Después de haber pasado unos días fenomenales paseando por montones de trocitos de Cuba, nos habíamos reservado los últimos días de relax y “mala vida” de piscina, tumbonas y buffet libre.
Investigamos mucho en foros y preguntamos a amigos que viajaron a Cuba y finalmente descartamos la idea de visitar Varadero u otros cayos: Optamos por Cayo Coco. Hicimos unas cuantas búsquedas para elegir hotel y por relación calidad-precio escogimos el Iberostar Mojito.
A menudo nos suele pasar que cuando organizamos viajes, las cosas parecen ir bien hasta que empiezan a surgir contratiempos. En esta ocasión, no íbamos a tener la suerte de que todo fuese rodado a la primera! Una vez más, tuvimos nuestro momento de “no me puede estar pasando esto a mí”… (algún día os contaremos nuestra odisea preparando la luna de miel a NY…).
Una vez que teníamos el hotel elegido, como los hoteles en Cuba no están ofertados en muchas páginas web, entramos en las de nuestra confianza pero no lo encontramos. Después de ponerlo en google, nos aparecía el buscador Kayak.es que tanto anuncian en la tele y allí que fuimos a cotillear. Efectivamente, nos hacía una relación de webs donde podríamos encontrar la habitación más barata para los días seleccionados. Los primeros enlaces no los conocíamos así que fuimos mirando hasta ver Lowcostholidays. Hicimos alguna búsqueda por Internet y leímos que era una operadora británica que viajaba sobre todo a Mallorca así que pensamos que qué podía pasar… Formalizamos la reserva y nos quedamos contentos al ver que ya teníamos todas las casas y hoteles previamente elegidos y reservados.
A los 15 días de hacer la reserva, estando en Madrid de visita a mis amigas, recibo un correo en inglés diciendo algo así como que LowCostHolidays se encuentra en bancarrota y no asegura que las reservas que hiciésemos con anterioridad estuviesen confirmadas. Efectivamente, después de ponernos en contacto con el hotel en Cuba, nos confirman que no hay ninguna reserva a nuestro nombre para los días solicitados. Imaginaros la cara que se nos quedó después de ver que se nos habían ido al cubo de la basura 267 euros… Era de esperar que los precios hubiesen subido y nos planteamos la idea del todo incluido en un Cayo… Pero era el último tramo del viaje y nunca habíamos estado en un hotel a todo pagado así que este imprevisto no nos iba a hacer cambiar de opinión y decidimos volver a reservar (pero desde la web del hotel directamente aunque fuese más caro que en otras y que cuando lo compramos inicialmente). La suerte fue tener el banco que tenemos. Les llamamos, les contamos la situación y después de entregarles toda la documentación, se encargaron de devolvernos el dinero a pesar de que probablemente en casos como este, ellos palmen la pasta.
Una de las cosas que nos preocupaba de la organización del viaje, precisamente era en cómo saldrían los desplazamientos desde Trinidad a Cayo Coco. Habíamos visto en foros la manera de llegar de un punto a otro en transporte público y nos compramos los billetes de autobús VIAZUL desde Trinidad a Ciego de Avila (17 €) pero una vez allí, tendríamos que coger un taxi que nos llevase hasta Cayo Coco. Hablamos la noche anterior con la familia y nos dio el teléfono de un taxista de confianza que nos cobraba 60 CUC desde la puerta de casa en Trinidad hasta el mismo hotel . Como el trayecto iba a ser más rápido, decidimos aceptar y ya veríamos qué hacer con el billete de bus (estuvimos mirando la manera de que nos lo devolviesen pero una vez que pasaba la fecha, no hubo posibilidad a pesar de que en Trinidad nos dijesen que desde la web podíamos pedir la devolución).
No estoy segura de haber acertado en este punto ya que compartimos taxi con una madre resacosa y su hijo super fiestero y se nos hizo un poco apretado el viaje. El sol daba de lleno y se nos quedaba pegado el culo al asiento de sky y mis piernas a las de la madre moribunda. Pero al menos pasamos un viaje muy ameno con el fan del Arsenal y su inglés ultra rápido. ¡Qué panzada de reír con las historietas del chaval! El pobre taxista no entendía nada de inglés y el chico tenía ganas de socializar y no paraba de contarnos cosas de la noche anterior tan interesante que pasó en Trinidad de juerga, jajaja!
Cuando llegamos al resort, nos dimos cuenta de que el viaje estaba a punto de acabar así que decidimos estar estos 3 días de disfrute total y desconexión. Por otra parte, desde que nos montamos en el avión de ida, no habíamos dado señales de vida así que aprovechamos el check in en el hotel para comprar en recepción una tarjeta para datos de ETECSA (2CUC la hora) y así mandar unas fotos a la familia.
Es bastante sencillo: Compras la tarjeta que lleva impresa un código. Enciendes el wifi de tu movil y al abrir la pestaña de tu navegador, te sale la página donde tienes que meter el código. Al terminar de ver wasap y tus redes sociales, tienes que acordarte de cerrar la sesión si te quedan minutos disponibles para usarlos en otro momento que te apetezca.
¿Qué queréis que os cuente del hotel?
Playa privada de agua cristalina
Habitación con dos camas de matrimonio
Piscinas para nosotros solos
Barra libre de bebidas alcohólicas nacionales
Pues eso, sufriendo… Fueron 3 días de relax absoluto. Leyendo mucho, comiendo, bebiendo, disfrutando de la tranquilidad y el silencio, muchos momentos de calma… Me hubiese encantado que hiciese un super tiempazo pero estuvo un poco nublado así que había veces que nos marchábamos de la piscina y nos metíamos en el buffet libre si era la hora, o en el bar de la piscina a comer sandwiches… Nuestra percepción del todo incluido probablemente hubiese sido otra si estuviésemos en otro país. Notábamos que la comida no era tan abundante como cuando estuvimos de crucero en las Bahamas que había comida a todas horas, con los buffets a reventar de comida variada. Se nota que las circunstancias del país son otras y que la comida no se malgasta. Las instalaciones en algunas zonas no estaban cuidadas como el caso de los bungalows que se encontraban de camino al acceso a la playa. Anteriormente, el hotel no era de Iberostar y debe ser que en el transcurso del cambio de regencia, los bungalows pasaron a ser almacenes en vez de rehabilitarlos, cuidarlos y ofertarlos como experiencia única en resort en cuba. Por lo demás, nuestra experiencia fue bastante positiva.
Cuando terminábamos de cenar, coincidíamos con los animadores del hotel llamando a jugar a los huéspedes. Solían organizar partidas de bingo con sorteos, concursos, bailes... Lo cierto es que se animaba mucha gente a participar.
La última noche teníamos concertada una cena en el restaurante chic del hotel (dentro del régimen "todo incluido" te invitan a cenar una noche en su restaurante a la carta). Estuvo bastante rica. Era una carta un poco más elaborada que en el buffet, con varios platos de comida italiana, algunos de carne y otros de pescado. De lo único que me acuerdo es que pedimos carpaccio de buey y algún plato de pasta.
Camino a la cena en el Restaurante "el malecón" dentrol del resort
Estos días pasaron realmente rápido. Ahora sí que se acababa nuestro viaje.
Tuvimos ciudad, tuvimos campo, senderismo, rutas a caballo, Cuba profunda, gente interesante, relax absoluto y momentos chulísimos. Todo en unos pocos días irrepetibles que quedarán en nuestra memoria y mejor con este blog para nuestro recuerdo.
La última etapa, La Habana.