DOS SEMANAS POR EL NORTE DE ITALIA Y SAN MARINO ✏️ Blogs de ItaliaDos semanas por el Norte de Italia, desde Milán a Venecia, pasando por los grandes lagos y un desplazamiento a San MarinoAutor: Mercedes_L65 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Índice del Diario: DOS SEMANAS POR EL NORTE DE ITALIA Y SAN MARINO
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El día ha amanecido tristón, pero si tenemos en cuenta que ha estado lloviendo por la noche, no nos podemos quejar.
Tras el desayuno en el apartamento (zumo de naranja, cereales, la típica pechuga de pavo y el café de la Nespresso) nos ponemos en marcha. Nuestro destino es la Piazza Bra, la plaza más grande de Verona, el corazón de la ciudad. Ayer, a nuestra llegada, la plaza tenía el tráfico cortado, había un arco hinchable al estilo "linea de meta". No sabíamos si era el Giro o qué, pero nos las vimos y nos las deseamos para atravesarla. Hoy todo es un recuerdo y la plaza, de muy buena mañana, muestra todo su ajetreo habitual, con las terrazas de los restaurantes llenos de gente desayunando. La entrada a la plaza se hace a través de los Portoni della Brà, flanqueados por la Torre Pentagona, del Trecento, y por el Teatro Filarmónico, en obras. Una placa recuerda por qué es mundialmente conocida la ciudad. La vida de esta plaza se desarrolla en torno a la Arena de Verona, un anfiteatro romano, símbolo de Verona. Es el tercer anfiteatro más grande que se conserva. Su aspecto ha ido cambiando con el paso de la historia. De hecho, ha sufrido expolios y también terremotos que le afectaron. Además durante mucho tiempo, mientras estuvo en un estado de abandono, sobre todo a lo largo de la Edad Media, se convirtió en una excelente cantera de piedra para la construcción de otros edificios en Verona. La Arena posee una acústica excelente. De hecho, durante nuestra visita estaban montando el escenario para la actuación de Il Volo para esa noche. Para quien no los conozca, Il Volo es un grupo de Crossover clásico o pop lírico, al estilo de Il Divo, aunque para mi gusto no tan buenos, que representaron a Italia en el Festival de Eurovisión de hace un par de años. En el lado norte se ubica la calle Liston, una amplia acera de piedra rosada, que sigue la forma de la plaza, y donde se encuentran varias tiendas y sobre todo bares y restaurantes con sillas al aire libre. Seguimos por Via Mazzini, la calle más animada y elegante de la ciudad, que une la Plaza Bra y la Plaza de las Hierbas. Es una de las calles peatonales más antiguas de Europa, del siglo XIV. Antes se conocía como Calle Nueva, y después fue dedicada a Giuseppe Mazzini, uno de los artífices de la unificación italiana. Si se quiere visitar firmas de moda internacional, tiendas de diseño, esta es la calle. Y llegamos a la Piazza delle Erbe, uno de los lugares más especiales de Verona, uno de esos lugares a los que quieres volver a cada momento. Es el centro de la vida comercial y administrativa de Verona desde los tiempos del Imperio Romano. Debe su nombre al antiguo mercado de hierbas aromáticas. Actualmente está lleno de puestos que venden desde fruta y hortalizas, hasta ropa, souvenirs, comida rápida... es decir, todo aquello que un turista “necesita”. Aquí se alinean la columna del Mercado, un tabernáculo terminado en punta; la Berlina o Tribune, que antiguamente servía para las ceremonias de investidura de los cargos públicos; y la columna de San Marcos con un león alado, símbolo de la absorción de la ciudad por el imperio veneciano en 1405. También hay una fuente con la Madonna de Verona. La gran cuenca proviene de los baños termales de la Verona romana. Desde la cuenca se eleva una columna en la que se encuentran las efigies de los reyes de Verona, reales o mitológicos. Sobre su fuste descansa la estatua de la Madonna de Verona, no es la Virgen María. El cuerpo de la estatua es también de la época romana, mientras que los brazos y cabeza son medievales. En sus manos tiene un libro, con el lema que aparece en el escudo de la ciudad: Este iusti latrix HEC Urbs et laudis Amatrix es decir, "esta ciudad es el portador de la justicia y amante de elogio" (ahí queda eso). Desde luego esta fuente es el mejor ejemplo de la cultura del aprovechamiento (y eso que no estamos hablando de gastronomía). Al fondo de la plaza está el Palacio Maffei, primer palacio barroco de Verona. En la parte superior hay seis estatuas que representan a Hércules, Júpiter, Venus, Mercurio, Apolo y Minerva que están esculpidos en mármol local, excepto Hércules, que se cree puede proceder de un templo antiguo. A su lado está la Torre del Gardello o de las Horas tiene un reloj mecánico a campana, de los más antiguos de Europa. Parece que data de la segunda mitad del siglo XII, cuando en Verona había numerosas torres, que mostraban el poder de las familias más importantes de la ciudad (Pues sí en Verona también jugaban a “a ver que la tiene la tiene más alta”, la torre). La plaza se encuentra rodeada de palacios y casas antiguas. Las Casas Mazzanti son unos de los palacios más antiguos de Verona, y destacan por los frescos en la fachada, que representan escenas de carácter mitológico. Durante el Renacimiento se solía pintar las fachadas, con lo que se conseguía, además de decorarlas, protegerlas contra la intemperie. Al parecer, eran tantas las casas pintadas, que Verona llegó a ser conocida como “urbs picta”, ciudad pintada. También está el Domus Mercatorum o Casa dei Mercanti, un edificio medieval que, durante la Edad Media fue la sede del gremio de los comerciantes de la ciudad, mientras que hoy en día está ocupada por la Banca Popolare di Verona. Poderoso caballero es Don Dinero. Enfrente está la Torre de los Lamberti, una torre medieval que ha llegado a ser la más elevada de Verona (mide 84 metros). Es el momento de subir a ella y está claro que, ante las opciones que hay, nos decantamos por subir con el ascensor, aunque los últimos pisos hay que hacerlos a pie. En la torre se encuentran dos campanas: la primera llamada “Marangona” que servía para señalar las horas o indicar alarmas, y la segunda llamada “Rengo” que se utilizaba para reunir el Consejo comunal. Según un aviso situado en el ascensor, hay que tener cuidado, porque las campanas suenan cada media hora, pero en el tiempo que estuvimos disfrutando de las maravillosas vistas de la ciudad, no sonaron. La torre está junto al Palacio della Ragione o de la Razón, también conocido como Palacio de la Alcaldía o comunal, fue durante siglos el centro del poder político. En las ciudades del Véneto era la sede del tribunal de justicia, donde se administraba el bien y el mal. En su interior hay un patio interno, el Cortile Mercato Vecchio, la antigua sede de las actividades comerciales y el mercado de la ciudad. Aquí destaca en toda su belleza la Scala della Ragione en mármol rojo de Verona. Junto al Palacio della Ragione, pasando por el Arco de la Costa, se llega a la Piazza dei Signori. Parece increíble, pero solo traspasar el arco, te trasladas a otro mundo: mientras en la Piazza delle Erbe todo es bullicio, aquí todo es serenidad. En el centro de la plaza se encuentra Monumento a Dante, creada en 1865 para celebrar el sexto centenario de su nacimiento. Dante, durante su exilio de Florencia, estuvo invitado en Verona. También encontramos una serie de palacios y edificios públicos. La Domus Nova, en el siglo XIV, era la casa y la oficina del Podesta, además de ser la casa de los jueces. Enfrente está el Palazzo del Governo que es la sede administrativa del gobierno de la provincia y en su origen fue la Casa del Cangrande. Aquí residió Dante durante su exilio. Al lado está la Loggia del Consiglio, un palacio renacentista con un pórtico precioso que está coronado por las estatuas de Vitruvio, Catallus, Plinio el Viejo, y Marcus Cornelius Nepos, representantes de la cultura latina. La calle junto al Palazzo del Governo accede a una plaza donde se encuentran la iglesia de Santa Maria Antica y las Arche Scaligere, un complejo funerario de estilo gótico de la familia Scaligeri, que está protegido por una valla de hierro forjado en la que se pueden distinguir la “scala” el símbolo de este linaje. Esta valla nos impide el paso al recinto. Ya es hora de ir a comer y nos decidimos por una ostería que hemos visto cerca de nuestro apartamento, pero antes visitamos la Chiesa di Sant'Anastasia, una iglesia de estilo gótico que nos queda de camino. Destaca su portada central con un fresco donde se representa a Dios sobre una cátedra gótica con la cruz entre las rodillas y Jesús al lado, sobre los dos la paloma del Espíritu Santo; completan la imagen San José y María. Ya en el interior, una de las curiosidades son las dos pilas de agua bendita que hay cerca de la entrada que se apoyan sobre 'i gobbi' (los jorobados), unas figuras que representan unos mendigos harapientos. Pero la verdadera joya está a la derecha del altar mayor, en la capilla Pellegrini. Por encima de su arco de entrada está el fresco 'San Jorge y la princesa de Trebisonda' de Antonio Pisanello, considerado una obra maestra. Se representa a la princesa, con su noble frente (era costumbre retrasar la línea de pelo) y su manto orlado de armiño, mientras san Jorge se dispone a montar a caballo en persecución del dragón. En el transepto se representa el escudo de armas de la familia “della scala” que gobernó la ciudad de Verona entre 1262 y 1387. Y llegado este momento, nos vamos a comer a la Hostaria Vecchia Fontanina, en Piazzetta Chiavica, núm. 5 y que resulta todo un acierto:los dos comemos por 24,00€, con el menú del día compuesto de un plato de pasta, un segundo y un postre. Cuando salimos de comer, el cielo empieza a ponerse oscuro: parece que va a volver a llover. Decidimos ir a la catedral, por lo menos estaremos a cubierto. Cuando llegamos, ya llueve de lo lindo, así que dejamos la fachada para más tarde. La catedral de Verona o Cattedrale di Santa Maria Matricolare está de obras. Cuando entramos parece que se va a derrumbar todo de un momento a otro: están desmontando el andamiaje, pero como no lleven cuidado van a tener que reconstruir el suelo. Entramos por el Pórtico Sur y, antes de acceder al interior de la catedral nos encontramos con los restos de un claustro paleocristiano preexistente. La verdad que los andamios no nos permiten disfrutar del interior, y es una pena, porque parece muy bonita, pero nos falta la perspectiva. Nos conformamos con disfrutar del lienzo de la Asunción de la Virgen de Tiziano y la pintura central de la Capilla Calcasoli que representa una Adoración de los Magos. De nuevo, junto a la taquilla, se encuentra el acceso a la iglesia de Santa Elena y el batisterio de San Giovanni in Fonte. En la nave central del baptisterio se ubica una pila bautismal octogonal tallada en un único bloque de mármol y decorada con escenas de la Infancia de Jesús. Está cayendo un chaparrón con todas las de la ley, así que seguimos disfrutando durante un buen rato de este baptisterio, porque el paraguas no nos serviría de mucho. Cuando la lluvia empieza a amainar, es el momento de ir a visitar la Casa de Julieta, en Via Cappello, 23. Este edificio del siglo XIII, era propiedad de la familia Cappello, tal como aparece en la placa, y se ha identificado como la casa de Julieta por dos cosas: las fechas y el apellido “Capello” que hicieron nacer la leyenda popular de que esta casa pertenecía a la familia “Capuletti”. Desde la calle, lo primero que se ve es un pasadizo cubierto de papelitos y mensajes de enamorados. Se encuentran desde simples mensajes con los nombres de ambos enamorados encerrados en un corazón, cartas donde se juran amor eterno, así como mensajes de personas que esperan la llegada de su verdadero amor… Sólo hay que ver la película Cartas a Julieta. Ya en el patio nos encontramos con el famoso balcón y la estatua de bronce de Julieta. Según cuenta la tradición, aquel que toque el seno derecho de Julieta encontrará el verdadero amor o volverá a Verona o las dos cosas. No me extraña que esté tan reluciente. Por si acaso, tocamos... En cuanto al balcón y la ventana gótica, fueron añadidos a inicios del siglo XX, para acrecentar la leyenda (al parecer, el balcón es un sarcófago romano). De hecho en la obra de Shakespeare no aparece ningún balcón. Lo importante son las palabras que han quedado ya para siempre: ¡Silencio! ¿Qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el Oriente, y Julieta, el sol!... ¡QUÉ ROMÁNTICO! Pues sí, parece que Julieta es el sol, porque nada más visitar su casa, el cielo empieza a abrirse y el sol brilla. Todo tiene un color distinto así que volvemos a visitar la Piazza dell'Erbe y la Piazza Bra, después de visitar la Heladeria Grom, de Via Mazzini, claro. Y en la Arena, ya empiezan las colas para ver la actuación de Il Volo. Los profesionales de la reventa nos ofrecen entradas a 73,00€, que rehusamos. Empezamos a hacer planes para venir a escucharlos desde el exterior. Pero ¡qué ilusos que somos! Creíamos que, después de ducharnos, cenar en nuestro apartamento, íbamos a tener ganas de salir hacia el Arena a escucharlos. Ya lo haré cuando regrese a casa, máxime cuando todo está publicado en youtube. Etapas 7 a 9, total 14
Teníamos previsto ir a Mantua por la tarde, pero pronto nos dimos cuenta que visitar el Palacio Comunal y el Palacio Te en solo una tarde iba a ser imposible. Mantua es una ciudad renacentista declarada patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO.
La mañana empieza bien, compartimos tren con los "Matrachini", su madre y la prima de ésta (afortunadamente no compartimos vagón). Cuando llegamos a la estación, vemos que nos hemos dejado el plano de la ciudad: en una ciudad en obras, casi necesitamos un plano para buscar un sitio donde comprar un plano o para llegar a la oficina de información turística. Nos decidimos por empezar por la Plaza Sordello, y dejar el Palazzo Te para el final, de regreso a la estación. La Piazza Sordello es el espacio más céntrico de Mantua, está ocupada por los edificios más importantes de la ciudad: el Palazzo Ducal, el Duomo o los Palacios Acerbi (y la Torre de la Gabbia) y el Palacio Bonacolsi. El Palazzo Ducale es, desde el siglo XIV, la sede de la familia Gonzaga. Es un complejo arquitectónico constituido por numerosos edificios unidos por corredores, galerías, patios, y jardines. Podemos visitar el palazzo por nuestra cuenta, a la hora que queramos, pero para visitar la Cámara degli Sposi tenemos que esperar a las 14:10. La entrada conjunta cuesta 12,00€. Yo recomiendo que reserveis la entrada para poder organizar mejor la visita a la ciudad en vivaticket. Después de visitar el Palazzo, nos dirigimos a la Casa de Rigoletto, el bufón de la corte de los Gonzaga de la famosa ópera de Giuseppe Verdi. En realidad, el personaje tiene poco de Mantua, pues el drama fue basado en una obra de Victor Hugo que se localiza en Francia. Hasta que llegan las 14:10, hora para visitar la Cámara degli Sposi, vamos a dar una vuelta por la ciudad. Llegamos a la Piazza dell'Erbe, que en la Edad Media albergaba un mercado. Aquí está el Palacio de la Ragione que, dicen que tiene una gran belleza, pero que está cubierto por andamios, así que nos quedamos con las ganas. Lo que sí que vemos es la Torre dell'Orologio con un reloj astronómico que se utilizó para hacer horóscopos y regular la vida cotidiana. Junto a ella, la iglesia más antigua de la ciudad llamada Rotonda de San Lorenzo, construida en 1082. Es una de las pocas iglesias circulares que sobreviven (la verdad es que hasta ahora solo conocía una en Salamanca). Para visitar la basílica de Sant'Andrea tuvimos que esperar a que finalizara la boda de un Caravineri: trajes largos y uniformes de gala por doquier. Esta iglesia está basada en un proyecto de Leon Battista Alberti de 1470. El interior es de una sola nave cubierta por una bóveda de cañón, decorada con casetones pintados. Aquí está la capilla funeraria del pintor Andrea Mantegna. Y ya ha llegado la hora de volver al Palacio Ducal, a la zona del Castillo de San Jorge, para visitar la famosa Cámara degli Sposi, donde destaca el ciclo de frescos alrededor de las paredes, que está considerada como la obra maestra de Andrea Mantegna. El tema es la celebración político-dinástica de toda la familia Gonzaga, con motivo de la elección de Francesco Gonzaga como Cardenal. El realismo impresiona, hasta el punto de que si se eleva la vista hacia la esposa del duque, Bárbara, se ven los bajos del vestido. En el techo se representa un óculo con un trampantojo con putti o angelitos desnudos manteniendo el equilibrio en un balcón pintado, mientras unos bromistas cortesanos sonríen con satisfacción. La verdad es que hemos tenido suerte en poder visitar esta Cámara, ya que después del terremoto de 2012 la sala ha estado cerrada durante tres años y ahora las visitas son muy reducidas, por lo que merece la pena reservar la hora de la visita. Y una vez en la calle, es el momento de comer, que ya empieza a juguetear el gusanito. Entre todos los restaurantes de la Plaza Sordello, nos decantamos por el menú de 14,00€ del Bar Gonzaga, con un risotto alla mantovana y unos raviolis di zucca, además de la ya famosa cotoletta alla milanese. La verdad es que la comida es bastante mejorable, pero con la hora que es no podemos arriesgarnos a buscar otro lugar. Y después de una buena caminata que nos sirve para bajar la comida, llegamos al Palazzo Te (precio 12,00€), una villa suburbana construida en el siglo XVI obra de Giulio Romano, que fue aprendiz en el taller de Rafael de Sanzio. Esta villa de recreo fue mandada construir por encargo del duque de Mantua, Federico II Gonzaga, como lugar para los encuentros amorosos con Isabella Oschetti, su verdadero amor, y después de visitarla podemos afirmar que la debía de querer mucho, porque no escatimó detalle. Recomiendo llevar bien preparada esta visita, para poder disfrutar de cada una de las salas como se merece. Una vez pasada la zona de las taquillas, la primera sala que se visita es la Camera di Ovidio o delle Metamorfosi, donde hay un retrato de Giulio Romano realizado por Tiziano. Esta sala recibe su nombre de las representaciones mitológicas que aparecen en los frisos, inspirados por la metamorfosis de Ovidio. La chimenea en mármol rojo de Verona está coronada por el Monte Olympus y lleva la inscripción: "F G II M M V" (Federico Gonzaga II, quinto Marqués de Mantua). A continuación se visitan diversas salas como la Camera delle Imprese, la Camera del Sole e della Luna, que recibe este nombre por el fresco del centro de la bóveda, donde se representan los carros del Sol y la Luna, que simboliza el paso continúo de tiempo. A continuación se llega a la Loggia delle Muse y la Sala dei Cavalli que tiene retratos a tamaño natural de sus caballos preferidos y era la sala destinada al baile, pero la verdad es que hacer un baile aquí... ¡será que no hay salas mejores! Y ya entramos en la Camera di Amore e Psiche que es una de las salas que más me ha impresionado del palacio. Recibe su nombre de la historia de Cupido ("Amor") y "psique", tomado de la Metamorfosis de Apuleyo. La sala estaba reservada para los visitantes de mayor prestigio. De aquí llegamos a la Camera delle Aquile que era el dormitorio de Federico, la Logia de David, la Camera degli Stucchi, la Camera degli Imperatori… Y el colofón de la visita es la impresionante Camera dei Giganti. La obra de Giulio Romano cubre toda la pared y la bóveda. Se representa a Zeus o Júpiter (símbolo de Carlos V) en la bóveda liderando a su ejército envuelto entre nubes y lanzando un rayo sobre los gigantes, símbolo de los súbditos desleales, que se derrumban en su fallido ascenso al Olimpo. La escena consigue sobrecoger por la intensidad del color, la distorsión de las formas, la agitación, el desequilibrio en las figuras,... Un buen final para la visita. Desde aquí a la estación de ferrocarril y a casita, que el día ha sido muy intenso. Etapas 7 a 9, total 14
Hoy tenemos novedad: nuestro desplazamiento a Sirmione lo vamos a hacer con autobús de línea. Como hay una carrera popular, la parada que está más cerca del hotel está anulada. Primera contrariedad: a las 8:00 de la mañana tenemos que estar en la estación de autobuses. La segunda contrariedad es que a las 7:30 ya está toda la gente en la calle, la Plaza Bra está cerrada y llegar a la estación se convierte en toda una actividad de riesgo.
Eso sí, la Piazza de L'Erbe, se puede disfrutar en todo su esplendor. Durante el viaje, desde el momento en que empieza a vislumbrarse el lago, ya vemos que es un lugar muy animado, repleto de turistas. Nuestro primer destino es Sirmione, que está situada en la punta de una estrecha península que se adentra en el lago. Y cuando la lanzadera nos deja en la entrada de la ciudad, ya nos damos cuenta que nos vamos a enamorar de ella. La entrada al casco antiguo se hace a través de su castillo, Rocca Scaligera, rodeado por las aguas del Garda. La Rocca Scaligera es un torreón del siglo XIII que se alza en el punto más estrecho de la larga y delgada península que es Sirmione. Los Scaglieri de Verona, al extender su influencia hacia el norte, mandaron construir este enorme castillo cuadrado justo a la entrada de Sirmione que ha venido utilizándose como fortaleza hasta el siglo XIX. Protege al pueblo y se muestra amenazante con sus impresionantes torres almenadas. La verdad es que el interior tiene poco que ver, pero las vistas que se obtienen desde lo más alto de la torre compensan el precio de la entrada, 5,00€, y los escalones. Y sí, nos ha gustado tanto Sirmione que hemos decidido retrasar la hora de la salida hacia Bardolino, nuestro siguiente destino, y dar un paseo más tranquilo por sus calles, e incluso comernos un "piccolo gelatto". Y no contentos con ello, el colofón ha sido ir de tienda en tienda buscando camisetas de tirantes: el esfuerzo ha merecido la pena y ya tengo dos camisolas para ir la mar de fresquita. Nos acercamos hasta la punta de la península. Tras pasar por la puerta de las Termas de Catullo, llegamos a la playa donde la gente disfruta de las aguas transparentes. La verdad es que con el calor que hace, dan ganas de darte un chapuzón. ¡Lástima del bañador! Y ya en el barco, camino de Bardolino, es el momento de cambiar la camiseta por una de esas camisolas que me he comprado. Antes de llegar a nuestro destino, el barco tiene una parada en Lazise, otro de los centros de veraneo, ampliamente recomendado por nuestros amigos. Bardolino es otra de las localidades más turísticas del Lago di Garda y que es famosa, además de por su vino, por la elegancia de sus calles. Nuestro primer objetivo es buscar un lugar donde comer, porque el gusanito empieza a hacer de las suyas. Los precios están a la altura de la elegancia del lugar. Nos decantamos por Alla Vecchia Osteria, y aunque el local no está mal, está claro que la elección del pollo asado no ha sido la más adecuada. Una vez en el hotel, tras leer las críticas, vemos que es un lugar más indicado para tomar el aperitivo que para comer. Y después de pasear y de escoger nuestro automóvil clásico favorito, es el momento de ir a Peschiera del Garda, una ciudad rodeada de murallas tipo “Quadrilatero”, el sistema defensivo más imponente de Italia. Un descanso, una vuelta por los canales, un plantón del autobús y una caminata para coger el tren que nos devuelve a Verona. Etapas 7 a 9, total 14
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