AUSTRALIA: EL OTRO LADO DEL MUNDO ✏️ Blogs de Australia

Australia, el destino soñado de muchos, por lo lejano, por lo diferente, por lo enorme... y también uno de mis favoritos, así que 2013 ha sido el año elegido para visitarlo. Pero si una cosa caracteriza a Australia es el gran número de tópicos que la rodean, tópicos que, una vez que llegas allí, descubres que son ciertos en su mayoría. Por ejemplo, ¿quién no ha oído decir que en Australia lo que no es mortal es tremendamente venenoso?

Pues además de los cocodrilos de agua salada, agresivos y mortales, los tiburones, las arañas con mayor concentración de veneno del mundo, etc., resulta que hasta el mero hecho de conducir es una actividad de alto riesgo. Para empezar se conduce por el lado contrario, lo cual no entraña un riesgo en sí mismo, pero, por ejemplo, en Melbourne para girar a la derecha te tienes que poner lo más a la izquierda posible (lo llaman “hook turn”), pero sólo en Melbourne, no se te ocurra hacerlo en otra ciudad de Australia porque seguro que te ponen una multa.

Pero si sales de las ciudades y conduces por esas interminables carreteras que no conocen las curvas, resulta que no hay señalización que indique el pueblo más cercano, básicamente porque no hay ninguno, ni en general ninguna otra señal de las que estamos acostumbrados a ver en este lado del mundo, sino una serie de extrañas señales, todas de peligro, en las que te avisan de la presencia de fenómenos extraños, y digo esto porque así nos lo parecen a los que no vivimos en el otro lado del mundo. Por ejemplo, presencia de fauna “peculiar”:

Te recuerdan que tienes que conducir por la izquierda cada poco o te avisan de que es posible que la carretera por la que circulas se inunde, pero no un poco, no, que quede sepultada bajo dos metros de agua:

O bien, si eres tan osado como para atreverte a salir de la seguridad de tu coche, siguen advirtiéndote de numerosos peligros más:

Otro grupo de tópicos que es cierto, es el relativo a los australianos: todos son deportistas (es increíble la cantidad de personas de cualquier edad que se ven haciendo ejercicio por la calle), son tipos duros (especialmente los que viven en las zonas rurales), son muy simpáticos (en seguida se ofrecen a echarte una mano y como su forma de hablar es muy coloquial, parece que estás entre amigos), beben muchísimo (de hecho el consumo de alcohol sólo está permitido en zonas restringidas para intentar combatir el alcoholismo) y no les gusta que les recuerden que algunos de sus antepasados fueron presidiarios.

Pero quizá el tópico que más me alegró ver que se cumplía era el de que es uno de los países más bellos del mundo, en el que te puedes encontrar desde la exuberancia del rain forest hasta la más absoluta ausencia de casi todo en Red Centre, pasando por la impresionante Barrera de Coral y sus preciosas ciudades y playas donde parece que es más fácil vivir que en cualquier otra parte del mundo.

Itinerario

Ya sólo decidir ir a Australia es tomar una decisión difícil, porque está muy lejos y es caro, pero más difícil aún es decidir qué visitas. Por tanto, organizar un itinerario por tu cuenta a un país así es complejo, porque lo quieres ver todo y no tienes tiempo para ello, pero tras la experiencia creo que lo imprescindible es Sydney, la Gran Barrera de Coral y el norte tropical alrededor de Darwin tras pasar por el centro y ver el Desierto Rojo. Si además te gustan los animales, Kangaroo Island también se convierte en visita obligada.

Con el itinerario claro hay que decidir cómo llegas allí (la oferta es amplia) y si vas a aprovechar o no las escalas para no hacer viajes tan largos y visitar algunas ciudades. Nosotros optamos por viajar con Qantas, tanto el vuelo internacional como los interiores, durante un mes y haciendo escalas en Singapur a la ida y en Dubai a la vuelta.

Nuestro itinerario quedó así:

Día 1, 9 de agosto: Madrid-Londres-Singapur
Día 2, 10 de agosto: Singapur
Día 3, 11 de agosto: Singapur-Viaje a Melbourne
Día 4, 12 de agosto: Melbourne
Día 5, 13 de agosto: Great Ocean Road. Melbourne-Port Campbell
Día 6, 14 de agosto: Great Ocean Road. Port Campbell-Melbourne-Adelaida
Día 7, 15 de agosto: Adelaida-Kangaroo Island
Día 8, 16 de agosto: Kangaroo Island
Día 9, 17 de agosto: Kangaroo Island-Adelaida
Día 10, 18 de agosto: Adelaida-Ayers Rock (Uluru)
Día 11, 19 de agosto: Ayers Rock (Uluru)-Olgas (Kata Tjuta)
Día 12, 20 de agosto: Kings Canyon (Watarrka)-Alice Springs
Día 13, 21 de agosto: Alice Springs-Darwin-Mary River
Día 14, 22 de agosto: Mary River-Kakadu: Ubirr
Día 15, 23 de agosto: Kakadu: Twin Falls-Jim Jim Falls
Día 16, 24 de agosto: Kakadu: Yellow Water-Nourlangie-Cairns
Día 17, 25 de agosto: Kuranda
Día 18, 26 de agosto: Buceo en la Barrera
Día 19, 27 de agosto: Rain Forest-Cape Tribulation
Día 20, 28 de agosto: Cairns-Hamilton Island-Airlie Beach
Día 21, 29 de agosto: Whitheaven Beach y buceo en la barrera
Día 22, 30 de agosto: Sobrevuelo barrera-Snorkel-Whitheaven beach
Día 23, 31 de agosto: Airlie Beach-Hamilton Island-Sydney
Día 24, 1 de septiembre: Sydney
Día 25, 2 de septiembre: Blue Mountains-Manly Beach
Día 26, 3 de septiembre: Sydney
Día 27, 4 de septiembre: Sydney-Dubai
Día 28, 5 de septiembre: Dubai
Día 29, 6 de septiembre: Dubai
Día 30, 7 de septiembre: Dubai
Día 31, 8 de septiembre: Dubai-Madrid

Así que, una vez dicho todo esto, empezamos....

👉 Ver Etapa: ¡¡Nos vamos a Australia!! ⏫ Volver arriba Compartir:

Desde el momento cero en que decidimos viajar a Australia teníamos claro que no íbamos a hacer el viaje del tirón, así que, de entre las diferentes posibilidades que se nos ofrecían, decidimos hacer escala en Singapur.

Para ello volamos con un billete comprado a Qantas, con Iberia desde Madrid a Londres y desde allí con British Airways a Singapur, donde llegamos a las tres de la tarde. Nuestro hotel es el Marina Bay Sands, un capricho que teníamos desde hace tiempo y la verdad es que merece la pena, no sólo por la calidad del hotel, sino porque tienes a tu alcance las mejores vistas de la ciudad a cualquier hora del día.

Por supuesto, lo primero que hicimos tras soltar las maletas y pegarnos una merecida ducha tras el viaje, fue subir a la “infinity” pool del piso 57, a unos 150 metros de altura, donde por supuesto nos bañamos (sorprendentemente a pesar del calor terrible el agua está fresquita) e hicimos muchas fotos. De la ciudad…

… y del puerto.

Tras el bañito un poco de reposo en la habitación y de nuevo subida a la piscina para hacer fotos de noche. Ese es el momento en el que más gente sube a la terraza a la que pueden acceder los que no son clientes del hotel. No sé si me gustaron más las vistas de día o de noche. Eso sí, el calor y la altísima humedad, eran los mismos.

Para cenar salimos al centro comercial que hay enfrente del hotel, enorme por cierto, y como queríamos cenar noodles en un restaurante que habíamos visto que estaba bien, tuvimos que entrar al casino del señor Adelson. Es enorme, con varias plantas y se fuma sin problema en todos los sitios, cuando en Singapur casi no se puede fumar ni en la calle. Tras la cena, visita al Merlion, símbolo de la ciudad y uno de los sitios desde donde mejor se ve el Marina Bay. Paseo por el Quai y de vuelta al hotel y a la cama agotados.

Hoy nos levantamos a las 8:30 después de que el despertador que pusimos no sonara (o tal vez sí y no lo oímos) a las 7:30. Gran decepción porque estaba lloviendo, con lo que pensamos que el día se nos había estropeado. Así que tras el desayuno subimos sin bañador de nuevo a la piscina a disfrutar de las vistas y después a la calle, en el MBT a Orchad Street para llegar paseando a Little India.

Visitamos un templo hinduista llenísimo de gente y desde allí al barrio chino, donde vimos rezar a unos monjes junto con los “feligreses”, algo que no habíamos visto nunca. Comimos en el food court del barrio chino, un sitio con muchos puestos de comida e hicimos alguna comprita, para volver al hotel no muy tarde, ya que nuestro avión para Melbourne salía a las 21 y queríamos darnos una duchita antes de salir.

El calor era insoportable, porque dejó de llover en seguida, salió el sol y se empezó a evaporar toda el agua, con lo que la humedad casi no dejaba respirar.

A pesar de eso, antes de subir al hotel dimos un paseo por Gardens by the bay, que es el jardín botánico que forma parte del complejo Marina. Muy bonito pero el calor no permitía disfrutarlo, así que no estuvimos mucho tiempo.

El hotel nos ofrecía una habitación de cortesía para ducharnos, así que procedimos y nos fuimos al aeropuerto, donde esperamos a que saliese el avión rumbo a nuestro destino definitivo: Australia.

👉 Ver Etapa: Singapur: estamos más cerca ⏫ Volver arriba Compartir:

Día 4, 12 de agosto: Melbourne y el invierno en agosto

Hemos llegado a Melbourne a las 6 de la mañana y el transporte que nos tenía que recoger no se ha presentado, con lo que hemos estado esperando, con un frío espantoso (aquí es pleno invierno y esto está bastante al sur del sur), más de una hora, hasta que hemos desistido y cogido un taxi, que, tras un atasco importante y una pasta gansa nos ha dejado en nuestro hotel.

La habitación no está disponible, en Australia no las suelen dar a los nuevos huéspedes hasta las 2 de la tarde, así que hemos dejado las maletas y cogido más ropa de abrigo para ir a pasear por la ciudad. La verdad es que hemos tenido muy mala suerte, porque hacía mucho frío y llovía. Intentamos pasear por los jardines Flagstaf hasta el Queen Victory Market, que estaba cerrado por ser lunes y hartos de mojarnos y pasar frío nos hemos subido al autobús gratuito nº 35 que hace un recorrido circular pasando por las zona más turísticas. Nos hemos bajado en la catedral de St. Paul y luego, aprovechando que había salido algo el sol, hemos ido paseando hasta Federation Square.

Desde aquí a los barrios chino y griego donde hemos comido. Después nos hemos ido al hotel, porque entre el frío y los largos viajes de avión estábamos cansados. Tras descansar un rato las cosas se veían algo mejor, así que nos fuimos dando un paseo a cenar a un restaurante italiano llamado “The waiters restaurant” (muy bueno).

Me ha gustado Melbourne a pesar de que el día no ha sido muy bueno por el frío y la lluvia, pero es una ciudad con mucho encanto, y, quizá lo que más me ha sorprendido, con muchísimos restaurantes de todo tipo, como en cualquier ciudad española.

👉 Ver Etapa: Melbourne y el invierno en agosto ⏫ Volver arriba Compartir: