Que ver en Madrid durante 4 días en Semana Santa con pequeñas excursiones de un día a Alcalá de Henares, Aranjuez y Chinchón. Autor:RCD-DeportivoFecha creación:⭐ Puntos: 3 (1 Votos)
Tercer día de viaje por Madrid. El plan del día consistía en pasear por el Paseo del Prado, visitando el Museo del Prado y el Parque del Retiro como principales puntos de interés. También quedamos con unos amigos para comer con unos amigos.
El Paseo del Prado es una larga avenida arbolada, que trascurre desde la Plaza de Cibeles, donde desemboca en el Paseo de Recoletos, y finaliza en la Estación de Atocha.
Para poder llegar al Paseo del Prado, tomamos el metro y nos bajamos en Banco de España. Esta parada desemboca en plena Plaza de Cibeles.
Banco de España.
El edificio más destacado de la plaza es el Palacio de Telecomunicaciones. Construido entre 1904 y 1917 por Antonio Palacios, el arquitecto mas prolifero de belle époque madrileña. Ahora es sede del Ayuntamiento y de la oficina principal de correos.
Otros inmuebles destacados de la plaza son el palacio de Linares y Casa América,
El Palacio de Linares, con el paseo de Recoletos a un lado y las Torres de Colón al fondo.
el palacio de Buenavista (actual Cuartel General del Ejército) y
Puerta de los jardines vallados del Palacio de Buenavista, orientada hacia la calle Alcalá.
el neo renacentista Banco de España.
La fuente de la diosa Cibeles del centro es una de las más bonitas de Madrid y todo un símbolo de la ciudad. El rey Carlos III tenía pensado instalarla en los jardines de la Granja de de San Indefenso, en Segovia. Los aficionados del Real Madrid suelen festejar en esta plaza cuando ganan algún título.
Tomamos el Paseo del Prado en dirección sur para llegar al Museo del mismo nombre, y de camino nos encontramos con la Plaza de la Lealtad, más conocida como Plaza de Neptuno. En esta plaza se congregan los hinchas del Atlético cuando ganan un partido importante.
Cruzamos de calle, y llegamos a uno de las mejores pinacotecas del mundo, el Museo del Prado. Había una larga cola para comprar las entradas, por lo que resignados, nos dispusimos a esperar.
Mientras mis padres esperaban en la fila, yo me acerqué a la cercana Iglesia del San Jerónimo el Real. Esta iglesia no destaca por su arquitectura, sino por su importancia dentro de la familia real española.
En esta iglesia, desde Felipe II, juran su cargo los Príncipes de Asturias. Aquí fue coronada rey Juan Carlos I en 1975, tras la muerte de Franco.
San Jerónimo del Real pertenece al estilo del gótico isabelino.
El claustro de la iglesia fue desmontado en el 2001 para ser incluido en el “Cubo” de Rafael Moreno (autor de la nueva estación de Atocha), parte de su proyecto de ampliación del Museo del Prado.
Al lado de la iglesia se encuentra la sede de la Real Academia Española (RAE).
Volví a la cola, y tras unos 20 minutos de espera, por fin pudimos comprar las estradas y acceder a él.
A continuación, un pequeño resumen de la historia del museo: la colección permanente del Museo del Prado consta de más de 20.000 pinturas, dibujos y grabados, además de casi 1.000 esculturas y otras muchas piezas decorativas, bélicas…
El germen de la colección hay que buscarlo en las Colecciones Reales, iniciadas por el emperador Carlos V y enriquecidas por los reyes de la casa de Austria y después por los Borbones.
El edificio que lo alberga es obra del arquitecto Juan de Villanueva, autor también del Botánico y del Observatorio en lo que se denominaría Colina de las Ciencias (animales, plantas y estrellas), que no vería acabado el proyecto debido al retraso de las obras a causa de la invasión napoleónica.
Puerta de Goya.
En 1819 se inauguró como Museo Real de Pinturas, tomando como base las colecciones reales, y tras la revolución de 1868 que destronó a Isabel II pasó a denominarse Museo Nacional de Pintura y Escultura. Fue en 1920 cuando tomó el nombre actual de Museo Nacional del Prado, que era como se lo conocía de manera popular.
De este edificio suele decirse que es el ejemplo más destacado de la arquitectura Neoclásica madrileña.
Puerta de Velázquez.
Junto con el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Nacional del Prado forma el llamado Triángulo del Arte, meca de numerosos turistas de todo el mundo. Esta área se enriquece con otras instituciones cercanas: el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional de Artes Decorativas, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y otros pequeños museos.
Museo Nacional de Artes Decorativas.
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Entramos al museo por la Puerta de Goya (norte), pero también puede hacerse por la Puerta de Velázquez (oeste). Nada más entrar, cogimos un plano del interior del museo; en él se indica la ubicación de las 50 obras más famosas del museo y los números de las salas de los artistas más importantes.
Para describir la vista por el museo, realizo una pequeña explicación de las obras más famosas de los pintores más importantes:
Francisco de Goya:
- En las salas 64 y 65 se pueden ver El 2 de mayo de 1808, El 3 de mayo de 1808, los cuadros más emblemáticos de Madrid de la Guerra de Independencia.
Los fusilamientos del 3 de mayo.
- En las salas contiguas (66 y 67) se exponen sus denominas Pinturas Negras, llamadas así por el predominio de marrones y negros oscuros y el aspecto deformado y bestial de sus personajes. Destaca Saturno Devorando a su hijo.
- En la 1º planta está colgada una de sus obras maestras, La familia de Carlos IV.
- Otros cuadros destacados de Goya la Maja desnuda y la Maja Vestida.
Diego Velázquez:
- Sin duda alguna, su obra más conocida es Las Meninas, expuestas en la sala 12.
- En las cercanas salas se localizan las restantes obras del pintor sevillano, como Felipe III a caballo, La Rendición de Breda, Fragua de Vulcano o la Los Borrachos.
La Rendición de Breda.
Colección flamenca:
- Peter Paul Rubens (1577-1640): Las 3 Gracias y la Adoración a los Reyes Magos.
- El Bosco (1450-1516): El jardín de las Delicias.
- Roger Van der Weyden: El descendimiento.
El Greco:
- Doménikos Theotokópoulos (1541-1614) está considerado uno de los mayores pintores del Renacimiento español.
- Entre sus obras destacan La Trinidad y el Caballero en la mano en el pecho.
El Caballero en la mano en el pecho.
Otros pintores:
- Francisco Zurbarán: Agnus Dei.
- Tiziano: El emperador Carlos V, a caballo, en Mühlberg.
- Rafael: El Cardenal.
- Joaquín Sorolla: Chicos en la playa.
- Durero: Autorretrato.
- Brueghel: el triunfo de la muerte.
- José de Ribera: El sueño de Jacob.
El sueño de Jacob.
Estuvimos visitando el museo hasta las 13:00 h, ya que habíamos quedado con unos amigos en el Parque del Retiro. No habíamos terminado de visitarlo, pero podíamos volver a la tarde con la misma entrada.
Salimos del museo y de camino al Parque del Retiro, nos encontramos con la Puerta de Alcalá.
La primitiva Puerta de Alcalá (que abría la ciudad al camino hacia Alcalá de Henares), construida en 1599, fue derribada para construir esta segunda, que conmemora la llegada de Carlos III a Madrid en 1769. Terminada en 1778, se convirtió en la puerta principal de la villa y estaba rodeada por las murallas.
Como formaba parte de la antigua cañada real de la Meseta, un día en otoño se corta el tráfico de la glorieta para que pasen los rebaños de camino a sus pastos de invierno (Fiesta de la Trashumancia).
Finalmente llegamos al Parque del Retiro, el parque preferido por los madrileños para dar un paseo. El actual parque solo es un recuerdo del gran recinto ocupado por un enorme complejo palaciego y de recreo: el Real Sitio del Buen Retiro, construido en 1640 para Felipe IV. Sus muros encerraban más de veinte estanques, seis estanques, jardines, huertas, un teatro…, para el disfrute exclusivo de la monarquía y sus cortesanos. Desde la revolución de 1868 el Ayuntamiento es propietario de los jardines, fecha en la que se abrió al público.
Vista del Parque del Retiro desde la Puerta de Alcalá.
Paseo de las Estatuas.
La rosaleda.
Fuente de la Alcachofa.
Ría Artifical.
Ya dentro del parque, nos encontramos con el estanque y sus barquitas.
Bordeándolo, llegamos al Monumento a Alfonso XII, donde habíamos quedado con nuestros amigos.
Bajamos la colina hacia el suroeste donde llegamos al Palacio de Velázquez, donde se realizan exposiciones de arte contemporáneo.
Más al sur, visitamos el Palacio de Cristal, una estructura preciosa de cristal y metal construida en 1887 y que albergaba una exposición de fósiles antiguos.
Continuamos el paseo por el parque, y a eso de las 2, fuimos al restaurante donde nuestros amigos habían reservado. Comimos en Vinos de Bellota diferentes tipos de tapas de creación creativa.
Tras un rato agradable con nuestros amigos, nos despedimos y a eso de las 5:30 estábamos de nuevo en el Museo del Prado para terminar de visitarlo.
Salimos a eso de las 7, por la puerta de Murillo, situada en el lado sur.
Enfrente se halla el Real Jardín Botánico.
Continuamos en dirección sur por el Paseo del Prado, y de camino, en la acera de enfrente, nos encontramos con el CaixaForum, situado en uno de los edificios más extravagantes de Madrid.
En el extremo sur del Paseo del Prado, se localiza la Estación de Atocha.
Fachada principal de la estación.
En 1992 el ala noroeste de la antigua estación sufrió una profunda transformación. Se conservó su opulenta estructura de hierro y vidrio, pero el interior se convirtió en un jardín tropical con más de 500 especies (y una gran población de tortugas), además de tiendas, cafés y oficinas de información. Es un proyecto de Rafael Moreno, responsable de la ampliación del Museo del Prado y de la fundación Thyssen-Bornemisza.
Entramos y en la parte sureste, cerca de la parada de taxis destaca el Monumento a las Victimas del 11-M, homenaje a los dañificados por los ataques terroristas perpetrados en el 2004 en esta y otras estaciones de Madrid.
Tras dar un paseo por Atocha, salimos y enfrente se localiza el Museo de Arte Reina Sofía, donde se expone el Guernica de Picasso.
Brushstroke (Pincelada), de Roy Lichtenstein, en el patio Nouvel.
A la hora de cenar, decidimos probar el famoso bocadillo de calamares en El brillante. También pedimos unas bebidas y una tapa de tortilla.
Después de terminar de cenar, cogimos el metro y dimos por concluida la jornada de hoy.
Cuarto día de nuestro viaje por tierras madrileñas. En el día de hoy, visitaríamos el estadio Santiago Bernabéu por la mañana. Por la tarde, conoceríamos el Barrio de las Letras, Huertas, recorreríamos la Gran Vía y acabaríamos el día en el Templo de Debod.
Para poder llegar al estadio Santiago Bernabéu, tomamos el metro, bajándonos en la parada del mismo nombre.
Para comprar la entrada había un poco de cola, por lo que no nos quedo más remedio que esperarla. Las entradas se adquieren en la ventanilla 10 (junto a la puerta 7). Tienen un precio de 19€ por persona adulta.
El estadio Santiago Bernabéu es el estadio del Real Madrid, un templo consagrado para inolvidables noches de futbol. Tiene un aforo de 81 044 espectadores.
El recorrido empieza desde las gradas, desde donde se tiene una vista completa de todo el estadio.
Tras hacernos unas cuantas fotos, continuamos el tour por la sala de trofeos, donde se exponen todos los títulos ganados por el club madrileño.
También cuenta con imágenes, camisetas, videos relacionados con el club.
En esta misma sala sobresalen las 10 Champions League.
Entre los trofeos expuestos por el Real Madrid, destaca un Teresa Herrera (hay que presumir de mi Depor).
El recorrido continúa por el terreno de juego y por el palco residencial, donde uno se puede sentar en las gradas.
Se accede a los vestuarios de los jugadores, pasando por el túnel, banquillo y zona técnica, donde uno se puede sentir como los propios jugadores sentándote en el banquillo.
Vestuario visitante.
Túnel.
Banquillo y zona técnica.
La visita sigue por la sala de prensa.
El tour finaliza, como no, en la tienda del Real Madrid. Cuenta con 3 plantas de superficie comercial, y con unos elevados precios: la camiseta de Cristiano Ronaldo vale 101€.
Salimos del estadio y tomamos el metro bajándonos en la Puerta de Sol. Como iba siendo hora de comer, fuimos dando un paseo a ver si encontrábamos restaurante. Nos decantamos por el Restaurante Riazor, en las inmediaciones de la Plaza Mayor, en la C/Toledo.
Os dejo mi valoración del restaurante expuesta en Triapdvisor: decidimos comer en este restaurante por su cercanía a la Plaza Mayor, en pleno centro de Madrid. Pedimos el menú (16€), y en principio tenía buena pinta, con un local bastante agradable. La comida resultó ser poco abúndate y el trato de los camareros deficiente, ya que un camarero le quitó un plato de las manos a un comensal mientras estaba terminando de untar la salsa del plato.
Salimos del restaurante y nos dirigimos al Palacio de Santa Cruz. Este edificio barroco albergó la Cárcel de la Villa, donde fueron prisioneros de esta cárcel personajes tan célebres como Francisco de Quevedo, Lope de Vega o el general Riego. Actualmente es la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y por eso no está abierto al público.
Desde la Plaza de Santa Cruz, yendo en dirección norte por la C/del Espartero llegamos de nuevo a la Puerta del Sol. La atravesemos en dirección este situándonos en la Carrera de San Jerónimo.
Carrera de San Jerónimo.
Paseamos un poco por esta calle, y tras pasar por la Plaza de Canalejas, llegamos al Congreso de los Diputados.
Plaza de Canalejas.
La Cámara Baja española ocupa un edificio de 1850 proyectado por Narciso Pascual y Colomer, el primero de la nueva arquitectura monumental que llenaría Madrid en la segunda mitad del s. XIX y principios del s.XX.
Los dos famosos leones de la entrada fueron fabricados con el bronce de los cañones capturados a los marroquís en una batalla de 1860. Fueron bautizados en memoria de los héroes del 2 de mayo: Daloíz y Velarde.
Palacio de las Cortes.
Interiror del Congreso de los Diputados.
Enfrente se abre la Plaza de las Cortes, donde se sitúa una estatua a Cervantes.
A partir de ahora, nos adentramos en el barrio de las letras, llamado así por los numerosos escritos que residieron en este barrio. Está delimitado por la Plaza de Santa Ana al oeste, la carrera de San Jerónimo al norte, el paseo del Prado al este y la calle Atocha al sur.
Tomando una de las calles de la Plaza de las Cortes en dirección a la Plaza de Santa Ana, nos encontramos con el ateneo Científico y Artístico de Madrid. Se trata de una sociedad de intelectuales fundada en 1835 con fines didácticos y de estudio científico, que paso por varias sedes hasta ocupar este edificio modernista en 1884. Uno de sus integrantes, Benito Pérez Galdós, lo definió como el “templo intelectual” más importante de Madrid.
Finalmente llegamos a la Plaza de Santa Ana, el corazón del barrio de las Letras. Nació en 1810 durante el reinado de José Bonaparte, para descongestionar uno de los barrios más claustrofóbicos del Madrid de la época. Pronto se convirtió en la vida intelectual de entonces y en sus cafés y se reunían escritores para establecer tertulias literarias.
Hotel María Reína Victoria.
Los ecos de esta historia sobreviven en las estatuas de Calderón de la Barca y de Federico García Lorca.
Otro ejemplo más de esta labor cultural es el Teatro Español, situado en un lado de la plaza.
Desde la Plaza tomamos la C/Huertas para acercarnos al Convento de las Trinitarias, donde se encuentra enterrado Miguel de Cervantes.
Placa esculpida por Ponzano dedicada a Cervantes, en la fachada a la calle Lope de Vega.
En esta misma calle encontramos pintado en el suelo pequeños trozos de alguno de los autores más importantes de la literatura española: Federico García Lorca, Francisco de Quevedo, Miguel de Cervantes, Jose Zorrilla...
Yendo hacia el norte y después girando a la izquierda llegamos a la Casa-Museo Lope de Vega. En esta convivió durante 25 años el genial dramaturgo barroco, con una amante y cuatro hijos suyos de tres madres distintas. Es una vivienda común a principios del siglo XVII, restaurada en los años cincuenta y ahora destinada como casa-museo.
Desgraciadamente no pudimos visitar la casa-museo; porque la visita solo se puede realizar con reserva de visita guiada. Únicamente pudimos visitar un patio con árboles.
Salimos del museo, y volvimos de nuevo a la Plaza de las Cortes, donde está el Congreso de los Diputados. Giramos a la derecha por la C/San Jerónimo, en dirección al Paseo del Prado.
De camino nos encontramos con el Museo Thyssen-Bornemisza, uno de las 3 pinacotecas que forman parte del llamado “Triangulo del Arte”. Cuenta con cuadros de la talla del Greco, Tiziano, Caravaggio, Van Goagh, Dalí...
Ampliación del museo en los dos edificios Goyeneche, con nueva fachada minimalista recubriendo la antigua trasera de ambos bloques.
El museo se encuentra pegada a la Plaza de Neptuno), y fuimos por el bulevar del Paseo del Prado hasta llegar a la Plaza de Cibeles, donde nos adentramos primero por C/Alcalá y después por la Gran Vía (para más info sobre esta zona ver etapa anterior).
A la entrada de la Gran Vía se halla el Círculo de Bellas Artes, uno los edificios de estilo art-decó más emblemáticos de Madrid (1926), construido por Antonio Palacios, arquitecto de grandes obras en la capital (como el Palacio de Telecomunicaciones).
Otro de los edificios más destacados es el Edificio Metrópolis, también de estilo modernista.
Destaca su cúpula con la figura de su Victoria Alada.
Continuamos por la Gran Vía, donde nos volvimos a encontrar con edificios destacados como el Edificio Telefónica, la Plaza de Callao, Edificio Carrión...
Como iba siendo hora de descansar un poco, estuvimos un poco en una terraza. Tras un merecido descanso, seguimos por la avenida y llegamos a Plaza de España. La cruzamos en dirección noroeste, y tras cruzar de calle, llegamos al Templo de Debod.
Vista del Templo de Debod con el Edificio España al fondo.
El Templo de Debod fue un regalo del presidente Egipto Gamal Abdl Nasser al Gobierno Español como agradecimiento por la ayuda de sus arqueólogos para rescatar los monumentos ante las obras de la segunda presa de Asuán. Fue trasladado en 1968 piedra por piedra hasta este parque.
Su construcción empezó en el 2200 a.C. y terminó varios siglos después. El templo estaba consagrado al dios Amón de Tebas y se hallaba a unos 20 km al sur de File, en el desierto del sur de Egipcio.
Es un logar muy bonito para las puestas de sol; había numerosos fotógrafos reunidos para hacer bonitas fotogrías del lugar.
Desde el parque se obtienen buenas vistas del Palacio Real y de la zona oeste de Madrid.
Tras unas cuantas fotos en el Templo de Debod, dimos una vuelta por el parque. Como iba siendo noche nos acercamos al Centro Comercial Príncipe Pio, para ello bordeando los jardines de Sabatini y caminado por la Cuesta de San Vicente.
Al lado del CC Príncipe Pio se sitúa la Puerta de San Vicente.
Príncipe Pío es una antigua estación de tren (la del Norte), transformada hoy en día en un centro comercial donde podemos encontrar diversas tiendas de moda, ocio y restauración.
También es un importante intercambiador de metro, autobús y cercanías.
Tras un paseo por el CC, tomamos el metro de y nos dirigimos al alojamiento.
4 día de viaje por tierras madrileñas. Hoy decidimos abandonar la capital, para visitar tanto Aranjuez como Chinchón, en el sur de la Comunidad de Madrid.
Tomamos el coche y tras una hora de viaje llegamos a Aranjuez, en el sur de la Comunidad.
Aranjuez fue el primer el 1º paisaje Cultural de España en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Vista aérea.
Aparcamos cerca del centro, y fuimos en dirección norte para llegar al Palacio Real. De camino nos encontramos con la rectangular Plaza de San Antonio, también conocida como la plaza de Marinablanca, debido al conjunto escultórico conocido como fuente de Marinablanca.
En el lado más sur de la plaza se localiza la Iglesia de San Antonio. Destaca su galería pontificada de arcos de medio punto, así como su bella fachada.
Unido con la iglesia por el lado derecho, se sitúa la Casa de Infantes, actual sede de la Oficina de Turismo.
En la Plaza de San Antonio también se halla la Casa de Oficios y Caballeros. La función del edificio era albergar el sequito de la corte y de sus ministros y está unido al Palacio Real mediante un brazo justificado.
Fachada hacia la Plaza de Parajes.
Cruzamos toda la plaza, y girando a mano izquierda llegamos a la Plaza de Pajares, donde se localiza la entrada al Palacio Real.
Para poder visitar el Palacio Real había una larga cola para comprar la entrada. Resignados, no nos quedó más remedio que esperar durante media hora para adquirir las entradas.
Decidimos comprar las entradas con visita guiada, porque te permite acceder a salas que con la visita libre no es posible. La visita guiada comenzaba a las 2, por lo que decidimos salir del Palacio y visitar sus jardines.
Empezamos la visita por el Jardín del Parterre, situado en la parte este del palacio. También es conocido como el pequeño Versalles e imita el barroco clasicista francés.
Fuente de Ceres.
Desde el Jardín del Parterre cruzamos al Jardín de la Isla, denominado así porque está rodeado por 3 lados por el río Tajo y una ría artificial. Se encuentra al noroeste del palacio.
Son unos jardines con mucha vegetación, aunque algunas zonas están un poco abandonadas.
Tras un rato de paseo por los dos jardines, salimos de ellos para dirigirnos a la entrada del Palacio Real, pues a las 2 teníamos la vista guiada.
El palacio actual presenta el aspecto que dio Santiago Bonavía a su fachada principal cuando Fernando VI le encargo la reconstrucción del viejo palacio, de tiempos de Felipe I, devorado en gran parte por un incendio en 1727. Fue construido en ladrillo y en piedra de Colmenar, y tras varias reconstrucciones, guarda hoy la disposición interior que tenía a finales del siglo XIX.
La visita se empieza por la escalera principal obra de Bonavía.
De las numerosas estancias y salones, la más espectacular y valiosa es el salón de Porcelana, cuyas piezas fueron realizadas en la fábrica de cerámicas del Buen Retiro por encargo de Carlos III.
El Salón del Trono fue escenario de la abdicación de Carlos IV tras el Motín de Aranjuez.
Otras estancias destacables son:
- Habitaciones de la reina María Luisa, decoradas con cuadros de Lucas Jordán.
- La saleta de cuadros chinos, con 200 pinturas.
- La saleta de la reina, con un piano rococó
- Saleta de fumar, una reproducción libre de la sala de las Dos Hermanas de la Alambra de Granada.
***Nota: no dispongo de fotos del inteiror del palacio al estar prohibido realizarlas.
La vista al palacio con visita guiada lleva aproximadamente entre 1 hora/1 h y cuarto. Personalmente, me pareció más interesante el Palacio Real de Madrid.
Salimos del Palacio, y como era un poco tarde para comer, fuimos a un restaurante del que nos habían dado información en la Plaza de Parajes. Fuimos hasta De Cañas, y comimos un menú del día, rico, abundante y barato.
Después de terminar de comer, yendo en dirección norte al Jardín del Príncipe, el último de los jardines que nos quedaba por visitar, nos encontramos con la Plaza de la Constitución.
En ella se localizan el Mercado Municipal y el Ayuntamiento, situada en la Casa del Gobernador.
Mercado Municipal.
Ayuntamiento.
Detrás de la plaza se halla el Teatro Real o Teatro de Carlos III, situado enfrente de la Casa de los Infantes.
Atravesamos toda la Plaza de San Antonio, y torciendo hacia la derecha, llegamos finalmente al Jardín del Príncipe. Se trata del jardín más grande que rodea el Palacio Real, limitando al río Tajo por el norte.
Es obra de Boutelou, que desempeñó el cargo de maestro jardinero en Aranjuez durante más de sesenta años. Es de estilo inglés y combina arboledas, plantas ornamentales, fuentes, huertas…
En el interior de este jardín del Príncipe se encuentra la Casita del Labrador, un magnífico palacete destinado al recreo de la familia real en los momentos que dejaban el protocolo de los grandes salones del palacio. Es un museo de artes decorativas distribuidas por salas del siglo XVIII.
En el jardín, en la zona norte, visitamos el Museo de Falúas Reales. Reúne las falúas, utilizadas por los monarcas cuando descasaban en Aranjuez para llevarlos desde el palacio a la Casita del Labrador. Se accede al interior con la entrada del Palacio Real.
El museo en sí es muy pequeño; lleva como mucho 10 minutos visitarlo. Tras el Museo de Falúas Reales, terminamos la vista prevista para Aranjuez, por lo que decidimos coger el coche y acercarnos a Chinchón.
Vista de Chinchón desde el Castillo de los Condes.
Chinchón es una localidad de 5436, situada en el sur de la Comunidad de Madrid. Es célebre por su Plaza Mayor, incluida dentro de las 7 Maravillas de la Comunidad de Madrid (todas visitas en este viaje, excepto el Monasterio del Escorial- visitado en el 2010-).
Aparcamos a la entrada de la villa, en un descampado. Justo enfrente se localiza el Convento de las Clarisas, de estilo barroco.
Tomando la calle principal de la villa, la C/de las Huertas, (dirección este) nos adentramos en un calle empedrada.
Justo a la entrada de la calle se localiza la Ermita de San Roque.
Paseamos por toda la calle para llegar a la Plaza Mayor, y al final de la misma se encuentra el Convento de San Agustín. Actualmente alberga el Parador Nacional.
Anexa al convento se encuentra la Ermita de Nuestra Señora del Rosario, antigua iglesia del Convento.
Finalmente llegamos a la Plaza Mayor, catalogada como una de las más bonitas del mundo, era el lugar donde se realizaban las ferias del ganado desde el siglo XV.
Hoy en día, es el núcleo principal de la ciudad y donde está el Ayuntamiento.
Ayuntamiento.
La plaza está suportalada y cerrada por construcciones de 3 plantas y balcones de madera denominados “claros”. Sirve de plaza de toros durante las fiestas patronales de Chinchón.
Desde la plaza se tiene una fabulosa vista de otros puntos de interés de Chinchón, como la Iglesia de la Asunción o la Torre del Reloj.
Cuando llegamos a la plaza se encontraba una procesión de la legión, por lo que nos quedamos un rato a verla.
Cuando terminó subimos hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, situada en una cima. Desde aquí se obtiene una esplendida vista de la Plaza Mayor; y del Castillo de los Condes, al sur de Chinchón.
Castillo de los Condes.
La Iglesia de la Asunción es una gran reconstrucción de estilos gótico, plateresco, renacentista y barroco. Cabe destacar, en el retablo principal, el magnífico cuadro de la Asunción de María de Goya.
Al lado de la iglesia, se encuentra el Teatro Lope de Vega. Recibe este nombre, porque Lope de Vega escribe y firma en Chinchón la comedia “El blasón de los Chaves de Villalba”.
Muy cerca, se localiza la Torre del Reloj, lugar donde se ubicaba la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia. Fue destruida durante la Guerra la Independencia, salvándose únicamente la torre, y por eso existe un dicho popular que dice “Chinchón tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre (se refiere a la Iglesia de la Asunción)”.
Bajamos de nuevo a la Plaza, y sin darnos cuenta ya había anochecido. Continuamos deambulando por los alrededores de la Plaza Mayor.
En una calle cercana aprovechamos de encontrarnos con una pastelería para comprar productos típicos de Semana Santa madrileños como pelotas de fraile, torrijas, tetas de Novicia…
Tras cenar estos ricos manjares, dimos por concluida la vista a Chinchón y regresamos al apartamento.
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Creo que dependiendo de los gustos, estos pueden ser interesantes... Echa un vistazo.
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El museo del aire es gratis y está genial .
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Depende de lo que quieras hacer
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