![]() ![]() IRLANDA: ENTRE FUERTES PREHISTÓRICOS Y CASTILLOS. ✏️ Blogs de Irlanda
11 días en Irlanda, yendo de Este a Oeste, disfrutando de su Historia, sus monumentos y su gente.Autor: Amaya74 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (15 Votos) Índice del Diario: IRLANDA: ENTRE FUERTES PREHISTÓRICOS Y CASTILLOS.
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Tras 4 años sin pisar Irlanda, ya empezaba a picar el gusanillo, así que… este año tocaba. El problema, como siempre, es ¿a dónde? Hay tantos sitios en Irlanda que quiero conocer y tantos a los que quiero volver que es complicado. Tenía claro que historia y mar tenían que ser partes fundamentales en este viaje. Y, al final, la elección fue: Malahide, Cashel, Inishmore (Islas Aran) y Galway.
Como siempre, nos hemos movido en transporte público; en concreto, en autobús. El transporte en Irlanda depende mucho de las distintas zonas. Hay algunas en las que es muy complicado, o casi imposible, moverse en transporte público. Pero, salvo que queráis ir a alguna de ellas en concreto, siempre se pueden encontrar opciones y sitios a los que acceder. Los alojamientos han sido todos “bed and breakfast”, un tipo de alojamiento que a nosotros nos gusta mucho y que recomiendo totalmente. Son casas que ofrecen un número reducido de habitaciones. Por lo general, con baño dentro de la propia habitación (Comprobad que ponga “ensuite”. Si pone “private bathroom”, el baño está fuera de la habitación, pero es de uso privado). Como todo, los hay mejores y peores pero, por lo general, son alojamientos cómodos, algo más baratos que los hoteles y, en muchos casos, sin nada que envidiarle a éstos. Los desayunos suelen ser abundantes y cocinados al momento. Normalmente, hay cereales, fruta y yogures, tostadas y/o “soda bread” (un tipo de pan integral típico en Irlanda) y algo “caliente”. En algunos sitios, ofrecen sólo el desayuno irlandés (completo o se puede pedir la parte que se quiera de él): huevos, bacón, salchichas, morcilla (black pudding), tomate a la plancha, etc. En otros, ofrecen varios tipos de desayunos cocinados… un alivio para los que no nos gusta meternos tanta grasaza por la mañana temprano. El trato es más personal (y, en algunos, hasta “familiar”) que en un hotel y es una buena opción de conocer y disfrutar la hospitalidad irlandesa. Irlanda no es un país barato para viajar. Pero nos ha dado la impresión de que los precios han bajado un poco en estos últimos 4 años y yo, ahora, los situaría a la par que en España. Para que os podáis hacer una idea, el alojamiento nos ha costado 70 euros la noche. Las cenas han ido variando, desde los 24 euros, la más barata, hasta los 45, la más cara (dos personas), pidiendo habitualmente un entrante para compartir, un plato principal para cada uno y, en algunas ocasiones, un postre, también para compartir. Para ahorraros unos euros hay algunos truquillos. Para el transporte, por ejemplo, es mejor comprar los billetes con antelación por internet, porque suelen ofrecer descuentos y sale mejor que comprarlos allí. En las comidas, podéis pedir agua del grifo (tap water)… allí no se ve mal y así os ahorráis el precio de la bebida. Si desayunáis bien (y con esos desayunos hambre, desde luego, no se pasa), la comida la podéis pasar con algo ligero, que es lo que normalmente hacen ellos, y luego cenar algo más contundente. Otra buena opción es pedir los “especiales del día” que tienen en muchos sitios y que, por lo general (aunque no siempre), suelen ser más baratos que pedir de carta. Muchos pubs suelen ofrecer también comidas y suelen ser una buena opción para comer, en general más barata que los restaurantes. A pesar de la idea que solemos tener, en Irlanda no se come mal. Lo que sí es cierto es que la comida es poco variada y, en casi todas partes, te acabas encontrando lo mismo. Y, como seas un poco picajoso con la comida (como es mi caso), las opciones al final acaban siendo “sota, caballo y rey”. Pero eso no quiere decir que se coma mal. Lo que más os vais a encontrar, en casi todos los sitios, es el “Seafood Chowder” (una especie de sopa espesa o crema de pescado y verduras), mejillones, ostras, sopa del día, salmón (tanto fresco como ahumado), “fish and chips”, hamburguesas, “Irish stew” (estofado de carne y verduras) en sus distintas versiones (de ternera, de cordero, con Guiness, etc). También las distintas carnes “rostizadas”: roast beef, roast pork, roast chicken… Las suelen servir en láminas, acompañadas de salsa de carne, verduras y patata (asada, cocida o, la más habitual, machacada y con mantequilla... denominada “mash”) y suelen estar buenísimas. Es curioso que, a pesar de ser una isla, se encuentra más carne que pescado. Los platos suelen venir siempre con acompañamiento de verduras y patata (algunas veces de pan), pero hay siempre una sección de “side dishes” para, si se quiere, pedir acompañamiento aparte. Mi favorito… el pan de ajo. Acordaros que allí los horarios de las comidas son distintos que en España. Es habitual que coman entre las 12 y las 13 horas, aunque no vais a tener problema para comer más tarde. Ellos suelen cenar hacia las 18:00 y, entre las 19:00 y las 20:00, es buena hora para cenar en restaurantes y pubs. La mayoría de los sitios cierra la cocina para las 21:00 o 21:30. Las tiendas suelen cerrar para las 18 horas, salvo los jueves y creo que los viernes. Las de souvenirs en Galway, por ejemplo, cerraban mas tarde. Y los monumentos y museos también suelen cerrar hacia esa hora, aunque algunos, en verano, amplían el horario. Una de las cosas que más llaman la atención de Irlanda es la gente. Por lo general, es gente sencilla y amable, que se esfuerzan en entenderte y en hacerse entender cuando ven que solo chapurreas algo de inglés, que te intentan ayudar si les preguntas algo, que intentan entablar conversación contigo (no es raro que en cualquier sitio te pregunten de dónde eres, si estás allí de vacaciones, te cuenten que han estado por España, etc). Para preparar el viaje, utilicé principalmente este foro y Tripadvisor, además de las webs de los lugares que íbamos a visitar. Os aconsejo también leer el libro “Canta Irlanda” de Javier Reverte, muy ameno de leer y que os va a dar una clara idea de la historia y la cultura irlandesa y de su gente. 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En esta ocasión, volamos con Aer Lingus. Era la primera vez que viajábamos con esta compañía y nos gustó. Sobre todo el detalle de que, saliendo desde algunos aeropuertos, puedas hacer el checking on line desde 30 días antes al vuelo. Por cierto, en Barajas, tienen dos mostradores: uno para checking y otro para facturar las maletas. Si vais ya con el checking hecho, podéis dirigiros directamente al segundo. Os lo comento porque, el día que fuimos nosotros, había una cola inmensa y, después de estar una hora esperando, descubrimos lo de los dos mostradores y que podíamos habernos saltado dicha cola, porque ya llevábamos la tarjeta de embarque impresa
![]() El vuelo transcurrió sin ningún problema y a la hora prevista aterrizamos en Dublín. Nuestro primer destino era Malahide. El motivo por el que lo elegimos es, por un lado, que está cerca del aeropuerto y bien comunicado en transporte público, lo que nos permitía aprovechar esa primera tarde en Irlanda, y, por otro, que es el pueblecito donde yo pasé dos veranos cuando era adolescente... y me apetecía volver a verlo y recordar “viejos tiempos” ![]() Enfrente de la terminal 1 del aeropuerto se pueden coger todos los autobuses. En nuestro caso, teníamos que coger el 102 de Dublinbus. No sé si será así en todos los autobuses de esta compañía pero, en el nuestro, había que pagar con la tarifa exacta y EN MONEDA, por lo que os aconsejo mirar la tarifa antes de ir, para llevarla preparada. Lo podéis hacer en esta web (además de consultar todas las líneas de esta compañía, horarios, paradas, recorridos, etc): www.dublinbus.ie Nuestro alojamiento, el “Byscaine House”, estaba situado a las afueras de Malahide, en la Coast Road (a unos 15-20 minutos andando del centro), pero el 102 tiene una parada a escasos metros de la casa, principal motivo por el que lo elegimos. Tengo que decir que la elección no fue muy acertada, aunque para una noche pues puede pasar. La habitación era muy pequeña y más que básica. Muy limpia, eso sí. Por no tener, no tenía ni una vaso en el baño. En cuanto a la cama, mi pareja la consideró un potro de tortura, al estar hundido el colchón por su lado. Y el desayuno, comparado con otros “bed and breakfast”, fue bastante pobre. Sólo cereales y, si no querías la opción del desayuno irlandés, sin demasiadas opciones. Pedimos huevos escalfados y nos los sirvieron solos… dos míseros huevos, que encima no estaban ni bien escalfados, completamente secos, solitarios en el plato ![]() Tras dejar las maletas, nos fuimos a conocer la playa y el paseo de la costa, hasta llegar al centro. Es un paseo muy agradable y, como os he dicho antes, son unos 20 minutos… aunque nosotros tardamos bastante más, parándonos a disfrutar de las vistas y a hacer fotos. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Siguiendo este paseo, se llega al puerto y al centro de Malahide. Es un pueblo pequeñito y agradable, con un par de calles… llenas de tiendas, restaurantes y cafés, eso sí. Sin mucho para ver, aparte del citado paseo de la costa, el estuario y, sobre todo, su famoso castillo, perteneciente a la familia Talbot desde 1185 hasta la década de los 70 del siglo pasado. Las construcciones más importantes de éste son del siglo XIV. Como cierra pronto, a las 17:30 horas, no pudimos verlo por dentro. Desde la entrada principal al parque hasta llegar al castillo, hay un paseo muy bonito, entre los árboles. Algunos de ellos preciosos… y otros, inquietantes. Como éste, que parece que tiene ojos y te está mirando ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** El castillo es pequeño y siempre me ha recordado a los internados ingleses de los libros que solía leer de pequeña. Realmente, no es un castillo propiamente dicho. En realidad, es un palacio... al que se le añadieron dos torres ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** En esta web tenéis toda la información necesaria sobre el castillo, su historia, visitas, horarios, precios, etc www.malahidecastleandgardens.ie/ Como al día siguiente viajábamos a Cashel y la hora de la comida nos iba a pillar en el autobús, decidimos ir a comprarnos algo para comer en el “Supervalu”, una cadena de supermercados que vais a ver por toda Irlanda. Por cierto, os recomiendo el jamón de la marca “Dennys”, procedente del condado de Wiclow… riquísimo y sin aditivos. Para cenar, fuimos a uno de los pubs más conocidos de Malahide: el “Gibneys”. Comida rica y barata . El pollo con salsa de carne estaba buenísimo y las “scampis” (gambas rebozadas), también ![]() Etapas 1 a 3, total 7
Como ya os he comentado, al día siguiente viajamos a Cashel. Se puede ir, tanto desde el aeropuerto de Dublín como desde la propia capital, en el autobús X8 de Buseireann (es la línea que va desde el aeropuerto hasta Cork).
www.buseireann.ie/ Como teníamos el 102 que nos recogía al lado de nuestro alojamiento, decidimos ir a coger el bus al aeropuerto… más cómodo que ir hasta el centro de Malahide con las maletas y, de ahí, a Dublín. Los billetes para Cashel ya los llevábamos comprados a través de la web. Por cierto, al presentar el billete electrónico que te envían, el conductor os dará el billete físico. Las dos horas y media de viaje transcurrieron por enormes pastos verdes, balas de heno, tractores, ovejas y vacas. Está claro que es una zona eminentemente agrícola y ganadera. Y así, disfrutando del paisaje... y rezando para el conductor no atropellara a ningún ciclista ni embistiera por detrás a ningún coche ![]() Hacía mucho tiempo que tenía ganas de ver la famosa Roca, principal motivo por el que elegimos este destino. Pero, mientras iba preparando el viaje y buscando información, la historia de Cashel me fue cautivando cada vez más ![]() El autobús nos dejó en la calle principal y, desde allí, fuimos a nuestro “bed and breakfast”: el “Peggy O´Neills”. En esta ocasión, sí fue una elección 100% acertada. Está situado en una zona tranquila, a unos 5-10 minutos andando desde el centro y enfrente de la “Hore Abbey”. Es una casa muy bonita y tienen una terraza, a disposición de los clientes, con unas preciosas vistas de la abadía. La habitación era sencilla, limpia y acogedora. Los desayunos muy buenos y los dueños muy agradables. Por no hablar de Daisy, la perrita bóxer de la casa… tan simpática, amistosa y bien educada que hasta se ha ido haciendo famosa por internet. El precio fueron 70 euros por noche. Como al final no habíamos comido en al autobús (no estábamos seguros de si estaba permitido o no y el conductor era más bien desagradable), decidimos comer lo que habíamos comprado el día anterior (“brown bread”, jamón cocido y cheddar) en la terraza, con estas impresionantes vistas de la abadía y con la compañía incomparable de Daisy ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Después de comer, nos fuimos a conocer el pueblo. Como os he dicho, es pequeñito pero muy agradable. Empezamos en la oficina de turismo, viendo la maqueta que os comentaba y la exposición que tienen. Y, tras pedir el plano de rigor, fuimos siguiendo este recorrido, que aparece en la web de turismo de Cashel, con las cosas que hay para poder ver y una pequeña explicación de cada una (y una foto para que los podáis reconocer cuando los veáis in situ): www.cashel.ie/ ...wn%20Trail Las que más nos gustaron fueron la “Dominick´s Abbey”, que nos costó un poco encontrar, aunque está justo en el centro del pueblo; la iglesia de San Juan Bautista (no dejéis de entrar, es una preciosidad) y la muralla , que nos costó encontrar aun más que la abadía (gracias a un obrero que andaba por allí, trabajando en la catedral, y que nos indicó dónde estaba… si no, nos la perdemos ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Nos hubiera gustado entrar en la biblioteca Bolton, pero sólo abren por las mañanas (y, a la mañana siguiente, estaríamos en la Roca). Tampoco nos dio tiempo a ver el centro de cultura irlandesa Bru Boru, que tenía ganas de conocer y se queda para la próxima vez. Por cierto, en los meses de verano, este centro ofrece espectáculos de danza y música tradicionales, varias noches por semana. Pero en Septiembre, que es cuando fuimos nosotros, ya no ![]() A la hora de cenar, nos encontramos con algún problemilla, dado que la mayoría de los restaurantes y pubs daban sólo comidas, no cenas. Y, aunque llevaba apuntados algunos sitios recomendados por Tripadvisor, varios de ellos estaban cerrados (supongo que al ser Septiembre y bajar ya el número de turistas, habrían cerrado por vacaciones). Así que las opciones para elegir eran escasas. Acabamos cenando en “Fahys”, en Ladyswell Street… muy bien, por cierto. Las dos noches que estuvimos en Cashel cenamos allí y nos gustó mucho. El “roast beef” buenísimo, al igual que el cerdo. Al día siguiente, pedimos pato y salmón y también estuvo muy rico. Y nada caro. El primer día, fueron 25 euros y, el siguiente, 30 y algo. Y, por fin, llegó el momento de conocer la “Rock of Cashel”. Mientras subíamos el “Camino de los muertos”, me iba preguntando si de verdad merecería tanto la pena o si tenía unas expectativas demasiado altas de este lugar. Sobre todo al ver los andamios (el edifico lleva varios años en rehabilitación) que, no lo voy a negar, deslucen bastante y le quitan parte de su encanto… Y la verdad es que, a pesar de las expectativas tan altas, el lugar no defraudó en absoluto ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** La torre es el edificio más antiguo del recinto, de alrededor del 1100, y se conserva intacta (incluso el tejado es el original). Este tipo de torres circulares son muy típicas en Irlanda. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** El cementerio es muy interesante también y se pueden ver algunas cruces realmente preciosas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Hablando de cruces, el fragmento de la Cruz de San Patricio que se puede ver antes de entrar a la catedral es una réplica. La original está en la cripta, debajo de la sala de la Coral de vicarios (se puede visitar), para protegerla de las inclemencias del tiempo. La entrada cuesta 6 euros e incluye, si queréis, la visita guiada. Nosotros preferimos ver todo a nuestro aire y compramos allí mismo una guía en castellano (cuesta 50 céntimos), para poder enterarnos de todo. Aunque en la web pone que la capilla Cormac hay que visitarla con guía (debido a la restauración), allí nos dijeron que no, que podíamos entrar tranquilamente. Los horarios van cambiando a lo largo del año, por lo que os recomiendo consultar la web antes de ir. www.heritageireland.ie/ ...adeCashel/ De allí, decidimos ir a visitar la “Hore Abbey”. Se llega muy fácilmente desde la Roca, en unos 15 minutos andando. Seguramente tendréis que pasar junto a las vacas que están allí pastando tranquilamente (o igual se marchan al otro lado de la abadía, como hicieron cuando llegamos nosotros). Un lugar muy interesante, también. Aunque en un principio fue benedictina, acabó siendo cisterciense, tras un sueño del arzobispo. Según él, los monjes le iban a asesinar, así que decidió mandarles a freír espárragos y trajo monjes cistercienses de la abadía de Mellifont (si estáis por la zona de Dublín, la visita a Mellifont, es muy recomendable… fuimos hace 8 años y nos encantó). *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Como ya iba haciendo hambre, fuimos al centro del pueblo para buscar un sitio sonde comer. Terminamos en “Spearmans”, un café muy agradable. Me encantan este tipo de locales donde poder comer algo ligero y, por supuesto, un buen pedazo de tarta y un cappuccino. El café normal en Irlanda es bastante malo (te ponen un café de filtro y luego, en las mesas, suele haber una jarrita con leche fría para echarle… vamos, un aguachirri imbebible para mi gusto) por lo que, allí, sólo suelo tomar capuchinos, cuando tengo la oportunidad. El resto del tiempo, mejor té. La tarta que comimos era de bizcocho y crema de nueces. Si estáis por allí, no os la perdáis. Buenísima. Estuvimos viendo tiendas, aunque la verdad es que casi no había. Me llamó la atención que, siendo un lugar tan turístico, apenas hubiera tiendas de recuerdos (y casi ni de otras cosas). Y, de hecho, es curioso que las postales de Cashel no las compramos allí, sino en Cahir. Las que vimos en Cashel eran pocas y no muy bonitas que digamos. En la plaza tenéis una tienda muy bonita, “Rossa Pottery”, de una artesana local. Aunque no compréis, merece la pena echarle un vistazo. El resto de la tarde, preferimos descansar (que al día siguiente tocaba viaje), hacer la maleta, etc y para cenar, como ya os he comentado, volvimos a “Fahys”. Etapas 1 a 3, total 7
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