Estados Unidos de costa a costa (22 días, 17 estados y 8.500 KM). Roadtrip 2017. ✏️ Blogs de USA

Para este día había preparado una etapa muy completa cargada de cosas interesantes. Comenzando por Monument Valley, pasando por Mexican Hat y acabando en Ouray, Colorado.

Me levanté sobre las 5 o 05:30, no recuerdo bien, para ver el amanecer. Algo impresionante. Me impactó aún más porque de repente descubrí que estaba justo en frente del parque, a nada 2-3km a lo sumo. Como la noche anterior había llegado totalmente a oscuras, no me situaba. Sin embargo fue poner un pié fuera de mi “cabañita” y quedarme boquiabierto porque lo ves justo delante de ti.

Debo aclarar que mi hotel no era el “The View”, me fue imposible pillar habitación en él. Donde sí conseguí fue en el “Goulding´s Lodge”. Le pondría un 9/10. Me encantó. Al lado del parque, bien cuidado… está compuesto de varias zonas; el edifico principal y un poco más alejado un conjunto de casitas estilo americanas. Un sitio genial. Respiras paz cuando sales a ver el paisaje.

Mi consejo es, que aunque sea caro, se queden en uno de estos dos hoteles. Así ven el atardecer/amanecer y ya estarán en el mismo parque sin necesidad de echar horas en carretera. Es que ya digo que se agradece ir ganando tiempo así como evitar km innecesarios.

Foto de las casitas desde el edificio central (donde haces el check-in)
*** Imagen borrada de Tinypic ***

El hotel está gestionado por indios, así que cuando fui a desayunar fueron ellos los que me atendieron. Me puse ciego. Me comí una especie de bistec con salsa y mil cosas de guarnición. Más que desayuno parecía plato combinado pero EEUU funciona así…

Otra de las cosas que yo recomiendo es que desayunen fuerte. Aprovechen los mega desayunos americanos para ir con pilas todo el día y así no parar a comer. No “perderán” tiempo al mediodía y podrán aprovecharlo para ver cosas o conducir con luz y disfrutar del paisaje. Si me entraba hambre siempre llevaba conmigo fruta, frutos secos, chocolatinas, etc y cuando llegaba al pueblo en el que hacía noche sí que buscaba sitio para un nuevo atracón y reponer fuerzas. Entiendo que quien viaje con niños lo tenga difícil para hacer esto, pero si solo van adultos creo que es lo mejor. Hay que intentar aprovechar todas las horas del día al máximo.

Me puse en marcha dirección parque y aparqué en The View. Subí las escaleras y admito que quedé en shock ante ese paisaje. Otra estampa indescriptible que hay que ver al menos una vez en la vida.
*** Imagen borrada de Tinypic ***

En un principio no tenía intención de hacer el loop, pero una vez que estás allí es inevitable. Llegué a la garita, pagué 10$ y para adentro. El precio no recuerdo si eran 10$ o 15$ pero vamos, que no era mucho. Es verdad que los indios tienen sus propias excursiones en Jeep, pero yo no la contrataría ni loco. Primero porque valen 80/90$ (o eso me pareció entender) y segundo porque vas tragando polvo y achicharrándote. De no tener coche incluso me lo pensaría bien porque debe ser medio infierno ir ahí subido.
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El loop es otra maravilla. Es en forma circular y lo mejor es que el paisaje cambia según el mirador en el que estés, no se hace repetitivo. Son 8 o 9 paradas hasta que vuelves a la entrada, unas 02:30 en total. El camino está poco cuidado pero se hace sin problemas. Vas despacito, viendo el paisaje, parando en cada mirador… una excursión increíble.
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Abandoné el parque y fui en busca del Forrest Gump Point. A unos veinte minutos dirección Mexican Hat te lo encuentras. Es fácil porque por el retrovisor vas viendo la foto y además se ve a gente parada haciéndose la clásica instantánea. Es imposible saltárselo. Otra vez boquiabierto. Estuve bastante tiempo buscando la foto perfecta, así que durante un rato anduve de solanas por alli. Va como por etapas, igual durante cinco minutos no hay nadie, como te llegan cinco coches de golpe y se arman colas. Un show. Eso sí, todo el mundo muy educado guardando su turno.
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Había apuntado sitios interesantes en Mexican Hat. No me quedaba otra que reanudar la marcha porque no me podía entretener, había mucho que ver. En Mexican Hat pillé el desvío 261, vi el famoso sombrero (decepcionante) y empecé a vislumbrar la Moki Dugway. Es una carretera de tierra que sube la montaña serpenteando. Desde abajo acojona. Además está en mal estado y debes ir despacito. No tengan miedo, pese a no estar asfaltada, se hace sin problemas. Vas viendo el risco justo a tu lado y según subes la vista empieza a dejarte sin aliento. Es una explanada infinita…
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Una vez en lo alto puedes o volver a bajar, o lo que hice yo (y recomiendo a todos encarecidamente). Van a ver un desvío, también de tierra, hacia la izquierda. Síganlo. Está sin asfaltar y con algún bache pero no tiene misterio, es llano y muy ancho. Si vas con cuidado y no haciendo rallye el coche no sufre. Pues bien, van a llegar a una especie de mirador y simplemente… disfruten. Es el Muley Point. BRUTALÍSIMO. Estás justo en lo más alto de la montaña (que acabas de subir) y se ve TODO. Es un paisaje de casi 360º con todo el Monument Valley y el cañón en frente. Es…no se, salvaje. Lo leí en este foro y no recuerdo los usuarios que lo recomendaron pero solo puedo decir: gracias. Fue una de las instantáneas del viaje.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Es imposible capturarlo en foto, cuando estás alli, buf. Emocionante. Estuve absolutamente solo cerca de media hora porque no debe ser famoso (o no se atreven a subir) y caminé todo aquello de arriba a abajo. Es cierto que no es peligroso pero hay que tener cuidado porque la caída es enorme. No tiene ningún tipo de protección y si te asomas demasiado puedes trastabillarte y armarla...
Allí el silencio es absoluto. Estábamos la inmensidad y yo cara a cara.
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Al ratito llegó una parejita americana y estuvimos hablando unos minutos, solo pude darles la enhorabuena por el pedazo país que tienen. “Mis dies”. Tras la breve charla volví sobre mis pasos y bajé Moki Dugway de nuevo. En este momento es cuando realmente disfrutas el paisaje porque vas bajando con él de frente y ves todo el zigzagueo.
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Llegué a la carretera principal nuevamente y pillé el desvío hacia “Gooseneck State Park”. Era otro que no tenía intención de ver pero una vez allí sentía que debía entrar. Se paga 10$ y consiste en un parking con un mirador. Paseas por allí y ya está. A mi me gustó pero es cierto que impacta más Horseshoe Bend. Se puede ver porque no supone un gran desvío si andan por Mexican Hat.
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Una vez visto Monument Valley y todos los alrededores de Mexican Hat empezaba la etapa de conducción pura y dura. Tenía por delante casi cuatro horas hasta Ouray. Iba a entrar en uno de los estados que más me ilusionaban después de empaparme de información del país preparando todas las etapas. Conduje rumbo Bluff, pasé Cortez (aqui está Mesa Verde pero pasé de largo) y llegué a Durango donde paré a estirar las piernas. Nada más entrar al estado de Colorado se nota la diferencia con Utah. Pasas de un paisaje desértico a de repente estar en los Alpes. Todo verde, montañoso, rodeado de lagos, la temperatura baja bastantes grados y los pueblos empiezan a tener un rollo que enamora. Muy de peli del oeste.
Durango está bonito, pero me pareció muy preparado para el turista. Era grande y tenía toda clase de servicios, para mi eso le resta autenticidad pero ya digo que vale la pena parar y dar un paseo.
Desde este pueblo sale una de las carreteras escénicas que más me llamaban, la “Million Dollar Highway” que termina justo en Ouray, donde hacía noche. Hora y media por ella y todo el rato la boca abierta. Es que es…impresionante!!!

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Es una carretera con multitud de curvas que asciende y desciende por montañas, lagos, túneles y precipicios a tus lados sin ningún tipo de protección. Creo que en invierno cierra y no me extraña, te debes matar por ahí conduciendo con nieve. De lo más bonito del viaje.

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El cambio de paisaje es impactante:
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Y no solo la carretera en sí, te encuentras con un pueblo encantador, SILVERTON. Es estar dentro de una película americana. Auténtico 100x100. La iglesia, los salones, las casas….
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Tras la breve parada y mil fotos ya solo me quedaba la última parte hasta OURAY. Mismo paisaje. Al ser ya las 19 o 20 horas y estar anocheciendo empezaban a aparecer los animalitos por la carretera. Vi un montón de ellos por allí danzando. Paré unas cuantas veces a hacerles fotos. Que pedazo de etapa estaba viviendo.
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A Ouray entré prácticamente de noche. Fui a hacer el check in y le pregunté a la chica un lugar donde cenar. Eran ya las 21 o 22 pero había garitos que cerraban tarde. Me recomendó uno de carne (me había ganado un buen pedazo) y cené lo que en el restaurante llamaban el “Toma Hawk”, se pueden imaginar como era…Una vez acabé me quedé un rato cerveceando, viendo el local, a la gente, reflexionando con todo lo que había visto… Una cosa que me llamó la atención fue que los americanos comen/cenan y se levantan de la mesa. Es decir, no hacen de ese momento un placer, como nosotros. A mi me gusta quedarme un rato pensando en mis cosas o hablando si estoy acompañado. A ellos no, en seguida te ves tu solo sentado sin nadie a tu alrededor.
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Salí a la calle cantando bajito tras la comilona y hacía un frío tremendo. Al ser de noche no pude sacar conclusiones sobre Ouray, sin embargo iba observando las edificaciones camino al hotel y me dio la impresión de ser un pueblo que también apuntaba muchas maneras…

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Este día me desperté con medio zumbido en la cabeza. La noche anterior con la emoción me había bebido una botella de vino californiano y un par de cervezas después de cenar. Ya saben que el que se va de romería se arrepiente al otro día…

Recogía la habitación cuando me percaté que faltaba algo muy importante: mi cartera. MEEECCC alarmas encendidas y sudores por la espalda. No estaba por ningún lado. La única opción era haberla olvidado en el restaurante. Me acerqué porque lo tenía justo al lado, miré a través de los cristales y bingo! Allí estaba sobre una de las sillas. Sentí alivio hasta que vi el cartel con el horario de apertura: 17PM. Primer problemón del viaje. Perdería toda la etapa que consistía en ver Ouray y llegar con tiempo a Moab para ver Canyonlands y Dead Horse Point.
Volví al hostal y les comenté el caso. Como es un pueblito pequeño deben conocerse todos y la chica amablemente llamó a la dueña del bar. Antes de la llamada me puso sobre aviso porque al ser domingo probablemente estuviese liada. No las tenía todas conmigo pero mientras hablaban me sonrió y me sirvió para tranquilizarme. Tendría que esperar pero no hasta las 17, sino hasta las 10:00 que se acercaría hasta el bar para abrirme. Vi los cielos abiertos. No solo iba a poder irme a tiempo sino que además dispondría de un par de horitas para poder desayunar a gusto y encima ver el pueblo.
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Caminé buscando sitios para desayunar con tanta alegría que hasta la resaca se me pasó. Encontré uno interesante y me metí. Una vez dentro una chica joven de unos 25 años que era de allí se puso a darme conversación cuando intuyó que era extranjero. Y es que en Colorado creo que la gente es feliz. Todo con el que me cruzaba me miraba sonriendo, eran educados y muy hospitalarios. Así da gusto visitar lugares.
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Del pueblo solo puedo decir que me enamoré. Viviría allí sinceramente. Ouray y Deadwood (en Dakota del Sur y del que hablaré más tarde) fueron los que más me gustaron en todo el roadtrip. Son de cuento. Bueno, también es de cuento Niágara on the Lake pero si empiezo a recordarlos todos…
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Lo recorrí entero e incluso visité una especie de feria con casetitas en un prao donde vendían productos suyos. Tras darme tiempo a verlo todo y estar de compras me acerqué al restaurante porque ya iban a dar las diez. Me abrió la chica y no la abracé de milagro. En agradecimiento me pillé merchandising del bar que era muy molón. Este pueblo siempre tendrá un trozo de mi.
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Arranqué con la misma sensación del que se despide de una novia en la estación de buses y marqué en el Google Maps “Moab” que era donde dormía. Tres horas de coche por delante.

(Hago inciso porque preparando el viaje me puse a seguir en Facebook una página sobre paisajes de los EEUU y un día vi una foto chulísima de un pueblo estilo vaquero llamado “Telluride”. Pues bien, justo me coincidía en este trayecto pero tenía que hacer un pequeño desvío de media hora más el tiempo de parada en el pueblo).

El trayecto como el día anterior fue precioso; montañas, lagos, ríos, todo verde y limpísimo…
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Llegué a Telluride y menuda elegancia. Es como Ouray pero con aspecto de caro. No se si me explico… Otro paseo eterno haciendo fotos, comprando recuerdos, comiendo un helado… Que pedazo de estado y de pueblos!! Otra visita obligatoria.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Una vez terminé el helado, me metí en el coche para no volver a bajarme hasta Moab. Progresivamente las montañas van siendo más bajas y menos verdes hasta que vuelves a estar en pleno desierto.
Entré en Moab y localicé mi hotel pero no hice check-in para no perder tiempo. Lo que vi desde su calle principal no me gustó. Es el clásico pueblo americano con calles super anchas y desangelado con muchos establecimientos de comida sin ningún tipo de encanto. Se nota que viven de los turistas que visitan los parques de alrededor.

Puse la directa hacia Cannyolands. Habrá unos 30/45 minutos. Una carretera sencilla y muy buena. Antes se pasa por Dead Horse Point cuya entrada cuesta 10$ y simplemente es llegar a un mirador y disfrutar de lo que ves. Llama la atención un lago de color azul metalizado que está en medio del desierto. Busqué información sobre el mismo y creo que era algo relacionado con salinas (no me hagan mucho caso).
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Foto del lago con un pajarillo de protagonista:
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Seguí a Cannyolands y llegué sobre las 17:00 o 18:00. En la garita no había nadie y la valla estaba subida así que no pagué. La entrada creo que eran 25$. Fui parando en todos y cada uno de los miradores que había apuntado; Shayer Canyon, Mesa Arch, Green River Overlook, Buck Canyon y el Grand View Point.
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Todos merecen la pena pero especial atención a Mesa Arch que consiste en una caminata de unos 15 minutos hasta llegar al arco con unas vistas de fondo espectaculares:
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Y el último, Grand View Point que es otra imagen inolvidable:
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Es otro parque para estar días en él y perderte pero no era el viaje ideal para ello así que una vez visto lo que para mi era principal, regresé a Moab. Aún era de día aunque el sol ya había caído. Lo comento porque con organización y un itinerario claro da tiempo a hacer muchísimas cosas.
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Llegué a Moab ya de noche e hice el check in. Me recomendaron un sitio para cenar que no me gustó mucho, The Blu Pig. Tenía música country en vivo pero para cenar me pareció un meh, para tomarte copas si tiene un ambiente curioso pero ya había tenido suficiente alcohol la noche anterior. Me fui a dormir bastante cansado. Al día siguiente me tocaba Arches y un trayecto de casi nueve horas hasta Jackson (Wyoming), pero con el etapón vivido aún no era consciente de la paliza que me esperaba.

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La jornada anterior había sido completísima pero la que tocaba hoy no tenía pinta de quedarse atrás. El plato fuerte del día era visitar Arches.
Me apeteció quedarme de remolón en el hotel, craso error. A la entrada del parque no llegué hasta las 11:00. Una pequeña cola de coches y rápidamente estaba en la carretera principal. Había perdido un par de bonitas horas.

Te dan toda clase de información en la entrada pero yo ya llevaba los miradores marcados de antebrazo, como en Cannyolands. Fui parando en todos; Park Avenue, Three Gossips y más adelante en Balance Rock donde hay un pequeño trail que lo rodea. Serán unos 500 metros de caminata.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Tras esto seguí hasta el punto caliente de Arches, Delicate Arch. Y digo seguí porque la Windows Section estaba cerrada. El parque estaba en obras y había ciertos días de la semana que a partir de las 19:00 cerraba, creo que martes y jueves. A esta sección justo le tocaba en agosto.
Dejé el coche en el gran parking y comencé la caminata. Los primeros 500 metros son sencillos, totalmente llanos. Acto seguido viene lo gordo: la subida de la primera loma que es bastante pronunciada. Si no están de caminar/hacer deporte van a llegar molidos al hotel. Pero bueno, tómense su tiempo que merece la pena el esfuerzo.

Panorámica del trail, los puntitos en la montaña del fondo son personas:
*** Imagen borrada de Tinypic ***

Una vez llegas a lo alto de esta primera loma hay un breve descanso para acometer otra subida, ésta algo menos pronunciada pero que también se pega. Aquí el cansancio se deja notar que sumado al calor y sol hace que te empieces a plantear si fue buena idea. Da la sensación de no terminar nunca pero de repente lo ves ante ti. Inmenso. ¿Cómo se habrá creado esa maravilla ahí en medio?

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Justo en lo alto desde donde lo ves por primera vez da un vientecillo la mar de rico que se agradece un montón mientras disfrutas de la vista. Un millón de fotos y me puse a hacer la pequeña cola que se arma a los pies del arco para poder acercarte a él. Una vez saciado comencé la vuelta que no tiene nada de dificultad. En veinte minutos te pones en el parking. La caminata deben ser unos cinco km y en total invertiría unas dos horas. La verdad que es difícil hacerlo en menos, la subida es complicada y luego allí van a querer estar sin prisas. Después de tremendo pateo apetece estar sentados un buen rato.

Volví al coche y continué la marcha hacia Landscape Arch y por el camino fui viendo más cosas interesantes.
*** Imagen borrada de Tinypic ***

Este trail es algo más sencillo porque es llano y más corto. Ida y vuelta unos 2.5 km. El problema es que ya vienes medio trastabillado del anterior y se puede hacer duro. Además no hay mucha sombra y el calor aprieta bastante. Este arco se empieza a contemplar desde bastante antes de llegar a su mirador, es enorme. Llama la atención que hace unos años se desprendió un gran cacho y justo un turista captó el momento, la foto se puede ver allí. Otra genialidad de la naturaleza.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

El trail continuaba hacia Double Arch, pero yo no lo realicé. Ya estaba satisfecho por lo visto y debía guardar algo de fuerzas. Parecía bastante duro y me esperaban aún casi nueve horas de coche… Arches es como estar en otro planeta. Tremendo parque sin parangón. Otra vez se queda uno sin palabras.

Busqué la fruta que tenía tirada por el coche y recargué energías. Comenzaba la etapa de conducción pero antes quería atravesar la carretera escénica 128 que discurre a la vera del río Colorado. Sale de Moab y conecta con la interestatal 70 que es la que me llevaba hasta Salt Lake City. Son unos 70km de carretera espectacular.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

La carretera 128 fue de lo más impresionante del roadtrip. Estás en pleno cañón y vas siguiendo el río Colorado. De tanto en cuanto se van formando pequeñas playitas y puedes dejar el coche a un lado para pegarte un chapuzón. Fue lo que hice yo y me supo a gloria, otro recuerdo para toda la vida.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

El baño me dejó como a un bebé, me relajó tanto que hubiese dado la vida por tener el hotel a cinco minutos, sentía que ya había hecho el día. Al poco de arrancar vi una especie de rancho/hotel/restaurante llamado “Red Cliffs Lodge”, lo vi tan bonito que no pude evitar volver a hacer una pequeña parada, y menos mal, eso es como un pedazo de cielo en la tierra. Menuda maravilla. La Coca Cola que más me supo en todo el viaje.

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Aquí justo miré el reloj y daban ya las 18:00, pero aún me quedaba por ver una cosa más. Al poco de salir del rancho había un desvió a la derecha por una carretera llamada “Lasal Loop Road” que iba dirección Castle Valley. Espectacular. Salvando las distancias el paisaje se parece a Monument Valley. No retrasa la marcha porque con hacer unos 20km entre ida y vuelta da para contemplarlo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***

Toda esta carretera merece muchísimo la pena. El paisaje es alucinante, tocar el agua del río, entrar al rancho a descansar unos minutos y contemplar las vistas desde ahí… No se arrepentirán.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

De lo que si me estaba arrepintiendo yo era de haber contratado el siguiente hotel en Jackson (Wyoming) , por lo que ahora comenzaba lo duro. Fue un suicidio pero no me quedó otra ya que había hecho un cambio a última hora y en vez de seguir por Colorado para luego enfilar Mount Rushmore me propuse ir hasta Grand Tetón y Yellowstone y así poder decir que también los vi. Con este nuevo itinerario no me quedaba otra opción que pegarme esta paliza para poder aprovechar bien el tiempo.
También me arrepentí de levantarme tarde, aunque acabas comprendiendo que en un viaje de tantos días por “h” o por “b” no se puede cumplir el itinerario. Es inevitable. Más que nada porque lo que vas viendo te va encantando y prefieres disfrutar tranquilamente.

*** Imagen borrada de Tinypic ***


Tras abandonar la escénica 128 fui a dar con la interestatal 70. El paisaje cambia casi de forma radical:

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Hasta Salt Lake City fueron unas cuatro horas. Llegué ya de noche y vi la ciudad desde la autopista, me pareció ver una especie de capitolio, el skyline… muy estilo ciudad americana. De aquí a Jackson fueron otras 4/5 horas. Ya en plena noche y con lluvia, lo que dificultó aún más el trayecto. Pasé de Utah a Idaho y tras un par de horas por éste, me adentré en Wyoming. El Google Maps me mandó por carreteras secundarias por lo que iba absolutamente solo y los animales se me cruzaban. Al principio hacía gracia pero al final iba acojonado por posibles accidentes. De este trayecto por desgracia vi muy poco pero parecía ser bastante bonito. Me daba la impresión de ir subiendo y bajando montañas, atravesando bosques, ríos... Una pena conducir de noche.

Sobre las 04:00 llegué al hostal. El chaval de recepción tenía una cara de muerte peor que la mía. Como pude subí la maleta y me metí en la cama ipso facto. No debí tardar ni cinco segundos en quedarme dormido. Al día siguiente me esperaban Grand Tetón y una excursión de un día por Yellowstone. Ni más, ni menos.

Un auténtico palizón el final de etapa. Sin embargo, pese a todo, había sido otro día cargado de grandes emociones.

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