Después de una noche, que se ha hecho muy larga (no tenemos cuerpo ya para andar de mochileros, compartiendo habitación)
Siempre hay vistas
Volvemos a parar en Mirror Lakes, hoy se ve algo más de reflejo, sin llegar a ser un espejo.
Y también paramos de nuevo en Eglinton Valley, es un sitio espectacular.
Llegamos a Te Anau y nos dirigimos a Fortrose, primero paramos en Invercargill (a unos ciento sesenta kilómetros), a repostar gasolina y a curiosear un poco.
Continuamos camino, siguiente destino Fortrose a unos cuarenta y cinco kilómetros desde Invercargill., localidad situada al sur de la isla Sur, en la región de Southland, famosa porque se pueden ver los restos de un pecio cuando hay marea baja. No fue nuestro caso, pero es un sitio bonito, pegado a la costa. Aprovechamos para comer en una de las áreas recreativas con vistas a la costa, hoy el día si acompañaba.
Metemos el siguiente punto en el gps, vamos a Waipapa Point, a unos 17 kilómetros desde Fortose. Nos vamos haciendo a la idea que cuando sopla, sopla de verdad
Un poco más adelante se pueden ver unos acantilados.
Esta zona es muy bonita, de los más aislado y salvaje de Nueva Zelanda
El faro más bonito de Nueva Zelanda, Waipapa Point. Lo cierto, es que tiene pinta de que estas costas son peligrosas.
Al lado, hay una playa donde se pueden ver leones marinos, nosotros no los vimos.
Pero vale la pena acercarse, es un paseo corto y bonito.
De Waipapa Point a Slope Point, hay una distancia de 20 kilómetros, que es muy entretenida, ya que los verdes campos están plagados de corderillos nacidos hace pocos días.
Yo pensaba que debido al “lambing”, la pista que va desde el final del aparcamiento de Slope Point hasta donde se encuentra el cartel, estaría cerrada, ya que es un camino privado, pero no. Es un corto paseo en el que llegas hasta los acantilados. Aquí te encuentras en el punto más al sur de la Isla Sur.
Las vistas son muy chulas, nos gustó mucho este sitio.
Seguimos notando la fuerza de Eolo.
Y nos volvemos a poner en marcha., los paisajes merecen la pena, además por fin, hoy hace un día radiante.
Proseguimos, nos quedan 15 kilómetros para llegar a Curio Bay, su mayor característica es que está compuesto de los restos de un bosque petrificado y también que se pueden ver pingüinos,de ojos amarillos, sobre todo al amanecer y al atardecer, leones marinos y delfines Hector.
Se accede por un camino, que en pocos minutos te lleva a unas escaleras metálicas, desde donde puedes bajar a la playa.
Y observar los restos de los troncos.
Como todavía faltaba un rato para la marea baja, que es cuando más se pueden apreciar el bosque y que aparezcan los pingüinos, nos fuimos a Porpose Bay, otra playa prácticamente unida a Curio Bay, famosa por su fauna marina
Estamos muy cerca de nuestro alojamiento, el Waikava harbour view (este alojamiento y el de Nelson, se los copié a Alejandría ):;
Nos volvimos a Curio Bay, a ver si se dejaba ver algún pingüino de ojos amarillos.
Éramos una pequeña marabunta, había muchísima gente en la playa, nos quedamos arriba, en las escaleras y casi nos alegramos que no apareciera ninguno.
Nos quedamos viendo la puesta de sol y después volvimos a Porpose Bay, pero tampoco vimos ningún león marino.