Día 0. Viaje a Bangkok.
Salimos de Madrid a las 11am, con Qatar Airways, estuvimos 3 horas antes para facturar y demás pero no era necesario tanta antelación. Es importante guardar el resguardo de la tarjeta de embarque que te den, porque su color determinará la zona del aeropuerto de Doha donde te tienes que bajar. Trato excepcional a bordo. Cada asiento con pantalla y cientos de pelis, series y juegos. 6 horas y media de vuelo y llegada a Doha donde hay dos horas más que en España.
Al bajar del avión te montan en una jardinera y, dependiendo del color del resguardo de tu tarjeta, te tienes que bajar en un lugar u otro. Parece complicado pero te lo explican con vídeos varias veces. El nuestro era amarillo, para la zona de trasbordos. Estuvimos esperando hora y poco en un gran hall con tiendas, bares y wifi gratis.
Siguiente vuelo a Bangkok, nocturno, también 6 horas y media, te dan un bolsito muy mono con antifaz, tapones y calcetines para dormir, y comida varias veces. Llegamos a BK, 6 horas más que en España, a las 8,15 am y empezó el viaje por Tailandia.
Día 1. Llegada a Kanchanaburi
El aeropuerto de BK es enorme y tiene la torre de control más alta del mundo. Antes de salir cambiamos un poco de dinero para los primeros gastos. Se puede bajar al centro en SkyTrain, pero como nosotros queríamos ir a la estación de autobuses del suroeste y por allí no pasa el tren elevado, tomamos uno de los taxis públicos cuyo precio, sin que sirva de precedente en Tai, no es negociable. 500 baths y tras hora y media de caos circulatorio y divisando los enormes rascacielos de la capi, llegamos a la estación.
Allí hay cientos de mostradores, un poco de lío hasta encontrar el que te vende el ticket para Kanchanaburi, y por sólo 99bath para un trayecto de dos horas de duración. Hay muchos horarios así que no hay problema para pillar algún autobús.
Llegamos a Kanchanaburi a la estación y ya empezamos a notar la esencia de Tailandia. Pagamos 100bath por un trayecto en furgoneta de 5 minutos, aquí empezamos a entender que había llegado el momento de empezar a regatear.
Nos alojamos en el VN Hostel, sin mucho lujo pero con mucho encanto, a la orilla del río Kwai, super tranquilo y con buena comida. Se pueden alquilar excursiones, bicis y motos, y esto es lo que hicimos el primer día.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Kanchanaburi es una ciudad relativamente pequeña, famosa por el puente sobre el río Kwai. Si dejas de lado este turisteo que merece la pena, es un gran ejemplo de cultura thai y a la postre será uno de los mejores recuerdos que guarde del viaje.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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La moto es ideal en esta ciudad. El tráfico no es excesivo pero caótico, circular por la izquierda no es tan extraño como ver a 5 personas montadas en la misma moto y los agentes pasando del tema. Visitamos el famoso puente, merece la pena atravesarlo, ver cómo circula el tren, verlo de día e iluminado de noche. Mucho guiri pero es realmente bonito. También se pueden visitar varios museos de la guerra, y es recomendable la calle principal de bares (donde probé el primer y mejor pancake de banana del viaje) y el mercado nocturno, con buenas ofertas de ropa y extrañas comidas.
Día 2. PN Erawan y el tren de la Muerte
Para este día contratamos una excursión en el mismo hostel, que incluía visita al parque nacional de las cascadas de Erawan (4 horas) más paseo en tren por el ferrocarril de la muerte. Había otra opción que acortaba a 3 horas la visita a las cascadas e incluía media hora de bamboo rafting y media hora de paseo en elefante. No recomiendo esta última opción pues 4 horas se me quedaran escasas en Erawan (fueron suficientes pero me hubiera quedado más tiempo), y unas chicas que la hicieron les disgustó por el trato a los elefantes. Además, preferíamos hacer el bamboo raft y los elefantes en Chiang Mai.
No nos costó muy caro pero luego hablando con otros compañeros de excursión vimos que habían pagado menos.
PN Erawan. Es muy recomendable, a la postre el parque más bonito de todo el viaje. Es una sucesión de cascadas en 7 niveles, cada una diferente en altura y espectacularidad, formando pozas en las que te puedes bañar. Mi consejo es ascender hasta la cascada 7, la más elevada, es un sendero sencillo en el que pasas por las 7 cascadas y vas viendo monos, gallos y otros animales. Y después ir descenciendo y ya parándote en las pozas que más te hayan gustado para refrescarte, con cuidado de las mochilas por si se las lleva algún mono. Por cierto, no paguéis por ningún masaje de peces en Tai, en las pozas de Erawan los pececillos ya te lo hacen gratis. No está de más el repelente para los mosquitos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Ferrocarril de la muerte. Puede parecer una turistada, pero a mi me gustó, por su significancia histórica y por experimentar ir montado en un típico tren tai. Te llevan a un pueblecito que es una parada del tren, allí se visita una cueva y lo más espectacular es el paso del infierno, la estructura de vías adosada a un barranco junto al río Kwai por cuya construcción perdieron la vida miles de prisioneros de guerra. Llega el tren y los guiris nos montamos junto a muchos locales, a los que invadimos su vagón. Recomiendo pillar asiento en el lado del río para ver por la ventana las vistas, por el otro lado sólo verás la pared de roca del barranco. El paso del infierno dura poco, pero el trayecto en tren nos deja 3 paradas más allá, en otro pueblo donde nos recoge el furgón del guía.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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La siguiente visita es el puente sobre el río Kwai, ya en Kanchanaburi, pero como nosotros ya lo habíamos visto, decidimos separarnos e ir a ver cómo unos locals jugaban a ratan ball en un campo cercano. Desde allí volvimos andando al hostel con cuidado de no darnos con la cabeza en los miles de cables de luz que cuelgan de los postes en las calles.
Por la noche cenamos en un bar con terraza y música en directo, muy chulo pero no recuerdo el nombre.
Día 3. Kanchanaburi y viaje a Koh Samui
Teníamos sólo unas horas por la mañana, pero aún así decidimos alquilar la moto de nuevo y alejarnos de las zonas más turísticas de Kanchanaburi. Fue todo un acierto. Visitamos templos junto al río, y encontramos un mercado donde sólo había tailandeses, con sus caos de tráficos, sus puestos de comida malolientos... Era muy auténtico.
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Después nos acercamos al museo JEATH, aunque no entramos porque no nos convenció. Pero tuvimos la suerte de visitar los templos budistas que estaban justo al lado, sin saber que estábamos en el Big Buda Day, día festivo en Tailandia que se celebra el tercer mes de luna llena, es decir, en la primera luna llena de marzo. Ese día los templos budistas estaban plagados de fieles, y como los tailandeses son tan acogedores y no ponen reparos a tu presencia, nos quitamos nuestros calzados y pudimos experimentar con ellos cómo los monjes bendecían a los presentes mientras éstos les entregaban sus ofrendas. Nadie te dirá nada en un templo budista si respetas las normas básicas como ir descalzo, no hacer ruido o no apuntar a Buda con el pie.
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Después, visitamos el sobrecogedor cementerio de guerra donde están las tumbas de miles de caídos en la guerra. Volvimos al hostel donde habíamos reservado dos plazas en una furgoneta que nos llevaría directo desde allí hasta el mismo aeropuerto de Bankok. No estaba mal de precio comparado con la comodidad de que te dejen de puerta a puerta en un trayecto de unas 3 horas. Por los horarios de este servicio, llegamos muy pronto al aeropuerto, pero como dije anteriormente, Bangkok Airways tiene una super sala de espera para sus clientes donde puedes comer, dormir, leer o conectarte a internet. Y así cogimos el vuelo dircto a la isla de Koh Samui, pero esta parte ya corresponde a la etapa 2 del viaje.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por último decir que esta etapa, Kanchanaburi y alrededores, fue, quizás por ser la menos conocida y la más auténtica, una de las mejores del viaje.