo para la decoración de la Chiesa del Monte, pagado 400 ducados. En una composición compleja y revolucionaria, la Virgen de la Misericordia con el Niño aparece arriba, sostenida por ángeles, mientras que, abajo, el entrelazamiento de figuras, con sus gestos complejos, alude simbólicamente a las Obras de la Misericordia. En la escena, que parece tener lugar en un oscuro cruce de caminos napolitano, reconocemos: a la derecha Cimone en la cárcel amamantado por su hija Pero (dando de comer a los hambrientos y visitando a los presos); detrás del muro de la prisión avanza un sepulturero que lleva un cadáver, del que sólo se ven los pies, seguido de un sacerdote con una antorcha (enterrando a los muertos); a la izquierda, en primer plano, un caballero con una pluma (S. Martino), compartiendo capa con el pobre, representado de espaldas, y junto a un enfermo con las manos unidas (vistiendo al desnudo y visitando a los enfermos); más atrás, un hombre de rostro demacrado, con una concha en el sombrero (S. Giacomo), es recibido por el hombre de delante (que acoge a los peregrinos); en el extremo izquierdo, al fondo, está Sansón bebiendo de la quijada de un asno (dando de beber al sediento). La obra expresa, a través de un fuerte contraste de luces, una visión directa de la realidad, convirtiéndose en un referente para los pintores locales. Las capillas laterales albergan pinturas de Battistello Caracciolo "San Pedro liberado de la prisión", Fabrizio Santafede "Cristo alojado en la casa de Marta y María" y "San Pietro resucita a Tabithà", Luca Giordano "Deposición", Giovan Vincenzo D' Onofrio conocido como el Forlì "El Buen Samaritano" y Giovan Bernardo Azzolino "San Paolino libera al esclavo" que ilustran las obras de misericordia ejercidas desde los primeros años de actividad. En 1658 se encomendó el proyecto de la iglesia a Cosimo Fanzago pero éste ya estaba ocupado por lo que se recurrió a otra gran personalidad en el campo artístico: el ingeniero del Reino Francesco Antonio Picchiatti (1617 - 1694). Retrocedemos por via Tribunali hasta la atracción Napoli Sotteranea (Si se quiere visitar, por 5€ tienes la opción de no hacer cola reservando por internet) La única ruta Oficial y Autorizada de la Asociación Cultural Nápoles Subterránea parte de la Piazza San Gaetano n. 68, en Via dei Tribunali. La duración de la visita es de 90’ a 120'. La entrada está al lado de la Basílica de San Paolo Maggiore, en la base de la escalera, entre dos columnas romanas de orden corintio. Nuestra entrada está marcada con banderas blancas y azules con las palabras Napoli Sotterranea. Como advertencia para no cofundirla con otras atracciones similares, en su web dice: " No se accede desde iglesias y no concertamos cita en el exterior de bares o en otras zonas de la ciudad. Por lo tanto, presta la máxima atención" Precio: 10€ adultos/8€ estudiantes hasta 24 años Para no hacer cola:15€ adultos y 10€. La temperatura es constante todo el año y oscila entre los 16 y los 18 grados. El camino es iluminado y accesible, los espacios son amplios, el único tramo estrecho es un túnel, pero es opcional. Hay 136 escalones que subir y bajar. Estamos abiertos todos los días, de lunes a domingo. Las excursiones en italiano empiezan a las: 10.00 - 11.00 - 12.00 - 13.00 - 14.00 - 15.00 - 16.00 - 17.00 - 18.00 En inglés comienzan a las: 12:00 - 14:00 - 16:00 La visita incluye: 1- Acueducto grecorromano. Bajando 136 escalones, bajos y cómodos, alcanzaremos una profundidad de unos 40 m, donde visitaremos algunas de las cavidades excavadas en época griega (siglo IV a. C.), utilizadas como aljibes para el abastecimiento de agua de nuestra ciudad durante unos 23 siglos. Las salas atravesadas son todas amplias e iluminadas, salvo un trecho muy corto cuyo recorrido es, sin embargo, opcional pero lleno de encanto porque está iluminado por la luz de las velas (en nuestro caso, la luz de los móviles de los participantes ), además la superficie de paso es regular y rectilínea. La visita dura aproximadamente una hora. Visitaremos también los refugios antiaéreos de la Segunda Guerra Mundial, el Museo de la Guerra y los Jardines del Hipogeo, un nuevo proyecto. La iniciativa nació en vísperas de la Expo Milán 2015 dedicada a la nutrición del Planeta Tierra: una huerta en las entrañas de la tierra, un ambiente aparentemente hostil, pero que, lejos de la lluvia ácida, el polvo fino contaminante, el smog, microorganismos que también son nocivos para la vida del hombre, protege los cultivos de plantas hortícolas clásicas. 2- Restos incorporados del Teatro Romano. Entraremos en una casa típica napolitana, "basso", porque se encuentra al nivel de la calle. Una vez dentro bastará con mover una cama y abrir una trampilla para acceder a los restos del antiguo Teatro de Neapolis y a las estancias donde Nerón tenía sus camerinos privados, cada vez que acudía a montar sus espectáculos en Nápoles. La duración de la visita es de aproximadamente 20’. 3- Suma Cavea (Esta parte nos la perdimos o no la visitamos En una antigua carpintería aparece otro fragmento del teatro, en cuyo interior se ha instalado una exposición permanente de scarabattoli (santuario de vidrio que exhibe imágenes y objetos sagrados del siglo XVII) para conservar los belenes. Alrededor, opus reticulatum y latericium. Estamos en el intrados-summa cavea del teatro greco-romano en Vico Cinquesanti detrás de la Piazza San Gaetano, un ágora de Neapolis. Dentro de esta ubicación se ha hecho un nuevo descubrimiento. En el piso corrían pequeños canales que fueron bloqueados por el material generado por la sierra. Durante la limpieza se constató la presencia de desagües de las cloacas de la época borbónica, realizados con "riggiole" (azulejos) con motivos azules. Esos canales han sido protegidos por rejas y son visibles. En mi opinión, si se tiene poco tiempo en Nápoles, no hace falta perderlo en la cola de esta atracción ni en su visita; pero es curioso comprobar la inmensidad de lo que allí se encuentra. Tip: De los pocos restaurantes que ofrecen pizza sin gluten de la zona encontré: • Pizzeria Vessi Via dei Tribunali 388 (entre Napoli Sotterranea y Piazza Bellini) Carta especial GF • Dal Presidente Via dei Tribunali, 120 (llamar para reservar y preguntar GF) Recomendada por Bill Clinton Journeys 1 to 3, Total 9
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