Keira en Turquía ✏️ Blogs de Turquia

Hoy nos hemos levantado temprano y desayunado en la terraza del hotel con unas vistas muy bonitas del pueblo.
Después de desayunar hemos cogido el coche para hacer un circuito alrededor de Goreme . Por todos lados hay mapas que señalan circuitos de diferentes colores con las cosas más importantes que ver y senderos para andar. Así que hemos empezado por el más cercano a Goreme.
Nuestro primer destino: el Pigeon Valley. Siguiendo el mapa hemos llegado a una explanada enorme y desierta pero con carteles enormes de “Pigeon valley parking”. Lo cual confirma que en temporada alta tiene que estar abarrotado.
Cuando nosotros hemos llegado no había absolutamente nadie. Estábamos solos. Nos hemos puesto a andar hasta lo alto de un cerro, parando cada dos minutos para mirar a todos lados y hacer fotos. Al llegar a lo alto las vistas eran espectaculares y entonces han llegado seis quads con un guía turco y unos cuantos chinos…..¡Oh no! ¡Más chinos! Para colmo anoche nos dijeron que en esta época hay muy poco turismo y el poco turismo que hay es chino…..yo no soy nada racista…..pero chinos haciendo turismo significa: gritos y colas para hacer fotos…. Total, nos quedamos mirándolos y de repente sacaron una bandera ¡y no era china! Y les dije: you aren't chinese , are you? Y uno simpático me dijo: noooo, we are from Taiwán, and you? Y al decirle que españoles se puso a hablar en español con nosotros. Resulta que eran estudiantes que están por distintos sitios de Europa estudiando y en vacaciones se han venido a Turquía y los chinos tampoco les caen bien……

Nos despedimos y seguimos nuestro camino. No avanzamos casi nada cuando vimos algo que parecía un castillo excavado en una montaña y allí que fuimos.

Dejamos el coche en una plaza en la que había dos puestecitos en los que vendían recuerdos y piedras. Empezamos a escalar por dónde podíamos y de repente uno de los hombres de los puestecitos subió hasta nuestro lado: amigo no, por ahí no amigo peligro , ayer esas rocas se cayeron. ¿ Tú quieres llegar a iglesia? Y nosotros: ¿ Qué Iglesia? Y él : iglesia San Juan, muchos frescos , muy bonita ven amigo….total que empezamos a seguirlo y nos metió por cuevas y laberintos y más cuevas y casas excavadas en roca y nos iba diciendo : aquí pisaban uva y aquí hacían vino , porque eran cristianos, ellos bebían vino. Y aquí cocina y aquí palomas…y así fue explicándonoslo todo hasta que de repente estábamos al otro lado y nos dijo que teníamos que bajar por una cuesta helada que más bien parecía un tobogán. Mira que nosotros andamos y subimos y bajamos todos los montes que hagan falta, pero esto era hacer la cabra en sentido literal…..nos quedamos mirándolo pensando : ¡Está loco! Pero él insistía y empezó a bajar parándose y ayudándonos, aún así nos dimos varias culadas, pero mereció la pena porque se veían unas damas “ coiffee” preciosas . Y empezó a explicarnos que the top basalto y down “ tuffit” “ volcanic” y mis padres le decían : sí, sí, basalto y tufitas erosión desigual. Y él: sí, sí tuffi blanda y le tiraba piedras a la parte de arriba de las damas Coifee para que viésemos que era dura. Estábamos en la otra parte de la montaña y entonces empezamos a subir hasta que llegamos a la cima en la que había un montón de tumbas excavadas en roca.

El hombre se puso a recoger botellas de cerveza vacías y nos dijo que había mucha basura porque los niños turcos subían allí por la noche a beber cerveza…..
Desde la cima nos hizo bajar por un puente de madera que se sostenía con dos clavos y era mejor agarrarse a la pared que al puente y por fin llegamos a la iglesia excavada en roca, que era bastante bonita aunque de los frescos quedaba poco rastro. Pero ahí no terminó la aventura porque entonces nos dijo que lo siguiesemos hasta no se dónde y nos empezó a llevar por un montón de salas comunicadas escaleras arriba y abajo todo a nosecuantos metros de altura hasta que llegamos a una ventana abierta al vacío literalmente y ya nos dijo: dangerous, stop. Y pensando….ah! ahora dangerous…..¿Y lo de antes que era?.

La verdad es que lo pasamos muy bien y si no hubiese sido por él no nos habríamos metido dentro porque un par de coches con turistas que vimos se hicieron fotos abajo y se fueron, así que al despedirnos de él mi padre le dio 20Lt y ya para que más…el hombre super contento nos regaló una obsidiana preciosa y enorme que tenía en su puestecito de venta. Vaya que si son simpáticos los turcos. ( Por cierto el cambio es : 1€=4’55Lt)
Desde allí fuimos a ver las damas Coifee de Pashabagi y por el camino paramos a ver la iglesia de San Juan Bautista y resulta que sólo se podía entrar a una sala porque la otra estaba cerrada. La sala visitable tenía todo el techo pintado con frescos pero bastante deteriorados.

Las damas Coifee son muy muy bonitas. Otra vez se nota que es temporada baja porque hay una zona muy grande de parking y muchas tiendas y puestecitos de recuerdos pero muy pocos abiertos. Aquí había un poco más de gente y ¡oh sorpresa! ¡chinos! Chinas haciéndose fotos en sus poses interminables, pero bueno, como no había muchas era soportable.

Pasamos un buen rato recorriendo el lugar y subiendo a todos los cerros que podíamos y al terminar seguimos camino hasta Ürgüp que es más grande que Goreme. En el centro del pueblo en alto, hay un cerro excavado con casas, lo que llaman ciudades “trogloditas” y alrededor casas de piedra que parecen las típicas casas de los Belenes así que visto desde abajo parece el típico pueblo de los belenes pero tamaño real.
Desde Ürgüp fuimos a ver las iglesias de Sarika y Kilisesi pero estaban cerradas, aún así el paisaje como todo el que llevamos visto mereció la pena y decidimos ir a ver la iglesia de Pancarlik . Tuvimos suerte y estaba abierta. Había un hombre muy simpático en una casa con sofás y colchones viejos que cobraba la entrada y nos dijo que era muy bonita y realmente lo era aunque como en todas las que hemos visto los frescos no están muy bien conservados. A la mayoría de las imágenes des han destrozado las caras y solo quedan los cuerpos y en algunas paredes la pintura está muy deteriorada.


Desde allí decidimos ir a comer a Ürgüp, comimos como siempre muy bien pero esta vez todavía mejor porque nos pusieron hasta tres tipos de pan diferente. El normal más o menos plano, uno muy caliente hinchado que al enfriarse se quedaba plano y crujiente y otro muy muy plano y blanco que parecía las tortas de los burritos pero muchísimo mas bueno.
Después de comer fuimos al Open Air Museum de Goreme porque allí es donde están las iglesias con los frescos mejor conservados. Había un par de autobuses de turistas nada más así que vimos las iglesias trogloditas

tranquilamente y sin aglomeraciones. ¿Qué puedo decir? Pues que son bonitas. Todo lo que estamos viendo es muy muy bonito. Son bonitas por fuera y por dentro. Las iglesias están bastante bien explicadas con carteles en la entrada de cada una en la que hay dibujos de los frescos y pone que representa cada uno de ellos. Además explican que cada iglesia la mandaba construir algún noble, o emperador y ese “ donante” aparece en alguno de los frescos retratado.

Ya casi atardeciendo nos fuimos a toda prisa a la zona más alta de Goreme para ver el “sunset”. Aquí todo está lleno de “ sunset point view” y “ sunrise point view” pero claro cuando vimos el atardecer lo entendimos. Conforme el sol se va poniendo el cielo se vuelve naranja y todas las rocas del valle van cambiando de color poniéndose primero de color dorado, luego naranjas, después Rojas y luego vuelven a quedarse apagadas. Es muy muy bonito, una de las mejores puestas de sol que he visto y mira que en Cádiz son espectaculares, pues esta es casi más bonita porque las rocas cambian de color.
Cuando se puso el sol fuimos a la parte baja del pueblo andando por las calles tranquilamente viendo todas las casas cueva y al llegar al centro cenamos , después nos tomamos un chocolate calentito en una cafetería superchula

y nos fuimos al hotel a dormir calentitos porque por la noche hace bastante frío.

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Hoy he dormido muy bien aunque me he despertado con la llamada a la oración que suena por todo el pueblo. Hemos desayunado viendo amanecer desde la terraza del hotel y puesto rumbo a Derinkuyu una de las muchas ciudades subterráneas que hay en la Capadocia. Hemos decidido visitar esta porque mi hermano vio un documental en el que se explicaba como se encontró y como se construyó etc .
En el camino hacía Derinkuyu fuimos parando en todos los lugares que nos parecían bonitos, pero aún así no tardamos mucho. Derinkuyu es, según dicen, la ciudad subterránea excavada a más profundidad de todas las que hay. En la entrada advierten de que si se tienen problemas de asma o hipertensión no debe visitarse. La ciudad es un laberinto de túneles y escaleras que bajan y bajan y cada vez son más estrechas y cada vez el techo es más bajo hasta que tienes que ir agachado.

Hay habitaciones, huecos para almacenar, sitios en los que pisaban uva y hacían vino, cocinas y en la parte más profunda está la iglesia y todo con un sistema de ventilación perfecto para que el humo de las antorchas no se quedase en los túneles, además tenían unas piedras redondas enormes para cerrar las entradas en caso de invasión. Se pueden recorrer ocho niveles, hasta unos 60 m de profundidad, pero hay muchos más niveles excavados, aunque no están abiertos al público.

Las ciudades subterráneas empezaron a construirse 700 años a.c y las usaban los antiguos habitantes de la Capadocia para protegerse de los invasores y después las usaron los primeros cristianos.
Al salir de ver la ciudad subterránea paramos en un mercadillo local que estaba puesto justo dos calles más allá. Vendían sobre todo fruta, verdura, zapatos y cosas de ferretería como estufas, radiadores, palas…. Los puestos de fruta y verdura eran impresionantes, vendían de todo y muy barato, pero sobre todo vendían caquis. A mi me gustan pero no me vuelven loca, pero a mis padres le encantan y en España es cada vez venden menos caquis, se venden persimon , pero no son caquis. Así que mis padres estuvieron muy tentados de comprar caquis, pero al final no compraron porque los vendían por cajas completas y …¿ Qué haces con una caja entera de caquis?.Lo que si que compramos fueron mandarinas, fresas y cacahuetes naturales.




Desde Derinkuyu fuimos a Ihlara Valley pasando pos unos paisajes volcánicos muy bonitos y escuchando cada dos minutos a mis padres decir: mirad, mirad que volcán, mirad mirad que basaltos…
Por fin llegamos a Ihlara. Es un cañón muy profundo bastante cerrado.

Tiene diferentes puntos de acceso, se puede bajar hasta el río y hacer los senderos que van por la parte baja y ver algunas iglesias que hay excavadas en las paredes del cañón, pero cuando nosotros llegamos estaba lloviendo y hacía bastante frío y la verdad no había muchas ganas de pegarnos una caminata así que seguimos nuestra ruta recorriendo el cañón y el paisaje iba siendo cada vez más bonito con cuevas “ trogloditas” excavadas en las paredes. De repente vinos un cartel que ponía “ Star Wars film point view” y empezamos a reirnos porque ya habíamos leído que en esa zona hay mucho “ fake” con que se ha rodado allí Star Wars, cosa que es falsa, aunque la verdad es que podría haberse rodado porque parece Tatoonie.

Paramos varias veces a ver las panorámicas y hacer fotos y por fin llegamos hasta la parte más baja en la que hay otro acceso y dónde hay otro conjunto de cuevas trogloditas y hasta una iglesia a la que llaman “ Selime Catedral” por lo grande y bonita que es.

Desde Selime empezamos a regresar a Goreme por la ruta de la seda y vimos varios hospitales del S XII , que eran recintos cerrados hechos para que descansasen las caravanas de la ruta de la seda en los que había hasta herrerías. No pudimos ver ninguna por dentro porque las están restaurando.
Antes de llegar a Goreme paramos en Uçhisar, que es como Goreme pero más pequeñito, un pueblo lleno de casas “ trogloditas” excavadas. Estuvimos andando, subimos y bajamos cerros para ver panorámicas y vimos una puesta de sol espectacular.

Ya cansados llegamos a Goreme , cenamos muy bien porque en Turquía todo está buenísimo y nos fuimos a dar un paseo por otra parte del pueblo y después a dormir que hoy ha sido otro día perfecto.

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¡Hoy es el último día del año! Y nosotros lo vamos a pasar en Antalya. Porque es un pueblo de costa bonito, porque queremos ver el anfiteatro de Aspendos y porque nos pilla de camino hacia Myra y Fethiye.
Hemos desayunado viendo amanecer por última vez desde la terraza del hotel y temprano hemos salido hacia Aspendos porque está bastante lejos y como anochece pronto los monumentos cierran pronto.
Por el camino hemos pasado desde el paisaje desértico de la Capadocia hasta un paisaje de costa con pinares atravesando por una montaña nevada con abetos en la que hacia un frio que pelaba.


Por fin hemos llegado a Aspendos. Uno de los anfiteatros romanos mejor conservados.
Aspendos es una maravilla. Hay una explanada enorme, en la que sólo había tres coches y un autobús…pero horror el autobús era de turistas chinos. ¿ Por qué digo horror? Pues porque nada más entrar al enorme y sobrecogedor anfiteatro lo único que se escuchaban eran gritos y gritos y más gritos. Y mira que eran pocos, ni siquiera el bus iría completo pero hacían ruido por mil personas. Así que subimos hasta la parte más alta del anfiteatro , nos sentamos tranquilamente a contemplarlo y esperar que todos los chinos terminasen con sus fotos , poses y gritos. Al cabo de un rato uno de ellos desde abajo se puso a gritar y todos empezaron a irse y de repente nos quedamos casi solos , con algunos turcos y alemanes y todos nos mirábamos como diciendo : uff que paz, jajajaja pero entonces una turca se puso en el centro del anfiteatro a cantar…y bueno….ni bien ni mal pero no era desagradable.

Terminamos de ver el anfiteatro y fuimos a ver el resto de las ruinas y subimos a una colina desde la que se veía el anfiteatro desde arriba y cuando ya lo habíamos visto y requete visto todo nos fuimos.

Llegamos un poco tarde a Antalya, hicimos el check in y otra vez ¡ Oh sorpresa! Nos dijeron que nos daban una suite porque como éramos familia así estábamos más cómodos y claro pues no íbamos a decir que no a una suite en un Holiday Inn en nochevieja.
La suite es genial con un salón enorme con sofás muy cómodos y lo mejor un balcón donde nos quedamos viendo una puesta de sol preciosa.

Después de la puesta de sol decidimos cenar cerca del hotel, porque como ya he dicho dá igual donde comas en Turquía, todo está bueno, muy bueno y luego ir al centro.
Efectivamente cenamos muy muy bien en un sitio de los que tienen la barbacoa en la puerta y fueron muy simpáticos con nosotros, como siempre y después de cenar fuimos al centro.
Nos costó bastante encontrar un “ oto Park” ( párking) porque todo estaba a tope, pero por fin pudimos aparcar, además muy cerca del centro y nos fuimos a ver el ambiente. Entramos en la ciudad antigua por la puerta de Adriano y empezamos a recorrer las calles.
Todo estaba a tope de gente y todo el mundo muy contento. El centro de Antalya son calles muy bonitas que van desde la muralla hasta el mar. Todas las calles están super limpias y muy bien cuidadas, con macetas, farolillos y flores. Y todas las calles llenas de bares con gente tomando té y bebiendo cerveza, pero no había gente borracha ni broncas ni nada así, todo era muy alegre y tranquilo.

Vimos locales en los que hacían fiestas de noche vieja y en todos había controles de seguridad y pedían documentación. Fuimos hasta el puerto y seguimos recorriendo las calles hasta que llegamos a una plaza en la que había varias pastelerías, una de ellas con una cola de gente impresinante y pensamos: ¡ahí! Y efectivamente no sé lo que pedimos eran como unos bizcochos empapados en leche que estaban……..¿he dicho que en Turquía todo está buenísimo?

Seguimos hasta encontrar la torre de Adriano y los restos de la muralla y por fin llegamos a una plaza muy grande que estaba vallada entera y con controles de policía para poder entrar. Había dos filas una para hombres y otra para mujeres porque te cacheaban y miraban el bolso, mochilas y todo lo que llevases encima. Es la plaza en la que se junta todo el mundo para recibir el año nuevo.
Fuimos hasta el final de la plaza dónde está la mezquita y nos dimos cuenta de que eran casi las doce así que decimos ir al hotel porque estábamos cansados y porque habíamos comprado uvas en el mercadillo de Derinkuyu.
Llegamos justo a tiempo para el cambio de año en Estambul, nos comimos las uvas viendo los fuegos artificiales desde el mejor sitio que se podían ver: el balcón de nuestra habitación. Era una imagen preciosa todos los fuegos reflejándose en el mar.
Un bonito lugar para despedir el año y una noche vieja muy bonita.

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